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Consumo de tabaco interfiere en el tratamiento del cáncer de mama más frecuente

Ya sabíamos que el tabaco es malo; produce un incremento muy notable del riesgo de muertes por cáncer (como habíamos puesto de manifiesto anteriormente en http://www.neyro.com/2015/02/13/una-de-cada-cinco-muertes-por-cancer-esta-relacionada-con-el-tabaco/), especialmente en la mujer en los últimos años (como pusimos de manifiesto en http://www.neyro.com/2013/11/28/la-incorporacion-de-la-mujer-al-habito-tabaquico-ha-incrementado-la-mortalidad-por-cancer-de-pulmon-un-50-en-los-ultimos-anos/) y de enfermedad cardiovascular en general.
También somos conocedores de que el tabaco en las mujeres tiene, por ejemplo, implicaciones directas sobre su fertilidad y su historia reproductiva (ya lo anotamos en http://www.neyro.com/2013/03/17/el-tabaco-aumenta-el-riesgo-de-abortos-espontaneos-y-nacimientos-prematuros/) Ahora sabemos por otro lado, que las mujeres fumadoras tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir una recaída incluso de su cáncer de mama en comparación con las no fumadoras.

 Así, investigadores de la Lunds Universitet (Suecia) han observado que el tratamiento del cáncer de mama con inhibidores de la aromatasa no funciona tan bien cuando las pacientes son fumadoras, según datos de un estudio publicado en la revista «British Journal of Cancer», disponible en http://www.nature.com/bjc/journal/vaop/ncurrent/full/bjc2016174a.html

En concreto, Persson y sus colegas han visto que las mujeres que consumen tabaco durante el tratamiento hormonal final tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir una recaída en comparación con las no fumadoras, al tiempo que también tienen un mayor riesgo de muerte, por el propio tumor o por cualquier otra enfermedad.

En el estudio participaron un total de nada menos que 1.016 mujeres del sur de Suecia que fueron diagnosticadas de cáncer de mama entre los años 2002 y 2012. Antes de ser operadas se les preguntó si eran fumadoras y una de cada cinco decían serlo, bien de forma habitual o como «fumadoras sociales», y en ellas se evaluó si este consumo podía tener algún impacto en la eficacia del tratamiento utilizado tras la cirugía. Recuérdese lo ya conocido acerca de esta relación tabaco-cáncer de mama (léase en http://www.neyro.com/2014/03/05/nueva-evidencia-de-que-el-tabaquismo-aumenta-el-riesgo-de-cancer-de-mama/).

De este modo, en el artículo que ahora comentamos se vio que las más perjudicadas por el tabaquismo eran las pacientes de más 50 años tratadas con inhibidores de la aromatasa (IA), un tipo de tratamiento que impide que el cuerpo reciba acción alguna de sus propios estrógenos en el tejido adiposo y, con ello, reduce el riesgo de recurrencia en las pacientes con un tumor con receptores de estrógeno (RE) positivos.

En este grupo de mujeres con cáncer de mama, mayores de 50 años, con RE (+), fumadoras y en tratamiento con IA, fumar se relacionó con mayor riesgo de eventos de cáncer de mama (adjHR: 2.97; 95% CI: 1.44–6.13), aparición de metástasis a distancia(adjHR: 4.19; 95% CI: 1.81–9.72), y muerte (adjHR: 3.52; 95% CI: 1.59–7.81). El incremento del riesgo de metástasis para estas mujeres fue del 319% y el de muerte era por lo tanto de un 252% más que en las no fumadoras¡¡¡¡

El tratamiento con inhibidores de la aromatasa funcionó significativamente mejor en las pacientes no fumadoras y, en cambio, se vieron pocas o ninguna diferencia entre fumadoras y no fumadoras en las pacientes tratadas con tamoxifeno (que en los últimos años está siendo sustituido cada vez más por los IA en función de las evidencias constatadas de muchos años), radioterapia o quimioterapia.

«Se necesitan más estudios, pero nuestros hallazgos son importantes ya que muchos pacientes con cáncer de mama reciben este tipo de tratamiento», ha reconocido Helena Jernström, una de las autoras firmantes del estudio. Hoy sabemos que a veces, ni el diagnóstico de cáncer es suficiente estímulo para abandonar el tabaquismo y ello induce a pensar la cantidad de trabajo que todavía tenemos por delante en relación con el tabaquismo (véase enhttp://www.neyro.com/2014/09/07/uno-de-cada-diez-enfermos-de-cancer-continua-fumando-incluso-anos-tras-su-diagnostico/).

El hallazgo que sorprendió a los investigadores en esta oportunidad fue precisamente la baja tasa de abandono del tabaquismo durante el tratamiento pese a haber sido informadas de la importancia de hacerlo, ya que de las 206 fumadoras (el 21% de las incluidas en el estudio) sólo el 10% dejó de fumar un año después de ser operadas. De hecho, reconocen que es una tasa muy baja como para evaluar si este abandono puede tener algún efecto.

Se compara el esfuerzo de la mujer en el parto con el de correr una maratón.

El ejercicio es bueno a cualquier edad y en cualquier condición; ni es nuevo ni original y ya lo habíamos comentado (ver enhttp://www.neyro.com/2012/06/25/evidencias-cientificas-demuestran-que-el-ejercicio-fisico-es-saludable-en-cualquier-edad/) Además sabíamos de los innumerables beneficios de practicar ejercicio durante el embarazo previniendo la diabetes (http://www.neyro.com/2015/11/02/el-ejercicio-aerobico-durante-el-embarazo-puede-ayudar-a-prevenir-la-diabetes-gestacional/), o mejorando la salud del recién nacido, incluso ( http://www.neyro.com/2013/11/05/el-ejercicio-fisico-regular-durante-el-embarazo-mejora-la-salud-del-recien-nacido/)
Ahora sabemos que mezclar ejercicio cardiovascular con ejercicios de fuerza y flexibilidad reduce los riesgos del parto; aporta siempre flexibilidad, elasticidad y capacidad de aguantar el esfuerzo, sin olvidar el terrible esfuerzo que condiciona el parto para la gestante.
  

Las mujeres embarazadas deben estar en buena forma física para afrontar el esfuerzo muscular que se realiza en el momento del parto ya que, como ha reconocido la matrona Natalia Costas, es similar al que conlleva correr una maratón. «Por eso nos encontramos en muchas ocasiones con mujeres al límite de su resistencia física durante el parto», ha destacado en el marco de unas charlas dentro del programa de orientación para un mejor seguimiento del embarazo de su centro.

Se ha recordado que cuando una mujer está embarazada es fundamental realizar una progresión adecuada del ejercicio, adaptándolo al momento de gestación o recuperación durante el postparto. Intraparto, desde hace muchos años, para situaciones de partos alargados en los que recuperar el esfuerzo es fundamental para poder seguir los ginecólogos disponemos (señala nuestro experto José Luis Neyro) de las llamadas «soluciones repolarizantes» compendio de solutos de alta energía, diversas vitaminas y sueros con alto contenido en glucosa que permiten afrontar las últimas horas de ese parto alargado.

El ejercicio y la forma física son básicos sobre todo porque tener una buena forma física favorece la salida del bebé y acorta el tiempo de parto, tanto en dilatación como en expulsivo, el bebé nace en mejor estado de salud y equilibrio psíquico y se da una menor percepción de esfuerzo durante el parto, tanto para la madre como para el bebé.

Por si fuera poco, ya lo señalamos arriba, el ejercicio físico también disminuye estadísticamente los partos prematuros y postérmino, (de acuerdo con una dieta adecuada como mostramos en http://www.neyro.com/2014/03/14/una-dieta-equilibrada-en-el-embarazo-podria-reducir-el-riesgo-de-parto-prematuro/) y la madre gana menos peso graso y se recupera mejor tras el embarazo y el parto.

Del mismo modo, existen otra serie de beneficios asociados tales como que se produce una menor diástasis abdominal, reduce el malestar relacionado con el embarazo (como los dolores de espalda), incrementa la autoestima y reduce la depresión postparto, el estrés y la ansiedad, incrementa los niveles de energía, reduce como decíamos al comienzo, la diabetes gestacional y la hipertensión arterial y aumenta la capacidad cardiovascular y aeróbica de la madre, así como la tolerancia muscular al esfuerzo.

Respecto al tipo de ejercicio a realizar, es importante mezclar ejercicio cardiovascular con ejercicios de fuerza y flexibilidad, ya que se ha demostrado que reducen sensiblemente los riesgos del parto. Además, los expertos recomiendan planificar esta preparación, empezando con un ejercicio cardiovascular de 20 minutos e ir aumentando gradualmente hasta 45 o 60 minutos por día, comenzando por dos días a la semana y terminando en cinco.

En resumen, como siempre, «Entre hacer y no hacer ejercicio, siempre hacer; una mujer embarazada no entrenada debe entrenar y una mujer embarazada entrenada no debe dejar de hacerlo», ha sentenciado Cortés. Cualquier ejercicio es bueno y mejor que ninguno; si además podemos programarlo y adaptarlo a cada caso y a cada mujer, miel sobre hojuelas, apostilla el ginecólogo JL Neyro.

Nuevo blanco potencial en cáncer de ovario seroso identificado por los anatomo-patólogos

Ni es el más frecuente entre las mujeres (le sobrepasa con mucho el de mama, el de cérvix, incluso el de pulmón y el de colon….) ni es el que ocupa más portadas (ahí el campeón es el de mama sin duda….; ver en http://www.neyro.com/?s=c%C3%A1ncer+de+mama), pero el cáncer de ovario tiene el honor (?) de ser el que se diagnostica más tarde de todos los del área genital femenina y probablemente es el que mata más mujeres de entre las afectas por esta patología tan de nuestros días como es el cáncer
Por ello las investigaciones se suceden cada día con nuevos hallazgos como ya contamos hace unas pocas semanas en este mismo lugar en ttp://www.neyro.com/2014/09/05/nuevos-avances-logrados-en-la-investigacion-del-cancer-de-ovario/. Ahora, unos investigadores del Centro de Cáncer Moffitt descubrieron que las pacientes con cáncer de ovario seroso y sobreexpresión de la proteína HER4) Factor de crecimiento epidérmico humano4) tienen menos probabilidad de responder a la quimioterapia y presentan una tasa menor de supervivencia.
Esto es lo que demostró un estudio de Carolina Strosberg, M.D., que se presentó en la Conferencia Anual de la Academia de Patología de Estados Unidos y Canadá (United States and Canadian Academy of Pathology – USCAP) en Seattle, Washington y que puede encontrarse en su web en el enlace http://www.uscap.org/meetings/detail/2016-annual-meeting .
El cáncer de ovario representa aproximadamente solo el 3% de los cánceres entre mujeres, pero causa más muertes que cualquier otro cáncer del sistema reproductor femenino, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer. El problema, señala Jose Luis Neyro, es que los ovarios son pequeños, apenas 3 – 4 cms de largo y aún más pequeños tras unos años desde la menopausia y en la pelvis su crecimiento no da síntoma alguno hasta que la tumoración está muy desarrollada; de ahí la importancia de encontrar algún método o combinación de ellos que favorezca el diagnóstico precoz o al menos en estadios iniciales. De ello nos ocupamos en este web en la noticia publicada hace unas semanas y que puede leerse en http://www.neyro.com/2015/12/31/nueva-esperanza-de-que-el-cribado-de-cancer-de-ovario-pudiera-reducir-un-20-la-mortalidad/.

El estudio que ahora se comenta, recordó cómo el receptor del factor de crecimiento epidérmico humano (HER, por sus siglas en inglés) está muy implicado en el comienzo de la formación del cáncer. Aunque el impacto pronóstico de HER1 y HER2 se caracterizó en muchos cánceres, existen pocos datos sobre la función e impacto de HER4 en el cáncer de ovario.

Los patólogos de Moffitt examinaron los niveles de expresión de HER4 en 100 muestras de cáncer de ovario seroso. Encontraron que las muestras que contenían expresión HER4 se asociaron con resistencia a la quimioterapia y supervivencia reducida. Esto significa que HER4 puede ser un marcador pronóstico y potencialmente predictivo del cáncer de ovario seroso, pero se requieren más estudios. Además, HER4 podría potencialmente convertirse en un blanco terapéutico.

Las madres con diabetes gestacional tienen bebés más obesos

Hace mucho tiempo que este blog viene desplegando una atención especial a la obesidad y sus riesgos asociados, sean en el embarazo o fuera de él. Baste leer en http://www.neyro.com/2014/11/10/la-obesidad-en-el-embarazo-incrementa-el-riesgo-de-anomalias-de-rinon-y-de-las-vias-urinarias/ donde estuidábamos la relación entre el sobrepeso y el riesgo de malformaciones fetales.
Un tiempo después, supimos que bajar de peso antes del embarazo, cuando sobraban los kilos, reducía inlcyuso el riesgo de muerte prematura de los bebés, tal y como contamos en http://www.neyro.com/2016/02/24/bajar-de-peso-antes-de-la-gestacion-reduce-el-riesgo-de-muerte-del-lactante/
Ahora, rizando el rizo, hemos conocido que las madres con diabetes gestacional tienen bebés que son más obesos a los 2 meses; es una afección que afecta de manera creciente a nuestras gestantes que ya la manifiestan hasta en el 10% de todas ellas (léase en http://www.neyro.com/2014/07/03/la-diabetes-gestacional-afecta-a-una-de-cada-10-mujeres-embarazadas/)
En el estudio que ahora comentamos más o menos a los 11 días de edad (tras el parto), el grupo con diabetes gestacional y el grupo de control tuvo un volumen de tejido adiposo total similar (p = 0,55). No obstante, hacia las 10 semanas los lactantes nacidos de madres con diabetes gestacional tuvieron volúmenes de tejido adiposo total significativamente más altos que los lactantes del grupo de control (p = 0,01).

Incluso después del ajuste con respecto a la talla del lactante, el grupo con diabetes gestacional todavía mostró un volumen de tejido adiposo total significativamente mayor a las 10 semanas que el grupo de control (16,0%; p = 0,002). Sin embargo, en ninguno de los lapsos de seguimiento hubo diferencias intergrupales significativas en la distribución del tejido adiposo y el contenido de tejido adiposo en el hígado.

Si bien la aparición de obesidad en la infancia puede deberse a factores ambientales que favorecen el aumento de peso, el estudio parece indicar que algún otro factor podría entrar en juego, ya que las diferencias en la adiposidad ocurrieron en una etapa muy temprana de la lactancia. El estudio ha sido publicado recientemente y puede seguirse el original en http://care.diabetesjournals.org/content/early/2016/04/20/dc16-0030

¿Tiene la diabetes gestacional efectos independientes sobre la masa adiposa?

Los resultados permanecieron más o menos iguales después del ajuste con respecto al género del lactante y al índice de masa corporal (IMC) de la madre antes de la gestación. Esto parece indicar que la diabetes gestacional podría tener un efecto independiente sobre la masa adiposa del lactante, según los autores, capitaneados por Karen Logan .

Está clara la influencia de la dieta, señala el obstetra José Luis Neyro y la Dra. Logan planteó la hipótesis de que posibles mecanismos que podrían explicar estos resultados son la «programación» en el útero, los cambios en el contenido de la leche materna y las diferencias en el apetito del lactante.

De manera textual, en la presentación de este trabajo (publicado en Diabetes Care, nos recuerda nuestro ginecólogo José Luis Neyro), la primera firmante señalaba:  «ahora es importante establecer los posibles efectos del aumento de la adiposidad sobre la salud futura de estos lactantes y si el tratamiento para reducir la adiposidad mejorará la salud metabólica a largo plazo en la descendencia de madres con diabetes gestacional».

Los investigadores de este estudio no tienen planes formales para efectuar más seguimiento a este grupo de lactantes. Sin embargo, los investigadores del estudio HAPO tienen planeado el seguimiento de los niños hasta los 10 años de edad para evaluar los efectos subsiguientes de la diabetes gestacional y la adiposidad del lactante sobre la obesidad y la salud metabólica, de acuerdo con la Dra. Logan.

Seguramente, destaca para finalizar JL Neyro, los hábitos ligados al aumento del ejercicio tendrán mucho que decir en las siguientes décadas toda vez demostrada su influencia positiva en la reducción significativa del riesgo de inicio de la diabetes gestacional en las gestantes habituadas al ejercicio físico (como contamos previamente en http://www.neyro.com/2015/11/02/el-ejercicio-aerobico-durante-el-embarazo-puede-ayudar-a-prevenir-la-diabetes-gestacional/).

¿Podrían las alteraciones reproductivas masculinas tener su origen en determinada microbioma?

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Uno de los caballos de batalla de la reproducción humana en el final del pasado siglo y primera década de este, es sin duda la investigación de la esterilidad masculina; se han dado pasos enormes (ver en http://www.neyro.com/2015/04/07/las-alteraciones-seminales-son-cada-vez-mas-frecuentes/), pero aún distamos mucho de tener la solución a muchos casos de alteraciones seminales.
 
Incluso hay un cierto debate social sobre el posible escaso favor que las modernas técnicas de reproducción asistida le han hecho en estos años al semen pues mejorando sus condiciones en el laboratorio, ya no es necesario mejorar (ni apenas investigar más sobre) la fertilidad del propio varón….(tal y como lo contamos en http://www.neyro.com/2015/04/27/el-semen-necesita-preparaciones-especiales-para-la-reproduccion-asistida/)
 
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Ahora, se abren nuevos campos toda vez que la investigación demuestra que las bacterias pueden ser beneficiosas para los procesos del organismo tal como la digestión; ya era conocido, pero sin embargo, algunas bacterias alojadas en el cuerpo humano pueden causar enfermedades. Estas comunidades especializadas de bacterias en el cuerpo se conocen como microbiomas.
 
Recientemente, investigadores de la Universidad de Missouri (UM) descubrieron un microbioma en el tracto reproductivo de ratones machos que portan bacterias dañinas que pueden afectar negativamente la función reproductiva y la salud de los machos. Las bacterias encontradas en este microbioma especializado puede transmitirse del padre a las crías, donde pueden programar un posterior riesgo de enfermedad, tal como la obesidad. En los padres, algunas bacterias pueden iniciar enfermedades como prostatitis, que posteriormente pueden resultar en cáncer de próstata.
 
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Ya conocíamos que muchas alteraciones patológicas del padre se transmiten, vía seminal, a la descendencia (como relatamos en http://www.neyro.com/2016/02/11/se-hereda-la-obesidad-por-linea-paterna-el-semen-lleva-informacion-sobre-el-peso-del-padre/) y un nuevo hallazgo se suma ahora a ese conocimiento.

“Los microbiomas están influenciados por muchos factores, tal como temperatura, pH o acidez del medio ambiente y si existe una fuente de alimento para promover el crecimiento bacteriano”, dijo Cheryl Rosenfeld, profesora adjunta de ciencias biomédicas en la Escuela de Medicina Veterinaria de MU e investigadora en el Centro de Ciencias Vitales Bond. El artículño original puede descargarse en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26971397

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“El tracto reproductivo masculino incluye un nicho particular en el cual prosperan las bacterias, cuales son las vesículas seminales. Estas glándulas tubulares producen líquido seminal y se localizan en un ambiente de temperatura controlada y rico en carbohidratos necesarios para la alimentación de las bacterias. Nuestro equipo se dispuso a aislar este potencial microbioma y analizar si podría contener bacterias peligrosas”.

Rosenfeld y su equipo, recolectaron y aislaron líquido y vesículas seminales de ratones machos. Luego los investigadores secuenciaron el ADN de las bacterias localizadas en los órganos y fluido reproductivo. Estos efectos negativos pueden deberse a que el fluido seminal es ligeramente básico (pH de entre 7.8 y 8.2, relata el Dr. Neyro) y enriquecido con hidratos de carbono; por lo tanto, apto la creación de un hábitat ideal para los microbios o un potencial microbioma líquido seminal (SFM de sus iniciales en inglés). 

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El equipo contrató las Instalaciones Principales de Investigación Informática (Informatics Research Core Facility – ICRF) de la UM, un grupo especializado en biología computacional biológica, como ayuda para analizar los datos. Establecido en el año 2009 por el Fondo de Ciencias Vitales de Missouri, el ICRF suministra una herramienta fundamental para los investigadores en ciencias vitales de Missouri, analizando la abrumadora cantidad de datos que se producen en los grandes proyectos de investigación. En el estudio de Rosenfeld, Scott Givan, director adjunto del ICRF y William Spollen, analista programador experto, emplearon programas de computación especializados que ayudaron a estrechar e identificar a los microorganismos.

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“Los datos mostraron que la composición bacteriana que se encontró en el tracto reproductivo de los machos, contenía bacterias potencialmente peligrosas que podían transmitirse a la pareja reproductiva hembra y a las crías”, dijo Rosenfeld. “Las bacterias también podrían ser el agente causal de prostatitis crónica, un posible precursor de cáncer de próstata en los machos, dejando ya al margen su fertilidad. Además, mayor investigación demostró que esta comunidad bacteriana contenía bacterias que pueden causar obesidad en ratas. La comprensión de la forma en que estos factores genéticos y ambientales afectan este microbioma particular podría ayudar a la comprensión de la forma en que posiblemente se desarrollan y transmiten afecciones y enfermedades de los padres a sus crías”.

Una proteína de la implantación podría mejorar los tratamientos de los abortos de repetición

No solo eso, se afirma que sin esta proteína, al parecer, nuestra especie no habría evolucionado o al menos lo había realizado de manera distinta. Y es que unos científicos de la University of Sheffield, en Reino Unido, han identificado ahora una proteína que participa en el desarrollo de la placenta humana y que también puede ayudar en la implantación de embriones en el endometrio, lo que podría mejorar los tratamientos para abortos involuntarios recurrentes y la preeclampsia……, todo ello consecuencia de alteraciones (muchas de ellas aún desconocidas….) en la neo-angiogénesis de la implantación embrionaria, señala el experto Dr. José Luis Neyro.
El estudio, publicado en «Human Reproduction» y que puede leerse en el enlace http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27173892, demuestra que una proteína llamada sincitina-1, que fue el resultado de una infección viral de nuestros ancestros primates hace 25 millones de años, es primero secretada en la superficie de un embrión en desarrollo, incluso antes de que se implante en el útero. Esto significa que es probable que desempeñe un papel importante en ayudar a los embriones a adherirse al útero, así como en la posterior formación de la placenta.
Todavía conocemos poco sobre los mecanismos que suceden una vez que hemos depositado los embriones en la cavidad uterina; solemos comentar a las pacientes de reproducción asistida que «nosotros transferimos los embriones, pero son ellos los que se implantan», afirma José Luis Neyro. Y es que esta información fundamental de las primeras etapas del desarrollo del embrión humano es crucial para mejorar los tratamientos actuales para una variedad de complicaciones estresantes durante el embarazo, como abortos involuntarios recurrentes, retraso del crecimiento fetal intrauterino y preeclampsia, un trastorno de presión arterial elevada de la madre durante el embarazo.
Todos ellos son consecuencia de defectos en la implantación embrionaria (que tratamos de impedir mejorando las condiciones previas de la neo-angiogénesis en los meses previos a la concepción), señala el ginecólogo JL Neyro. Cuando la implantación sucede, al contrario, por exceso, suceden los acretismos placentarios que también pueden complicar mucho la gestación.

Ahora, el Prof. Harry Moore, codirector de Centro de Biología de Células Madre de la University of Sheffield y uno de los autores del estudio, señala: «Abortos involuntarios recurrentes, síndrome de restricción del crecimiento fetal y pre-eclampsia son complicaciones importantes y muy estresantes del embarazo. Con el tiempo, podemos ser capaces de desarrollar análisis de sangre en base a nuestros resultados para identificar los embarazos que podrían estar en riesgo y también desarrollar terapias apropiadas».

«Hay mucho en las noticias sobre la infección por el virus zika en el momento y sus efectos devastadores en el desarrollo fetal, pero no todas las infecciones virales son necesariamente tan desastrosos, destaca el Dr. Moore (de todo ello nos hemos venido ocupando en este web recientemente; ver en http://www.neyro.com/2016/04/29/virus-zika-una-nueva-amenaza-real-en-la-vida-de-la-mujer-gestante/ ).
Sorprendentemente, puede haber consecuencias positivas de algunas infecciones: el gen sincitina-1 es el resultado de una infección viral de nuestros ancestros primates hace 25 millones de años. El ADN viral se metió en el genoma de nuestros antepasados y se transmitió a través de la herencia y el gen implicado en la fusión del virus con las células para la infección fue cooptado y se convirtió en sincitina-1. Sin ella, los seres humanos probablemente no habrían evolucionado».
Los científicos saben mucho más acerca de los procesos de desarrollo temprano del embrión en los animales que en los seres humanos y el desarrollo embrionario y la reproducción es un aspecto de la biología en el que existen diferencias fundamentales entre las especies. Los investigadores ahora examinarán si el nivel de secreción de sincitina-1 en el embrión antes de la implantación está relacionado de alguna manera con el resultado del embarazo en mujeres sometidas a fertilización in vitro.
«Hasta ahora no sabíamos que esta proteína se expresa de manera temprana en el embrión. Es interesante que la proteína sincitina-1 sea secretada principalmente en las células del embrión, llamadas células trofoblásticas polares, las que primero se adhieren a las células de la matriz llamadas células epiteliales endometriales», apunta.
La expresión de Sincitina-1  es un requisito previo para la implantación del embrión y posterior placentación. La comprensión de la expresión cuando aparece por primera vez durante el desarrollo embrionario puede ser informativo para la comprensión de condiciones de gestaciones anormales tales como la preeclampsia.
«En el laboratorio, hemos descubierto que las células trofoblásticas que secretan sincitina-1 no sólo se fusionan -formando en el cuerpo una barrera fundamental para proteger el embrión- sino que también secretan nano-vesículas llamadas exosomas. Estos exosomas pueden comunicarse con las células en otras áreas de la madre para prepararla para el embarazo. Si esto no sucede adecuadamente en las primeras etapas, puede causar problemas durante el embarazo», concluye.
Para terminar, el conocido ginecólogo José Luis Neyro nos aclara que «no todo iban a ser malas noticias como las que aún sospechadas previamente, recibimos con el jarro de agua fría que supuso la reciente constatación de que los tratamientos de progesterona natural no eran eficaces en los abortos de repetición (tal y como contamos en http://www.neyro.com/2016/02/03/la-administracion-de-progesterona-no-es-util-para-los-abortos-de-repeticion/).