Cuando el parto domiciliario comienza a contemplarse como opción sin considerar sus riesgos reales.

Lo reconozco desde el principio; este es un tema que no está exento de cierta controversia pero, también es justo reconocerlo, esa controversia solo aparece en determinadas secciones de nuestra sociedad familiarizadas con lo alternativo o lo pretendidamente «natural». Y lo decimos de entrada sin medias tintas, asumiendo que «natural» de ninguna manera es sinónimo de «bueno» o definitivamente y siempre mejor que lo «antinatural».

Veamos, «natural» es el cáncer y definitivamente antinatural la quimioterapia y algunos de aquéllos (muchos…) precisan de esta para su resolución. «Natural» es la infección por Streptococo y «antinatural» inyectar perforando una vena un producto originado por la degradación metabólica de un hongo que parasita el queso mohoso y se llama Penicilina y ha salvado centenares (millones=) de vidas en el último siglo.

Seguir leyendo Cuando el parto domiciliario comienza a contemplarse como opción sin considerar sus riesgos reales.