Los productos lácteos dificultan la acumulación de grasas de reserva, evitando la obesidad

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Acerca de la leche y de la insistencia de los médicos en su ingesta a cualquier edad se han dicho muchas cosas bien diferentes; entre ellas, algunas barbaridades como que los humanos son los únicos mamíferos que seguimos tomando leche tras el destete…. Pero ¿alguien ha visto a un gato adulto o a un perro adulto despreciar un platito rellena de leche templadita, por ejemplo? El asunto seguramente pasa porque los humanos somos los únicos mamíferos que podemos seguir tomando leche tras nuestro propio destete dado que también somos los únicos que ordeñamos a hembras recién paridas a nuestro servicio como vacas, ovejas o cabras fundamentalmente….; ¿se imagina alguien a un león adulto que tratara de mamar y la reacción de la leona recién parida que aprecia que se está desplazando a los cachorros?
Que es necesaria para apartarnos el calcio que precisa nuestro esqueleto parece obvio y que es la forma más sencilla de adquirir todo ese calcio necesario, también. Evidentemente, cuando decimos leche nos referimos a lácteos en general. Es un hecho que existen otros alimentos a nuestro alcance que contienen calcio (como las sardinas en aceite, el salmón y otros pescados azules, el brócoli y las verduras de hoja verde como acelgas, espinacas, canónigos, grelos, la rúcula y demás, las naranjas, los frutos secos….), pero en cantidades netamente inferiores a las contenidas en los lácteos para los mismos pesos; de aquí la eficacia de los lácteos.
Hace ya un tiempo abordamos el asunto de la ingesta de leche entre adultos en este mismo web en http://www.neyro.com/2014/02/20/mitos-y-realidades-sobre-la-ingesta-de-leche-de-vaca/; en relación con ello, de forma reiterada nos hemos venido ocupando de las innumerables ventajas que para nuestra salud presenta tener unos adecuados niveles de vitamina D, responsable precisamente de la absorción intestinal de todo ese calcio ingerido (véase en el linkhttp://www.neyro.com/2012/02/02/lo-que-usted-debe-saber-sobre-la-vitamina-d/)
Ahora, tras toda esta polémica, nuevos estudios abundan en las ventajas indudables de la ingesta de leche entre los adultos y los niños (excluyendo siempre, lógicamente., a los intolerantes a la lactosa y a los alérgicos a las proteínas de la leche de vaca….), incluyendo la prevención de un problema terrible de nuestra sociedad cual es la obesidad. Y es que la leche y los lácteos en general dificultan la acumulación de grasas de reserva, evitando de esta manera la obesidad
Ayudan a aumentar la sensación de saciedad.

El calcio que contienen la leche y los productos lácteos dificulta la acumulación de grasas de reserva en el organismo, algo que ayuda a conseguir un peso corporal saludable a individuos de todas las edades y puede ser un importante aliado contra los problemas de sobrepeso y obesidad, según la profesora de investigación del CSIC Manuela Juárez.

En este sentido, concreta la experta, la disminución de calcio dentro de las células puede estimular la lipólisis (proceso de quema grasas) e inhibir la lipogénesis (generación de reservas de grasa), «dificultando así la acumulación de grasas».

Además, está comprobado que una elevada ingesta de calcio «disminuye las concentraciones de la hormona paratiroidea en el organismo». Esta hormona es responsable, junto con la vitamina D activa, de la tarea de reducir la entrada de calcio al interior de las células, explica la especialista.

Por otro lado, indica que un alto consumo de proteínas lácteas «reduce la ingesta de alimentos por generar, en el organismo, un aumento de la saciedad». Las dietas con alto contenido en calcio «han evidenciado una mayor excreción de grasa», señala esta experta. En anteriores ocasiones, en nuestro propio blog, amigo lácteos habíamos señalado que el calcio es también uno de los elementos que ayuda a frenar la obesidad o el riesgo de padecer diabetes. “El calcio y la presencia de péptidos bioactivos con actividad saciante. El calcio reduce la digestibilidad de las grasas ingeridas, reduciendo el valor calórico de los alimentos grasos”, señalábamos entonces y se reitera de nuevo ahora.

Finalmente, la experta ha resaltado que los niños que consumen una mayor cantidad de calcio presentan un menor índice de masa corporal (IMC), lo que «podría disminuir su riesgo de obesidad en la adolescencia y en la etapa adulta». «Tres porciones de productos lácteos al día, como parte de una dieta equilibrada, pueden ayudar a conseguir un peso corporal saludable en la infancia y en la adolescencia», recalca.

Por cierto, evitar la obesidad no hará más que traernos beneficios a nuestra salud en el corto, medio y, sobre todo, en el largo plazo (ver si no se está de acuerdo esta noticia en nuestro blog http://www.neyro.com/2014/12/09/casi-500-000-nuevos-casos-de-cancer-al-ano-relacionados-a-la-obesidad/)