Avanzando en el diagnóstico clínico no invasivo de la endometriosis

Por mucho que sea la enfermedad crónica ginecológica más invalidante de la mujer en edad reproductiva, parece claro que no le prestamos suficiente atención, dados los reportes que las propias mujeres afectadas nos proporcionan una y otra vez; de ello nos ocupamos hace un tiempo en este blog en https://www.neyro.com/2019/04/04/la-endometriosis-reclama-mayor-atencion/. Efectivamente, la endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y se diagnostica tradicionalmente mediante cirugía laparoscópica de forma definitiva.

Es un afección extraordinariamente prevalente hasta el extremo de que se calcula que afecta a unos 176 millones de mujeres en todo el mundo (ver en https://www.neyro.com/2016/03/14/la-endometriosis-afecta-a-176-millones-de-mujeres-en-el-mundo/); pero las dificultades para su diagnóstico provocan que se retrase la identificación y por lo tanto el tratamiento, lo que resulta en un dolor prolongado y progresión de la enfermedad, que es mucho más grave aún En este contexto, el desarrollo de una prueba diagnóstica no invasiva podría mejorar significativamente el manejo. Recientemente se evaluó la viabilidad de utilizar microARN séricos como biomarcadores de diagnóstico de endometriosis en mujeres con síntomas de enfermedad ginecológica.
Los resultados de esa evaluación se han publicado en un estudio que se tituló «Accurate diagnosis of endometriosis using serum microRNAs», que recientemente vió la luz en la prestigiosa American Journal of Obstetrics and Gynecologya (AJOG) (el original en https://www.ajog.org/article/S0002-9378(20)30321-5/fulltext) y que fue firmaddo por Sarah Moustafa y sus colaboradores del Department of Obstetrics, Gynecology, and Reproductive Sciences, Yale School of Medicine, New Haven, CT, en la costa este de los USA. En la imagen, la portada de la revista en cuestión en la que aparece el título del artículo que comentamos y cuya referencia es Am J Obstet Gynecol. 2020 Oct; 223(4): 557.e1-557.e11.
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Las autoras del trabajo (5 de 6 firmantes eran mujeres) diseñaron un estudio prospectivo con mujeres con indicación clínica de cirugía ginecológica en un centro médico académico (n=100). Las mujeres fueron seleccionadas en función de la presencia de síntomas y se realizó una laparoscopia para determinar la presencia o ausencia de endometriosis. El grupo de control se categorizó en función de la ausencia de enfermedad visual en el momento de la cirugía. Ello garantizaba de inicio que ambos grupos fueran homogéneos y por lo tanto, estadísticamente comparables.
Los microARN circulantes, miR-125b-5p, miR-150-5p, miR-342-3p, miR-451a, miR-3613-5p y let-7b, se midieron en suero mediante reacción cuantitativa en cadena de la polimerasa (una variante de las ahora famosas PCR), en tiempo real y de forma ciega. Se generó un algoritmo que combinaba los valores de expresión de estos microARN, construido mediante aprendizaje automático, para predecir la presencia o ausencia de endometriosis en los hallazgos operativos. Luego, este algoritmo se probó en un conjunto de datos independientes de 48 sujetos (24 endometriosis y 24 controles) para validar su rendimiento diagnóstico.

Aportando ya datos concretos del estudio, la edad media de las mujeres en la población de estudio fue de 34,1 y 36,9 años para los grupos de endometriosis y control, respectivamente. Las mujeres del grupo de control presentaron patologías variables, siendo el leiomioma la más frecuente (n=39). Las mujeres con endometriosis tuvieron niveles de expresión significativamente más altos de 4 microARN en suero: miR-125b-5p, miR-150-5p, miR-342-3p y miR-451a. Dos microARN séricos mostraron niveles significativamente más bajos en el grupo de endometriosis: miR-3613-5p y let-7b. Los microARN individuales tenían áreas bajo la curva que iban de 0,68 a 0,92. Un clasificador que combinó estos microARN arrojó un área bajo la curva de 0,94 cuando se validó en el conjunto independiente.

El análisis de los niveles de expresión de cada microARN según la estadificación revisada de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva reveló que todos los microARN podían distinguir el estadio I/II del control y el estadio III/IV del control (los estadios más leves contra los más severos de la enfermedad), pero que la diferencia entre el estadio I/II y el estadio III/IV no fue significativa. Ninguna fase del ciclo menstrual o el uso de medicación hormonal tuvo un impacto significativo en los niveles de expresión de los microARN utilizados en el algoritmo.La clasificación por estadíos y extensión locorregional de la enfermedad es la clásica de la American Society for Reproductive Medicine (ASRM) y que conocemos todos los ginecólogos; se muestra en la imagen resumida.

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Por lo tanto, podríamos concluir según estos datos que los biomarcadores de microARN pueden diferenciar de forma fiable entre la endometriosis y otras patologías ginecológicas con un área bajo la curva> 0,9 (la imagen de arriba está tomada del original del trabajo citado). Y es que el asunto tiene una importancia capital, toda vez que la capacidad de diagnosticar la endometriosis de forma no invasiva podría reducir el tiempo hasta el diagnóstico, el riesgo quirúrgico, los años de malestar, la  progresión de la enfermedad, las comorbilidades asociadas y los costes sanitarios.

Mientras no mejoremos estos aspectos, tendremos que seguir, como siempre en medicina y muy particularmente en salud de la mujer, individualizando las situaciones clínicas para hacer un traje a medida de cada mujer, de cada situación, de cara a optimizar nuestros resultados clínicos. Lo comentamos en su día en https://www.neyro.com/2016/04/18/afectacion-seria-de-la-calidad-de-vida-en-la-endometriosis-la-importancia-de-la-individualizacion-del-tratamiento/. Mientras esos tiempos llegan…, seguiremos informando…