Los sofocos, síntoma fundamental de la peri-menopausia, son conocidos por las mujeres desde antiguo.

Alrededor del 80% de las mujeres al llegar a la época del climaterio, más allá de los 45 años, más o menos, presentan oleadas de calor en la cabeza, el cuello y la zona de la esclavina, en la parte superior del tronco; las que los han sufrido, los identifican bien porque alteran de manera muy importante la calidad de vida de las personas que los sufren.
Efectivamente no matan, pero mortifican en gran manera pues pueden llegar a impedir las tareas habituales de cada día, como el trabajo cotidiano, las labores de casa e incluso pueden alterar la práctica deportiva o condicionar la estancia en determinados lugares o la práctica de diversos deportes. No es infrecuente que incluso consigan modificar lo que hasta entonces era una agradable vida sexual de pareja…..
Algunas actividades los pueden desencadenar más fácilmente que otras como permanecer en espacios cerrado, el exceso de calefacción en invierno….y tratar de evitar situaciones de conflicto, de stress o de nerviosismo pueden ayudar a distanciarlos…; pero cuando se reproducen en número importante, cuando son quince o veinte cada día, cuando impiden dormir bien…, es el tiempo de acercarse a consultarlo con el ginecólogo.
El Dr. Neyro lo explica en su sección médica de prevención de La Vida es Bella en Canal Euskadi de TV.