¿Influye la forma de parto o la alimentación del neonato en la posibilidad de transmisión de SARS-CoV2 desde su madre?

No es la primera vez que inicio una noticia en este blog afirmando que «esta pandemia nos lo ha cambiado todo» y ya ni es original ni aporta nada nuevo, ciertamente. Una prueba en lo que respecta a este blog es que en estos pasados seis o siete meses hemos publicado hasta un total de quince o veinte noticias sobre temas relativos a la infección por SARS-Cov2 (ver en https://www.neyro.com/page/3/?s=SARS-CoV2), aún otras más, relacionadas con la pandemia (ver https://www.neyro.com/?s=pandemia) y acaso otras que tenían que ver con aspectos parciales del tema (ver en https://www.neyro.com/?s=pandemia+y+embarazo)

Uno de los aspectos que no podrían faltar en un blog dedicado íntegramente a la salud de la mujer es el análisis del posible daño que esta infección tenía en las mujeres gestantes y así lo vimos en los primeros días del mes de marzo (ver en https://www.neyro.com/2020/03/11/como-afecta-el-coronavirus-a-las-embarazadas-hay-unanimidad-en-los-informes/ ). Poco después,  nos preguntamos sobre la posibilidad de la transmisión vertical de SARS-CoV2 durante la gestación; ¿es factible que el virus maldito atraviese la placenta? (ver en https://www.neyro.com/2020/03/20/transmision-de-coronavirus-de-madre-a-hijo-durante-el-embarazo-es-posible/)
Hemos pasado en poco tiempo por varias fases en estos temas; los primeros datos de CoVID-19 en el embarazo indicaban como sugerencia de conducta al final de la gestación: parto por cesárea, aislamiento estricto del recién nacido y alimentación con fórmula. Pero, ¿está justificada esta práctica? Algunos reportes nos dan resultados no muy alentadores al respecto (ver en https://www.neyro.com/2020/07/03/peores-resultados-perinatales-si-el-parto-es-por-cesarea-en-covid19/)
Pues bien, con el fin de analizar y estimar el riesgo de que el recién nacido se infecte con SARS‐CoV‐2 según el tipo de parto, el tipo de alimentación y la interacción madre-lactante, recientemente se ha realizado una revisión sistemática a través de búsquedas en dos bases de datos biomédicas entre septiembre de 2019 y junio de 2020. 
La publicación original se tituló «Maternal transmission of SARS‐CoV‐2 to the neonate, and possible routes for such transmission: a systematic review and critical analysis» y la firman Walker KF, O’Donoghue K, Grace N y otros colaboradores de la Division of Child Health, Obstetrics and Gynaecology, School of Medicine, University of Nottingham, Nottingham, UK. El artículo fue publicado en una prestigiosa revista como es el British Journal of Obstetrics and Gynaecology en junio de este maldito 2020. En la imagen la cubierta de ese número.
El original del artículo puede consultarse en https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1471-0528.16362. Se tuvieron en cuenta informes de casos o series de casos de mujeres embarazadas con CoVID‐19 confirmado que informaron de los resultados neonatales. Para la infección infantil notificada, se realizó un análisis crítico para evaluar la probabilidad de transmisión vertical.
En total 49 estudios aportaron información sobre el parto y el estado de infección del lactante en 655 mujeres y 666 recién nacidos. En total, 28 de 666 (4%) dieron positivo en el posparto. De los bebés nacidos por vía vaginal, 8 de 292 (2,7%) dieron positivo en comparación con 20 de 374 (5,3%) de los nacidos por cesárea.
En general, todavía hoy, hay poca información sobre la alimentación y la separación del bebé, pero de los bebés alimentados con leche materna, 7 de 148 (4,7%) dieron positivo en comparación con 3 de 56 (5,3%) para los que recibieron alimentación con fórmula no natural. De los bebés informados que fueron amamantados con su madre, 4 de 107 (3,7%) dieron positivo, en comparación con 6 de 46 (13%) para los que permanecieron aislados.

En resumen, la infección neonatal por CoVID-19 es poco frecuente, rara vez es sintomática y la tasa de infección no es mayor cuando el bebé nace por vía vaginal, se amamanta o permanece con la madre, sin aislamiento. Además, estos datos sugieren que la enfermedad CoVID-19 no debería ser una indicación para el parto por cesárea, la alimentación con fórmula o el aislamiento del bebé de la madre. Las cesáreas deben continuar realizándose para las indicaciones obstétricas normales.

Entonces, tras todo este análisis cabría preguntarse: ¿qué hacer con este embarazo que ahora mismo estoy controlando?… Caben pocas certidumbres, pero sí algunas: procure usted que su gestante no se infecte en ningún  momento (ver en https://www.neyro.com/2020/06/22/mascarillas-y-distancias-fisicas-para-evitar-rebrotes-la-polemica-que-no-cesa/) y sobre la forma de parir, personalice e individualice usted sus decisiones en función de cada situación, de cada caso… Seguiremos informando…