Nuevas esperanzas de reducir el número de nacimientos prematuros con determinada dieta durante la gestación

Una nueva Revisión Cochrane publicada en diciembre de 2018 ha encontrado que aumentar la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 (AGPICL) durante el embarazo (seguramente a partir de la semana 12ª, una vez concluido el primer trimestre, según los datos iniciales) reduce el riesgo de nacimientos prematuros.

Muchos han sido los intentos durante la reciente historia de la obstetricia de reducir el número de nacimientos prematuros en todo el mundo que crecen sin cesar; nos ocupamos de algunos de esos intentos en https://www.neyro.com/2017/04/05/resulta-util-la-progesterona-natural-para-evitar-los-partos-prematuros/. Y es que el nacimiento prematuro es la principal causa de muerte entre los niños menores de 5 años en todo el mundo y representa cerca de un millón de muertes cada año. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de sufrir una variedad de afecciones a largo plazo que incluyen discapacidad visual, retraso en el desarrollo y dificultades de aprendizaje.

Nuevos métodos diagnósticos se abordan modernamente para determinar las gestaciones que son de alto riesgo para presentar prematuridad, como abordams en la noticia colgada en https://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/. De hecho, «sabemos que el nacimiento prematuro es un problema crítico de salud mundial, con una estimación de 15 millones de bebés que nacen demasiado pronto cada año», explica la profesora Philippa Middleton del Instituto de Investigación Médica y de Salud del Sur de Australia (del inglés, South Australian Health and MEdical Research Institute, SAHMRI ). «Si bien la mayoría de los embarazos dura entre 38 y 42 semanas, los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de las 37 semanas, y cuanto más temprano nace un bebé, mayor es el riesgo de muerte o mala salud».

En la actualidad, en nuestro medio, los nacimientos antes de las 37 semanas son ya aproximadamente un 7.5% del total y esa cifra se incrementa cada año de forma progresiva en la medida que avanza la edad materna, más y más mujeres trabajan dentro y fuera de la casa y más condiciones de enfermedad se permiten a las gestamntes de alto riesgo, conforme avanza la medicina, señala el experto JL Neyro. El asunto va mucho más allá del tabaco, pero también el tabaquismo materno ayuda a incre,mentar esa cifra, señala (ver en https://www.neyro.com/2013/03/17/el-tabaco-aumenta-el-riesgo-de-abortos-espontaneos-y-nacimientos-prematuros/).

La profesora Middleton y su equipo de investigadores han estado examinando minuciosamente las grasas omega-3 de cadena larga y su papel en la reducción del riesgo de nacimientos prematuros, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA) que se encuentran en pescados grasos y suplementos de aceite de pescado. Analizaron 70 ensayos aleatorios controlados y encontraron que, para las mujeres embarazadas, el aumento de la ingesta diaria de omega-3 de cadena larga:

• reduce el riesgo de tener un bebé prematuro (de menos de 37 semanas) en un 11% (de 134 por 1000 a 119 por 1000 nacimientos)

• reduce el riesgo de tener un bebé prematuro precoz (menos de 34 semanas) en un 42% (de 46 por 1000 a 27 por 1000 nacimientos)

• reduce el riesgo de tener un bebé pequeño (menos de 2500 g) en un 10%

«No hay una gran diversidad de opciones para prevenir el parto prematuro, por lo que estos nuevos hallazgos son muy importantes para las mujeres embarazadas, los bebés y los profesionales de la salud que los atienden», dice la profesora Middleton. «Aún no entendemos completamente las causas del parto prematuro, por lo que predecir y prevenir el parto prematuro siempre ha sido un desafío. Esta es una de las razones por las que la suplementación con omega-3 en el embarazo es de gran interés para los investigadores de todo el mundo «.

Sigue en entredicho si la prematuridad podría controlarse hormonalmente aumentando la tasa de progesterona intra-vaginal, por ejemplo, en embarazos con determinada longitud del cuello uetrino…., tal y como este mismo blog señaló en una noticia de hace ya algún tiempo y visible en el enlace a continuación https://www.neyro.com/2017/02/03/sirve-realmente-la-progesterona-vaginal-como-tratamiento-para-evitar-un-parto-prematuro/.

La revisión Cochrane que ahora comentamos se realizó por primera vez en 2006, y concluyó que no había pruebas suficientes para apoyar el uso habitual de los suplementos de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo. A lo largo de una década, esta revisión actualizada concluye que existe evidencia de alta calidad para poder afirmar que la suplementación con omega-3 es una estrategia efectiva para prevenir el parto prematuro.

«Muchas mujeres embarazadas en Reino Unido ya están tomando suplementos de omega-3 por elección personal y no como resultado de los consejos de profesionales de la salud», dice la profesora Middleton. «Sin embargo, vale la pena señalar que muchos suplementos actualmente en el mercado no contienen la dosis o el tipo óptimo de omega-3 para prevenir el parto prematuro. Nuestra revisión encontró que la dosis óptima era un suplemento diario que contenía entre 500 y 1000 miligramos (mg) de grasas omega-3 de cadena larga (que contenían al menos 500 mg de DHA) a partir de las 12 semanas de embarazo «.

Es esta una sociedad que cada vez tiene madres de más edad porque la maternidad se va retrasando cada día más y conocemos que los riesgos potenciales de las gestaciones más allá de los 40 años se incrementan notablemente en muchos ámbitos (ver en http://www.neyro.com/2016/03/23/los-riesgos-perinatales-aumentan-por-encima-de-los-40-anos/), destaca José Luis Neyro. Así, con los datos de este estudio, «en última instancia, esperamos que esta revisión sea una contribución real a la base de evidencia que necesitamos para reducir los nacimientos prematuros, que sigue siendo uno de los problemas de salud materno-infantil más apremiantes e intratables en todos el mundo».

Referencias:
Middleton P, Gomersall JC, Gould JF, Shepherd E, Olsen SF, Makrides M. Incorporación de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo. Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas 2018, Número 11. Art º. No .: CD003402. DOI: 10.1002/14651858.CD003402.pub3