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Controlar la ingesta calórica y el gasto energético puede no ser suficiente para mantener el peso estable

Desde hace mucho tiempo se conoce que en salud cardiovascular, el viejo aforismo de «somos lo que comemos» se cumple casi a rajatabla, afirma el Dr. Neyro, responsable del blog www.neyro.com (véase en el linkhttp://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/)
Siempre que se habla de la necesidad de mantener el peso óptimo para reducir el riesgo cardiovascular y otros peligros para la salud, uno siempre va a citar el mantra – comer sano y mantenerse en forma, lo que significa mantener el equilibrio deseado entre la ingesta calórica y el gasto energético. La ecuación estándar dice que 7000 kcal equivalen a 1 kg de grasa, por lo tanto, si el balance de energía en un periodo de tiempo es (-) 7000 kcal, esta cifra negativa también deben ser expresada mientras se está de pie en la balanza, que debería mostrar la reducción de un 1 kg de peso.
Todas las guías y las recomendaciones están basadas en esta formulación, y el escenario de fracasar en mantener o reducir el peso a pesar de mantener las instrucciones se atribuye únicamente a la mala adherencia al programa de intervención. De hecho, una mayoría de mujeres al llegar a la menopausia reconocen haber ganado peso de una u otra manera (léase en el link http://www.neyro.com/2014/06/23/al-llegar-la-menopausia-60-de-las-mujeres-reconoce-haber-engordado/)
Ahora parece que puede haber otras explicaciones diferentes a las anteriores. Un estudio publicado recientemente en Science examinó ratones que fueron puestos en un sistema capaz de medir con precisión tanto su ingesta calórica y el gasto de energía [1]. Se compararon dos grupos: ratones normales y aquellos con deleción de la proteína accesoria 2 del receptor de la melanocortina (MRAP2), que se sabe desarrollan obesidad severa a una edad temprana. Incluso cuando se les alimenta con la misma cantidad de comida, los ratones con la deleción (ratones modificados genéticamente para portar esta alteración) aumentan más de peso que los ratones normales. Sólo cuando la cantidad de ingesta de alimentos en los ratones nulos fue restringida a un 10% (en hembras) y 13% (machos) menor que la de los ratones de tipo salvaje (normales) hubo un aumento equivalente de peso. Este fue el caso mientras los ratones eran jóvenes, pero, en etapas posteriores de su vida, los ratones modificados demostraron hiperfagia y aumento de peso asociado.

Comentario (del Dr. Amos Pines del Department of Medicine ‘T’, Ichilov Hospital, Tel-Aviv, Israel)

La familia del receptor de la melanocortina (MCR) se compone de cinco receptores acoplados a proteínas G (MC1R-MC5R) con diferentes funciones fisiológicas [2]. Ellos median la señalización en respuesta a la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y hormona α-estimulante de melanocitos (αMSH) y sus antagonistas competitivos, agouti y- proteína agouti relacionada. La actividad de los subtipos de MCR es el siguiente: MC1R controla la pigmentación, MC2R es un componente crítico del eje hipotalámico-pituitario-adrenal, MC3R y MC4R desempeñan un papel fundamental en la homeostasis de la energía, y MC5R está involucrado en la función exocrina. La proteína accesoria del receptor de melanocortina (MRAP) y su homologo MRAP2 son pequeñas proteínas transmembrana de un solo paso que han mostrados regular la expresión y función del MCR. En la glándula suprarrenal, MRAP es un factor accesorio esencial para la expresión funcional del receptor de MC2R/ACTH. MC2R también se expresa en el tejido adiposo junto con MC5R, donde controlan los efectos lipolíticos potentes de ACTH y α-MSH.
El asunto es complejo y todavía no tiene una clara correlación con la clínica humana, señala nuestro experto José Luis Neyro, pero es un avance en el conocimiento del aumento de peso que algunas personas manifiestan a pesar de una ingesta calórica controlada.
Al mismo tiempo, hay evidencia de que la señalización mediada por MC2R y MC5R en los adipocitos inhibe la producción de leptina, indicando que posiblemente hay un mecanismo de control para la modulación de la función del tejido adiposo a través del eje-leptina melanocortina. La pérdida sea de MC2R o MRAP en humanos causa una grave resistencia a la ACTH, con la consiguiente deficiencia de glucocorticoides. Todos los mamíferos tienen un gen homologo, MRAP2, que se expresa predominantemente en el cerebro, más prominentemente en la protuberancia y el cerebelo, pero también en regiones que participan en la homeostasis energética, tales como el hipotálamo y el tronco cerebral. MRAP2 interactúa con MC3R, que está implicado en la regulación del peso corporal y el metabolismo energético. En ratones modificados, que carecen del gen MC3R, los nutrientes se dividen preferentemente en grasa a expensas de la masa magra [3]. Es importante destacar que el aumento de la eficiencia de alimentación, no la hiperfagia, provoca un aumento de peso en estos ratones.
Buscan píldora contra la obesidad investigando a ratones
En este punto es importante señalar que no todas las dietas hipocalóricas consiguen el mismo efecto toda vez que lo ideal es conseguir adelgazar sin perder la masa magra y la masa muscular en suma, tal y como señalábamos semanas atrás en un programa de TVE1 en la sección «Saber vivir» y que recogimos en el link http://www.neyro.com/2014/04/06/adelgazar-pero-perdiendo-grasa-visceral-sin-perder-masa-muscular/.

Para investigar si las alteraciones en MRAP2 se asocian con la obesidad humana, las personas obesas y su control se estudiaron para mutaciones potencialmente relevantes [1]. Sólo pocas variantes raras se encontraron en la cohortes de obesos, indicando que, si las mutaciones MRAP2 contribuyen a la obesidad grave en el hombre, rara vez lo hacen. Tal vez esto es un alivio, pero el estudio abre una nueva perspectiva en la comprensión del sobrepeso ya que otras aberraciones genéticas no identificadas podrían estar involucradas en el manejo anormal de la energía y el consiguiente aumento de peso.

En conclusión, se encontró que la inactivación global o específica cerebral de MRAP2 causa obesidad en ratones y que variantes raras heterocigóticas en MRAP2 se asocian con inicio temprano de obesidad severa en los seres humanos. Los mecanismos por los cuales MRAP2 ejercen sus efectos sobre la regulación del peso corporal aún no se han establecido firmemente, pero muy probablemente impliquen alteración de señalización a través de los diversos MCR.

Referencias

1. Asai M, Ramachandrappa S, Joachim M, et al. Loss of function of the melanocortin 2 receptor accessory protein 2 is associated with mammalian obesity. Science 2013;341:275-8.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23869016
2. Novoselova TV, Jackson D, Campbell DC, Clark AJ, Chan LF. Melanocortin receptor accessory proteins in adrenal gland physiology and beyond. J Endocrinol 2013;217:R1-11.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23418361
3. Chen AS, Marsh DJ, Trumbauer ME, et al. Inactivation of the mouse melanocortin-3 receptor results in increased fat mass and reduced lean body mass. Nat Genet 2000;26:97–102.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10973258

La diabetes gestacional afecta a una de cada 10 mujeres embarazadas

Hasta una de cada 10 mujeres embarazadas en Estados Unidos presenta diabetes gestacional (DG), según estima un nuevo estudio oficial publicado en Preventing Chronic Disease. El Dr. Neyro nos aclara que la diabetes y su forma gestacional, son enfermedades del primer mundo, del desarrollo donde la dieta es excesiva y la obesidad casi una pandemia en estos lugares; definitivamente somo lo que comemos (lo decíamos hace unos meses enhttp://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/)

Carla DeSisto, miembro de investigación en epidemiología de Centers for Disease Control and Prevention, y sus colaboradores utilizaron el cuestionario del Sistema de Vigilancia de Evaluación del Riesgo del Embarazo así como los registros de certificados de nacimiento estatales para comparar las tasas de diabetes gestacional de 2007 a 2008 con las de 2009 a 2010. No identificaron ninguna diferencia significativa en la prevalencia de la diabetes gestacional durante estos años. Los datos de este estudio indican que la prevalencia de la diabetes gestacional es entre 4,6 y 9,2% de todos los embarazos.

 Se determinó que la frecuencia varía según región geográfica: Wyoming y Utah tuvieron las tasas más bajas de diabetes gestacional, en tanto que la Ciudad de Nueva York y Rhode Island tuvieron las más altas; zonas más desarrolladas y más ricas, más DG…, apunta el Dr. Neyro. Los autores del estudio dicen que gran parte de las diferencias entre los estados al parecer están relacionadas con los grados de obesidad.

 «Nuestros resultados indican que la prevalencia de la diabetes gestacional es alta en Estados Unidos», dijo DeSisto a HealthDay. «Otros investigadores han informado que la diabetes gestacional ha estado aumentando constantemente conforme se ha incrementado la frecuencia de obesidad», añadió. «La prevención de la obesidad es un componente clave de una buena atención a las mujeres y de la prevención de la diabetes. Por otra parte, el mantener un peso corporal saludable durante todos los años procreativos beneficia a las mujeres y mejora la salud en cualquier embarazo futuro».

La dieta es tan importante antes como durante el embarazo; de hecho, señala nuestro experto el Dr. Neyro, una dieta inadecuada puede incluso relacionarse con el acortamiento de la gestación, otra de las más graves complicaciones de los embarazos en nuestro mundo desarrollado  (ver en http://www.neyro.com/2014/06/20/la-mala-alimentacion-antes-del-embarazo-aumenta-el-riesgo-de-parto-prematuro/)
En el mundo entero se desarrollan estrategias para prevenir de forma más segura y certera los nacimientos prematuros. Lo anunciamos en este suelto hace un tiempo http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/

Las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a padecer cistitis

Una entrevista de  Rocío Jiménez de www.ComSalud.es

“Las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a padecer cistitis

El embarazo es una situación inmunosupresora, por lo que durante este estado tienden a disminuir las defensas orgánicas de las mujeres y son más frecuentes las infecciones urinarias, como la cistitis, reconoce el doctor José LuisNeyro, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Cruces de Bilbao. Este ginecólogo analiza la incidencia de la cistitis en las mujeres embarazadas y los factores que influyen en la afección de esta patología. Las infecciones urinarias son hasta siete veces más frecuentes entre las mujeres que entre los varones, según el doctor Neyro.

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-embarazadas-primeras-candidatas-cistitis/)

Pinchando en los siguiente enlaces se puede ampliar información sobre la cistitis en las mujeres embarazadas:

¿Cómo afecta la cistitis a las mujeres embarazadas?

(en http://cistitisderepeticion.com/afecta-cistitis-mujeres-embarazadas/)

Por lo general, hay que considerar que el embarazo es una situación inmunosupresora. Tiende a disminuir las defensas orgánicas de cualquier mujer embarazada, en general e incluso entre mujeres sanas. Ésta es la principal razón, aunque no la única, de que las infecciones urinarias sean muy frecuentes durante el embarazo. Hasta siete veces más frecuentes que entre los varones. Esto se debe a varias circunstancias:

  • La uretra de la mujer es mucho más corta que la del varón.
  • La salida del meato uretral, es decir, el extremo final de la uretra, está en la inmediata proximidad de zonas del cuerpo que tienen muy fácil la contaminación como son la vagina y el recto.
  • La uretra de las mujeres es recta, no tiene angulaciones como la masculina, lo que dificulta la llegada de gérmenes.
  • Las mujeres tampoco disponen de líquido prostático, en contraposición a las vesículas seminales, que tienen cierto poder bacteriostático, es decir, contienen sustancias que son capaces de detener el camino de las bacterias, y bactericida.

Si a estas cuatro características añadimos la presencia de sangre menstrual cada mes, donde pueden crecer todo tipo de gérmenes, y que es un magnífico caldo de cultivo para el crecimiento bacteriano, esto es lo que explica que las mujeres tengan muchas más infecciones urinarias que los varones. Además, si a eso se añade la situación de inmunodepresión que sucede durante el embarazo, tenemos la circunstancia ideal como para que los ginecólogos sepamos que las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a la cistitis.

¿Por qué las mujeres embarazadas están dentro de los grupos de riesgo de la cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-embarazadas-grupos-riesgo-cistitis/)

Fundamentalmente por el propio embarazo en sí mismo, que es capaz de producir determinadas sustancias, todavía no bien conocidas, que modulan y disminuyen la respuesta del sistema inmune de la mujer.

Esta situación tan peculiar que nos permite seguir perpetuando la especie sucede gracias a que el sistema inmune de la madre se hace tolerante con el embarazo y tiene una respuesta disminuida. Por eso cualquier mujer embarazada tiene un alto riesgo para cualquier tipo de infección, y la más frecuente de todas ellas es la infección urinaria, seguida a corta distancia de la infección respiratoria.

¿Es más frecuente en unas mujeres que en otras el hecho de sufrir infección urinaria durante el embarazo, o en general no hay distinción?

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-infeccion-urinaria-embarazo/)

No, ciertamente es más frecuente en unas que en otras. La prevalencia es muy elevada, hasta el extremo de que los ginecólogos nos hemos planteado, y lo hacemos desde hace muchos años, someter a todas las embarazadas durante el primer trimestre a un urocultivo para determinar si hay gérmenes o no en la orina. Otra de las medidas que tomamos es tratar con antibióticos todas las apariciones de gérmenes en la orina, de la forma que nosotros denominamos bacteriuria asintomática, es decir, hay bacterias en la orina que no producen sintomatología.

La bacteriuria asintomática debe ser tratada siempre con antibióticos durante el embarazo, en cualquier trimestre, y sobremanera en aquellas mujeres que tengan una especial circunstancia de incremento del riesgo. Por ejemplo, las que tienden a tener más infecciones urinarias incluso fuera del embarazo, aquellas que tienen alguna malformación genital o urinaria que predispone a tener más fácilmente infecciones urinarias, o las que por cuestiones de enfermedad están inmunodeprimidas. Por ser mujeres y estar embarazadas tienen un alto riesgo de padecer la enfermedad, pero todavía más por tener estas circunstancias que especialmente las predispone a las infecciones.

Durante el embarazo, ¿cuándo son más frecuentes los episodios de cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/embarazo-frecuencia-cistitis/)

Fundamentalmente durante el primer trimestre y al final del embarazo. De hecho las medidas llevadas a cabo por los ginecólogos están orientadas a superar la cistitis en estos períodos. Durante el primer trimestre testamos sistemáticamente a toda la población gestante mediante un cultivo de la orina de forma rutinaria, aunque no le ocurra nada a la madre. Además, analizamos la presencia de bacterias en el sedimento urinario en cada uno de los análisis de orina que practicamos a lo largo de diferentes plazos del embarazo, y si existen volvemos a tratar con antibióticos.

¿Qué síntomas suelen ser los más frecuentes en las mujeres con cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/sintomas-frecuentes-mujeres-cistitis/)

Son siempre los mismos que en cualquier infección urinaria. Normalmente tienen que ver con lo que nosotros llamamos el síndrome cistítico, lo que comúnmente se conoce como cistitis. Esta enfermedad consiste en una sensación urente de quemazón cuando la orina es expulsada por la uretra, de tal manera que las mujeres describen estas sensaciones como irritación, dolor o sensación de incomodidad cuando se está orinando.

También se acompaña de manera muy frecuente de un síntoma que llamamos polaquiuria, es decir, que la persona afectada orina muchas veces pero en una cantidad muy reducida. De forma ocasional se produce poliuria, con lo que al final del día se orina más cantidad de lo habitual, aunque sea pequeñas veces. Además es común la nocturia, de tal forma que la paciente se tiene que levantar por la noche a orinar porque no aguanta la sensación de deseo imperioso de miccionar, incluso puede hacerle despertar del sueño.

La cistitis también puede provocar que la paciente sienta que se queda con ganas después de orinar, haciendo esfuerzos incoercibles para seguir orinando una vez concluido. Este síntoma produce una sensación que las pacientes describen como terriblemente incómoda.

Por lo general, la infección urinaria baja, digamos de la vejiga, no suele producir fiebre ni síntomas generales, como por ejemplo cansancio o escalofríos. Si suceden estos estados hay que pensar que la infección urinaria está muy avanzada y es posible que se esté complicando con la pielonefritis aguda, una afección mucho más seria, que sucede cuando el proceso infeccioso ha trascendido desde la vejiga hasta el riñón. Una pielonefritis durante el embarazo es una complicación seria y un problema importante que necesita de un tratamiento antibiótico intravenoso y por tanto precisa ingreso hospitalario, pero afortunadamente son casos reducidos.

¿Qué se puede hacer para prevenir las infecciones urinarias durante el embarazo?

(en http://cistitisderepeticion.com/prevenir-infecciones-urinarias-embarazo/)

Lo primero y fundamental sería tener una actividad constante por parte de los riñones.

La vejiga es un órgano hueco que sirve, como todos los de este tipo, para transformar funciones continuas en discontinuas y a la inversa, transforma la función continua de la producción de orina por parte de los riñones, en discontinua.

Por lo tanto, hay que tener una vejiga sin remanente para prevenir las infecciones urinarias. Este órgano tiene que vaciarse del todo y con una cierta frecuencia. Hay que ir al baño pero no más de tres veces por la mañana y un par de veces por la tarde, y cada vez que se vaya no hay que tener ninguna prisa. Hay que vaciar completamente la vejiga, porque mantener orinas residuales, es decir, pequeñas cantidades de orina que no se han terminado de eliminar en la micción anterior, puede suponer un riesgo para la contaminación bacteriana.

De esta forma, hay que tener el riñón siempre activo bebiendo la suficiente cantidad de agua. También hay que acudir al cuarto de baño cuando tengamos la suficiente necesidad como para destinar un minuto y medio a vaciar la vejiga.

Una buena medida de prevención que los ginecólogos recomendamos a las mujeres es orinar antes y después del coito, ya que es una de las actividades que más puede facilitar la contaminación de la uretra. La posible infección por el arrastre de los gérmenes desde la vagina hasta la vejiga a través de la uretra queda eliminada por el acto de la micción, por el lavado que supone vaciar la vejiga.

Por otro lado existe una vieja leyenda urbana, que de alguna manera tiene un cierto fundamento, como es la de tomar alguna sustancia natural antiinfecciosa que favorezca por lo menos la eliminación de las bacterias. Una buena práctica de prevención es ingerir vitamina C a través de zumos de naranja o kiwis, aunque en realidad el pimiento verde es el alimento que contiene mayor cantidad de esta vitamina.

En el caso de los tratamientos, ¿cuál es el mejor para las embarazadas?

(en http://cistitisderepeticion.com/?p=2460&preview=true)

Cada embarazada debe ser tratada de una manera concreta por su ginecólogo en la consulta médica teniendo en cuenta sus hallazgos. Los expertos siempre recomiendan el antibiótico menos peligroso, aquel del que tengamos evidencia de que no produzca teratogenia ni sea dañino para el feto, y al mismo tiempo se pueda administrar en cualquier momento del embarazo. Estas medidas limitan, ya que no todos los antibióticos pueden ser administrados en cualquier momento del embarazo.

Además de los tratamientos antibióticos, la asistencia médica con probióticos a la mujer embarazada tiene una mayor aceptación últimamente. Estos microorganismos vivos, administrados en la dosis adecuada y por la vía requerida, son capaces de facilitar algún aspecto de la salud de las personas. La presencia de probióticos en la flora de la vagina, también conocida como la microbiota vaginal, permite un equilibrio de la zona que facilita la ausencia de infecciones vaginales. Los efectos de los antibióticos deben ser recompuestos y reemplazados con tratamientos de probióticos, y que la vagina no se convierta en un foco de infección para la uretra.

Además de los antibióticos y probióticos, tenemos una serie de sustancias que son específicas para erradicar algunas bacterias, como las proantocianidinas. Estos componentes los encontramos contenidos en varios alimentos, como en el caso del arándano rojo americano. Posibilitan limitar, disminuir o anular la actividad del antígeno flagelar H, responsable de que la bacteria Escherichia Coli, muy dañina para la vejiga, permanezca adherida en la mucosa de la vagina durante días, semanas o meses. De esta forma la infección urinaria tiende a residuar porque no termina de eliminar la E. Coli localizada en la vejiga.

Las sustancias contenidas en el arándano rojo americano pueden lograr que esta acción del antígeno flagelar H quede anulada y así evitar la existencia de nuevas infecciones urinarias.

Descubierto el modo en el que el óvulo y el espermatozoide se reconocen antes de su encuentro

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Investigadores británicos han hallado una proteína en la superficie de los óvulos que tiene un papel fundamental en la fusión entre el óvulo y el espermatozoide. La identificación de «Juno» puede ayudar a desarrollar nuevos anticonceptivos o a mejorar los tratamientos de fertilidad. El estudio se ha publicado en la revista Nature, de gran impacto por el elevado número de sus recitaciones en otras publicaciones (nos aclara el titular de este web, Dr. Neyro).

Investigadores japoneses ya habían identificado una proteína análoga en la superficie de los espermatozoides en 2005, que llamaron Izumo, en honor a un santuario japonés dedicado al matrimonio. La proteína homóloga de Izumo en el óvulo no se conocía. En experimentos con células, los investigadores observaron que Izumo se une únicamente a la proteína llamada Juno. Realmente, estos hallazgos nos ponen más cerca de conseguir, señala el Dr. Neyro pionero de las técnicas de reproducción en nuestro país – ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/ , el sueño dorado de los que nos dedicamos hace tiempo a la reproducción asistida: una mejor selección de los gametos a emplear para tratar de mejorar las tasas de embarazo de cada intento.

Nuevos experimentos mostraron que los óvulos solo se fusionan con espermatozoides si portan la proteína Juno en su superficie. Las hembras de ratón cuyos óvulos no tenían la proteína Juno no eran fértiles, al igual que los ratones machos que no portaban la proteína Izumo. Según los investigadores, Juno está presente en todos los genomas secuenciados de mamíferos; el secreto, continua José Luis Neyro, está en poder identificar esa presencia de forma clínicamente aplicable.

«Al identificar las moléculas presentes en todos los espermatozoides y óvulos, que deben unirse para que se produzca la concepción, hemos dado solución a un misterio biológico que llevaba mucho tiempo sin resolver», explica Gavin Wright, director del estudio. Este descubrimiento puede contribuir a la mejora de los tratamientos de fertilidad y a la creación de nuevos anticonceptivos.

La interacción entre estas dos proteínas es muy débil, señalan los investigadores. Aproximadamente 40 minutos tras la fertilización inicial, la proteína llamada Juno es prácticamente indetectable en el óvulo. Quizás este sea el modo en el que el óvulo asegura que solo lo fertilice un espermatozoide, explicaron los investigadores; de hecho, tras la ventana de fertilización que llamamos en clínica, señala el Dr. Neyro, la polispermia /(penetración de más de un espermio en el ovocito) es la norma y ello lleva indefectiblemente al aborto. Nuestro gran reto sigue siendo mejorar la efectividad clínica de cada uno de nuestros intentos de reproducción (ver en http://www.neyro.com/2012/11/19/cada-ano-nacen-en-espana-mas-de-15-000-ninos-por-medio-de-tecnicas-de-reproduccion-asistida/)

El desconocido decálogo de la osteoporosis; la amenaza silenciosa.

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Diez cosas que no sabías de la osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que afecta a la mitad de las mujeres tras pasar su menopausia y que potencia el deterioro de los huesos, altera su micro-arquitectura y por ello, predispone al riesgo incrementado de fracturas de bajo impacto.
Se llaman fracturas de bajo impacto, nos aclara el Dr. Neyro, referente en estos temas de salud ósea femenina, «todas aquellas que una paciente se hace cuando se cae desde su propia altura o desde una escalera de menos de tres peldaños y que no interesan a la cara, el cráneo, las manos o los pies»
Las causas se atribuyen a la disminución del tejido óseo, a la pérdida de masa ósea (medible siempre mediante densitometría ósea con DEXA), la falta de proteínas en su estructura y los escasos niveles de calcio, un mineral entre otros indispensable para su desarrollo. Esta patología, que es más frecuente en mujeres mayores de 50 años, se presenta cuando el organismo no es capaz de llevar a cabo el remodelado continuo de los huesos en equilibrio y comienza a destruir más hueso sin compensar su pérdida con la formación de hueso nuevo sano.
Es por ello que, a continuación, le ofrecemos una lista de las diez cosas que no conocía de la osteoporosis, con el fin de aclarar sus dudas y ayudarle a cuidar su salud:
1. Los expertos han clasificado la enfermedad, de acuerdo a la densidad ósea. La osteopenia o baja masa ósea, que en ocasiones no precisa fármacos excepto adecuadas cantidades de calcio y mantener buenos niveles de vitamina D, y la osteoporosis.
2. No hay síntomas en las etapas iniciales. De hecho, es posible que el paciente sufra una fractura, antes de estar al tanto de su padecimiento. Sin embargo, el incremento de dolor en la zona de la espalda y la pérdida de estatura pueden revelar el daño en los huesos, porque (señala el Dr. Neyro) «lo que duelen son las fracturas».
3. El consumo de tabaco y alcohol son mecanismos que favorecen el deterioro. Igualmente, más de tres tazas de café por día son tóxicos para el metabolismo óseo.
4. El especialista realiza el diagnóstico mediante una densitometría ósea, tipo DEXA; acuda a su ginecólogo o a su reumatólogo, a su traumatólogo o a su médico de familia (todos ellos deben entender de osteoporosis, dice el Dr. Neyro).
5. El factor hereditario es muy común. De hecho, uno de los factores de riesgo más importante es la historia familiar de osteoporosis y, sobre todo, de fractura de cadera en la madre o el padre de la paciente.
6. Llevar una alimentación balanceada es una excelente forma de prevenir la enfermedad. La ingesta de lácteos (leche, quesos, yogures…), sardinas, almendras y coco, verduras de hoja verde (espinacas, rúcula, canónigos, berros, acelgas, brócoli….), durante toda la vida sobre todo en la infancia, la adolescencia y juventud, el embarazo y la peri-menopausia, contribuirá a fortalecer tus huesos.
7. Múltiples estudios señalan que la actividad física puede mantener o incrementar la densidad ósea. Esa actividad física tiene que ser de presión sobre los huesos, como caminar a buen paso, saltar, correr, boxeo, tenis, padel, baloncesto, saltar a la comba, bailar en las personas mayores….; el ejercicio debe ser diario y adaptado a la edad.
8. Se recomienda evitar el consumo de bebidas ricas en cafeína. Antes señalábamos la dosis máxima por día, para no entrar en la toxicidad ósea.
9. El tratamiento abarca, tanto cambios en el estilo de vida, como la administración de fármacos. Recuerde no auto-medicarse pero, lo que es tan importante o más aún, no abandonar nunca la terapia que el médico le haya prescrito.
10. Es fundamental que procures no sufrir caídas ni lesiones. Es una leyenda urbana que «la abuela se cayera tras romperse la cadera»; en realidad, la cadera se rompe tras una caída, de bajo impacto, nos recuerda nuestro experto, pero siempre tras una caída. Recordemos que el mantenimiento de unos niveles adecuados de vitamina D en sangre ayuda a disminuir el riesgo de caídas de las personas mayores.

Los sofocos, síntoma fundamental de la peri-menopausia, son conocidos por las mujeres desde antiguo.

Alrededor del 80% de las mujeres al llegar a la época del climaterio, más allá de los 45 años, más o menos, presentan oleadas de calor en la cabeza, el cuello y la zona de la esclavina, en la parte superior del tronco; las que los han sufrido, los identifican bien porque alteran de manera muy importante la calidad de vida de las personas que los sufren.
Efectivamente no matan, pero mortifican en gran manera pues pueden llegar a impedir las tareas habituales de cada día, como el trabajo cotidiano, las labores de casa e incluso pueden alterar la práctica deportiva o condicionar la estancia en determinados lugares o la práctica de diversos deportes. No es infrecuente que incluso consigan modificar lo que hasta entonces era una agradable vida sexual de pareja…..
Algunas actividades los pueden desencadenar más fácilmente que otras como permanecer en espacios cerrado, el exceso de calefacción en invierno….y tratar de evitar situaciones de conflicto, de stress o de nerviosismo pueden ayudar a distanciarlos…; pero cuando se reproducen en número importante, cuando son quince o veinte cada día, cuando impiden dormir bien…, es el tiempo de acercarse a consultarlo con el ginecólogo.
El Dr. Neyro lo explica en su sección médica de prevención de La Vida es Bella en Canal Euskadi de TV.