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El entorno pre-concepcional de la madre puede afectar al riesgo de enfermedad de su hijo

Existen muchas circunstancias maternas que influirán de forma importante en el desarrollo y la vida futura incluso del nuevo ser; conocíamos datos sobre la obesidad (ver en nuestro suelto http://www.neyro.com/2011/04/06/la-obesidad-de-la-madre-amenaza-la-vida-del-hijo/)
También teníamos datos incontrovertibles de hasta qué punto el alcohol ingerido durante la gestación era capaz de producir la génesis de un grave y definitivo síndrome alcohólico fetal, del que ya informamos en la noticia hace ya unos meses en http://www.neyro.com/2015/05/01/consumir-alcohol-durante-la-gestacion-provoca-secuelas-irreversibles-en-los-ninos/. Es más, también contamos hace poco que el consumo de alcohol durante el embarazo, puede causar desde la muerte fetal hasta un severo déficit intelectual (léase más en el suelto http://www.neyro.com/2015/05/04/el-sindrome-alcoholico-fetal-es-un-problema-bastante-frecuente-y-poco-reconocido/)

Ahora un nuevo análisis de datos relevantes obtenidos en clínica  nos dicen que la nutrición materna es el conductor más probable para que ese entorno de la madre antes de la concepción pueda afectar al riesgo de enfermedad de su hijo.Efectivamente, algunos científicos han demostrado por primera vez que el entorno de una madre alrededor del momento de la concepción podría cambiar de forma permanente la función de un gen que influye en la inmunidad y el riesgo de cáncer en el niño. La dieta es probable que desempeñe un papel en este proceso, según los resultados de este estudio publicado en “Genome Biology”.

Éste es el último descubrimiento de una colaboración internacional liderada por investigadores del Medical Research Council Unit (MRC), con sede en Gambia, África Occidental, y el Grupo Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, en Reino Unido, junto con un equipo del Baylor College of Medicine en Houston, Texas, Estados Unidos.

Estudios previos realizados por los investigadores demostraron que el ADN de un niño puede resultar afectado por la dieta de la madre antes del embarazo, pero ahora han dado con un gen llamado VTRNA2-1 como particularmente sensible a estos cambios. VTRNA2-1 es un gen supresor tumoral que también afecta a la forma en la que el cuerpo responde a las infecciones virales.

Está bien establecido que pequeñas diferencias en el ADN que conforma nuestros genes pueden afectar a nuestro riesgo de tener una serie de enfermedades. Aunque los genes de un niño se heredan directamente de sus padres, cómo se expresan estos genes se controla mediante modificaciones epigenéticas en el ADN. Las modificaciones epigenéticas más comúnmente estudiadas son marcas químicas (metilación) colocadas en el ADN de los genes que pueden impedir que el mensaje se lea. Es importante destacar que estas marcas pueden verse influidas por el entorno de un individuo.

Consultado el ginecólogo José Luis Neyro, responsable de contenidos de www.neyro.com, señala que «no necesitamos recordar en este punto hasta qué nivel de importancia epigenética pueden adquirir determinados hábitos maternos cuando se ha demostrado que hasta una de cada trece gestantes ingiere alcohol de forma habitual durante sus gestaciones», con el evidente peligro ya comentado que ello supone para el feto en desarrollo (lo contábamos con crudeza en la noticia publicada en http://www.neyro.com/2012/07/27/una-de-cada-13-mujeres-embarazadas-consume-alcohol/)

Mediante la búsqueda de genes que tienen patrones muy similares de metilación en todos los tejidos, se puede inferir que las marcas se establecen en los primeros días de la vida, antes de que el embrión comience a dividirse en los tejidos especializados que conforman el bebé en desarrollo (cuando todavía la madre ignora completamente si está o no gestante….). Estos llamados ‘epialelos metaestables’ proporcionan así un dispositivo idóneo para estudiar la influencia del ambiente muy temprano del embrión en su epigenoma. Como la metilación requiere un conjunto definido de nutrientes, la nutrición de la madre antes y durante el embarazo puede afectar al ‘ajuste’ de estas etiquetas, con consecuencias potencialmente permanentes para la función genética de su hijo.

Los datos de Gambia provienen de un «experimento de la naturaleza» único en el que la dependencia de la población de los alimentos cultivados propios y un clima marcadamente estacional imponen grandes diferencias en la dieta y otros factores ambientales entre estaciones lluviosas y secas. Los investigadores reclutaron a 120 mujeres embarazadas que concibieron en el pico de la temporada de lluvias o seca y midieron las concentraciones de nutrientes en la sangre. Más tarde se analizaron muestras de sangre y del folículo piloso de sus bebés entre los 2 y 8 meses.

El autor principal, el bioinformático Matt Silver, del Grupo MRC Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, señala: «Mediante el estudio de los bebés concebidos de madres que comen dietas muy diferentes en las estaciones seca y lluviosa en zonas rurales de Gambia podíamos realizar una experimento natural. Nuestros resultados muestran que las marcas de metilación que regulan cómo se expresa VTRNA2-1 se ven influenciadas por la temporada en la que son concebidos los bebés. La nutrición materna es el conductor más probable».

Los equipos de Londres-Gambia y Houston tomaron dos enfoques complementarios e independientes para descubrir nuevos epialelos metaestables en el genoma humano. Sorprendentemente, todos se centraron en el mismo: el gen VTRNA2-1.

«Hay alrededor de 20.000 genes en el genoma humano (aunque otros autores han señalado un total de 33.000, señala nuestro experto, el Dr. Neyro, consultor de Ginecología del Hospital Universitario Cruces). Por lo tanto, para nuestros dos grupos, tomando diferentes enfoques, identificar este mismo gen como el máximo epialelo es igual que excavar en dos lados diferentes de un pajar gigantesco y encontrar exactamente la misma aguja», subraya el profesor asociado Rob Waterland, de Baylor, quien dirigió la rama estadounidense del estudio.

La evidencia anterior sobre el gen VTRNA2-1 sugiere que los cambios epigenéticos observados podrían afectar a la capacidad de un individuo para luchar contra las infecciones virales (como la gripe), pero recíprocamente alterar su actividad supresora de tumores y, posiblemente, ofrecer protección contra ciertos tipos de cáncer (hasta ahora se ha mostrado para la leucemia mieloide aguda y los cánceres de pulmón y de esófago).

El autor del estudio, el Prof. Andrew Prentice, que lidera el tema de la nutrición de la Unidad MRC, en Gambia, y el Grupo MRC Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, señala: «Creemos que ésta es la primera evidencia concreta de que la dieta de una madre antes del embarazo puede afectar al riesgo de la enfermedad de su hijo por la reescritura de una pequeña porción de su epigenoma. Como este gen juega un papel clave en el control de la respuesta a las infecciones virales y ofreciendo protección contra ciertos tipos de cáncer, las implicaciones potenciales son enormes».

«Nuestro próximo paso es seguir a los niños de Gambia para probar exactamente cómo las diferencias en el gen epigenético VTRNA2-1 afectan a la expresión génica y la salud de toda la vida. Esto podría ayudar a arrojar luz sobre cuestiones de larga duración como por qué las tasas de mortalidad debido a la infección son más altas en los nacidos en Gambia en la época de lluvias», concluye.

Finalmente, señala el Dr. Neyro en su particular corolario, estas investigaciones y otras muchas señalan la importancia creciente que debe tener la llamada «visita pre-concepcional» que nos permitiría en la clínica «preparar el embarazo», aunque somos conscientes de que no todas las mujeres aprecian la importancia de mantener las visitas periódicas a sus ginecólogos, según señalamos en la noticia publicada en http://www.neyro.com/2015/06/10/no-todas-las-mujeres-son-conscientes-de-la-importancia-de-sus-revisiones-ginecologicas/

Al tiempo, nuestras respetadas autoridades sanitarias siguen sin reconocer la importancia de tal visita y permanece sin incluir en el recientemente publicado catálogo de prestaciones sanitarias del Sistema Sanitario Nacional según reza el BOE del pasado 06.11.2014 (ver en http://www.boe.es/boe/dias/2014/11/06/pdfs/BOE-A-2014-11444.pdf), a pesar de todas las recomendaciones en este sentido incluso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

¿Existe una dieta ideal para todo el embarazo?

Lo que se debe comer, lo que no se debe comer, lo que se puede comer, lo que no se puede comer, lo que es conveniente ingerir, lo que no se nos puede ni ocurrir…..; son muchas las dudas que alrededor de la dieta se le plantean a la gestante en cuanto sabe que su embarazo es un hecho.
¿Existe una dieta ideal? ¿existen algunos alimentos realmente prohibidos?, ¿es cierto que los embutidos son malos amigos de la gestante?, ¿me podré comer un tratar de atún o un steak tartar que se hace con carne cruda?

Y ya puestos, ¿Cuánto calcio deberé tomar cada día?, ¿es preciso cocinar de alguna manera los alimentos en la gestación?
De todas estas interrogantes se ocupa el programa de salud del magazine Objetivo Bizkaia del pasado martes 16.06.2015, que presenta la encantadora periodista Susana Porras, en amistosa charlata de media tarde con el Dr. Neyro, colaborador del programa y profesor del Máster Internacional de Climaterio y Menopausia (ver en http://www.neyro.com/2009/03/16/master-en-climaterio-y-menopausia/ )

Ocho de cada diez mujeres ignoran lo que es el prolapso genital

Es un hecho comprobado que por encima de determinada edad muchas mujeres abandonan la visita a sus ginecólogos sin motivo aparente (si no lo cree, estimado lector, puede comprobarlo en http://www.neyro.com/2012/05/10/solo-una-de-cada-tres-mujeres-mantiene-la-visita-al-ginecologo-a-partir-de-los-65-anos/); como si en estas edades avanzadas no existiera patología o no se incluyeran razones para mejorar la calidad de vida trastrocada muchas veces por pequeñas (o no tan pequeñas) disfunciones en la vida femenina.
Por encima de los setenta años de edad, cuando por ejemplo la osteoporosis se ceba con las mujeres, estas visitas periódicas al ginecólogo son excepcionales (ver en http://www.neyro.com/2012/04/22/al-ginecologo-a-partir-de-los-70/), siendo muchas veces los propios ginecólogos los que estimulan a sus pacientes a «no volver más por aquí».
Sin embargo lo anterior, el prolapso pélvico (por ejemplo) es una de las disfunciones de suelo pélvico más comunes entre las mujeres, ya que puede afectar incluso a la mitad de quienes han tenido algún parto vaginal, pero pese a esta incidencia sólo ocho de cada 10 españolas sabe que se trata de un descenso de los órganos pélvicos causado por el fallo de sus mecanismos de soporte. Téngase en cuenta que tras la menopausia y con la pérdida de los estrógenos, los tejidos pierden no solo colágeno sino con él, también pierden elasticidad, comenta nuestro experto el Dr. Neyro, ginecólogo con experiencia en estos temas.

Así se desprende de los resultados de un reciente estudio elaborado por American Medical Systems (AMS), compañía especializada en dispositivos médicos para la salud pélvica, con una muestra de algo más de mil mujeres de más de 45 años. En ese sentido, el estudio muestra como sólo el 20,7% de las encuestadas asegura conocer este problema, cuyos principales factores que favorecen su aparición son, además de la constitución individual de cada mujer (alteraciones del colágeno, etc.), los embarazos y partos (sobre todo los mal atendidos….), el envejecimiento, la obesidad, el estreñimiento (que todos los ginecólogos debiéramos combatir en nuestras pacientes, comenta el Dr. José Luis Neyro; véase más sobre el tema en http://www.neyro.com/2014/12/12/estrenimiento-y-embarazo-un-problema-menor-que-deteriora-la-calidad-de-vida/), el tabaquismo por parecidas razones de ataques al colágeno y finalmente también algunas de las cirugías pélvicas.

En estadios avanzados, produce grandes molestias y limitaciones en la vida de las mujeres. Desde apreciar un bulto que sobresale a través del orificio de la vagina (a veces la vejiga, a veces el recto, frecuentemente ambos a la vez….), con importantes molestias a la hora de orinar hasta las consiguientes limitaciones para mantener relaciones sexuales o incluso su imposibilidad material de realizar penetraciones vaginales.

Además, acarrea importantes consecuencias psicológicas en las pacientes que la sufren, ya que ven limitada en gran medida su calidad de vida. Recordemos que en una sociedad que envejece a marchas forzadas, la calidad de vida de estos años de más debe ser el objetivo a batir (véase en http://www.neyro.com/2011/11/20/la-menopausia-merma-la-calidad-de-vida-de-siete-de-cada-diez-mujeres-espanolas/) Pese a ello, el 62,4% de las mujeres consultadas no cree que esta enfermedad pueda impedirle hacer una vida normal o sencillamente no lo sabe.

Por el contrario, más del 20% de las mujeres considera que sí tendría molestias a la hora de orinar o tener relaciones sexuales, mientras que el 9,4% es consciente de que sufrir esta patología le cohibiría a la hora de seguir con su vida social y laboral y el 4,7% de las mismas no cree ni tan siquiera que pudiese sentarse con normalidad.

Para la prevención de problemas posteriores al parto natural, los expertos recomiendan efectuar una serie de ejercicios que ayuden a fortalecer el suelo pélvico. No es nuevo, fueron previstos por el Dr. Kegel; es más, reciben este nombre por el Dr Arnold H. Kegel  , quien desarrolló estos ejercicios para sus pacientes en la década de 1940 como método para control de la incontinencia urinaria. Sus dos artículos fueron publicados en 1948 (ver en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18860416 y en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18877152)  y entre otro otros estimulaban a evitar realizar grandes esfuerzos, tales como levantar peso o estar mucho tiempo de pie y algunas otras pautas indicadas por los ginecólogos desde entonces.
File:Kegel exercises diagram.png

En cambio, el estudio que ahora comentamos muestra como tan solo el 35,7% de las madres encuestadas había realizado algún ejercicio o actividad para fortalecer su musculatura pélvica después del parto (seguramente por desidia de los propios ginecólogos que controlaron esas gestaciones, señala el Dr. Neyro en sus comentarios). En cuanto a su tratamiento, solo el 38,8% de las mujeres que sí conocen la enfermedad está familiarizado con alguno de los tratamientos existentes para solucionarla.

En estadios avanzados, el prolapso de órganos pélvicos también se puede tratar mediante cirugía y devolver así a las pacientes su calidad de vida. De hecho, la cirugía reconstructiva, con uso en muchas ocasiones de mallas transvaginales, presenta una eficacia superior al 85%.

Su utilización se ha generalizado en los últimos tiempos, muy a pesar de que a pesar de ello están muy en entredicho por los resultados dispares de los estudios de seguimiento en el medio y largo plazo. Sus defensores argumentan que debido a la mejoría que ha supuesto su introducción en las cirugías reconstructivas, se emplean cada vez más. Se trata de pequeñas mallas de polipropileno que son usadas en el curso de la cirugía reconstructiva del prolapso de órganos pélvicos, para disminuir la frecuencia de recaídas.

El objetivo de este procedimiento es el de restablecer la función de los tejidos dañados de la paciente y así conseguir dar soporte a sus órganos pélvicos. Esta intervención es, generalmente, de muy corta estancia hospitalaria y poco invasiva.

«No es necesario pasar por este tipo de situaciones, ya que hoy por hoy afortunadamente disponemos de diversas soluciones, tales como la cirugía reconstructiva», ha defendido Gregorio Escribano, jefe de Sección de Urología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Probablemente, nos señala el responsable de contenidos de www.neyro.com, el experimentado ginecólogo José Luis Neyro, una seria política de prevención del daño del suelo pelviano en el embarazo y en el puerperio con una correcta y respetuosa atención al parto vaginal podrá suponer una mejora de las condiciones del periné para la mayoría de las mujeres que merecen nuestra atención más allá de los momentos cercanos al parto (sígase en el suelto http://www.neyro.com/2015/06/01/el-parto-tambien-puede-hacerse-de-forma-ambulatoria/).

¿Existen embarazos de bajo riesgo?, ¿son todos ya de alto riesgo?

Hasta hace unos años se hablaba del concepto de embarazos de alto riesgo, con una concepción que ahora suena algo periclitada porque las circunstancias han cambiado mucho tanto en lo social, en lo médico, en lo puramente científico, o incluso en lo puramente demográfico por supuesto.
Envejecemos más y cada vez más personas lo hacen; no hay duda de ello (ver en http://www.neyro.com/2015/01/16/envejecemos-todos-la-esperanza-de-vida-mundial-ha-aumentado-seis-anos-desde-1990/ ) a un ritmo de un mes más por cada año cronológico, pero además, las mujeres cada año que pasa se quedan menos veces embarazadas….(tal y como expresamos en http://www.neyro.com/2014/03/26/la-tasa-de-natalidad-en-espana-se-situa-a-la-cola-de-la-union-europea/), de tal suerte que los embarazos, en general, van adquiriendo cada vez «más valor» por ser cada vez menos numerosos al menos en nuestro primer mundo.
Así, las condiciones de cada gestación se han ido modificando en estas ultimas décadas…..y también las condiciones de la asistencia a los mismos; hoy hemos incorporado, entre otras características, el cuidado del tiroides en todas las mujeres, como si fueran a tener problemas a ese nivel o seguramente para que no los tengan. Nos ocupamos de este asunto concreto en  http://www.neyro.com/2012/07/13/la-importancia-del-control-del-hipotiroidismo-en-el-embarazo/
Ahora, de entrada, muchos embarazos los controlamos a medias los ginecólogos con los endocrinólogos, los cardiópatas o los nefrólogos,. pongo por caso, según sea la patología que la mujer gestante presente de antemano.
de todos estos asuntos debatieron el Dr. Neyro y la popular periodista Susana Porras en su semanal intervención en el magazine Objetivo Bizkaia de la cadena Tele7.

¿Quieres saber qué es una gestación de alto riesgo?, ¿te interesa conocer cómo es ese tipo de controles que la cardiópata o nefrópata necesita?, ¿deseas saber de qué es consecuencia directa la salud o la enfermedad de un determinado embarazo?…. Lo explicamos con detalle en el programa de esta semana.

 

Cortar el cordón umbilical en el parto:¿un gesto baladí?

Durante siglos, nadie se había cuestionado cómo se cortaba el cordón umbilical una vez nacido el feto y, menos aún, cuándo había que hacerlo. Incluso algunos hacen partícipe al padre o al familiar presente en la ceremonia del nacimiento facilitando que sea él mismo (o ella) el que corte el cordón umbilical que aún permanece unido a la placenta una vez nacido el bebé…. Pero el asunto no parece ser baladí.
De hecho, retrasar el pinzamiento del cordón umbilical (que se hacía para ayudar a prevenir la deficiencia de hierro en la infancia posterior) se asocia ahora con mejores puntuaciones en la motricidad fina y las habilidades sociales de los niños a los 4 años, sobre todo en los varones, aunque no se asoció con ningún efecto sobre el coeficiente intelectual o la conducta general en comparación con los niños cuyos cordones estaban atados segundos después del parto, según un artículo publicado recientemente en la edición digital de ‘JAMA Pediatrics’. El artículo puede verse en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26010418

La deficiencia de hierro es un problema de salud mundial entre los niños en edad preescolar asociado con alteraciones del neurodesarrollo que pueden afectar a las habilidades cognitivas, motoras y conductuales. Retrasar el pinzamiento del cordón umbilical hasta dos o tres minutos después del parto permite que la sangre fetal que queda en la circulación placentaria se transfiera al recién nacido (incluso algunos sanitarios exprimen el cordón hacia la criatura antes de proceder a su definitivo ponzamiento). Este proceso se ha asociado con un mejor nivel de hierro en los niños entre los 4 y 6 meses de edad.

Hay una escasez de conocimiento sobre los efectos a largo plazo y falta de evidencia de que no hay daño, lo que hace que los legisladores sean reticentes a dictar recomendaciones claras sobre el retraso en el pinzamiento del cordón en recién nacidos a término, según con el fondo de estudio.

El doctor Ola Andersson, de la Universidad de Uppsala, Suecia, como primer firmante del artículo y sus coautores realizaron un seguimiento de un ensayo clínico en un hospital sueco en Uppsala y Umeä, para evaluar los efectos a largo plazo del retraso en el pinzamiento del cordón umbilical en el desarrollo neurológico en los niños a los 4 años. Los autores evaluaron a 263 niños (alrededor del 69 por ciento de la población de estudio original) basándose en tests de inteligencia, así como el desarrollo y el comportamiento usando otras evaluaciones y cuestionarios.

El pinzamiento del cordón umbilical tardío (141 niños en este estudio de seguimiento) fue de tres minutos o más después del parto y el pinzamiento del cordón temprano (122 niños) fue de menos o igual a 10 segundos después del alumbramiento; los niños en cada grupo fueron elegidos aleatoriamente, destaca el ginecólogo José Luis Neyro, lo que hace aún más representativos los resultados del estudio prospectivo. Los autores no encontraron diferencias entre los dos grupos para el coeficiente intelectual (CI) a escala completa, según con los resultados del estudio.

Sin embargo, la proporción de niños con un agarre del lápiz inmaduro fue menor en el grupo de pinzamiento del cordón retrasado y ese grupo tenían puntuaciones más altas en las evaluaciones de habilidades de motricidad fina personal y habilidad social. No hubo diferencias entre los grupos para las niñas en ninguna de las evaluaciones, pero los niños en los que se había retrasado el pinzamiento del cordón obtenían mayores puntuaciones medias en varias tareas que implican la función motora fina y en campos sociales.

«Retrasar el pinzamiento del cordón durante tres minutos después del parto resultó en un desarrollo neurológico y comportamiento general similar entre los niños de 4 años de edad, en comparación con un pinzamiento temprano. Sin embargo, se encontró una puntuación más alta para el comportamiento prosocial informado por los progenitores, así como social y la motricidad fina desarrollado a los 4 años, sobre todo en los niños», resumen los autores.

Concluyen que retrasar el pinzamiento del cordón en comparación con hacerlo tempranamente mejoró las puntuaciones en la motricidad fina y dominios sociales a los 4 años de edad, sobre todo en los niños, lo que indica que la optimización del tiempo de ese pinzamiento puede afectar el desarrollo neurológico en una población de bajo riesgo de los niños nacidos en un país con altos ingresos, como es Suecia.»Los niños participantes constituyen un grupo de niños de bajo riesgo nacidos en un país de altos ingresos (insisten los autores) con una baja prevalencia de deficiencia de hierro. Sin embargo, no se encontraron diferencias entre los grupos, lo que indica que son positivos, y en ningún caso perjudiciales, los efectos de retraso en el pinzamiento del cordón. Investigaciones futuras deberían involucrar a grupos grandes para asegurarlo de manera suficiente para sacar conclusiones claras sobre el desarrollo», concluye el estudio, o incluso entre poblaciones de países con ingresos y organizaciones sociales diferentes, señala el experto Dr. Neyro.

 

La incompatibilidad Rh materno-fetal, un problema del pasado

Hasta las películas del cine de Holliwood nos ha mostrado repetidas veces que las personas que se iban a casar, además de «sacar la licencia de matrimonio» necesitaban «hacerse el grupo sanguíneo». En un tiempo afortunadamente ya pasado, la famosa Incompatibilidad Rh materno-fetal mataba muchos fetos, cercenaba muchos embarazos y trababa muchas maternidades por las secuelas de sensibilización de las mujeres afectas.

Y es que durante el embarazo, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre a través de la placenta…..y ahí pueden empezar los problemas.

Si la madre es Rh negativo, si sus glóbulos rojos no tiene el antígeno RH (de Rhesus, como el macaco en cuya sangre se describió este factor) su sistema inmunitario trata a las células fetales Rh positivas como si fuesen una sustancia extraña y crea anticuerpos contra dichas células sanguíneas fetales. Estos anticuerpos anti-Rh pueden pasar de nuevo a través de la placenta hacia el feto y destruir los glóbulos rojos circulantes de éste.

Cuando los glóbulos rojos se descomponen, se libera la hemoglobina de su interior y al ser esta metabolizada por el hígado fetal, se produce bilirrubina como producto de degradación metabólica de esa hemoglobina. Cuando la bilirrubina aumenta por encima de un determinado dintel, hace que el bebé se ponga amarillo (ictericia). El nivel de bilirrubina en el torrente sanguíneo del bebé puede variar desde leve hasta altamente peligroso, hasta provocar incluso grave e irreversible retraso mental..

Debido a que toma tiempo para que la madre desarrolle anticuerpos, con frecuencia, el primer bebé no se ve afectado, a menos que la madre haya tenido embarazos interrumpidos o abortos espontáneos anteriormente que sensibilizaron su sistema inmunitario. Sin embargo, todos los hijos que ella tenga después de esto que también sean Rh positivos pueden resultar afectados.

La incompatibilidad Rh se presenta sólo cuando la madre es Rh negativo y el bebé es Rh positivo. Gracias al uso de inmunoglobulinas especiales, llamadas RhoGAM, este problema se ha vuelto infrecuente en los lugares que brindan acceso a buenos cuidados prenatales….., que son todos en nuestro país afortunadamente.

Pueden seguirse estos pormenores y otros cuidados de la gestación en el programa semanal del Dr. Neyro en el seno del magazine Objetivo Bizkaia que dirige y presenta la prestigiaos y encantadora periodista Susana Porras y que está a su disposición en el link de Tele7 en