Niveles altos de vitamina D no nos hacen daño

La deficiencia de vitamina D se asocia con un riesgo significativamente mayor de demencia y enfermedad de Alzheimer (EA) en las personas mayores, según un sólido estudio liderado por expertos de diversos países, tal y como recogimos hace ya un tiempo en este mismo web enhttp://www.neyro.com/2014/10/03/cuanto-mas-sabemos-de-la-vitamina-d-mejores-servicios-nos-presta/ Era uno de los últimos hallazgos relativos a su empleo y a las características de esta hormona D cuya existencia (e incluso su nombre equivocado ha contribuído a ello) y su importancia han pasado desapercibidas para el gran público y para muchos profesionales de la medicina.
Hoy sabemos además que tomar vitamina D incluso en el embarazo mejora el desarrollo óseo del feto y también se ha demostrado en un estudio prospectivo recientemente realizado en nuestro país. De ello dábamos cuenta en un suielto de nuestro web presente en el linkhttp://www.neyro.com/2013/12/22/la-mayoria-de-las-gestantes-llegan-al-embarazo-con-falta-de-vitamina-d/

Efectivamente, de esta manera, en los últimos años, se ha producido un importante aumento del uso de suplementos de vitamina D a casi todos los niveles; resulta capital su importancia en el hueso y en el metabolismo óseo y mineral (como demostramos en este otro suelto de un programa de radio en el que intervenía el Dr. Neyro, en Radio Euskadi y que puede seguirse en el link adjunto http://www.neyro.com/2010/11/08/la-vitamina-d-propiedades-y-ventajas-de-su-uso/).
Sin embargo, a pesar de esta auténtica revolución de comienzo alrededor de su empleo, los niveles tóxicos siguen siendo infrecuentes. Según un estudio publicado recientemente en “Mayo Clinic Proceedings”, ni siquiera los valores de vitamina D clasificados como altos causan daños.

Para la comprobación de este aserto, investigadores de Mayo Clinic en Rochester (Minnesota, Estados Unidos) utilizaron datos del Proyecto Epidemiológico de Rochester de los años comprendidos entre 2002 y 2011. De las 20.308 muestras de sangre analizadas, solo el ocho por ciento presentaban niveles de vitamina D superiores a 50 ng/ml, cifra considerada “alta”; ni siquiera el uno por ciento alcanzaba valores por encima de 100 ng/ml.

Los autores refieren que “ni siquiera quienes tenían valores de vitamina D superiores a 60 ng/ml presentaban un mayor riesgo de hipercalcemia, ni calcio elevado en suero, con niveles crecientes de vitamina D”, en frases del coautor Thomas D. Thacher.

Los niveles elevados de vitamina D se dieron principalmente en mujeres mayores de 65 años. No es un dato sorprendente, ya que este grupo de edad toma estos suplementos con especial frecuencia, declaró Thacher. Es la osteoporosis una enfermedad en la que resulta extremadamente necesario mantener unos adecuados niveles de vitamina D pues ninguno de los fármacos antirresortivos u osteoformadores en esta enfermedad ha demostrado conseguir nada sin la necesaria adición al tratamiento de la hormona D.

En general, sin embargo, el porcentaje de personas con niveles altos ha aumentado de manera significativa en los últimos años: mientras que en el 2002 se situaba en nueve por cada 100.000 personas, en el 2011 había ascendido hasta 233 por cada 100.000.

Solo se observó una verdadera sobredosis tóxica de vitamina D en una persona: el nivel de vitamina D había llegado a 364 ng/ml tras tomar 50.000 UI (unidades internacionales) de vitamina D todos los días durante tres meses. El límite superior recomendado para las personas con deficiencia de vitamina D es de 4.000 UI al día.

De ordinario, nos aclara el Dr. Neyro, un experto en osteoporosis (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23710562), las dosis administradas no suelen pasar de unas 10.000 UI de hormona D cada semana o incluso quincenal o mensualmente. Esta es la posología más standard, adaptando esas dosis a cada paciente de manera individual.