A vueltas con el deseo sexual femenino inhibido: ¿nuevas soluciones farmacológicas?

El deseo sexual es ciertamente la resultante de muchos factores como casi siempre en biología, donde las relaciones de causalidad casi nunca son exclusivas de un único factor. Aún más si consideramos el deseos sexual femenino que, sin poder negar su clara dependencia del nivel de las hormonas sexuales, tiene relaciones con múltiples factores desde sociales a laborales, educacionales y morales, coyunturales y de pareja…, en fin… Alguna corriente psicológica de pensamiento lo ha relacionado con la pulsión libidinal, elevando el deseo a una categoría muy superior, rozando incluso lo imprescindible para la vida.

No debe confundirse por lo tanto con la mala llamada hipersexualidad que ata al sujeto que la padece y puede llegar a ser un trastorno de personalidad muy grave. Ciertamente es muy difícil de definir o de delimitar con precisión y de ella ya nos ocupamos largo y tendido en este mismo blog con anterioridad, como puede seguirse en https://www.neyro.com/2016/02/05/hipersexualidad-e-hiperdeseo-sexual-son-la-misma-entidad/.
De lo que hablamos ahora es del deseo sexual femenino y, sobre todo de la ausencia de ese deseo, de una entidad que se ha dado en llamar deseo disfunción sexual femenina y más concretamente del llamado Trastornio del Deseo Sexual Inhibido (por sus iniciales, TDSI) Es un trastorno que durante las últimas décadas nos ha vuelto locos a los ginecólogos pues difiere mucho de lo que el deseo sexual supone en la masculinidad, para el varón en general  (lo tratamios en https://www.neyro.com/2017/03/08/diferencias-en-la-sexualidad-femenina-y-masculina-pueden-las-mujeres-ser-impotentes/) Y es que el tratamiento de ese TDSI es sumamente complejo por lo complejo que es precisamente el deseo sexual en la mujer y, mucho más aún, en la mujer alrededor del cliamterio, en los años posteriores a los 40 o 45 cuando comienza el declinar de los esteroides sexuales.
Si complejo es su armazón diagnóstico, mucho más complejp es su tratamiento. Hemos tenido diversos intentos como mostramos en la yabla justo arriba y como ya anotamos en una noticia previa sobre el que en aquñe momento lamábamos el «parche del deseo» (ver en https://www.neyro.com/2008/09/08/el-parche-del-deseo/). Pues bien, ahora, en estos primeros días del verano tórrido de este 2019, la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos acaba de aprobar la Bremelanotida (de nombre comercial en USA Vyleesi, de AMAG Pharmaceuticals), que esun agonista de receptor de melanocortina 4 primero en su clase, para el trastorno del deseo sexual hipoactivo en mujeres pre-menopáusicas. Se une así a flibanserina (Addyi, Sprout Pharmaceuticals), el único tratamiento del trastorno del deseo sexual hipoactivo aprobado por la FDA para mujeres pre-menopáusicas.
Hasta el 23 de junio de este mismo 2019, FDA había completado el análisis de solicitud de registro del nuevo fármaco para bremelanotida, según lo estipulado por la Prescription Drug User Fee Act (PDUFA). El trastorno del deseo sexual hipoactivo afecta a casi 10% de todas las mujeres pre-menopáusicas en Estados Unidos, o cerca de 6 millones de mujeres, indicó la Dra. Julie Krop, directora médica y vicepresidenta ejecutiva de desarrollo médico y asuntos regulatorios en AMAG Pharmaceuticals.

Muchos colegas, ginecólogos y médicos de familia, huyen de esta patología por desconocimiento o por no entrar en una esfera que consideran equivocadamente muy propia de la intimidad de sus pacientes, extendiéndose el trastorno en el tiempo, en consecuencia. «En gran parte es poco reconocido», comentó la Dra. Krop y añade que «estas mujeres tienen problemas con sus relaciones; a menudo tienen problemas para concentrarse en el trabajo y dificultades con la auto-imagen. Los efectos van mucho más allá de la alcoba». Mujeres y algunos médicos no suelen verlo como un trastorno médico que pueda tratarse. Las mujeres se sienten un poco «destrozadas», agregó la especialista.

En lo que respecta a la disminución del deseo sexual, el doctor Neyro afirma que «la disfunción sexual se produce, entre otras razones, debido al descenso de los niveles hormonales con la llegada de la menopausia y que debe ser atendida como una parte más de la menopausia y el declinar del climaterio, ya que empeora de forma muy importante en la calidad de vida de muchas mujeres».  «Es similar a lo que era la depresión hace algunos años, estigmatizada y realmente no reconocida como un trastorno fisiológico», añadía la Dra. Julie Krop.

Entrando ya a los detalles de esta nueva forma de tratamiento del TDSI, Bremelanotida está diseñada para auto-administración subcutánea con un auto-inyector desechable por lo menos 45 minutos antes de una relación sexual prevista, informó la Dra. Krop. Las usuarias no ven la aguja y se puede presionar sobre el abdomen o el muslo. Tiene un mecanismo de acción novedoso que ajusta el equilibrio entre las vías neurales que excitan e inhiben para restablecer el deseo sexual.

La Dra. Krop añadió que AMAG espera que el fármaco esté disponible en septiembre, que es el Mes de Sensibilización Nacional sobre la Salud Sexual. Bremelanotida fue incluida en dos estudios de fase 3 reproducidos, en cada uno de los cuales participaron más de 600 pacientes y en los que se evaluó el incremento de la libido, al igual que la reducción de la ansiedad, y los rasgos distintivos del trastorno del deseo sexual hipoactivo.

Se han confirmado mejoras estadísticamente significativas y clínicamente importantes en estos dos parámetros, destacó los autores de los ensayos. Los efectos adversos más frecuentes fueron náusea, síntomas vasomotores de la menopausia, y cefalea. Las mujeres en los estudios toleraron muy bien la auto-inyección, indicó la Dra. Krop. «De hecho, 90%  de ellas dijo que no experimentó ninguna dificultad». La Dra. Anita Clayton, jefa del Department of Psychiatry and Neurobehavioral Sciences, y profesora de obstetricia y ginecología clínica en University of Virginia Health System, en Charlottesville, Estados Unidos, destacó que es crucial que las mujeres cuenten con más opciones.

En estos ensayos, aproximadamente el 25% de los pacientes tratados con Vyleesi tuvieron un aumento de 1.2 o más en su puntuación de deseo sexual (puntuación en un rango de 1.2 a 6.0, con puntuaciones más altas que indican mayor deseo sexual) en comparación con aproximadamente el 17% de los que tomaron placebo.

Además, aproximadamente el 35% de los pacientes tratados con Vyleesi tuvieron una disminución de uno o más en su puntuación de angustia (puntuada en un rango de cero a cuatro, con puntuaciones más altas que indican mayor angustia debido a un bajo deseo sexual) en comparación con aproximadamente el 31% de los pacientes, que quien tomo placebo

Se ha comparado en este sentido a Bremelanotida con Flibanserina ya autorizada, que se toma todas las noches a la hora de acostarse, y actúa a través de receptores de serotonina específicos (agonismo de 5-HT1A y antagonismo de HT2A) para reducir la inhibición del deseo sexual y la excitación por serotonina. El lector interesado puede obtener más sobre este otro tratamiento en una noticia previa de este blog presente en https://www.neyro.com/2015/06/29/la-libido-femenina-disminuida-puede-tener-solucion-farmacologica/, desde junio de 2015.

Cada uno de los fármacos funciona en casi 50% de mujeres pre-menopáusicas con trastorno del deseo sexual hipoactivo. La Dra. Clayton señaló que no hay forma fácil de determinar si una mujer tiene aumento en la inhibición por serotonina, reducción de la actividad excitadora, o ambas. Si está aumentada su inhibición por serotonina, puede ser mejor Flibanserina, pero si ha disminuido la actividad excitadora, puede ser mejor Bremelanotida.Si son ambas, «tal vez sería útil una combinación, pero esto aún no se ha estudiado», agregó. «Se están estudiando otros fármacos, y espero que también sean aprobados para que las mujeres cuenten con múltiples opciones», añadió la Dra. Clayton. Además, algunas mujeres pueden preferir la administración diaria para tener constantemente el deseo (con Flibanserina), mientras que algunas pueden preferirlo solo alrededor de las horas en que desean tener actividad sexual (en este caso lo idóneo sería Bremelanotida), señaló.

«Los efectos secundarios de ambos fármacos en general son bien tolerados. Con Flibanserina la sedación no es un gran problema, ya que el fármaco se toma a la hora de acostarse. De hecho, a algunas mujeres les gusta que mejore el sueño. Ninguno de los dos fármacos produce aumento de peso y ello es mujy importante para las mujeres en estas épocas de su vida, destaca el ginecólogo José Luis Neyro.

Fred Wyand, director de comunicaciones de American Sexual Health Association/National Cervical Cancer Coalition, preguntado sobre este tema, señala que «creemos que las mujeres tienen derecho al placer y la satisfacción sexual y (sin embargo) se dispone de pocas opciones para las que tienen dificultades sexuales. Para empezar, la sociedad todavía experimenta conflictos en torno a la sexualidad femenina y es satisfactorio ver algún movimiento para reconocer y tomar cartas en el asunto, problemas de funcionamiento sexual, aunque el ritmo sea (todavía, añade JL Neyro) un poco lento».

Referencias: puede consultarse la noticia original de la propia FDA USA en su enlace https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/fda-approves-new-treatment-hypoactive-sexual-desire-disorder-premenopausal-women