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Los embarazos no deseados son la consecuencia de no emplear contracepción

Los embarazos no deseados son la consecuencia de no emplear contracepción. A pesar de esta aseveración tan simplista pero tan cierta, la realidad nos informa de que la mayoría de las personas que no emplean contracepción conoce al menos  once métodos anticonceptivos. Ello sobremanera es importante en el grupo de las mujeres más jóvenes que son las más fértiles y las que tradicionalmente son más activas sexualmente, señala el Dr. Neyro, ginecólogo experto en estos temas.

 Y es que una de cada cinco mujeres españolas de entre 18 y 30 años no utiliza ningún método anticonceptivo, a pesar de ser «sexualmente activas», según se desprende del estudio ‘Mitos y realidades sobre sexualidad y anticoncepción en las millennial españolas’. Se trata de un dato «alarmante» si se tiene en cuenta que un 40% de los embarazos en adolescentes son no deseados y un 60% acaba en aborto.

Los adolescentes hace ya varias décadas que dejaron de ser como se nos recordaba idílicamente en algunas películas….; ahora son personas que inician sus relaciones sexuales tempranamente y, en muchas ocasiones, completamente desprotegidas (sígase el tema en http://www.neyro.com/2012/10/27/algo-estamos-haciendo-mal-con-los-adolescentes/)

Según se desprende del trabajo que ahora comentamos, a pesar de que las jóvenes españolas aseguran conocer todas las opciones anticonceptivas disponibles y cuál sería el método que mejor se adapta a ellas, la realidad es que siguen conservando los «mismos mitos» del pasado. Los adolescentes siempre creen que «a ellos no les pasará», señala el ginecólogo José Luis Neyro. Para llegar a esta conclusión, se ha entrevistado a 1.007 mujeres de entre 18 y 30 años de todas las comunidades autónomas. El 72% de ellas eran solteras, el 53,2% tenían estudios superiores y el 29,9% eran tituladas en formación profesional o tenían el bachillerato.

«Son mujeres modernas que, sin embargo, siguen arrastrando viejos mitos de sus madres y abuelas», ha insistido Gómez. Esto se explica por el escaso conocimiento objetivo que tienen de los métodos anticonceptivos ya que, por ejemplo, cuatro de cada 10 no recuerda cuál fue su fuente de información, más del 20% admite buscarla en primer lugar en Internet o en redes sociales y una de cada diez acude a sus amigos en lugar de consultar al profesional sanitario.

Además, la gran mayoría reconoce no tener reparos a la hora de compartir información sobre sexo o anticoncepción de cuya veracidad no está segura. De hecho, el 48% la comparte con sus amigos, el 44% lo hace con su pareja y el 31,4% señala que se siente algo incómoda al comentar este asunto con su médico.

Respecto al conocimiento que tienen de los métodos anticonceptivos o de su propia anatomía, las encuestadas señalan un promedio de 11 de los 15 anticonceptivos existentes, siendo los más populares la píldora (90%), el preservativo masculino (90%), el anillo vaginal (84%) y el DIU hormonal (71%). Sabemos que ofrecer educación sexual en profundidad y planificación familiar gratuita a adolescentes disminuye el número de abortos y de embarazos no deseados; ya nos ocupamos del tema anteriormente en http://www.neyro.com/2014/11/19/la-educacion-y-los-anticonceptivos-gratuitos-reducen-la-tasa-de-embarazos-adolescentes/.

«En los últimos 50 años hemos conseguido obtener más de 15 métodos anticonceptivos, los cuales son muy eficaces. Pero algo estamos haciendo mal cuando una de cada cinco no los utiliza y cuando siguen habiendo muchos mitos entorno a ellos como, por ejemplo, que engorda», ha explicado el jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital La Zarzuela de Madrid, Ignacio Cristóbal, cofirmante junto a José Luis Neyro de un trabajo en este sentido que revisa las características de los nuevos métodos contraceptivos de larga duración y elevada eficacia, recientemente aparecido en una revista de impacto importante (ver en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25988513).

De igual manera los expertos destacan la importancia de que los médicos realicen un esfuerzo para enseñar a las jóvenes los diferentes métodos, lo cuales, ha apostillado, deben adaptarse a cada mujer. Para ello, lo primero, destaca JL Neyro, es «prioritario que los propios ginecólogos se deshagan de sus propios mitos alrededor de los llamados LARCs» (contraceptivos reversibles de larga duración, por sus iniciales en inglés). Estas declaraciones han sido corroboradas por la sexóloga y bloguera Nayara Malnero, quien ha animado a las jóvenes a tomar decisiones informadas sobre anticoncepción.

«Las redes sociales son un canal muy poderoso para compartir información, pero las chicas deben informarse a través de las profesionales y de los medios que les den información veraz para que no sigan manteniendo y difundiendo falsas creencias. El médico está allí para orientarlas y, antes de una cita, deben estar preparadas para hacer todas las preguntas que necesiten y aclarar las dudas», ha zanjado Malnero. Recientemente, el propio Ministerio de Sanidad ha tomado una iniciativa en este sentido, en orden a buscar la reducción de los embarazos no deseados entre los adolescentes, como comentamos en este mismo blog hace muy poco, con asignaciones presupuestarias incluso para implementar medidas en este sentido.

La osteoporosis constituye un importante problema de salud pública cuya relevancia aumenta con el envejecimiento progresivo

Las osteoporosis secundarias tienen origen endocrinológico o nutricional, pero la inmensa mayoría de las Osteoporosis (OP) son primarias y más del 80% de origen postmenopáusico. Así lo afirma el ginecólogo José Luis Neyro, reconocido como presidente del XX Congreso Español de Osteoporosis en Bilbao, 2015 (ver en http://www.neyro.com/2015/09/28/entrevista-al-dr-jose-luis-neyro-ginecologo-y-presidente-del-xx-congreso-seiomm/).

 De hecho, las mujeres posmenopáusicas tienen un 40% de probabilidad de padecer una fractura osteoporótica durante el resto de su vida, un porcentaje muy superior al riesgo de padecer cáncer de mama (12%) y similar al de presentar un evento coronario isquémico, tal y como ha informado el coordinador del grupo de Metabolismo Óseo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Pedro Rozas. Es más, continua JL Neyro, la OP mata cuatro veces más mujeres que el propio cáncer de mama y sin embargo no tiene ni la décima parte de mentalización social alrededor de esta verdadera pandemia del siglo XXI (ver en http://www.neyro.com/2013/10/21/la-osteoporosis-mata-4-veces-mas-mujeres-que-el-cancer-de-mama/)

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A su vez, la prevalencia aumenta progresivamente con la edad, afectando hasta el 80% de las mujeres mayores de 80 años. De hecho, los expertos informan que en 2010, el número de muertes debidas a las fracturas osteoporóticas se estimó en 43.000 en la Unión Europea, de las cuales aproximadamente el 50% de las mismas se relacionaron con la fractura de cadera que es el tipo más frecuente en personas mayores de 75 años.

Y es que, la osteoporosis constituye un importante problema de salud pública cuya relevancia va en aumento con el envejecimiento progresivo de la población, que es un hecho en todo el mundo (ya se ocupó este web del asunto enhttp://www.neyro.com/2015/01/16/envejecemos-todos-la-esperanza-de-vida-mundial-ha-aumentado-seis-anos-desde-1990/) . En Europa esta enfermedad conlleva más años de discapacidad y de calidad de vida perdidos que la mayoría de las enfermedades neoplásicas (tal y como se demostró en un artículo científico publicado en una revista de alto impacto y accesible en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23481116).

Precisamente, el Dr. Neyro y sus colaboradores publicaron en este sentido un perfil de la mujer española afecta de Osteoporosis tras realizar un estudio muy exhaustivo y completo sobre el tema (en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23481116) y demostraron que los tratamientos para esta enfermedad son coste-efectivos y ahorran mucho dinero a los caudales públicos pues evitan fracturas con el coste en muertes y en incapacidades a ellas asociados (ver enhttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25880810).

Asimismo, y aunque la osteoporosis es menos frecuente en varones que en mujeres, estos presentan una mayor tasa de complicaciones y de mortalidad que las mujeres tras la presencia de una fractura por fragilidad.

Por otra parte, el impacto económico que el tratamiento de la fractura y sus complicaciones suponen sobre el gasto sanitario global es sustancial. Y es que, en el año 2010 se estimó un coste directo de 29.000 millones de euros en Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido, y de 38,7 mil millones de euros en el conjunto de los países miembros.

En cuanto a los factores de riesgo, existen múltiples factores genéticos, ambientales y hormonales que interactúan entre sí favoreciendo la debilidad del hueso. Con respecto a estos últimos, el descenso brusco de los niveles de estrógenos asociado a la menopausia así como los cambios hormonales relacionados con el envejecimiento, juegan un papel primordial en la aparición de la enfermedad. La osteoporosis postmenopáusica es la más prevalente de todas las formas de enfermedad, señala el Dr. Neyro, ginecólogo experto en endocrinología reproductiva y del climaterio.

De este modo, los expertos avisan que la mayoría de las osteoporosis secundarias son causadas por enfermedades de origen endocrinológico o nutricional como, por ejemplo, diabetes, desnutrición, trastornos de la glándula tiroides o paratiroides o exceso de cortisol. «El tratamiento de la enfermedad, como el de otras enfermedades crónicas, necesita de una aproximación integral e individualizada. Se recomienda un aumento de la actividad física, el cese del hábito tabáquico, el aumento de la ingesta de calcio, y la adecuación de los niveles sanguíneos de la hormona D (vitamina D). Es particularmente importante la prevención de las caídas en población anciana», ha comentado.

Dicho esto, Rozas ha informado de que diferentes fármacos han demostrado su eficacia en la prevención de las fracturas por fragilidad, por lo que la evaluación de forma individual de la relación riesgo/beneficio y la participación del paciente en la toma de decisiones debe ser la norma en nuestra práctica clínica habitual para la selección del fármaco más apropiado.

«A pesar de que es una enfermedad prevenible y tratable, hoy en día, disponemos de herramientas terapéuticas muy eficaces en la prevención de las fracturas. No obstante, un elevado porcentaje de la población anciana que sufre una fractura no tiene diagnóstico previo de osteoporosis ni recibe tratamiento activo para prevenir una segunda fractura», ha zanjado. La seguridad demostrada de las terapias del metabolismo óseo impiden cualquier estrategia de «no tratar» basada en un supuesto ahorro de los costes farmacéuticos, señala el Dr. Neyro para finalizar. (léase en http://www.neyro.com/2015/07/15/la-seguridad-de-los-tratamientos-en-la-osteoporosis-debe-ser-maxima/)

La menopausia precoz puede afectar negativamente a la autoestima de la mujer

Hace ya un tiempo nos habíamos ocupado de la relación entre menopausia y calidad de vida que viene muchas veces condicionada por la autoestima; incluso escribimos un trabajo de reflexión sobre el tema que fue muy apreciado entre los lectores internacionales (véase en http://www.neyro.com/2013/10/18/repercusion-de-la-menopausia-en-la-calidad-de-vida/)

En este sentido, es conocido que la menopausia, aún apareciendo en los periodos de la vida de la muer que son cronológicamente normales (alrededor de los 48-52 años en un rango mayoritario) afecta seriamente la calidad de vida de las mujeres casi en un 70% de los casos, tal y como contamos en muchos de nuestros encuentros previos (ver enhttp://www.neyro.com/2011/11/20/la-menopausia-merma-la-calidad-de-vida-de-siete-de-cada-diez-mujeres-espanolas/)

La menoapusia precoz como se llamaba antes (el fallo ovárico prematuro.FOP, o como decimos más modernamente La Insuficiencia Ovárica prematura – IOP, señala nuestro experto el Dr. Neyro) afecta a entre un 1 y un 3% de las mujeres, y supone la retirada definitiva del flujo menstrual a una edad poco usual, por debajo de los 40 años. Algunos de sus síntomas se pueden confundir con la depresión o el estrés, como los cambios repentinos de humor, las dificultades para conciliar el sueño, el dolor de cabeza y la ansiedad, a los que se añaden los sofocos. Además, su aparición se puede acelerar por la influencia de otros factores, como el tabaquismo, las dietas extremas y la vida sedentaria (léase sobre el tema en http://www.neyro.com/2011/02/26/fumar-adelanta-en-4-o-5-anos-la-edad-de-aparicion-de-la-menopausia/).

La IOP puede afectar a la autoestima de la mujer y propiciar la aparición de pensamientos negativos, por lo que se recomendable solicitar la ayuda profesional, según ha explicado la psicóloga experta en fertilidad, Reyes López.

«Las mujeres interpretan la menstruación como signo de salud, juventud y bienestar. Cuando en la pubertad aparece la primera menstruación, es un momento especial y se le otorga un gran significado, porque es el paso de niña a mujer. Por eso, cuando la primera menstruación nunca llega o desaparece prematuramente, la autoimagen y autoestima se deteriora y aparecen sentimientos de inferioridad y pensamientos negativos», ha explicado López. «Existe un consenso social afirma el Dr. Neyro, para entender la menopausia como un final como un auténtico fracaso, eso era antes…, ahora es solo el paso hacia una vida de madurez que es perfectamente creativa, últil y sin la atadura de la fertilidad, entre otros aspectos positivos», señala nuestro responsable de contenidos de http://www.neyro.com

Ahora, López ha animado a las afectadas a acudir a un profesional y, si es posible, a expertos relacionados con la reproducción. La menopausia precoz elimina la posibilidad de ser madre, y hace que las mujeres que la padecen sientan que envejecen antes que las demás.

Esta patología se puede detectar a través de una ecografía, como las que se hacen en las revisiones anuales, pero no existe tratamiento para la IOP. En algunos casos, la enfermedad tiene un origen genético, por lo que es importante consultar el tema con el ginecólogo si existen casos en la familia de la madre o la abuela para tomar medidas que garanticen la futura maternidad…., antes de que pueda resultar demasiado tarde.

Cuando se detecta la IOP o FOP, el siguiente paso es realizar un estudio de la reserva ovárica (y, nos señala el ginecólogo José Luis Neyro, tenemos ya hace años muchas pruebas que nos permiten conocer la «edad endocrinológica» de una mujer que puede no coincidir con su edad cronológica, de calendarios) y analizar si hay posibilidades de ser madre en un futuro. Este proceso y otros relacionados se deben llevar a cabo en clínicas de reproducción asistida con suficiente experiencia clínica en estos temas; los marcadores están ahí hace años, destaca JL Neyro: solo debemos saber usarlos con buen criterio (verhttp://www.neyro.com/2014/06/04/nuevo-marcador-biologico-de-prediccion-de-la-fertilidad-femenina/).

Una de las opciones para preservar la posibilidad de ser madre es la vitrificación de los ovocitos a una edad en la que todavía conservan buena calidad, mediante la cual se congelan los óvulos de la mujer de manera indefinida para que, en el momento que quiera o pueda ser madre (por sus circunstancias personales, laborales o profesionales….), lo pueda hacer sin riesgo de haber agotado su reserva o de que los óvulos se encuentren en un estado que pueda poner en riesgo la salud del bebé.

Parejas del mismo sexo se enfrentan a más obstáculos para el tratamiento de su esterilidad.

Las parejas del mismo sexo se encuentran con más obstáculos para el tratamiento de la infertilidad que las parejas de distinto sexo, según sugiere un nuevo estudio que se presenta este domingo en la 110th American Sociological Association Annual Meeting (ASA), que se ha celebrado en Chicago, Estados Unidos. La infertilidad se ve generalmente como un tema relativo a mujeres de raza blanca, ricas y heterosexuales, de forma muy superficial y apriorística señala el experto en técnicas de reproducción asistida y pionero de todas ellas en España, José Luis Neyro..
«Por ejemplo, las parejas del mismo sexo a menudo se tienen que someter a evaluaciones psicológicas antes de ser tratadas por su infertilidad, un proceso que normalmente no se requiere para las parejas de distinto sexo», afirma la autora del estudio, Ann V. Bell, profesora asistente de Sociología en la University of Delaware, en Estados Unidos, quien destaca que el sistema médico de Estados Unidos ha sido estandarizado para trabajar con parejas heterosexuales.

El trabajo de Bell se centró en entrevistas con 95 personas, 41 mujeres heterosexuales de bajo nivel socioeconómico, 30 hombres heterosexuales y 24 mujeres con relaciones con el mismo sexo. «Estas personas están en los márgenes de nuestra comprensión de la infertilidad, ya que generalmente esta cuestión se ve como un tema relativo a mujeres de raza blanca, ricas y heterosexuales», afirma Bell.

El nuevo estudio se basa en su libro de 2014 ‘Concepto erróneo’, que se centró en 41 mujeres de bajo nivel socioeconómico, así como 17 mujeres de nivel socioeconómico alto, para analizar la clase social y la infertilidad. A través de las entrevistas para su libro con las 41 mujeres, Bell encontró que los médicos a menudo asumen que la infertilidad no era un problema para ellas.

Bell ha ampliado su investigación inicial más allá de la clase social incluyendo los efectos de la infertilidad en los hombres y las parejas del mismo sexo. La «medicalización» de la infertilidad –estudiar y tratarla como un trastorno médico — es un proceso que ha llevado cada vez más a diferencias y desigualdades, señala. «La mayor parte de la investigación se centra en las mujeres, a pesar de que muchos hombres se ven afectados por la infertilidad –resalta Bell–. Todavía se ve como un problema de la mujer».

Además, a pesar de los tratamientos médicos cada vez más sofisticadas para la infertilidad, como la fertilización in vitro, el alto costo de muchos tratamientos hace que sea difícil para las personas de la clase trabajadora adquirir el tratamiento o acceder a ellos mientras tienen un trabajo. Por ello, declara el Dr. Neyro, las ya no nuevas técnicas de fecundación in vitro han de estar abiertas a toda la comunidad a través de programas públicos de asistencia sanitaria en los que las esperas debieran ser razonables, en el peor de los casos; véase más información en http://www.neyro.com/2007/12/19/mas-de-dos-anos-de-espera-para-una-fecundacion-in-vitro-en-osakidetza/
«En general, los investigadores y el público se centran mucho en los aspectos negativos de la medicalización, pero los avances médicos que se han hecho son a menudo muy beneficioso», afirma Bell. «Lo importante es reconocer los tipos de desigualdades que esta medicalización está perpetuando, además de  otras nuevas que se está creando», concluye.
En este sentido, a veces, señala el responsable de contenidos de nuestro web, el ginecólogo Dr. José Luis Neyro, a vecs los avances en las legislaciones de diferentes lugares de Europa podrían incluso entorpecer el acceso de determinadas parejas a estas técnicas para tratar de ser padres; el asunto no es baladí según contamos en http://www.neyro.com/2013/06/09/podemos-crear-el-derecho-a-conocer-nuestro-verdadero-origen-biologico/

Determinación de la salud embrionaria en las primeras 30 horas desde la concepción

Los resultados de la reproducción asistida no dejan de mejorar en los últimos veinte años; cada año se realizan en Europa más de medio millón de fecundaciones in vitro (FIV), de las que finalmente se logran 100.000 nacimientos. En paralelo, también en España las cifras crecen y mejoran como expusimos hace poco en este mismo lugar en http://www.neyro.com/2014/07/24/eficacia-del-60-en-la-fecundacion-in-vitro-en-espana/
Las tasas de éxito de los tratamientos se sitúan en torno al 30-35 por ciento de nacimientos en todo el mundo. Estas (aparentemente) reducidas cifras se deben principalmente a que entre un 50 y un 80 por ciento de los embriones presentan anomalías genéticas; estos datos se intuían en la reproducción natural pero se han corroborado con la reproducción asistida, menciona el pionero de estas técnicas, el ginecólogo José Luis Neyro.
Ahora, en un nuevo avance, científicos de la empresa valenciana Igenomix y de las universidades de Stanford y Oregón (Estados Unidos) han descubierto que es posible saber si un embrión va a ser cromosómicamente normal en las 30 primeras horas tras la unión de los núcleos de un óvulo y un espermatozoide, treinta horas después de ocurrida la singamia nuclear, la fusión de los núcleos de ambas células.
El trabajo, publicado en Nature Communications, muestra que la expresión de 12 genes -que controlan los movimientos de los cromosomas- es capaz de predecir la normalidad cromosómica de un embrión con más de un 85 por ciento de confianza. Gracias a este avance, médicos y embriólogos podrán identificar más rápidamente qué embriones están sanos y son mejores candidatos para ser implantados. Además, este análisis temprano reduciría significativamente el tiempo de cultivo del embrión, ya que en la actual rutina clínica no son transferidos hasta el día 3 o 5 tras la fecundación.
El estudio se ha realizado a partir de 117 cigotos procedentes de parejas con una edad materna media de 33,7 años. Los investigadores analizaron la dotación cromosómica, la expresión génica y el vídeo time-lapse para obtener de manera simultánea una visión completa de la viabilidad y normalidad del embrión humano. La publicación original puede ser revisada en este pdf que adjuntamos http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4506544/pdf/ncomms8601.pdf
Según ha explicado  recientemente Carlos Simón, director científico de Igenomix y del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y coautor del estudio, «el cultivo de embriones se realizó en placas de Petri marcadas de forma alfanumérica para permitir el seguimiento del embrión durante el vídeo time-lapse. Posteriormente, se retiraron en diferentes momentos hasta aproximadamente la etapa de ocho células, teniendo en cuenta que el número de células varía dependiendo del tipo de división: de una a dos, de una a tres o de una a cuatro. Los embriones fueron disgregados/divididos en células individuales y la mitad de las células de cada embrión se analizó mediante aCGH, para determinar el estado de ploidía, y la otra mitad mediante RT-qPCR para estudiar la expresión génica». También se generaron vídeos time-lapse de cada embrión para «analizarlos con parámetros cinéticos».

A través de esta labor, se ha comprobado que «los niveles de expresión de únicamente 12 genes (BUB1, BUB3, CASP2, CDK7, CTNNB1, E2F1, GADD45A, ,GAPDH PTTG1, TP53, TSC2 y YBX2) son capaces de predecir si un embrión es cromosómicamente normal o anormal con más de un 85 por ciento de confianza», ha apuntado María Vera, de Igenomix e investigadora visitante en la Universidad de Stanford. Lo mostramos abajo en una de las imágenes originales del trabajo publicado en Nature Commnuications que muestra las diferencias entre los embriones con número correcto de cromosomas y los que no los van a tener así.

Además, otro de los principales resultados del estudio fue la detección de diferencias en la duración de la primera fase mitótica del embrión, que resulta crucial para un correcto reparto del ADN de manera equitativa. «Hemos encontrado que este ciclo celular es en promedio 24 minutos más largo en aquellos embriones que presentan anomalías cromosómicas», ha apuntado Simón. Podría interpretarse como que las divisiones embrionarias «costarían más» al embrión que es genéticamente defectuoso. Ello explicaría, señala el Dr. Neyro, las enormes diferencias entre el número total de embriones trasnferidos al útero de nuestras pacientes y el número de niños sanos nacidos a término, en última instancia. Nos queda mucho por aprender de la reproducción humana, señala el experto.
De forma prudente, no obstante, los autores del estudio reconocen que «aunque el poder del modelo predictivo ha sido determinado y probado con embriones de varias clínicas, puede ser necesario para poner a prueba nuestro modeloemplearlo en otras cohortes de embriones con el fin de extrapolar los resultados a otras muestras de pacientes y fundamentar aún más nuestros resultados».  Como casi siempre, la duda metódica seguirá haciendo avanzar cada día más el conocimiento científico, apostilla José Luis Neyro.

 

Pacientes de endometriosis como población de alto riesgo para enfermedades crónicas importantes.

Una gran desconocida (y una gran simuladora también), muy a pesar de que muchos vivamos con ella casi todas las semanas. No obstante tener una prevalencia estimada del 10% en mujeres, la etiología de la endometriosis sigue siendo todavía hoy desconocida. Comentamos de su prevalencia en una noticia previa en este mismo blog, en http://www.neyro.com/2015/04/09/la-endometriosis-afecta-a-mas-de-un-millon-de-mujeres-espanolas/
Además, se ha venido asociando a la endometriosis (sea en sus formas típicas o atípicas, activas o inactivas…..) con riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer, enfermedades autoinmunes, asma y atopia así como con enfermedad cardiovascular. Una reciente revisión resume la evidencia epidemiológica disponible sobre la asociación entre la endometriosis y otras enfermedades crónicas, y discute las hipótesis para los mecanismos subyacentes, las posibles fuentes de sesgo y las complejidades metodológicas. Está al alcance del lector en http://humupd.oxfordjournals.org/content/21/4/500.full.pdf+html

  

Tras una búsqueda sistemática, los autores (del Department of Medicine, Brigham & Women’s Hospital and Harvard Medical School, Boston, entre otros centros) identificaron 21 estudios previos sobre asociaciones entre endometriosis y cáncer ovárico, 14 para cáncer de mama, 8 para cáncer endometrial, 4 para cáncer cervical, 12 para melanoma cutáneo y 3 para linfoma no Hodgkin, 9 sobre la conexión con enfermedades autoinmunes, 6 con asma y atopia y 4 que relacionaban la endometriosis con enfermedades cardiovasculares.

Se encontró que las pacientes con endometriosis presentaban un riesgo más alto de cáncer de ovario y de mama, melanoma cutáneo, asma y algunas enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y atópicas, y riesgo más bajo de cáncer cervical. Esta relación no se asoció en el estudio con los tratamientos recibidos. Expusimos la variabilidad de los tratamientos posibles y deseables en una noticia previa en  http://www.neyro.com/2015/06/03/la-cirugia-ultimo-recurso-en-la-endometriosis/

 

En resumen, la evidencia indica que las pacientes con endometriosis presentan un riesgo incrementado de diversas enfermedades crónicas. Aunque los mecanismos subyacentes no se conocen completamente, los datos sugieren que la endometriosis no es inocua en relación a la salud de la mujer a largo plazo. Si se confirman estas asociaciones, estos hallazgos podrían tener importantes implicaciones para las prácticas de cribado y el manejo y cuidado de estas pacientes.

De hecho, las costumbres que algunos centros han venido haciendo en los últimos años de dar el alta a las pacientes afectas solo por estar (transitoriamente) asintomáticas parece ponerse en entredicho. Las teapias han evolucionado mucho y en el momento actual disponemos de diversos procedimientos que pueden cercenar en el alrgo plazo la evolución de esdta maldita enfermedad. (ver en http://www.neyro.com/2014/07/07/diu-liberador-de-levonorgestrel-para-la-recidiva-de-sintomas-en-mujeres-operadas-de-endometriosis/)