Embarazo y depresión: ¿cuáles son las consecuencias del tratamiento medicamentoso?

Se ha dicho seguramente con acierto, que la nuestra es una forma de vida que provoca un exceso de depresión en muchas personas muy diferentes motivos. Las mujeres no escapan a esa tendencia ni durante los embarazos. Afortunadamente, en las últimas décadas la investigación farmacológica ha puesto a nuestra disposición un armamentario medicamentosos de elevada eficacia en el manejo en el medio y largo plazo de esta auténtica lacra social que supone la depresión.
Pero no son muchos los estudios que se han realizado para averiguar los efectos secundarios que el empleo de estos fármacos (concretamente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ISRS por sus siglas) tienen, por ejemplo sobre el devenir de los embarazos, cuando se emplean en mujeres deprimidas que están gestando.
Y es que la depresión es frecuente en el embarazo, llegando a afectar al 10 % de las mujeres. La depresión materna se ha asociado con un incremento en los partos prematuros (PP), bajo peso al nacer y restricción del crecimiento fetal y complicaciones posnatales.
Sin embargo lo anterior, el riesgo de PP en mujeres que toman ISRS no está bien definido, por lo que los autores de este estudio que ahora comentamos (señala el Dr. Neyro y que se puede encontrar el original en http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1471-0528.14144/full) llevaron a cabo una revisión sistemática de estudios que evaluaban el efecto de la exposición a ISRS y los resultados del embarazo. Se seleccionaron estudios de cohortes y de casos y controles con datos de incidencia de PP ( parto por debajo de las 37 semanas) tras cualquier exposición y con un grupo comparativo de mujeres embarazadas no expuestas a ISRS.
    

En total se incluyeron 8 diferentes estudios (con un total de 1.237.669 mujeres), con 93.982 mujeres expuestas y 1.143.687 mujeres controles. Tras ajustar por variables de confusión, la incidencia de PP fue significativamente más alta en el grupo de mujeres que recibieron ISRS que en las controles (odds ratio ajustada 1,24; 95 % IC 1,09-1,41). En el análisis por subgrupos que definió a las controles como mujeres con depresión pero sin exposición a ISRS se encontró también un riesgo incrementado de PP (6,8 vs 5,8 %; OR 1,17; 95 % IC 1,10-1,25) en el grupo que recibió ISRS.

 

Los autores (capitaneados por el primero de ellos,  AC Eke, de la muy prestigiosa Division of Maternal Fetal Medicine, Department of Obstetrics and Gynecology, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore, MD, USA), concluyen que la exposición a ISRS durante el embarazo elevó el riesgo de parto pre-término en comparación con las controles; este riesgo permaneció siendo significativo incluso al comparar frente a las mujeres deprimidas que no recibieron ISRS.