Ya con anterioridad, fruto de otra investigación también comentada en este mismo blog (ver en
https://www.neyro.com/2016/05/25/los-ginecologos-prefieren-anticonceptivos-seguros-de-larga-duracion/) los ginecólogos se habían manifestado como proclives a la elección de los métodos anticonceptivos con mayor eficacia y con efectividad similar, que no dependan de la voluntad de comprarlos por parte de una usuaria (a veces sin la disponibilidad económica deseable) ni de su memoria (para no tener que «recordar» el método a diario, cada semana, en fin…)
Pues bien, ahora, justo en este momento y con esos antecedentes, nos llega un trabajo publicado en el mismo abril de 2020 bajo el título original «Coverage of immediate postpartum long-acting reversible contraception has improved birth intervals for at-risk populations», en una revista de elevado impacto como American Journal of Obstetrics & Gynecology (puede seguirse el original en
https://www.ajog.org/article/S0002-9378(19)32703-6/fulltext), que recoge este tema como su objetivo (abajo, la portada del número). Dicen los autores que la implementación pos-parto de la anticoncepción reversible de acción prolongada inmediata puede mejorar los resultados de salud para las poblaciones en riesgo de un embarazo posterior de corto intervalo.
Los autores provenían del Department of Obstetrics and Gynecology y del Center for Health Systems Effectiveness de la Oregon Health and Science University, Portland, OR, así como del Institute for Families in Society, University of South Carolina, Columbia, SC y examinaron la asociación de la anticoncepción reversible inmediata pos-parto y el intervalo entre embarazos de menos de 18 meses, que era lo que se trataba de reducir: el porcentaje de mujeres que «quedaban» embarazadas demasiado pronto tras un anterior parto. Es una circunstancia de indudable valor social y de salud pública en según qué comunidades, obviamente.
Para llevar adelante el estudio analizaron una muestra que incluyó 187.438 nacimientos de 145.973 mujeres (edad media, 25,0 años). La mayoría de las participantes (61,5%) eran multíparas y residían en áreas metropolitanas (79,5%). La probabilidad de recibir anticonceptivos de acción prolongada en el pos-parto aumentó después del cambio de política (odds ratio ajustada 1,39; IC 95% 1,34–1,43).
Las mujeres con atención prenatal inadecuada (ORa 1,50; IC 95% 1,31–1,71) y embarazos médicamente complejos tuvieron mayor probabilidad de recibir anticonceptivos inmediatos reversibles y de acción prolongada después del cambio de política (ORa 1,47; IC 95% 1,29–1,67) en comparación con mujeres con atención prenatal adecuada y embarazos normales. Reproducimos justo arriba el gráfico original del manuscrito comentado que muestra el porcentaje de mujeres que reciben un dispositivo LARC con el tiempo y cómo va aumentando con los cambios en la política de oferta de los mismos.
Las mujeres que residían en áreas rurales tuvieron menos probabilidades de recibir anticoncepción inmediata pos-parto (ORa 0,36; IC 95% 0,30-0,44) que las mujeres de áreas metropolitanas. La utilización de anticonceptivos inmediatos pos-parto de acción prolongada y reversibles se asoció con una disminución de la probabilidad de un intervalo corto hasta el embarazo siguiente (ORa 0,62; IC 95% 0,44-0,89), como muestra el histograma de frecuencias copiado del mismo trabajo justo abajo.
Por lo tanto, concluyen los autores, las mujeres en riesgo de un embarazo posterior y complicaciones (atención prenatal inadecuada y comorbilidades médicas) son más propensas a recibir anticonceptivos reversibles y de acción prolongada después del cambio de política. Son necesarios más esfuerzos para mejorar el acceso en las zonas rurales y hacer más igualitaria la oferta de anticoncepción que reciben las mujeres sea donde sea su lugar de residencia, añadimos nosotros.