Reducir la presentación de malformaciones del tubo neural mediante la prueba del folato

En las ultimas semanas hemos venido alertando sobre las descendentes tasas de natalidad de nuestra población occidental y el elevado temor a cualquier defecto congénito, por muy diversas razones; de hecho, en estos momentos estamos cerca del 100 5 de éxito en el diagnóstico de daños cromosómicos en los nacidos (ver en http://www.neyro.com/2014/07/20/podemos-diagnosticar-el-98-de-los-casos-de-anomalias-cromosomicas-durante-el-embarazo/)
En el mismo espíritu de prevención, un nuevo estudio poblacional amplio se abre paso; se podría utilizar las concentraciones de folato en la sangre para identificar a las mujeres con más riesgo de tener un embarazo afectado por una malformación del tubo neural, comunican  los investigadores del manuscrito publicado en una revista británica, señala el Dr. Neyro.

La ingesta de ácido folico de una mujer antes y durante el embarazo (señalada como muy importante para muchos aspectos de la vida postnatal como contamos en http://www.neyro.com/2014/05/26/la-ingesta-alimentaria-de-folato-prenatal-y-durante-el-primer-trimestre-gestacional-reduce-el-riesgo-de-asma-en-los-ninos/), también está relacionada con este riesgo, de manera que se utiliza ampliamente la fortificación de los alimentos básicos con ácido fólico para disminuir las lesiones, la mortalidad y los costos de estos trastornos.

La Dra. Krista Crider de Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, Estados Unidos, y su equipo afirman que sería muy útil establecer un biomarcador fiable. Las definiciones actuales de la deficiencia de folato no están basadas en la prevención de los defectos del tubo neural. Los investigadores utilizaron cifras de dos estudios llevados a cabo en China con un total de 247.831 participantes. Una proporción de las mujeres recibió 400 μg de ácido fólico al día en un suplemento antes y durante las primeras etapas del embarazo. Se estimó las concentraciones eritrociticas de folato en las mujeres en el momento del cierre del tubo neural, es decir, el día 28 de la gestación.

Esto demostró que «el riesgo de malformaciones del tubo neural era elevado con las concentraciones eritrocíticas de folato más bajas estimadas y disminuía a medida que aumentaba la concentración estimada de folato», afirma el equipo en el trabajo publicado en la prestigiosa BMJ.
Nos ocupamos largamente de los defectos del tubo neural, su diagnóstico, su manejo clínico y su tratamiento en un reciente artículo, continúa nuestro experto José Luis Neyro, en el que comentábamos los pormenores de esta terrible enfermedad por defecto de cierre del tubo neural; lo pueden seguir en http://www.neyro.com/2013/11/21/dia-mundial-de-la-espina-bifida/

El artículo señalado y recientemente publicado en BMJ señala además, que el riesgo de malformaciones del tubo neural se «atenuó considerablemente» a concentraciones de folato estimadas de casi 1000 nmol/L. Los riesgos a diferentes concentraciones de folato fueron «compatibles con los señalados en la bibliografía» y con la prevalencia de malformaciones del tubo neural en la población estadounidense antes y después de la fortificación de alimentos.

Así que, terminan diciendo, se podría definir un umbral, tal vez 1000 nmol/L, para las concentraciones eritrociticas de folato en la población, a fin de evitar las malformaciones del tubo neural.

Conocíamos la importancia capital que el empleo de ácido fólico pre-concepcional tiene para todas las mujeres que desean ser madres muy a pesar de que la consulta pre-concepcional no se oferte como prestación en el servicio nacional de salud español, pero el asunto es muy importante, para las mujeres y sus ginecólogos. De hecho, lo señalado sobre esos niveles, luego se podrían utilizar como un biomarcador para las mujeres con riesgo de tener un feto con malformaciones del tubo neural, describe el titular de este web, José Luis Neyro.