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No hay mayor mortalidad con la terapia hormonal de la menopausia en el seguimiento a 18 años.

El uso de hormonoterapia en mujeres posmenopáusicas no incrementó el riesgo de muerte por causas cardiovasculares, cáncer o todas las causas, casi dos décadas después de los estudios del tristemente famoso Women’s Health Initiative (WHI), según muestra un nuevo análisis publicado en JAMA y disponible en http://jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/2653735.

El equipo de investigación incluyó a muchos de los mismos investigadores que llevaron a cabo los estudios originales, del estrógeno con progestina publicado en 2002 (disponible en http://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/195120) y de solo estrógeno publicado en 2004 con resultados muy dispares (y disponible en http://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/198540
).»En mi opinión, el mensaje fundamental es consistente con lo que hicimos con anterioridad», dijo la Dra. Garnet Anderson, coautora en este nuevo estudio e investigadora co-principal en los estudios originales de la WHI. «Cuando analizamos la mortalidad por todas las causas al concluir los primeros estudios, no hubo diferencias. Ahora, años más tarde y con más datos todavía, no estamos viendo ninguna diferencia».

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Binomios afortunados en la vida de la mujer: deporte y menopausia

 
Parecería periclitada la idea de que la menopausia es el final de lago más que la regla de la mujer; efectivamente solo es eso, pues es el nombre que le damos a esa última regla que precisamente para serlo, debe seguirse de un año entero sin nuevas hemorragias. Etimológicamente es un término que procede del griego mens, que significa «mensualmente», y pausi, que significa «cese». Pero hasta ahí si significado; en modo alguno termina con la vida de la mujer ni mucho menos con su actividad.
Hoy sabemos que un 95% de mujeres llegarán a vivir su menopausia y que al menos continuarán otros treinta o más años deprivadas de sus hormonas ováricas: ¿tiempo de abandono?, ¿tiempo de enfermedad?, ¿tiempo de pérdida de calidad de vida? En modo alguno y a ello puede contribuir un cambio de actitud, acaso una adecuada terapia hormonal si hay sintomatología climatérica que repondrá la calidad de vida perdida, como expresamos en nuestro propio web hace ya un tiempo, en http://www.neyro.com/2013/10/18/repercusion-de-la-menopausia-en-la-calidad-de-vida/.
En esa carrera por mantener la calidad de vida y ser más feliz, que es el objetivo fundamental de este blog (o al menos colaborar en que el lector lo consiga…), el deporte en general ocupa un lugar de privilegio; se ha demostrado hasta la saciedad que la actividad deportiva está ligada incluso a la consecución de una buena actividad sexual, elemento básico en el mantenimiento de esa calidad de vida que todos ansiamos en nuestras existencias; lo demostramos en una noticia que estimulamos al lector a considerar, presente en http://www.neyro.com/2012/07/13/si-quiere-tener-sexo-del-bueno-haga-deporte/
La condición femenina, tan indefectiblemente ligada a sus ciclos menstruales o a las consecuencias de su descenso en la actividad hormonal tras la menopausia, influye de manera poderosa en el rendimiento deportivo. Es más, debieras ser una constante a determinar y tener en cuenta, el momento del ciclo menstrual para condicionar de una o de otra manera el entrenamiento deportivo a todos los niveles: no solo en las deportistas de élite, que por supuesto, sino también para la deportista de más bajo nivel e incluso para aquella mujer que mantiene un cierto grado de actividad física constante. Lo explicábamos en el blog en http://www.neyro.com/2017/03/13/como-influyen-la-genetica-femenina-o-el-ciclo-menstrual-en-los-entrenamientos/
Sabemos por otro lado que tras la menopausia se produce una rápida pérdida de masa ósea y también una pérdida de masa muscular. La práctica regular de una actividad física en una mujer post-menopáusica puede resultar muy beneficiosa, ya que favorece el sistema circulatorio y el sistema músculo esquelético globalmente. El ejercicio mantiene la elasticidad de los músculos, mejora la coordinación y movilidad contribuye a la quema de calorías y mantenimiento del peso, mejora la hipertensión y los niveles de colesterol y tiene efectos psicológicos beneficiosos. De todo ello se ha hecho eco la cadena SER española a través de uno de sus más emblemáticos programa (SERrunners) en el que el Dr. Neyro viene colaborando últimamente.
La noticia hacía referencia a un programa de radio interesantísimo en el que a través de diversos testimonios de diferentes mujeres recogidos por los conductores del programa, los siempre profesionales Verónica Gómez y Jon Egaña, desgranaron los principales hitos del binomio deporte y menopausia, de la mano de un gran profesional del entrenamiento, el profesor de INEF Alberto García Bataller y el siempre dispuesto a la divulgación el ginecólogo José Luis Neyro. Puede seguirse íntegro el programa en el enlace siguiente

¿Las infecciones (urinarias y vaginitis) son solo para el verano?

¿Cuáles son las razones que defienden el hecho de que las mujeres tengan más infecciones urinarias que los varones?, ¿por qué unas mujeres tienen unas más que otras esas infecciones?, ¿tendrá que ver con alguna alteración anatómica o alguna diferencia en los genitales con el varón? Recientemente hablamos largo y tendido en nuestro blog de estos temas en http://www.neyro.com/2016/08/16/las-infecciones-de-orina-aumentan-en-verano-por-el-mayor-uso-de-las-piscinas-con-cloro/.
Por otro lado, muchas mujeres de las que tienen infecciones repetidas (sean urinarias o vaginitis, sin más…) se preguntan si el asunto solo tiene que ver con el verano y el calor (en este lado del mundo al menos…), si en el invierno se les pasará…o es un mito que nada tiene que ver con la humedad o el frío o el traje de baño mojado….
Preguntas todas ellas que tiene que ver con las hormonas sexuales femeninas, con las variantes anatómicas de las mujeres, acaso con la menopausia, quizás con la microbiota vaginal, de lo que antes se llamaba la flora vaginal.
¿Qué es por lo tanto la cistitis?, ¿se trata de la misma afección que el síndrome cistítico? Nos hemos ocupado de estos temas muchas veces en nuestro blog (léase en http://www.neyro.com/2014/04/15/el-37-de-las-mujeres-sufre-al-menos-un-episodio-de-cistitis-durante-su-vida/)
Son asuntos interesantes como si se puede evitar de alguna manera todo este mundo con alguna dieta especial (léase en el suelto http://www.neyro.com/2014/05/22/el-arandano-rojo-americano-ayuda-a-combatir-la-cistitis/), se pueden evitar en el verano o en el invierno con alguna conducta….? Demasiadas preguntas y pocas respuestas…
De todas ellas, en el comienzo de esta temporada de Tele 7, la encantadora periodista Susana Porras directora y conductora de Objetivo Bizkaia charló con el responsable de contenidos de http://www.neyro.com, el ginecólogo José Luis Neyro en su habitual participación semanal en el citado magacine.

La edad de la menopausia es un factor principal para pronosticar el riesgo de fracturas

Los estrógenos son los protagonistas fundamentales del metabolismo óseo, toda vez que tiene un doble efecto, anti-resortivo (al inhibir el RANK-L, verdadero factor que favorece la actuación y supervivencia de los osteoclastos) por un lado y osteoformador (pues estimulan la Osteoprotegerina que favorece la creación de nuevo hueso….) al mismo tiempo.
La menopausia precoz (de la que nos ocupamos in extenso en http://www.neyro.com/2011/02/12/la-menopausia-precoz/) es una condición que suele afectar al 4% de las mujeres y que se relaciona con toda una serie de consecuencias negativas para el organismo femenino, al perderse la producción estrogénica por parte de los ovarios.
WHI study component and enrollment breakdown
Conocíamos que la desaparición temprana de los estrógenos durante la insuficiencia ovárica prematura (IOP) que es como se debe llamar modernamente el cuadro antes aludido, condiciona seriamente la autoestima femenina (como mostramos en http://www.neyro.com/2015/10/19/la-menopausia-precoz-puede-afectar-negativamente-a-la-autoestima-de-la-mujer/), pero no solo.
Un nuevo análisis del estudio clínico WHI (Iniciativa de Salud de las Mujeres – Women’s Health Initiative) demuestra que hay un incremento en el riesgo de fracturas en mujeres que informaron presentar menopausia a una etapa temprana (a los 40 años de edad o antes), independientemente de que se trataran o no con terapia de reemplazo hormonal (THM en la moderna terminología, señala nuestro experto el Dr. Neyro) o suplementos de calcio y vitamina D, entre los 50 y los 70 años.
WHI Logo

La Dra. Shannon D. Sullivan, de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos en Silver Spring, Maryland, y sus colaboradores, comunicaron sus hallazgos en la revista Menopause (disponible en http://journals.lww.com/menopausejournal/pages/articleviewer.aspx?year=9000&issue=00000&article=97890&type=abstract).

Los hallazgos indican que los médicos necesitan identificar a las mujeres que presentan la menopausia en una etapa temprana y comenzar a prescribirles de inmediato terapia hormonal de la menopausia (THM), en vez de esperar a que lleguen a los 50-70 años, dijo la Dra. Sullivan. Reiteradamente hemos contado en este blog, señala su responsable JL Neyro, que la THM no tiene que contarse en número de años en el caso de la IOP; debe mantenerse desde el mismo momento del diagnóstico hasta los 50-52 años en cuyo momento debiera presentarse la menopausia natural. La falta de estrógenos centraliza el riesgo de Osteoporosis.

De esperar hasta los 50 o aún peor hasta los 70 años, «nuestros datos parecen indicar que esto puede ser demasiado tarde para lograr beneficios positivos en la densidad mineral ósea [DMO] y el riesgo de fracturas», dijo a Medscape Noticias Médicas, en un correo electrónico.

La Dra. Sullivan y sus colaboradores señalan que previamente se ha demostrado en el estudio observacional WHI, que la menopausia a una edad temprana se asocia a un mayor riesgo de fracturas, que aquélla que ocurre a los 50 años o más de edad. Ahora demuestran que «el efecto de la edad de la menopausia sobre el riesgo de fractura no se modificó con ninguna de las intervenciones de tratamiento, lo que señala que la menopausia a una edad temprana es un factor independiente que contribuye al riesgo de fracturas después de ésta y se debe tomar en cuenta al evaluar el riesgo general de fracturas en dicha población.

«Consideramos que es indispensable que los médicos pregunten sobre los antecedentes menstruales y reproductores de una mujer, no importa cuál sea su edad, para garantizar que se vigilen los riesgos para la salud, inherentes a la menopausia temprana u otras formas de amenorrea  ― que dan por resultado deficiencia crónica de estrógenos ― y que se puedan iniciar los tratamientos apropiados y los cambios en el estilo de vida pertinentes», añadió la Dra. Sullivan.

La Dra. JoAnn Pinkerton, directora ejecutiva de la Sociedad Norteamericana de la Menopausia (NAMS), está de acuerdo: «Este estudio resalta la necesidad de que los médicos tengan en cuenta la edad de inicio de la menopausia de una mujer al valorar el riesgo de fracturas en las pacientes», de acuerdo a un comunicado de prensa de la sociedad.

«Las mujeres con menopausia temprana deben preguntar a sus médicos si son aptas para recibir terapia de reemplazo hormonal», añade, señalando también que las mujeres con riesgo de pérdida ósea necesitan 1200 mg de calcio por día, con vitamina D adecuada y se les debe alentar «para que obtengan la mayor cantidad posible a través de la dieta, dadas las inquietudes de que demasiado calcio suplementario puede incrementar la placa ateroesclerótica en las mujeres».

Para el nuevo análisis, la Dra. Sullivan y sus colaboradores compararon los hazard ratios (HR) de cualquier fractura en más de 20.000 mujeres posmenopáusicas sanas de 50 a 79 años, que participaron en el estudio clínico «Iniciativa de salud de las mujeres», y que informaron menopausia no quirúrgica a tres edades: menos de 40 años; 40 a 49 años, y 50 o más años.

Para este análisis, las mujeres se combinaron en 4 diferentes grupos según recibieran: 1. sólo terapia hormonal de la menopausia, 2. sólo suplementos de calcio y vitamina D, 3. THM más suplementos de calcio/vitamina D, o 4. placebo. «Nuestro objetivo principal fue determinar si la edad a la que se presentaba la menopausia modificaba el riesgo de fracturas en mujeres tratadas con terapia de reemplazo hormonal, suplementos de calcio y vitamina D, o ambos», señalan los investigadores.

Descubrieron que, en general, las mujeres del grupo con placebo (de control) tuvieron mayor riesgo de fracturas que las que recibieron tratamiento con THM o calcio/vitamina D, de manera que el efecto del tratamiento como predictor de disminución de las fracturas fue muy significativo (p = 0,004).

Sin embargo, el tratamiento no cambió la relación previamente identificada entre la edad temprana a la que ocurrió la menopausia y el riesgo de fracturas. Aproximadamente 20% de las mujeres que experimentaron la menopausia antes de los 40 años tuvieron alguna fractura, independientemente de cuál tratamiento óseo protector recibieran, en comparación con 14% de las tratadas que experimentaron la menopausia a los 50 o más años de edad.

Esto se tradujo en un HR significativamente más alto para cualquier fractura en mujeres que informaron haber presentado la menopausia a una etapa temprana (un incremento de alrededor de 30% a 35% en el riesgo), que para las mujeres que informaron haber presentado la menopausia a una edad más avanzada (HR: 1,30 y 1,36 para las fracturas cuando la menopausia fue a la edad de <40 por contraposición a la edad de 40-49 y ≥50 y más años, respectivamente).

Fue imposible determinar si la edad de la menopausia alteraba el riesgo de algún tipo específico de fractura, como de la muñeca o la cadera, señalaron los investigadores, ya que las cifras absolutas para cada tipo de fractura fueron muy pequeñas. Los investigadores tampoco pudieron determinar si la causa de la fractura fue traumática o resultado de la osteoporosis. En consecuencia, dicen: «sólo podemos conjeturar que el incremento en el riesgo de fractura que observamos se debió a un aumento en la prevalencia de pérdida posmenopáusica de la densidad mineral ósea».

Los HR para fracturas fueron similares con y sin ajuste respecto a una serie de variables de confusión, como antecedente de tabaquismo y grados de actividad, «lo que indica que la edad a la que ocurrió la menopausia fue el principal factor predictor del riesgo de fractura», señalan.

La Dra. Sullivan reiteró a Medscape Noticias Médicas que «lamentablemente, los antecedentes menstruales y gineco-obstétricos de una mujer suelen pasarse por alto, o los ignoran las mujeres afectadas y sus médicos». Esto incluye a las mujeres con formas sindrómicas de menopausia temprana, por ejemplo, insuficiencia ovárica primaria y síndrome de Turner, señaló. Hoy sabemos que la edad de aparición de la menopausia en general está condicionada genéticamente desde el nacimiento (puede leerse más en http://www.neyro.com/2015/12/04/identificados-los-genes-que-determinan-la-menopausia/)

«En consecuencia, en muchas mujeres que experimentan la menopausia natural a edades más jóvenes que las promedio, no se reconoce el estado menopáusico, y no se consideran o se recomiendan tratamientos para evitar el deterioro temprano de la densidad mineral ósea, tales como terapia hormonal de la menopausia, ingesta adecuada de calcio y vitamina D, y ejercicio de soporte de peso».

El programa WHI es financiado por el National Heart, Lung and Blood Institute y el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos. Los autores del estudio informan no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Referencias

  1. Sullivan S, Lehman A, Nathan NK, Thomson CA, Howard B. Age of menopause and fracture risk in postmenopausal women randomized to calcium + vitamin D, hormone therapy, or the combination: results from the Women’s Health Initiative Clinical Trials. Menopause. Publicado el 31 de octubre de 2016. Resumen en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27801706
  2. http://espanol.medscape.com/

La menopausia de inicio temprano significa más riesgo subsiguiente de complicaciones cardiovascular

 

Las mujeres que experimentan la menopausia prematura o de inicio temprano a una edad menor de 45 años tienen un aumento en el riesgo de complicaciones cardiovasculares, según otra nueva investigación, recientemente publicada en una revista de mucho impacto [1]

«Nuestro estudio demuestra que la edad a la que ocurre la menopausia podría ser un factor para pronosticar complicaciones cardiovasculares futuras y mortalidad en mujeres posmenopáusicas; así que las mujeres con menopausia de inicio temprano tienen más riesgo de cardiopatía», dijo el Dr. Taulant Muka de la Universidad Erasmo, en la ciudad de Róterdam, en Holanda.

Conocíamos de sobra las ventajas del tratamiento hormonal de la menopausia sobre la reducción del riesgo cardiovascular como contamos recientemente en http://www.neyro.com/2016/06/30/menopausia-y-riesgo-cardiovascular-de-verdad-son-inseparables/; ahora la demostración es en contrario, con este muy interesante estudio, señala el experto en Menopausia de la SEGO, José Luis Neyro.

«Estos hallazgos indican que las mujeres con inicio temprano de la menopausia pueden ser un grupo al cual dirigir estrategias de prevención cardiovascular o activas», señalaban los autores del estudio ahora comentado. Muka y sus colaboradores llevaron a cabo un análisis sistemático y un metanálisis de los estudios publicados en los que se analizaba el efecto de la edad al inicio de la menopausia y su duración a partir del inicio de la menopausia sobre los desenlaces en enfermedades cardiovasculares intermedias y la mortalidad por todas las causas. Incluyeron en su análisis 32 estudios no superpuestos que reunieron un total de 310.329 mujeres

En los estudios se compararon las complicaciones en mujeres que tuvieron la menopausia antes de los 45 con las complicaciones en mujeres de 45 y más años, así como las complicaciones en mujeres menores de 50 al inicio de la menopausia con las complicaciones en las mujeres de 50 a 54 años. Es muy importante la edad en relación con los estrógenos, destaca JL Neyro, como ya se había demostrado en un magnífico estudio sobre terapia hormonal publicado en marzo de 2016 y que ya comentamos en http://www.neyro.com/2016/06/06/usar-tempranamente-la-terapia-hormonal-posmenopausica-puede-prevenir-enfermedades-del-corazon/.Ahora, los investigadores determinaron que los riesgos relativos para las mujeres que presentaban el inicio de la menopausia antes de los 45 años, en comparación con las mujeres de 45 o más años al inicio, ascendían a 1,50 para la cardiopatía isquémica general, 1,11 para CHD mortal, 1,23 para el accidente cerebrovascular general, 0,99 para la mortalidad por accidente cerebrovascular, 1,19 para la mortalidad por ECV y 1,12 para la mortalidad por todas las causas.

En las mujeres de 50 a 54 años al inicio de la menopausia, los investigadores identificaron una disminución en el riesgo de cardiopatía isquémica mortal (RR 0,87) y ningún efecto sobre el accidente cerebrovascular. «Los esfuerzos para concientizar al público entre las mujeres que experimentan menopausia antes de los 45 años, podrían dar lugar a una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares», señalan los autores y ello «es de capital importancia en las políticas sanitarias de coberturas de estas contingencias», según destaca el ginecólogo José Luis Neyro..

«Nuestros resultados indican que la menopausia podría ser un periodo decisivo para evaluar el riesgo de las mujeres de futuras complicaciones cardiovasculares y que éste puede ser un periodo apropiado para introducir intervenciones que reduzcan el riesgo».
«Las mujeres que inician la menopausia antes de los 45 años pueden considerar un control de trastornos médicos como hipertensión, dislipidemia, resistencia a la insulina y otros factores de riesgo cardiometabólicos, ya que puede ayudarlas a identificar si tienen alto riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y beneficiarse de intervenciones para modificar el estilo de vida o intervenciones farmacológicas», añadió.

En una nota del editor, [2] que puede seguirse en http://cardiology.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2551978, la Dra. Elizabeth McNally (Universidad Northwestern, Chicago, IL) señala que la edad a la que se inicia la menopausia está sujeta a la influencia genética (leer en http://www.neyro.com/2015/12/04/identificados-los-genes-que-determinan-la-menopausia/) y que un amplio patrón de expresión de genes relacionados indica que los mecanismos moleculares directos «pueden estar vinculados a enfermedades cardiovasculares, ya que la reparación del DNA defectuoso puede alterar la salud inmunitaria y vascular».

En un comentario realizado en la misma revista pero por invitación del editor, [3] la Dra. JoAnn E. Manson (Escuela Médica Harvard, Boston, MA.) y la Dra. Teresa K. Woodruff (Universidad Northwestern), comentan en http://cardiology.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2551979: «El reconocimiento de que las mujeres con una disminución temprana en la función reproductora constituye una población con un mayor riesgo vascular proporciona oportunidades importantes para la intervención temprana por lo que respecta a la modificación de factores de riesgo y, cuando es apropiado, el tratamiento hormonal».

Continuaba después señalando que «aunque se necesita investigación adicional para aclarar las relaciones complejas entre el envejecimiento acelerado de la función reproductora y la salud vascular, la aplicación de los conocimientos actuales ayudará a reducir las complicaciones cardiovasculares en esta población de pacientes con alto riesgo».

Este estudio fue patrocinado y financiado por Metagenics y está al alcance de los lectores interesados en el enlace siguiente http://cardiology.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2551981.

Referencias

  1. Muka T, Oliver-Williams C, Kunutsor S, y cols. Association of age at onset of menopause and time since onset of menopause with cardiovascular outcomes, intermediate vascular traits, and all-cause mortality. JAMA Cardiol 2016; DOI:10.1001/jamacardio.2016.2415. Resumen
  2. McNally E. Reproductive aging and cardiovascular disease risk. JAMA Cardiol 2016; DOI:10.1001/jamacardio.2016.2638. Editorial
  3. Manson JE, Woodruff TK. Reproductive health as a marker of subsequent cardiovascular disease. JAMA Cardiol 2016; DOI:10.1001/jamacardio.2016.2662. Comentario
  4. Medscape.com

Sintomatología de la menopausia: cada mujer, un mundo!

Se calcula que en nuestro medio, fruto de nuestras propias investigaciones epidemiológicas, la menopausia acontece entre los 48 y 52 años de rango. En sí misma, también lo sabemos de largo, ello no debe comportar sintomatología alguna ni tan siquiera pérdida de la calidad de vida…., efectivamente. Pero está situación de «normalidad» solo se da en el 20% de las mujeres totales.
En efecto, el 80% de las mujeres sufren lo que llamamos síndrome climatérico que se caracteriza por variados síntomas, los cuales se han agrupado en: vasomotores o circulatorios, psicológicos y/o sociales, genitourinarios y generales. Son diferentes en cada mujer, aunque hay muchos de ellos que son comunes y también varían a lo largo del tiempo transcurrido. Muchos de ellos puede restar mucha calidad de vida tal y como comentamos antes en http://www.neyro.com/2015/11/12/la-menopausia-es-solo-el-nombre-de-una-regla-no-debe-hacerte-perder-calidad-de-vida/.
Estos síntomas se expresan de manera diferente en cada persona, pues intervienen elementos mediadores, tales como: el propio individuo y su historia personal de adaptación equilibrio, normativa moral recibida, desarrollo profesional, actividad deportiva realizada, así como la familia y la comunidad en que se desenvuelve, por lo tanto, la mujer de edad mediana debe ser atendida no solo desde el punto de vista biológico, sino en armonía con su entorno cultural y social.
Los ginecólogos tratamos de que esa aproximación holística a la personalidad de la mujer sea una constante de nuestro trabajo; lo definimos en un manuscrito publicad hace años en una revista internacional y que luego colgamos en este mismo blog en el enlace http://www.neyro.com/2013/10/18/repercusion-de-la-menopausia-en-la-calidad-de-vida/.
El síntoma más característico de la menopausia al menos en este lado del mundo, en Occidente, (además de la irritabilidad y los cambios repentinos de carácter) es la oleada de calor, el sofoco, la sofocación…., que es un ascenso térmico en la zona de la esclavina, el cuello, la cara y la cabeza de comienzo brusco (a veces relacionado con la temperatura ambiental, a veces con circunstancias psicológicas o emocionales) que sufre la mujer y que una vez iniciado es inevitable…. Lo peor del asunto es que para el 70% de las mujeres que los sufren a veces se prolongan más allá de cinco años (lo contamos con detalle en http://www.neyro.com/2015/03/13/los-sofocos-pueden-durar-mas-alla-de-cinco-anos-para-el-70-de-las-