Influencia de la violencia de género ejercida sobre las embarazadas en el desarrollo de su gestación

En honor a la verdad y aunque este es un blog dedicado hace más de 20 años a temas de salud de la mujer, realmente deberemos reconocer que no todos son agradables. Ocasionalmente hemos abordado algunos, como el de esta noticia, que por lo complicado y trágico muchas veces de su desenlace se podría decir que rozan lo desagradable, lo trágico, lo inhumano…, aunque ninguno de los tres adjetivos llegue siquiera rozar la verdadera tragedia que encierra, digámoslo ya, la violencia en la pareja. Nos ocupamos de ella en  https://www.neyro.com/2016/06/24/violencia-de-genero-un-analisis-desde-la-perspectiva-de-la-clinica-diaria/ con ocasión de la participación de este creador de contenidos en un congreso internacional.

Podría pensarse, de una forma benevolente que los maltratadores respetan algunos aspectos de la vida de la mujer; falso!!!! Ni el embarazo está exento de padecer la ignominia de esta lacra que algunas pàrejas soportan como demostró un magnífico trabajo de investigación hecho en nuestro propio país y que comentamos anteriormente en http://www.neyro.com/2014/12/26/una-de-cada-cinco-embarazadas-sufren-violencia-por-parte-de-su-pareja/.
Y uno podría pensar que el asunto circunscrito a Andalucía era propio de una determinada forma cultural de relaciones interpersonales, que acaso el machismo estaba limitado a determinadas regiones…., pero no…Recientemente se ha publicado una gran revisión sistemática con metaanálisis de los datos de (a su vez) varios estudios realizados en diferentes regiones del mundo y el resultado es demoledor. El trabajo original se tituló «Intimate partner violence and perinatal health: a systematic review» y fue publicado en una revista indexada cuya portada vemos abajo.
El manuscrito original puede seguirse en https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/1471-0528.16084; en él se afirma que la violencia física, psicológica y sexual por parte de la pareja sentimental ocurre en todo el mundo y la sufren muchas mujeres durante el embarazo. No era una cuestión típicamente española o solo andaluza en modo alguno. En este trabajo, se revisa y sintetiza sistemáticamente la evidencia empírica sobre la conexión entre la violencia de género (VG) durante el embarazo y la salud perinatal de madres y fetos/neonatos.
Se identificaron estudios observacionales con resultados de salud perinatal (es decir, parto prematuro, bajo peso al nacer, aborto espontáneo, muerte perinatal y ruptura prematura de membranas) en mujeres embarazadas expuestas a VG. Los autores, pertenecientes al Consorcio de Investigación Biomédica y en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), de Madrid, Spain y a la Escuela Andaluza de Salud Pública, de Granada, Spain, capitaneados por  Guadalupe Pastor‐Moreno como primer firmante, incluyeron finalmente 50 estudios (de entre los primeros 655 de la búsqueda bibliográfica inicial, nada menos): 29 analizaron la VG indiferenciada (n = 25.489), 34 incluyeron CG física (n = 7.333), 22 analizaron VG psicológica (n = 7.833) y 18 examinaron VG sexual (n = 2.388).
La imagen de arriba, obtenida del propio trabajo original, muestra la secuencia de selección de los trabajos analizados por los esforzados autores y da idea de su meticulosidad procedimental.
La procedencia de los datos también era múltiple con 15 estudios provenientes  de Asia, 12 de América del Norte y Oceanía, y 12 de América Central y del Sur. Los estudios examinaron la asociación entre la VG y 39 resultados de salud perinatal diferentes. Los resultados más frecuentes fueron parto prematuro (50%), bajo peso al nacer (46%), aborto espontáneo (30%), muerte perinatal (20%) y rotura prematura de membranas (20%). Se encontró una asociación significativa con los resultados de salud perinatal en 12 de los estudios que analizaron la VG no diferenciada, 18 VG física, 6 psicológica y 2 sexual.
En conclusión, se observa relación entre la VG y los resultados de salud perinatal en diferentes diseños epidemiológicos y países. En total, se identificaron 39 resultados diferentes y 29 se asociaron con la VG. Evidentemente era previsible que podría ser así, pero en ciencia no basta con suposiciones; las hipótesis de trabajo hay que confirmarlas con estudios serios y con datos fiables. La revisión sistemática de lo publicado por varios centenares de autores alrededor de todo el mundo lo confirma de manera inequívoca: la VG no solo perjudica a su víctima directa, sino también al desarrollo del feto, a la evolución de la gestación cuando se ejerce sobre embarazadas y resulta igual de abominable, añadimos nosotros, que en cualquier otra circunstancia.