Fármacos que pueden (suelen¡¡¡) interferir en la vida sexual de las pacientes

Hace bien poco tiempo, en esta misma web habíamos abordado los efectos secundarios que sobre la vida sexual tenían algunos grupos de medicamentos muy empleados en la clínica diaria…(puede seguirse en https://www.neyro.com/2021/06/03/si-me-tomo-la-medicacion-que-necesito-empeora-mi-vida-sexual-y-mis-relaciones-peligran/); sí, cierto, pero solo sobre la salud sexual…, masculina. En honor a la verdad, en ese suelto prometíamos que seguiríamos informando sobre lo sucedido en el mismo orden de cosas en la vida sexual de las mujeres y esta es la ocasión. De hecho, los efectos indeseables de ciertos tratamientos sobre la sexualidad masculina son bien conocidos, pero ¿qué pasa con la sexualidad femenina?

 

Uno de los efectos secundarios asociados con algunos medicamentos es la pérdida de la libido que ocurre en las mujeres. Por falta de información, pero también por pudor, muchas pacientes nunca buscan tratamiento para mejorar su libido y suelen experimentar, además y por si no fuera poco padecerlo, un sentimiento de culpa. Además, muchos médicos evitan abordar el tema por desconocimiento, o por temor a una acusación de acoso sexual o intromisión en la vida ´çintima de la mujer o porque creen que no tienen libertad para hablar del tema. No es infrecuente que nuestras (respetadas) autoridades sanitarias insten (a veces con vehemencia…) a determinadas pacientes a cursar reclamaciones contra el facultativo que, con su mejor voluntad, ofrecía a la mujer en consulta expresar la deriva que su libido experimentaba, en relación con determinado tratamiento iniciado con otra intención.

Sea como fuere, esta es una web de divulgación científica más allá de la (estúpida) corrección política que todo lo impregna, que todo lo contamina y que todo lo confunde…; y así, el conocimiento de la influencia de los fármacos en la función sexual femenina es muy escaso todavía, pero sabemos que algunos fármacos causan esta interferencia y son más frecuentes de lo que pensamos. Vamos a revisar, como hicimos para los chicos, algunos de esos tratamientos, poco a poco:

1.- Antidepresivos

Los trastornos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad, pero también la fatiga, el estrés y los conflictos, son factores de riesgo conocidos de disfunción sexual. Si bien el tratamiento con antidepresivos mejora la calidad de vida al reducir o eliminar los signos y síntomas clínicos, las estrategias terapéuticas más comúnmente utilizadas en el manejo de estos trastornos pueden provocar una disminución de la libido, dificultar el deseo sexual (o inhibirlo del todo) y retrasar o incluso dificultar el orgasmo.

Pero no todo está perdido. Se pueden considerar las siguientes alternativas: reducción gradual de la dosis del fármaco siempre que se mantenga el efecto antidepresivo, cambio de tratamiento o adición de bupropión a la monoterapia actual; uso de inhibidores de la 5-fosfodiesterasa (sildenafil y otros), en caso de retraso del orgasmo y en ausencia de contraindicaciones, pero con malos y escasos resultados en clínica es la verdad… De todas maneras, habrá que decir que las mujeres también pueden usar este tipo de medicamentos para mejorar su libido y tiene todo el derecho de buscar alternativas si esos efectos secundarios se presentan a lo largo del tratamiento antidepresivo. Recuerde el lector, no obstante que algunas terapias hormonales combaten la depresión…(puede leerse más en https://www.neyro.com/2019/01/22/ademas-de-disminuir-los-sintomas-depresivos-la-terapia-hormonal-de-la-menopausia-contribuye-a-su-prevencion/)

2.- Antipsicóticos

Los antipsicóticos pueden causar disfunción sexual tanto en mujeres como en hombres. Estos fármacos inhiben la producción de dopamina, un neurotransmisor modulador central de la función sexual, y alteran la libido, la lubricación y el orgasmo. Además, los antipsicóticos pueden aumentar la concentración de prolactina, que ella sola causa inhibición gonadal, afectando la función sexual, seguramente porque la naturaleza la hizo valedora de la lactancia materna en un tiempo de nuestra evolución en que esta no admitía «competencia» con una nueva reproducción.

Una de las opciones es cambiar a un antipsicótico de segunda generación que reduce significativamente estos efectos secundarios. La falta de lubricación también es un problema bastante fácil de superar al optar por cremas y geles vaginales (de todo ello hemos hablado largamente en este blog, como por ejemplo en https://www.neyro.com/2012/05/06/casi-el-100-de-las-mujeres-en-el-climaterio-aquejan-sequedad-vaginal/).

3.- Antihipertensivos

Aún no está claro si la disfunción sexual que se observa en las personas con hipertensión es causada por la terapia antihipertensiva o por la propia afección. De todo ello informamos in extenso cuando tocamos en este mismo blog los secundarismos de estos tratamientos en los varones (ver en ).De todas maneras, varios estudios muestran que las mujeres con hipertensión tienen una sexualidad alterada con más frecuencia que aquellas sin hipertensión. Estos mismos estudios indican que la prevalencia de disfunción sexual no difiere en pacientes con o sin tratamiento.

Aunque todavía no conocemos los mecanismos precisos, debemos saber que esta puede ser una queja de estas pacientes. El tratamiento con espironolactona puede bajar la libido y disminuir la lubricación, y los beta-bloqueantes alteran mucho la función sexual en mujeres y en hombres. El deseo sexual hipoactivo nos ha consumido mucho espacio en el blog (véase en https://www.neyro.com/2019/07/16/a-vueltas-con-el-deseo-sexual-femenino-inhibido-nuevas-soluciones-farmacologicas/)

4.- Anticonceptivos hormonales.

¿Qué ginecólogo nunca ha escuchado de una paciente que se queja de un descenso de la libido después de empezar a tomar anticonceptivos?; probablemente alguno habrá, pero muy pocos ciertamente. El efecto fisiológico de los anticonceptivos hormonales combinados (AHC) es un descenso de la concentración de testosterona ovárica mediante inhibición de la secreción de hormona luteinizante (LH) y el estrógeno presente en estos fármacos puede aumentar la concentración de SHBG (responsable de la unión y del transporte de las hormonas sexuales), causando un descenso de la concentración de testosterona libre. Sin embargo, no existe evidencia científica de alta calidad para afirmar que la función sexual deteriorada que se observa con el uso de anticonceptivos sea causada por una disminución en la actividad de los andrógenos.

El uso de anticonceptivos puede disminuir la libido o no, con efectos variables según la mujer y el estilo de vida. La disfunción sexual también puede ocurrir en pacientes con una relación romántica de larga duración, responsabilidades para con los niños y la familia, ansiedad, estrés y fatiga. Por el contrario, la libido puede aumentar cuando las mujeres sienten que pueden ser sexualmente activas sin correr el riesgo de quedar embarazadas. De todos modos, siempre es posible cambiar el tipo o la vía de anticoncepción, además de brindar los consejos necesarios para mejorar la libido y la calidad de vida de la mujer. Del manejo en clínica de la disfunción sexcual femenina nos ocupamos largamente en https://www.neyro.com/2019/08/05/la-testosterona-tiene-un-papel-determinante-en-el-manejo-del-deseo-sexual-femenino-disminuido/

Como conclusión, siquiera parcial a este suelto sobre secundarismos, podríamos decir que es fundamental conversar con nuestras pacientes, especialmente en aquellas que se encuentran bajo este tipo de tratamientos y no dudar en preguntarles sobre su calidad de vida y su sexualidad. De este modo será más fácil conseguir una adaptación a los fármacos, controlar los efectos secundarios, mantener la calidad de vida y mejorar la adherencia terapéutica que es a donde queríamos llegar… Seguiremos informando…