Avances en el conocimiento de la etiología de la endometriosis

Los científicos están un paso más cerca de comprender la endometriosis, un problema de salud común entre las mujeres, gracias a una nueva investigación realizada en la Escuela de Medicina de Yale y que puede accederse a su lectura en el enlace http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26516123.
La endometriosis, es una enfermedad en la que el tejido que reviste el interior del útero o endometrio, comienza a crecer en otras áreas del cuerpo de las mujeres, causando a menudo dolor, cicatrices y adherencias e infertilidad. A pesar de que la enfermedad es relativamente común (datos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que afecta a entre el 6 y el 10 por ciento de las mujeres en aquel país), según los autores de un estudio reciente sobre el tema, se sabe muy poco (o nada, según declara el ginecólogo José Luis Neyro) acerca de sus causas subyacentes.
Seguimos ya bien entrado el siglo XXI con las mismas teorías patogénicas expresadas algunas hace más de 100 años, pero sin haber dado un solo paso en la identificación del factor fundamental que condiciona que la enfermedad aparezca en unas mujeres y no en otras, destaca José Luis Neyro, uno de los pioneros en España en la cirugía mínimamente invasiva por endoscopia de esta severa enfermedad ginecológica (se puede leer más sobre el asunto enhttp://www.neyro.com/2015/04/09/la-endometriosis-afecta-a-mas-de-un-millon-de-mujeres-espanolas/).
Así, para descubrir más sobre los efectos de la endometriosis en el cuerpo, los investigadores de Yale estudiaron en el trabajo que ahora comentamos, ratones que tenían tejido endometrial en diferentes áreas de su cuerpo. Descubrieron que la distancia que separaba al tejido extra-endometrial del útero afectada la expresión de genes en los ratones. Cuanto más lejos estaba el tejido extra-endometrial del útero menor era su efecto sobre sobre la expresión génica, la regulación del desarrollo endometrial durante el ciclo menstrual y el establecimiento de condiciones necesarias para la implantación del embrión, si bien estos efectos seguían siendo pronunciados.
Estos resultados apuntan a la necesidad de comprender la endometriosis como una enfermedad sistémica con efectos de largo alcance en todo el cuerpo y, de esa manera, destaca JL. Neyro, habría que individualizar las situaciones que es el planteamiento terapéutico que siempre hemos defendido, continúa José Luis Neyro (ver y escuchar en http://www.neyro.com/2010/02/09/1217/).
Según Hugh Taylor, uno de los autores del estudio y profesor de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas de la Escuela de Medicina de Yale, la investigación sugiere que la endometriosis podría tener grandes efectos sistémicos. “¿Podría haber una señal proviniendo de la endometriosis que afecta al útero y al resto de áreas de las que la gente se queja? ¿Es realmente una enfermedad sistémica que tiene manifestaciones de largo alcance, o, como se pensaba tradicionalmente, es sólo una enfermedad local? “, se pregunta Taylor.
Los investigadores inocularon endometriosis en dos grupos diferentes de ratones jóvenes. En el primer grupo, introdujeron tejido endometrial cerca del útero, para así crear “endometriosis proximal“. En el segundo grupo, los investigadores insertaron el tejido más lejos, creando “endometriosis distal“. Los investigadores esperaron tres meses y luego examinaron los úteros de los ratones, extrayendo ARN para obtener una mejor comprensión de cómo las diferentes clases de endometriosis afectaban a la expresión de genes de los ratones.
Aunque los ratones con endometriosis proximal tuvieron disminuciones más drásticas en la expresión génica que los ratones con endometriosis distal, ambos grupos de ratones mostraron disminución de la expresión en los receptores de progesterona en comparación con el grupo de control. La progesterona es una de las hormonas que juega un papel importante en la concepción y el embarazo, secretada en la segunda fase del ciclo ovárico y que podría tener un efecto contrario al desarrollo de la endometriosis, afirma JL Neyro.
Estos hallazgos sugieren que la endometriosis es una enfermedad sistémica, cree Taylor. Según el equipo de investigadores, aunque la endometriosis distal afectó menos a la expresión de genes de lo que lo hizo la endometriosis proximal, aún así fue capaz de alterar el funcionamiento del cuerpo. Además, según Taylor, ambas formas de endometriosis afectaron a los receptores de progesterona, lo que significa que este gen está probablemente regulado – al menos en parte – por señales sistémicas (señales de largo alcance que afectan a todo el cuerpo). La inflamación en todo el cuerpo inducida por la endometriosis de ambas formas, probablemente juega un papel en esto.
Entre los tratamientos empleados en la endometriosis, no suelen faltar los AINEs para el control de esa inflamación y, por supuesto, las terapias basadas en contrarrestar los efectos proliferativos de los estrógenos como por ejemplo la inserción de sistemas de liberación prolongada de gestágenos, una vez eliminado la mayor cantidad de tejido endometriósico, señala el ginecólogo José Luis Neyro (ver en http://www.neyro.com/2014/07/07/diu-liberador-de-levonorgestrel-para-la-recidiva-de-sintomas-en-mujeres-operadas-de-endometriosis/)
Según el trabajo de investigación que ahora comentamos, existe además otro factor de complicación asociado a esta enfermedad, y es que el tejido endometrial diseminado por el organismo puede estar absorbiendo los (de por si) bajos niveles de células madre que circulan por el cuerpo, evitando que estas células pluripotenciales lleguen al tejido endometrial que recubre el útero. Los científicos observaron que esta falta de células madre que llegaban al útero, podría estar evitando la reparación de este órgano en los ratones, lo que contribuiría aún más a la alteración en la expresión de genes. ¡Todo un círculo vicioso!

Según Ramana Mamillapalli, segundo firmante del estudio e investigador de la Facultad de Medicina, los síntomas típicos de la endometriosis incluyen dolor pélvico, períodos dolorosos con excesivo sangrado, infertilidad y dolor durante el coito. En su opinión, el estudio apunta tanto hacia posteriores investigaciones que deberían de ahondar en esta idea, como hacia potenciales curas futuras.
“La comprensión de los mecanismos celulares y moleculares que influyen en estas alteraciones sistémicas, puede mejorar nuestro conocimiento global de la enfermedad, así como permitir nuevas terapias dirigidas que incluyan células madre“, añadió Mamillapalli. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, para muchas mujeres los problemas para quedarse embarazada suelen ser el primer signo de endometriosis; de hecho, destaca JL Neyro, según nuestros estudios endometriosis suele estar presente en no menos del 29 al 45% de las pacientes que destacan problemas de fertilidad (dependiendo del énfasis con que se busque la enfermedad).

Es más, como señala el trabajo, efectos sistémicos de la endometriosis en otros órganos también pueden ser responsables de las manifestaciones generalizadas de la enfermedad que son el calvario de muchas mujeres. El manuscrito, titulado Endometriosis Located Proximal to or Remote From the Uterus Differentially Affects Uterine Gene Expression se publicó en Reprod Sci el pasado 28 de octubre de 2015.

Contraceptivos (reversibles) de larga duración; una opción coherente y de alta efectividad

odo el mundo más o menos, al ser preguntado por los anticonceptivos, piensa en la píldora, acaso en los parches o en los anillos vaginales modernamente. Lo hemos tratado en diversas ocasiones en este web (leer enhttp://www.neyro.com/2015/10/27/la-contracepcion-separa-la-sexualidad-de-la-fertilidad/)
Sin embargo, con cada vez más frecuencia, las mujeres de todas las edades optan por métodos que les concedan muy alta tasa de efectividad anticonceptiva, pero más cómodos, que no les obliguen a tal ejercicio de memoria y de voluntad como el que precisa tomar cada día la píldora…. Se llaman contraceptivos reversibles de larga acción, de larga duración.
Los hay de tres años y de cinco años, los hay intrauterinos, los tenemos de implantes subcutáneos, algunos son inyecciones intramusculares trimestrales…. Todos ellos tiene la virtualidad de su elevada eficacia contraceptiva (exactamente la misma que la de la píldora tradicional, o incluso mayor), pero sin el (terrible) inconveniente de los olvidos, de la intolerancia digestiva, acaso del vómito…, de la ingesta de alcohol a destiempo….
Además, alguno de ellos, al margen de no depender de la voluntad ni de la memoria de la usuaria, sirven para tratar otros trastornos como el dolor pelviano, la endometriosis, los sangrados excesivos, las hemorragias uterinas…, como contamos en http://www.neyro.com/2010/02/09/1217/, o incluso pueden servir para el control de los trastornos menstruales importantes en muchas mujeres, afectas de hiperplasia endometrial (así lo explicamos enhttp://www.neyro.com/2014/06/17/el-diu-mirena-puede-tratar-la-hiperplasia-endometrial-con-exito/)
De todo ello hablaron en su sección semanal de divulgación científica en el programa Objetivo Bizkaia de Tele7, el Dr Neyro, con la encantadora periodista Susana Porras, siempre atenta a cada innovación, a cada posibilidad de ayudar a la divulgación científica y sanitaria. Bien,
Susana, bien¡¡¡¡

Referencias más serias, pueden encontrarse en un manuscrito publicado recientemente por el Dr. Neyro y sus coautores en una revista europea de alto impacto científico, disponible en  http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25988513 o directamente en la revista en Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2015 Jul;190:58-64. doi: 10.1016/j.ejogrb.2015.04.016. Epub 2015 May 5.

Bajar de peso antes de la gestación reduce el riesgo de muerte del lactante

Sabíamos hace tiempo que el tipo de dieta que sigue la gestante está en íntima relación con la evolución del embarazo e incluso con su resultado en términos de duración y presencia de prematuridad, por ejemplo (léase enhttp://www.neyro.com/2014/03/14/una-dieta-equilibrada-en-el-embarazo-podria-reducir-el-riesgo-de-parto-prematuro/)

Ahora, además, conocemos con evidencia científica que lograr un peso saludable antes del embarazo y tener un peso corporal adecuado durante el mismo reduce significativamente el riesgo, incluso, de que el lactante muera en su primer año de vida, según una nueva investigación realizada por la Escuela de Posgrado de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. El estudio original puede leerse en http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/oby.21335/abstract)

Los hallazgos, como señalamos publicados en la revista Obesity, resaltan la necesidad de un enfoque exhaustivo en la reducción de la obesidad en mujeres en edad de procrear, que comprende la asesoría en torno al peso corporal antes de la concepción y durante el embarazo. La investigación fue financiada por el National Institutes of Health (NIH). No existe una dieta ideal para todos los embarazos como señalamos anteriormente en http://www.neyro.com/2015/07/10/existe-una-dieta-ideal-para-todo-el-embarazo/, pero mantener el peso en los estándares de normalidad debe ser un objetivo y máxime en edad fértil, señala José Luis Neyro de www.neyro.com.

«Una de cada tres mujeres comienzan el embarazo con un peso no saludable, y más de la mitad de las mujeres aumentan demasiado o disminuyen muy poco el peso durante el embarazo», dijo la autora principal Lisa Bodnar, PhD, M.P.H., R.D., profesora asociada en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. «Aunque se necesita más investigación, tenemos la esperanza de que este estudio se pueda utilizar para iniciar un diálogo entre médicos y mujeres sobre la importancia de no sólo lograr un peso corporal saludable durante el embarazo, sino también disminuir el peso excesivo antes de la gestación, como una posible forma de mejorar la sobrevida del lactante».

Cada año, aproximadamente 24.000 lactantes mueren en el primer año de vida en Estados Unidos. La tasa estadounidense de 6,1 muertes por 1000 nacidos vivos, ocupa el vigesimosexto lugar en el mundo, pese a una disminución del 20 por ciento en la tasa de mortalidad del lactante en Estados Unidos entre 1990 y 2010. En España, la tasa de mortalidad infantil se mantiene en 3,1 defunciones por cada mil nacidos, similar a la de 2011, señala José Luis Neyro (era del 4.2 en el año 2002; desde entonces el descenso es más complicado, pero continúa….).

Solo África (sobre todo central y subsahariana) y el sur y sudeste de Asia se mantienen por encima de 40 muertes por 1000 nacidos vivos; el resto del mundo, Europa por supuesto, está entera por debajo de los 20 casos, según datos estadísticos referidos a 2012, destaca nuestro experto ginecólogo. «Actualmente, las malformaciones congénitas siguen siendo la primera causa de muerte infantil», continúa.

La Dra. Bodnar y sus colaboradores examinaron registros de más de 1,2 millones de nacimientos que ocurrieron entre 2003 y 2011 en Pensilvania, incluidos 5530 fallecimientos de lactantes. Las muertes de lactantes se definieron como la muerte de un lactante antes de su primer año de edad.

Para el estudio que ahora comentamos, se clasificó a las madres bajo las categorías de peso subnormal, peso normal, preobesidad u obesidad, la cual se dividió en tres grados, con base en su índice de masa corporal antes del embarazo -una medida de peso con relación a la estatura-. En cada grupo de peso, los investigadores también analizaron la repercusión de la mortalidad del lactante cuando las mujeres durante el embarazo de aumentaron peso significativamente más o menos que las directrices establecidas por el Instituto de Medicina de Estados Unidos, las cuales, por ejemplo, recomiendan un aumento de peso de 11 a 16 kg para las mujeres con peso normal y de 5 a 10 kg para las mujeres obesas.

En todas las categorías de peso corporal, excepto en las personas más obesas, subir de peso menos o mucho más que lo recomendado incrementó el riesgo de muerte del lactante. Sin embargo, aun cuando las mujeres obesas obtuvieron un peso óptimo durante el embarazo, el riesgo de muerte del lactante todavía fue de aproximadamente el doble que el de las mujeres que comenzaron el embarazo con un peso normal. El sobrepeso y la obesidad, así considerados, tiene más relevancia en la mujer por su responsabilidad social de la descendencia, evidentemente (ver más sobre el tema en http://www.neyro.com/2015/12/08/de-verdad-los-chicos-son-fofisanos-y-las-mujeres-fondonas-a-partir-de-esos-anos/)

«La obesidad y la mortalidad del lactante son hoy en día uno de los problemas de salud pública más críticos», dijo la coautora, Dra. Katherine Himes, profesora asistente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Pittsburgh. «Nuestro estudio resalta la importancia de analizar la reducción de peso con las mujeres obesas antes del embarazo pues bajar de peso durante la gestación puede aumentar el riesgo de que muera su lactante.

Esperamos que esta información apoye a los médicos, entre ellos, obstetras, médicos de familia y médicos de atención primaria, a explicar las ventajas de la reducción de peso antes de la concepción a todas las mujeres obesas en edad de procrear, continua la coautora del estudio que comentamos. Y es que nos preparamos para ser taxista o médica, para diseñar automóviles o para limpiar el ante de las tapicerías…., pero no para ser madre, como destaca nuestro experto el Dr. Neyro. /(leer más de este tema en http://www.neyro.com/2015/08/24/nos-preparamos-para-casi-todo-menos-para-la-maternidad/).

Referencias: Lisa M. Bodnar et al, Maternal obesity and gestational weight gain are risk factors for infant death. Obesity, 2015; DOI: 10.1002/oby.21335

Reducir en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural con ingesta pre-concepcional de ácido fólico

La importancia de la visita pre-concepcional desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, se torna fundamental en estos asuntos de la prevención de los defectos del tubo neural, como adelantamos enhttp://www.neyro.com/2013/11/21/dia-mundial-de-la-espina-bifida/.

El consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante las etapas iniciales del embarazo puede reducir hasta en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural (DTN), según se ha puesto de manifiesto en el ‘Workshop Actualización en los Defectos del Tubo Neural (DTN), desde el diagnóstico prenatal hasta la prevención’.

Sin embargo, un alto porcentaje de mujeres desconoce la importancia de ingerir ácido fólico para el adecuado desarrollo del bebé. «La evidencia científica actual pone de manifiesto la acción protectora del ácido fólico, sobre todo cuando se toma de forma preconcepcional, desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, ya que los defectos del tubo neural se producen muy precozmente en la embriogénesis en las primeras cinco o seis semanas desde que comienza la ausencia de la regla», ha comentado el especialista del servicio de Ginecología del Hospital Regional Universitario de Málaga, Isidoro Narbona Arias.

Y es que, tal y como ha recordado, el déficit de ácido fólico puede provocar distintas malformaciones en el bebé a nivel cerebral (anencefalia o ausencia del cerebro, incompatible con la vida) y a nivel de la columna vertebral, como la espina bífida, uno de los defectos congénitos más frecuentes que ocurren cuando una o más vértebras no se cierran correctamente. Es fundamental evitar algunas de estas malformaciones que tiene una fácil prevención, señala el ginecólogo, José Luis Neyro, que se ocupó de estos temas en su blog hace ya meses en http://www.neyro.com/2014/08/05/reducir-la-presentacion-de-malformaciones-del-tubo-neural-mediante-la-prueba-del-folato/.

«El déficit de ácido fólico interviene principalmente como factor de riesgo de desarrollar un defecto del tubo neural (DTN), aunque existen otros defectos cuya aparición se ha asociado también este déficit, como es el labio leporino, pero cuya asociación no está tan establecida como la de los DTN», ha añadido la especialista.

A pesar de los efectos positivos del ácido fólico, tomar estos suplementos no siempre reduce el riesgo de los defectos en el tubo neural del bebé. En este sentido, según se ha puesto de manifiesto en el encuentro, cerca del 50% de las mujeres tienen una mutación en el gen de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), el cual dificulta la absorción del ácido fólico y, por tanto, se asocia a la pérdida de su efecto beneficioso.

Ahora bien, aunque la mayoría de las mujeres desconoce si posee esta mutación, existen soluciones para asegurar las cantidades de ácido fólico necesarias para el buen desarrollo fetal. «Existen diferentes motivos por los que la toma del ácido fólico puede llegar a no proteger de los defectos del tubo neural, ya que esta sustancia tiene que sufrir una serie de pasos hasta llegar a su forma activa que pueden ser interrumpidos evitando producir su función preventiva», ha apostillado Narbona Arias.

Uno de esos motivos es la presencia de polimorfismo de una de las enzimas que intervienen en el metabolismo del ácido fólico: la MTHFR, presente en un porcentaje alto de la población y que hace que la función de dicha enzima disminuya hasta el 70% en los casos con genotipo TT de la mutación 677C-T de la enzima MTHFR.

En este sentido, tal y como ha puntualizado el experto, con la toma de la forma activa de los folatos se podría garantizar que, tanto por la absorción como por el metabolismo, tengamos disponible la forma activa del ácido fólico. Ello redunda en beneficios, no solo sobre el tubo neural, sino sobre el desarrollo del propio embarazo, destaca JL Neyro a través de la noticia de su web en http://www.neyro.com/2014/12/11/tomar-acido-folico-pre-concepcional-reduce-la-tasa-de-ninos-de-bajo-peso/

La regeneración vaginal como tratamiento del síndrome genitourinario de la postmenoapusia

Decía Don Hilarión que «‘Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad’; se la escuchábamos en una canción de la famosísima zarzuela (estrenada en el año 1894), ‘La verbena de la Paloma’, con música compuesta por Tomás Bretón y cuyo libreto escribió Ricardo de la Vega.
Ciertamente esto es un paradigma en el campo de la medicina, más si canbe en la ginecología; un nuevo síndrome que se acaba de reprogramar para mejorar la asistencia a mujeres más allá de los 50 o 60 años…..se abre camino entre los ginecólogos de de hace poco tiempo…..: el síndrome genito-urinario de la postmenoapusia y afecta a casi el 80 o 100% de las mujeres más allá de su menopausia.
Hace cuarenta o cincuenta años estos temas ni se tocaban….., porque las mujeres se morían antes…. Hoy, más del 90% de la mujeres viven más del 35 a 40% de su vida más allá de la menopausia…..y las vaginitis de repetición, las sequedades vaginales, las infecciones urinarias continuadas, los dolores en el coito, las estrecheces vaginales, los ardores…., conforman entre otros síntomas y signos el llamado síndrome genito-urinario de la postmenoapusia.
De todo ello hablaron en su programa de Objetivo Bizkaia la periodista Susana Porras y el Dr. Neyro, tras explicar estos asuntos en la sesión clínica mensual de la Sociedad Aragonesa de Ginecología de Zaragoza y de regresar del XV Encuentro Nacional de Salud de la Mujer de Madrid. En ambos eventos, uno de los invitados especiales fue José Luis Neyro, conferenciante habitual de estos temas para dar docencia y formación médica continuada a sus colegas.

Diferentes necesidades de pareja, distintas ofertas contraceptivas

La contracepción existe en la medida que se hace necesario separar el ejercicio de la fertilidad del de la sexualidad. Nos hemos venido ocupando en diferentes oportunidades en este mismo blog, por ejemplo en http://www.neyro.com/2015/10/27/la-contracepcion-separa-la-sexualidad-de-la-fertilidad/
Alrededor de los diferentes métodos contraceptivos se han generalizado muchos mitos, muchas falsedades y también muchas realidades de las que es preciso aclarar qué hay de cierto y qué de leyenda urbana en todo ello.
El programa Objetivo Bizkaia de la cadena Tele7 que dirige y presenta la periodista Susana Porras, aborda en profundidad estos asuntos con el colaborador del programa, el ginecólogo José Luis Neyro.
Los métodos contraceptivos se clasifican en los de corta duración (la píldora diaria, el parche semanal, el anillo vaginal mensual…) y en los de larga duración, pero reversibles (como las varillas o implantes contraceptivos, el dispositivo intrauterino, con todas sus variantes y las inyecciones hormonales intramusculares).