¿Sirve realmente la Progesterona vaginal como tratamiento para evitar un parto prematuro?

Uno de los grandes interrogantes que deberemos hacer frente en el próximo futuro en la obstetricia moderna es combatir la creciente tasa de nacimientos prematuros. La natalidad va descendiendo de manera alarmante (ver una noticia al respecto en el enlace http://www.neyro.com/2017/01/25/es-la-maternidad-tardia-un-problema-para-la-mujer-o-para-la-sociedad-2/) y la maternidad además, cada vez se hace más tardía, con todos los riesgos asociados que ello conlleva (como explicamos en http://www.neyro.com/2016/03/23/los-riesgos-perinatales-aumentan-por-encima-de-los-40-anos/)
Así las cosas, se debate en la literatura internacional cuáles serán las mejores opciones para tratar de que los embarazos duren lo que debieran durar para tratar de asegurar el mejor bienestar y el óptimo desarrollo de cada neonato, en un mundo con mujeres plenamente profesionales que además de gestar, hacen cada vez más cosas al tiempo.
Ahora, una prestigiosa revista de nuestra especialidad, señala el ginecólogo José Luis Neyro, acaba de publicar un estudio clínico muy importante realizado en España y por autores españoles de máximo prestigio de diversos centros hospitalarios (ver el original en http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1471-0528.13956/epdf) en el que se debate sobre si la progesterona en administración vaginal diaria hasta las 37 semanas es capaz de disminuir la tasa de partos pre-término.
Este estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, prospectivo y multicéntrico además como señalamos, evaluó si el tratamiento de mantenimiento con progesterona vaginal tras una amenaza de parto prematuro anterior reduce la incidencia de parto prematuro posterior.

Para tratar de demostrarlo, se emplearon en el estudio un total de 265 mujeres con embarazo único, parto prematuro detenido con tratamiento tocolítico y longitud del cuello uterino por debajo de 25 mm, que fueron aleatorizadas a recibir una cápsula al día de 200 mg de progesterona por vía vaginal o una igual de placebo hasta el parto o la semana 36+6 días de gestación. El criterio de valoración principal fue parto antes de la semana 34.0 y de la semana 37.0.

Cuando se analizaron los resultados, no se encontraron diferencias entre el grupo que recibió progesterona y el grupo que recibió placebo en términos de parto antes de las 34 semanas (7,1 % vs 7,6 %) o de las 37 semanas (28,6 % vs 22,0 %). Tampoco hubo diferencias en entre los grupos estratificados por edad gestacional en el momento de la inclusión, 24.0 a <31.0 o 31.0 a <34.0.

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En conclusión, y analizando las dos curvas (perfectamente superponibles) de la figura extraída del trabajo original de los autores españoles, un tratamiento de mantenimiento con 200 mg/día de progesterona vaginal en mujeres con amenaza de parto prematuro previa no redujo significativamente la tasa de parto prematuro posterior. Otra evidencia en la que muchos habíamos creído, hasta que los hechos científicos demuestran que muchas de las cosas que hacemos a diario no tiene otra justificación que «lo que creemos» más allá de los hechos científicamente probados….

Seguiremos investigando.