El doctor José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Ostetricia, explica en entrevista en el programa Senior 50 la importancia de la vitamina D durante este confinamiento, y cómo suplir su posible carencia ante la falta de exposición solar.
El doctor José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Ostetricia, explica en entrevista en el programa Senior 50 la importancia de la vitamina D durante este confinamiento, y cómo suplir su posible carencia ante la falta de exposición solar.
Para la comprobación de este aserto, investigadores de Mayo Clinic en Rochester (Minnesota, Estados Unidos) utilizaron datos del Proyecto Epidemiológico de Rochester de los años comprendidos entre 2002 y 2011. De las 20.308 muestras de sangre analizadas, solo el ocho por ciento presentaban niveles de vitamina D superiores a 50 ng/ml, cifra considerada “alta”; ni siquiera el uno por ciento alcanzaba valores por encima de 100 ng/ml.
Los autores refieren que “ni siquiera quienes tenían valores de vitamina D superiores a 60 ng/ml presentaban un mayor riesgo de hipercalcemia, ni calcio elevado en suero, con niveles crecientes de vitamina D”, en frases del coautor Thomas D. Thacher.
Los niveles elevados de vitamina D se dieron principalmente en mujeres mayores de 65 años. No es un dato sorprendente, ya que este grupo de edad toma estos suplementos con especial frecuencia, declaró Thacher. Es la osteoporosis una enfermedad en la que resulta extremadamente necesario mantener unos adecuados niveles de vitamina D pues ninguno de los fármacos antirresortivos u osteoformadores en esta enfermedad ha demostrado conseguir nada sin la necesaria adición al tratamiento de la hormona D.
En general, sin embargo, el porcentaje de personas con niveles altos ha aumentado de manera significativa en los últimos años: mientras que en el 2002 se situaba en nueve por cada 100.000 personas, en el 2011 había ascendido hasta 233 por cada 100.000.
Solo se observó una verdadera sobredosis tóxica de vitamina D en una persona: el nivel de vitamina D había llegado a 364 ng/ml tras tomar 50.000 UI (unidades internacionales) de vitamina D todos los días durante tres meses. El límite superior recomendado para las personas con deficiencia de vitamina D es de 4.000 UI al día.
De ordinario, nos aclara el Dr. Neyro, un experto en osteoporosis (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
El consumo moderado de los lácteos y sus derivados reduce un 18% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, según ha explicado un experto en la conferencia ‘Mitos y falsedades acerca del consumo de leche’, quien ha indicado que el consumo de las cantidades recomendadas de estos productos no afecta «negativamente» al colesterol sanguíneo a medio y largo plazo.
El catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, el Dr. Sergio Calsamiglia, que ha ofrecido esta conferencia organizada por el Colegio Oficial de Veterinarios de Vizcaya, junto con el Ayuntamiento de Bilbao y la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, ha señalado que la razón principal que justifica estos efectos es «el consumo de calcio de la leche, que es muy absorbible, y la presencia de péptidos bioactivos».
«Hay que tener en cuenta que la leche es el alimento que mayor cantidad de calcio absorbible o útil aporta. Además, la leche contiene vitamina D, que favorece su absorción», ha explicado Calsamiglia. Desde antiguo son conocidas las cada vez más importantes acciones beneficiosas de la vitamina D (http://www.neyro.com/2012/02/
En este sentido, el experto ha señalado que el calcio «tiene un efecto muy potente como reductor de la tensión arterial y de la digestión de la grasa», que le hace ser «más consistente cuando el calcio se consume en forma de leche comparado con la suplementación de calcio no-alimentario».
De este modo, el doctor ha señalado que no hay que exceder en la ingesta de lácteos para obtener beneficios para nuestra salud. «La leche y sus derivados, consumidos de forma regular y moderada –2-3 raciones diarias– suponen un aporte muy importante de calcio absorbible y de proteína de alta calidad en aminoácidos», ha dicho.
Aún así, ha subrayado que aunque es necesario tomarla, la leche y sus derivados sólo aportan «el 10%» de las «necesidades energéticas y, consumida con moderación, contribuye poco a la ingestión de calorías». De todos modos, ha destacado que las propiedades más destacadas de la leche son «su equilibrio nutricional, su contenido en caseína y su contenido en calcio».
La ingesta de leche puede reducir hasta un 40% el riesgo de padecer cáncer colorrectal en las personas que la toman respecto a las personas que no, según ha asegurado el Dr. Calsamiglia en base a 13 estudios epidemiológicos. El asunto además, está relacionado también con la presencia de vitamina D en este maravilloso alimento blanco, del que nos hemos ocupado en este web anteriormente; ver en http://www.neyro.com/2010/11/
Además, este médico ha señalado que el calcio es el factor presente en la leche que más protege contra el cáncer. «Tenemos evidencias claras que el calcio tiene una actividad quemoprotectora y ha demostrado su capacidad de reducir la proliferación celular epitelial del colon y la recurrencia de adenomas colorrectales», ha indicado.
El calcio es también uno de los elementos que ayuda a frenar la obesidad o el riesgo de padecer diabetes. «El calcio y la presencia de péptidos bioactivos con actividad saciante. El calcio reduce la digestibilidad de las grasas ingeridas, reduciendo el valor calórico de los alimentos grasos», ha añadido.
En cuanto a estos péptidos bioactivos, ha afirmado que «afectan al centro neuronal de la saciedad, de tal manera que el consumo de leche y productos lácteos reducen el apetito y contribuyen a reducir la ingestión de calorías».
El estudio, liderado por la Dra. Lorena Sabonet junto con el equipo de Obstetricia y Ginecología del centro, ha recibido el Premio a la Mejor Comunicación Oral Clínica en el XVIII Congreso de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral, han informado en un comunicado. El congreso citado lo celebramos (nos explica el delegado de la junta directiva de SEIOMM en el País Vasco, Dr. José Luis Neyro)en Tarragona, entre el 13 y el 15 de noviembre pasado.
La investigación se llevó a cabo en 98 mujeres gestantes que fueron divididas en dos grupos, uno de los cuales recibió un suplemento de vitamina D a partir de la semana 20 de gestación.
En la semana 28 de embarazo se pudo observar que los niveles de vitamina D en sangre en el grupo que había recibido el suplemento eran de 4 nanogramos por mililitro superiores a los de las mujeres que no lo habían recibido, con lo que sus niveles se acercaban significativamente al nivel óptimo de vitamina D durante el embarazo (30 nanogramos por mililitro).
Además, a través de ecografías 3D se pudo observar que el índice óseo femoral de los fetos que habían recibido la vitamina D era superior al de los fetos del grupo que no fue tratado con el suplemento.
Las conclusiones de la investigación premiada por SEIOMM, señala nuestro experto, podrían resultar esenciales en la prevención de numerosas enfermedades relacionadas con la carencia de vitamina D durante el embarazo, tales como la preeclampsia, la diabetes gestacional o la vaginosis bacteriana en la madre. Además, estudios recientes apuntan a que las mujeres embarazadas con déficit de vitamina D tienen un mayor riesgo de tener un parto por cesárea.
Nuevas noticias aportan cada día más y más peso a las funciones de la «desconocida» hormona D; tan desconocida como para que «equivocadamente, señala el Dr Neyro, la sigamos llamando todavía Vitamina D cuando sabemos que ni es una solo, sino varias complejas sustancias interconectadas, ni es una vitamina, sino una hormona de acciones diversas».
Para los especialistas de este centro universitario norteamericano, la investigación sobre cáncer de mama triple negativo ha dado «tres pasos hacia adelante» gracias a los hallazgos que han obtenido. Esto es así porque «se ha descubierto un mecanismo molecular que contribuye a la formación de este tumor y tres biomarcadores que pueden ayudar a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse del tratamiento», afirman.
De esta manera lo asegura la autora principal de este trabajo, la Dra. Susana Gonzalo, que explica que el cáncer de mama triple negativo «es resistente al tratamiento y a menudo mortal». Éste afecta en mayor medida «a las mujeres más jóvenes», indica.