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Bebidas y medicinas: ¿amigas o enemigas del embarazo?

Una de las cuestiones más demandadas por cada mujer cuando llega su embarazo es lo que pude o no debe tomar durante el mismo, las medicinas que necesitará, la seguridad de todo ello para el desarrollo del bebé. ¿Puedo beber café?, ¿y alcohol?. ¿Es malo para el bebé que tome alguna Aspirina o algún analgésico?. ¿Qué medicinas debo tomar durante la gestación?, ¿es malo el hierro que estaba tomando para mi anemia, porque me he quedado embarazada durante el tratamiento?; ¿se pueden tomar algunas hormonas durante mi gestación?. ¿Es obligado el suplemento con yodo,?, ¿y con ácido fólico?
Estas y otras preguntas son básicas en el cuidado de la gestación normal y muy habituales en la consulta de obstetricia (que viene del latín «obstare» que significa estar delante….., que es lo que debe hacer el ginecólogo durante al asistencia al parto, al embarazo al fin….: estar delante, acompañar…
Hablamos de teratogenia como la parte de la medicina clásica que se ocupa del estudio y diagnóstico de la enfermedades y malformaciones causadas por diferentes noxas durante el desarrollo embrionario y fetal. Teratogénesis como término proviene del griego «teratos», que significa monstruo o anormal y «génesis» que significa formación. Un agente teratogénico es una sustancia, agente físico u organismo capaz de provocar un defecto congénito durante la gestación del feto (esto es, que el feto nacerá con ese defecto, que es lo que significa congénito)
En el programa de Tele7 «Objetivo Bizkaia», mapachín diario que presenta y dirige la encantadora periodista Susana Porras, cada semana, nuestro creador de contenidos, el ginecólogo José Luis Neyro, se ocupa de algún tema relevante de salud de la mujer; en esta oportunidad, ambos han debatido sobre lo que las embarazadas pueden y no deben beber durante esos nueve meses de espera ilusionada. Las medicinas que son seguras y cómo administrarlas durante la gestación.

Virus Zika, una nueva amenaza ¿real? en la vida de la mujer gestante.

En los últimos meses ha saltado al protagonismo en los media una nueva figura microscópica de las que de vez en cuando turban nuestro devenir tranquilo en las sociedades del bienestar. Un nuevo virus, o no tan nuevo, se hace protagonista de noticias no siempre agradables: el virus Zika.
¿Existe realmente una amenaza sanitaria global, como argumenta nada menos que la OMS?, ¿no será una salvaguarde por un por si acaso en el futuro el tema se desmanda a cualquier control?, cómo se transmite realmente este virus?, qué enfermedad produce?; y lo que es más acuciante en nuestro ámbito de actuación: ¿qué relación tiene con el embarazo?, es capaz de atravesar la placenta como se ha argumentado?
Pues, cada vez hay más evidencias que van demostrando la capacidad del virus Zika de atravesar la placenta y llegar hasta el feto. Sin embargo, la ciencia sigue siendo incapaz de establecer una relación causal directa entre la infección y la aparición de miles de casos de microcefalia registrados en Brasil. Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases aporta nuevos datos que apoyan esta tesis y que puede descargarse en este link que aportamos ahorahttp://www.thelancet.com/pdfs/journals/laninf/PIIS1473-3099(16)00095-5.pdf.
Los datos parecen apoyar la tesis de que Zika produce microcefalia, pero no se entiende aún la razón de que eso solo parezca suceder en Brasil y no en otras zonas afectas, tampoco cuál es el riesgo real para las embarazadas….
De todo ello hablaron Susana Porras y el Dr. Neyro en la sección de salud semanal del magazine Objetivo Bizkaia de la cadena Tele7 y que recogemos completamente en el link adjunto. Disfruten de esa intervención.

OMS espera que en unas semanas se conozca la relación entre el virus Zika y la microcefalia observada

La Organización Mundial de la Salud – OMS, ha declarado el virus Zika como «una emergencia de salud pública de importancia internacional». La rápida propagación del virus está causando gran preocupación a nivel internacional – y en particular en América Latina y América del Sur – donde se han registrado miles de infecciones, incluyendo numerosos casos de mujeres embarazadas.
Expertos OMS han señalado la posibilidad de que en unas semanas se pueda ya conocer la relación real que existe entre el virus del Zika y el desarrollo de la microcefalia en los bebés. Entre tanto, en todo el mundo, también en España, se están reconociendo casos de infección por virus Zika, probablemente importados de los países donde la presencia del mosquito transmisor del Virus es muy habitual; hablamos, nos recuerda JL Neyro, del Aedes Aegypti, agente trasmisor igualmente de los virus que producen el Dengue, la infección por Chikungunya y la propia fiebre amarilla.
El virus de Zika es un virus emergente transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947 en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzanía. Se han registrado brotes de enfermedad (hasta ahora) por este virus en África, las Américas, Asia y el Pacífico.
Además, la organización ha asegurado que se necesitan unas semanas «más» para poder establecer la asociación entre el virus y el síndrome Guillain-Barre aunque, según han señalado los expertos, es «muy probable» que exista como complicación, afortunadamente infrecuente de momento, destaca José Luis Neyro. Se puede obtener más información sobre el tema en la nota que publicó la propia OMS en febrero 2016 y que está disponible en http://www.who.int/mediacentre/factsheets/zika/es/.

Actualmente, la OMS está revisando las investigaciones que se están realizando sobre el virus Zika con el objetivo de priorizar los productos médicos, especialmente las herramientas de diagnóstico, y acelerar las estrategias.

Por el momento, la mayor parte de los estudios que podrían ser útiles para el virus de Zika se han llevado a cabo en relación con otros flavivirus, como los del dengue o la fiebre amarilla. En este sentido, la organización ha recordado que las pruebas diagnósticas son las que más urgen, dado que permiten distinguir el virus del Zika de otros flavivirus transmitidos por los (mismos) mosquitos causantes de patologías similares.

De hecho, hay diez empresas de biotecnología que están ya finalizando la realización de nuevas pruebas y otras diez que están en diferentes fases de desarrollo. Estas herramientas podrían estar comercializadas en unas semanas, según han asegurado los expertos de la OMS.

El 5 de febrero de 2016, la OMS realizó un llamamiento a las empresas y otras entidades interesadas para que presentasen posibles soluciones en el marco del procedimiento ‘Evaluaciones y listas de emergencia’, el cual garantiza que los productos aceptados tienen niveles razonables de calidad y eficacia y, a su vez, permite que los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales y los países los adquieran con confianza.

Hay al menos 12 grupos trabajando en vacunas contra el virus de Zika, aunque son dos las que «parece que están más avanzadas»: una vacuna de ADN que están realizando expertos de los National Institutes of Health de Estados Unidos y otra que está realizando la compañía farmacéutica Bharat Biotech. Ahora bien, hasta dentro de unos 18 meses no se iniciarán los ensayos clínicos en personas.

Además, la OMS ha recordado que también se están realizando algunos estudios sobre medidas profilácticas que podrían funcionar «del mismo modo» que en la profilaxis del paludismo.

«La fumigación seguida de la liberación controlada de mosquitos modificados genéticamente es una posibilidad a considerar para detener la propagación del virus de Zika», ha argumentado la OMS, para informar de que está estableciendo redes de apoyo a los organismos de reglamentación para acelerar la aprobación de ensayos clínicos en los países.

Finalmente, prosigue, está favoreciendo la promoción de obtención de muestras y el intercambio de datos entre los grupos que están analizando el virus para garantizar que la investigación y el desarrollo cuenta con los «mejores» datos científicos.
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En la clasificación de países por tasa de gemelaridad España ocupa el tercer lugar

Existe una frase hecha ya que afirma que «el embarazo gemelar ha venido para quedarse entre nosotros» a tenor de las cifras que ya van siendo cada vez más estables en nuestro país, según relata José Luis Neyro, experto en técnicas de reproducción asistida (TRAs). De hecho, la gestación múltiple se ha duplicado en los últimos veinte años en España: si en 1996, segúnel Instituto Nacional de Estadística (INE), nacieron 4.433 gemelos frente a 354.729 partos únicos, en 2012 por ejemplo, hubo 436.096 partos sencillos y 9.796 partos dobles; es decir se ha pasado del 1,24 por ciento de gemelos al 2,24%.

Y es que España lidera las estadísticas de partos múltiples y «es el tercer país del mundo con nacimientos de gemelos», con una tasa media que ronda el 4% en estos momentos, ha explicado María de la Calle, jefe de la Unidad de Gestaciones Múltiples del Hospital La Paz, en Madrid, un dato muy por encima de la media establecida en entre el 1 al 1,5 por ciento de los partos. Ciertamente en España se hace mucha reproducción asistida y ello colabora en estos datos estadísticos, sin duda, afirma JL. Neyro en su relato (ver en http://www.neyro.com/2012/06/04/espana-registra-86-000-ciclos-anuales-de-tecnicas-de-reproduccion-asistida/)

Efectivamente, «estamos a la cabeza de Europa porque somos un país donde se hacen muchas técnicas de reproducción asistida, y donde se transfieren dos embriones o más; sin embargo, en otros países, como los escandinavos, está prohibido por ley transferir más de un embrión». Es un hecho cierto que constatamos hace ya un tiempo y que comentamos en este mismo lugar (ver en http://www.neyro.com/2014/11/14/la-gestacion-multiple-como-complicacion-de-la-reproduccion-asistida/).

No obstante, también tiene que ver la edad media en la que las mujeres se quedan embarazadas. «En España cada vez se va posponiendo más la edad de embarazo, y a partir de los 35 años aumenta la tasa de embarazo gemelar, independientemente de que se someta a una trasferencia de embriones». La edad, por otro lado, también aumenta entre las usuarias de estas Tras de forma gradual y paso a paso (léase más en http://www.neyro.com/2015/01/26/aumenta-la-edad-media-de-las-pacientes-en-la-reproduccion-asistida/)

De la Calle, especialista de referencia en su centro en embarazos gemelares, acaba de publicar Embarazada de gemelos, un manual para padres editado bajo los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. «El libro surgió de la necesidad de explicar con detenimiento a las pacientes cuáles eran los cambios que se iban a producir en su cuerpo y en los bebés, asumiendo que son gestaciones diferentes a las gestaciones únicas. Pero sobre todo ante la ausencia de un libro o una guía de estas características en España, ya que todo lo que hay son traducciones del inglés».

Cuando una mujer queda embarazada de una gestación gemelar, le viene a la cabeza muchas y diferentes preguntas que a veces causan cierto grado de ansiedad: ¿qué ocurre cuando vienen de dos en dos? ¿Cómo asimilar la noticia? ¿Es muy diferente tener gemelos o mellizos a tener solo uno? ¿Qué complicaciones puede tener este embarazo para la madre? ¿Y para los bebés? ¿Tienen los gemelos más riesgo de nacer con malformaciones por el hecho de ser gemelos? ¿Será siempre un parto mediante cesárea? ¿Cómo será el posparto?

Deberemos explicar claramente a la pareja que «los cambios de una embarazada de gemelos son más precoces y exagerados», lo que significa que suele haber más náuseas, más reflujos y por tanto más ardores de estómago, mas varices, ciática, más anemia, más cólicos o dolor de cabeza, entre otros síntomas; y lo mismo ocurre con las complicaciones: hay más riesgo de diabetes gestacional, hipertensión, preeclampsia, colestasis intrahepática, y, por supuesto, «más riesgo de hospitalización, que se multiplica por seis con respecto a los embarazos únicos».

La gestación en general predispone siempre a la diabetes: el embarazo es diabetógeno, señala el Dr. Neyro en su conferencia; más por lo tanto lo será el riesgo de esta complicación en el caso de la gestación múltiple (como contamos anteriormente en este mismo sitio en  http://www.neyro.com/2014/07/03/la-diabetes-gestacional-afecta-a-una-de-cada-10-mujeres-embarazadas/)

En el libro que ahora comentamos, su autor, el Dr. De la Calle ha recordado que la complicación más frecuente es la amenaza de parto prematuro, además de la mayor preocupación entre las madres. El motivo es la sobredistensión uterina que adelanta las contracciones, «lo que conlleva una mayor frecuencia de ingresos, además de un mayor riesgo de rotura de membrana, algo que también es un motivo de ingreso». Y es que el útero humano está «preparado» para albergar a los fetos de uno en uno y todo en la naturaleza hace que el embarazo múltiple sea una «rareza estadística» (de forma espontánea,) señala José Luis Neyro, si atendemos a las cifras generales que anuncian que la tasa de gemelaridad espontánea no pasaba del 0.4% antes de las TRAs, claro.

Respecto a los riesgos del feto, «hay un poquito más riesgo de malformaciones». Esto se puede dar en las gestaciones monocoriales, que son las que comparten placenta porque esa división del cigoto inicial a veces entraña más riesgos sobre todo de patologías genitourinarias y cardiacas. No suele suceder lo mismo en las gestaciones obtenidas mediante TRAs en las que ya se ha demostrado que esta técnica per se no disminuye el peso de los fetos ni influye negativamente en el tiempo de duración de la gestación cuando se analizan grandes número como quedó demostrado con un estudio muy pormenoriado recuinetemente publicad y del que nos hicimos eco en este blog (ver en http://www.neyro.com/2015/11/25/las-tecnicas-de-reproduccion-asistida-no-influyen-en-el-tiempo-de-gestacion-ni-en-el-peso-de-los-bebes/)


De todos modos, de forma general al menos, «la prematuridad se dispara en los embarazos gemelares; por eso hay que controlarlos para prevenir el riesgo», ha explicado De la Calle, quien recuerda que para evitarlo a partir de la semana 20 hay que empezar a medirles el cuello del útero, algo que normalmente no se haría hasta la semana 40. Nosotros venimos haciendo esta medición hace ya bastantes años de forma sistemática en la mitad de la gestación (destaca José Luis Neyro) para anticiparnos al riesgo e identificar las mujeres con mayor probabilidad de desarrollar una amenaza de parto pretérmino.

«La longitud del cuello es la que mejor nos predice si se va a adelantar el parto. Si es corto, quiere decir que la probabilidad es alta; en estos casos se ha de colocar un pesario cervical para alargar el cuello del útero», ha advertido. Pusimos esperanzas en determinados análisis de sangre y habrá que esperar para saber si ellos nos ayudan en la detección temprana de los prematuros (como señalamos en http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/)

La dieta es muy importante en este tema de los gemelares y los pretérmino hasta condicionar seriamente el resultado final (ver en http://www.neyro.com/2014/06/20/la-mala-alimentacion-antes-del-embarazo-aumenta-el-riesgo-de-parto-prematuro/) Se recomienda una alimentación saludable y aumentar la dosis de ácido fólico y de yodo; además, la anemia se multiplica por seis, con lo cual hay que suplementar con hierro a partir del segundo trimestre, y es importante aumentar la ingesta de líquidos.

En cuanto a la actividad física, «las mujeres pueden realizarla siempre que no haya amenaza de parto prematuro». Se recomienda gimnasia para embarazadas y matronatación, adaptadas a gestaciones múltiples. «No se trata de que estén exhaustas sino de que estén un poquito ágiles porque la movilidad va a estar limitada por el sobrepeso. Estimamos que estas embarazadas pueden engordar entre 16 y 25 kilos, cuando parten de un índice de masa corporal normal».

En el caso de los embarazos gemelares, los niños tienden a ser pequeños, ya que a partir de la semana 28 se ralentiza su crecimiento debido a la falta de espacio. De inicio suelen pesar entre 2 y 2,5 kilos, pero los percentiles se estandarizan a medida que van creciendo.

Por otro lado, De la Calle ha admitido que, aunque se realizan un gran número de cesáreas, el parto vaginal es posible. «Siempre que el primero venga de cabeza, y no haya otra contraindicación, el parto puede ser normal», y en el posparto se debe prestar especial atención a la madre. «Lo más importante es ir previniendo lo que pueda pasar, y no esperar a que aparezcan complicaciones». Conocemos muy bien que el riesgo de depresión postparto, señala para finalizar José Luis Neyro, disminuye estadísticamente con el mejor y adecuado control del dolor intra-parto, como señalamos en una noticia publicada en http://www.neyro.com/2014/09/11/el-riesgo-de-depresion-postparto-disminuye-con-un-mejor-control-del-dolor-durante-el-parto/

¿Cuántos kilos debo ganar una vez embarazada?

El peso ha sido una constante a considerar en la vida de muchas personas y, sobre manera, en la de muchas mujeres. Si hay algún periodo de tiempo en que esta afirmación resulta más contundente, es sin duda el periodo de embarazo y los meses posteriores acaso. La embarazada gana peso, es un hecho; es más, debe ganar peso, es una necesidad. Sí pero cuánto?
Muchas preguntas se acumulan entonces en el pensamiento de la futura madre: ¿Cuántos kilos deberé ganar al final?, ¿se deformará mi cuerpo de manera definitiva?, ¿tan importante es el peso como para que mi ginecólogo me pese insistentemente en cada visita?, ¿se ganan los kilos de manera uniforme o puedo compensar estos cuatro o cinco que he ganado este mes?,¿y qué pasa…., que la placenta no pesa nada?, ¿y el líquido amniótico tampoco?
Efectivamente todas esas y muchas más deberán tener respuesta en una consulta relajada en la que la mujer y su ginecólogo consensuen la mejor dieta, la calidad de los alimentos a ingerir, la forma de llevar adelante esa dieta, la importancia de no incluir de ninguna manera el alcohol en esa dieta (ya lo contamos en http://www.neyro.com/2012/07/27/una-de-cada-13-mujeres-embarazadas-consume-alcohol/), etc, etc….
De todo ello han charlado en la revista HOLA con el Dr. José Luis Neyro, a través de una conversación – entrevista con su redactora Ana Riaza y que se ha publicado recientemente en la edición digital de la citada publicación.

Bajar de peso antes de la gestación reduce el riesgo de muerte del lactante

Sabíamos hace tiempo que el tipo de dieta que sigue la gestante está en íntima relación con la evolución del embarazo e incluso con su resultado en términos de duración y presencia de prematuridad, por ejemplo (léase enhttp://www.neyro.com/2014/03/14/una-dieta-equilibrada-en-el-embarazo-podria-reducir-el-riesgo-de-parto-prematuro/)

Ahora, además, conocemos con evidencia científica que lograr un peso saludable antes del embarazo y tener un peso corporal adecuado durante el mismo reduce significativamente el riesgo, incluso, de que el lactante muera en su primer año de vida, según una nueva investigación realizada por la Escuela de Posgrado de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. El estudio original puede leerse en http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/oby.21335/abstract)

Los hallazgos, como señalamos publicados en la revista Obesity, resaltan la necesidad de un enfoque exhaustivo en la reducción de la obesidad en mujeres en edad de procrear, que comprende la asesoría en torno al peso corporal antes de la concepción y durante el embarazo. La investigación fue financiada por el National Institutes of Health (NIH). No existe una dieta ideal para todos los embarazos como señalamos anteriormente en http://www.neyro.com/2015/07/10/existe-una-dieta-ideal-para-todo-el-embarazo/, pero mantener el peso en los estándares de normalidad debe ser un objetivo y máxime en edad fértil, señala José Luis Neyro de www.neyro.com.

«Una de cada tres mujeres comienzan el embarazo con un peso no saludable, y más de la mitad de las mujeres aumentan demasiado o disminuyen muy poco el peso durante el embarazo», dijo la autora principal Lisa Bodnar, PhD, M.P.H., R.D., profesora asociada en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. «Aunque se necesita más investigación, tenemos la esperanza de que este estudio se pueda utilizar para iniciar un diálogo entre médicos y mujeres sobre la importancia de no sólo lograr un peso corporal saludable durante el embarazo, sino también disminuir el peso excesivo antes de la gestación, como una posible forma de mejorar la sobrevida del lactante».

Cada año, aproximadamente 24.000 lactantes mueren en el primer año de vida en Estados Unidos. La tasa estadounidense de 6,1 muertes por 1000 nacidos vivos, ocupa el vigesimosexto lugar en el mundo, pese a una disminución del 20 por ciento en la tasa de mortalidad del lactante en Estados Unidos entre 1990 y 2010. En España, la tasa de mortalidad infantil se mantiene en 3,1 defunciones por cada mil nacidos, similar a la de 2011, señala José Luis Neyro (era del 4.2 en el año 2002; desde entonces el descenso es más complicado, pero continúa….).

Solo África (sobre todo central y subsahariana) y el sur y sudeste de Asia se mantienen por encima de 40 muertes por 1000 nacidos vivos; el resto del mundo, Europa por supuesto, está entera por debajo de los 20 casos, según datos estadísticos referidos a 2012, destaca nuestro experto ginecólogo. «Actualmente, las malformaciones congénitas siguen siendo la primera causa de muerte infantil», continúa.

La Dra. Bodnar y sus colaboradores examinaron registros de más de 1,2 millones de nacimientos que ocurrieron entre 2003 y 2011 en Pensilvania, incluidos 5530 fallecimientos de lactantes. Las muertes de lactantes se definieron como la muerte de un lactante antes de su primer año de edad.

Para el estudio que ahora comentamos, se clasificó a las madres bajo las categorías de peso subnormal, peso normal, preobesidad u obesidad, la cual se dividió en tres grados, con base en su índice de masa corporal antes del embarazo -una medida de peso con relación a la estatura-. En cada grupo de peso, los investigadores también analizaron la repercusión de la mortalidad del lactante cuando las mujeres durante el embarazo de aumentaron peso significativamente más o menos que las directrices establecidas por el Instituto de Medicina de Estados Unidos, las cuales, por ejemplo, recomiendan un aumento de peso de 11 a 16 kg para las mujeres con peso normal y de 5 a 10 kg para las mujeres obesas.

En todas las categorías de peso corporal, excepto en las personas más obesas, subir de peso menos o mucho más que lo recomendado incrementó el riesgo de muerte del lactante. Sin embargo, aun cuando las mujeres obesas obtuvieron un peso óptimo durante el embarazo, el riesgo de muerte del lactante todavía fue de aproximadamente el doble que el de las mujeres que comenzaron el embarazo con un peso normal. El sobrepeso y la obesidad, así considerados, tiene más relevancia en la mujer por su responsabilidad social de la descendencia, evidentemente (ver más sobre el tema en http://www.neyro.com/2015/12/08/de-verdad-los-chicos-son-fofisanos-y-las-mujeres-fondonas-a-partir-de-esos-anos/)

«La obesidad y la mortalidad del lactante son hoy en día uno de los problemas de salud pública más críticos», dijo la coautora, Dra. Katherine Himes, profesora asistente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Pittsburgh. «Nuestro estudio resalta la importancia de analizar la reducción de peso con las mujeres obesas antes del embarazo pues bajar de peso durante la gestación puede aumentar el riesgo de que muera su lactante.

Esperamos que esta información apoye a los médicos, entre ellos, obstetras, médicos de familia y médicos de atención primaria, a explicar las ventajas de la reducción de peso antes de la concepción a todas las mujeres obesas en edad de procrear, continua la coautora del estudio que comentamos. Y es que nos preparamos para ser taxista o médica, para diseñar automóviles o para limpiar el ante de las tapicerías…., pero no para ser madre, como destaca nuestro experto el Dr. Neyro. /(leer más de este tema en http://www.neyro.com/2015/08/24/nos-preparamos-para-casi-todo-menos-para-la-maternidad/).

Referencias: Lisa M. Bodnar et al, Maternal obesity and gestational weight gain are risk factors for infant death. Obesity, 2015; DOI: 10.1002/oby.21335