Influencia de la reproducción asistida en el resultado de salud de las familias conseguidas.

Es uno de los primeros interrogantes que se preguntan los futuros padres cuando se rinden a la evidencia de que necesitarán ayuda médica para concebir a su descendencia…; ¿serán normales los peques que traigamos al mundo con esa técnica de reproducción asistida, doctor? Es común (y también entre los propios profesionales que no dejamos en el empeño de revisarlo y verificarlo periódicamente…) y se nos plantea en consulta médica muchas veces en un lógico deseo de no añadir más carga de ansiedad a la que la propia infertilidad de la pareja suele llevar aparejada. De hecho, lo comentamos en su día en un post que se encuentra a disposición del lector en https://www.neyro.com/2021/03/08/seran-igual-de-normales-los-ninos-de-la-reproduccion-asistida-una-duda-que-se-mantiene-viva-hace-mas-de-40-anos/.

Durante muchos años, de hecho, se han puesto en duda no solo la salud de los neonatos sino su porvenir futuro: ¿tendrán más riesgo de cáncer los niños concebidos fruto de las técnicas de reproducción asistida (TRA)? Ya lo comentamos con ocasión de una publicación del año y está a su disposición, querido lector interesado en el enlace https://www.neyro.com/2013/11/16/los-tratamientos-de-fertilidad-no-incrementan-el-riesgo-de-cancer-en-los-ninos/.

Ahora, en parecido sentido se ha comparado el riesgo de resultados de nacimientos adversos entre embarazos concebidos con y sin tratamientos de reproducción médicamente asistida. Para ello, de acuerdo al algoritmo que se muestra justo arriba, tomado del original que luego mencionamos, se examinaron los certificados de nacimiento de todos los recién nacidos en Utah (en USA) desde 2009 hasta 2017. De los 469.919 partos, el 52,8% (n=248.013) se incluyeron en la muestra, y el 5,2 % de los recién nacidos fueron concebidos mediante distintas TRA. Los resultados evaluados fueron peso al nacer, edad gestacional, bajo peso al nacer (BPN, menos de 2500 g), parto prematuro (menos de 37 semanas de gestación) y pequeño para la edad gestacional (SGA, peso al nacer inferior al percentil 10).
La publicación original se tituló «Medically Assisted Reproduction Treatment Types and Birth Outcomes: A Between-Family and Within-Family Analysis» tal como fue publicada en la prestigiosa Obstet Gynecol. 2022 Feb; 139(2): 211-222; la firmaba Alina Pelikh y sus colaboradores del Centre for Longitudinal Studies, Social Research Institute, University College London, London, United Kingdom,(entre otros porque se trataba de una publicación internacional y multicéntrica accesible en https://journals.lww.com/greenjournal/Fulltext/2022/02000/Medically_Assisted_Reproduction_Treatment_Types.9.aspx) En la imagen la portada de la revista en cuestión.

Para empezar a conocer si existía esa influencia que anunciaba el título de nuestra noticia, primero, se compararon los resultados de nacimiento de los recién nacidos después de la reproducción asistida o la concepción natural en la muestra general (análisis entre familias), antes y después del ajuste por los antecedentes de los padres y las características neonatales. Después y en segundo lugar, se emplearon modelos familiares de efectos fijos para investigar si los resultados de nacimiento de los recién nacidos concebidos mediante TRA diferían de los de sus hermanos concebidos naturalmente (comparaciones dentro de la familia).

Los autores relatan en su manuscrito que los recién nacidos concebidos mediante TRA pesaron menos, nacieron antes y tenían más probabilidades de ser de bajo peso al nacer, prematuros y SGA (pequeño para su edad gestacional por sus iniciales en inglés Small for gestational age) que los recién nacidos concebidos de forma natural. Los tratamientos más invasivos (tecnología de reproducción asistida [TRA] e inseminación artificial [IA] o inseminación intrauterina) se asociaron con peores resultados del parto; por ejemplo, la proporción de BPN (bajo peso al nacimiento) y parto prematuro fue del 6,1% y el 7,9% entre los recién nacidos concebidos naturalmente y del 25,5% y el 29,8% entre los recién nacidos concebidos mediante TRA, respectivamente.

Después de los ajustes estadísticos necesarios para varias características neonatales y parentales, las diferencias en los resultados del nacimiento entre los recién nacidos concebidos mediante reproducción asistida y los nacidos de forma natural se atenuaron, pero permanecieron estadísticamente significativas; por ejemplo, los recién nacidos concebidos a través de TRA tenían un riesgo 3,2 puntos porcentuales más alto de bajo peso al nacer (IC 95% 2,4 a 4,1) y un riesgo de parto prematuro 4,8 puntos porcentuales más alto (IC 95% 3,9 a 5,7). Entre los hermanos, las diferencias en la frecuencia de los resultados adversos entre los recién nacidos concebidos mediante reproducción médicamente asistida y los nacidos naturalmente fueron pequeñas y estadísticamente insignificantes para todos los tipos de tratamientos.La tabla mostrada procede igualmente del original y muestra las estadísticas descriptivas de resultados de nacimiento de neonatos nacidos en Utah, 2009–2017, por modo de concepción y tipo de TRA empleada.

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Se concluye que los tratamientos de reproducción asistida se asocian con resultados adversos en el parto; sin embargo, es poco probable que esos riesgos estén asociados con los tratamientos de infertilidad en sí; probablemente tengan más que ver con las causas que motivaron la necesidad del empleo de las propias TRA, como la edad materna «avanzada», las alteraciones endocrinológicas que las mujeres pudieran tener previamente, sus propias condiciones de salud general (que también pueden grabar la propia fecundidad…). Mientras aclaramos todas esas dudas…, seguiremos informando…