Uno de los aspectos menos contemplados en las redes sociales y en los foros de divulgación sanitaria es todo lo concerniente a la salud mental de la mujer; parecería un tema algo vergonzante porque suena a vulnerabilidad, acaso a culpabilidad, cuando no a vergüenza por su propia existencia. Si añadimos a la ecuación el tema del embarazo el asunto se complica por las implicaciones de la posible teratogenia de algunos fármacos empleados en determinados trastornos y por la práctica imposibilidad de incluir en los ensayos clínicos de nuevos fármacos a las mujeres embarazadas de acuerdo al código de Nüremberg (está a disposición del lector en http://www.bioeticanet. info/documentos/Nuremberg.pdf) emitido por el Tribunal Internacional de Nüremberg, en 1947, tras la segunda guerra mundial.