La osteopenia y la prevención de fracturas

Osteopenia significa baja densidad ósea.

Es diferente de la osteoporosis, una afección común en la que los huesos son quebradizos y débiles, fracturándose con facilidad. La osteopenia no es una enfermedad, sino un marcador para el riesgo de fracturas. Las personas de edad avanzada tienen un mayor riesgo de padecer osteoporosis no reconocida, la cual pudiera descubrirse sólo después de una fractura (como una quebradura de cadera).

La densitometría ósea es un examen sencillo e indoloro que mide la densidad de los huesos. Si dicha densidad ya es anormal, cambiar el estilo de vida puede ayudar a disminuir la velocidad del avance de la pérdida ósea y reducir la ocurrencia de fracturas. El ejemplar de JAMA del 6 de diciembre de 2006 incluye un artículo acerca de la osteopenia.

Osteopenia y prevencion de fracturas

El primer bebé probeta vasco cumple 25 años

Lucía tenía 34 años. Llevaba 12 casada con Antonio y ambos querían ser padres. Una obstrucción de trompas le impedía quedarse embarazada. Tras acudir al médico, supo que era candidata a probar una técnica incipiente, la fecundación in vitro, en el hospital de Cruces de la mano del jefe de Ginecología del centro, el bilbaíno José Ángel Portuondo, fallecido en febrero de 1985 en el accidente aéreo del monte Oiz. A mediados del año 1984, Lucía se sometió a una estimulación ovárica y el 4 de diciembre de ese mismo año la prueba dio positiva. Era el primer embarazo por fecundación in vitro que se obtenía en un hospital público en España. El ginecólogo José Luis Neyro, miembro de aquel grupo pionero liderado por Portuondo, recuerda la «ilusión» de aquellos días. No sólo por conseguir que Lucía esperara un bebé, sino por «montar una técnica novedosa». «Era la ilusión de ser conscientes que estábamos innovando en la Sanidad pública, en la Ginecología. Sólo había dos o tres centros que hacían estos tratamientos en España -hoy hay más de 130-.
El bebé se llamó José Ángel como homenaje a quien impulsó la técnica

«Todos queríamos ponerle la mano encima a ese útero», dice el doctor Neyro
Aquellos médicos trabajaron sin descanso ni horarios. «Cuando terminábamos de trabajar con Portuondo, nos poníamos a aprender a hacer microcirugía en una especie de pseudoquirófanos experimentales. Operábamos ratas o conejas si había dinero. Publicar en una revista nacional primero e internacional después, ya era suficiente estímulo como para quedarnos a trabajar un mes seguido, sábados y domingos incluidos. Nadie tenía reloj», apunta Neyro.

No obstante, los medios con que contaban eran escasos, y sólo «con mucha entrega» lograron sacar el proyecto adelante. Lograron el embarazo a la primera a pesar de que las condiciones eran «horrorosas». El caso tenía mal pronóstico, «era desesperado, pero salió bien».

El laboratorio, montado en «una esquina de una zona de quirófano que sobraba», no contaba con las condiciones de seguridad que hoy son habituales. Hubo que meter el material con calzador. «Nadie concebía la necesidad de que los ginecólogos precisáramos un laboratorio de reproducción asistida. Abrimos un camino nuevo». Así las cosas, el lugar de trabajo del equipo de Portuondo era rudimentario, inseguro y con estufas de cultivos que «apenas mantenían estable la temperatura». De hecho, estaban «sujetos a la arbitrariedad de que hubiera una bajada de energía eléctrica que desconectara de repente la estufa de cultivo», rememora Neyro. «Hacer entender al hospital que necesitábamos un grupo electrógeno que saltara automáticamente ante una bajada de tensión suponía un bochinche», admite el médico.

El doctor Neyro resalta la figura de Portuondo como líder del equipo. «Solía decir que tenía suerte, pero le pillaba siempre trabajando. José Ángel era el factótum de todo. Tenía muchas conexiones internacionales y había recibido formación específica en Inglaterra y EEUU. Tenía un empuje y capacidad de trabajo ilimitados», elogia Neyro, que fue coordinador y responsable de la Unidad de Esterilidad Masculina e Inseminación Artificial de la Unidad de Reproducción Humana de Cruces entre 1985 y 1991.

«Era un hombre capaz de estimular a todo el que estuviese a su alrededor. Tenía unas costumbres muy peculiares. A mí, como a cualquiera de sus colaboradores, me citaba en su despacho a las 7.00. Y es que él llevaba perfectamente lúcido desde las cinco. Era terriblemente estimulante. Con él logré publicar trabajos en el extranjero y sólo era un residente», recuerda el prestigioso ginecólogo, que entonces tenía 28 años. «Era muy exigente, trabajador, responsable y extraordinario dinamizador de equipos. Con su empuje y cuatro pesetas mal contadas montó un laboratorio de fecundación in vitro donde no había nada», alaba el médico.

El 9 de julio del 1985 a las 11.10 nacía por cesárea José Ángel, a quienes sus padres, vecinos de Barakaldo, llamaron así en homenaje al doctor Portuondo, impulsor del primer servicio de fertilización in vitro en un centro de la Seguridad Social en España, que había fallecido cinco meses antes -el 19 de febrero- en el accidente del monte Oiz a los 42 años.

La «conmoción» por su muerte fue inmensa entre los miembros de su equipo médico, formado por Neyro, Abel Etxanojauregui, Olga Ramón -todos ellos siguen en activo- y la bióloga Carmen Ochoa. El día del nacimiento del bebé su figura fue recordada por el entonces director de Cruces, Fernando Astorqui.

José Ángel pesó 2,6 kilos y la cesárea fue programada para evitar posibles complicaciones. El día anterior al alumbramiento, el entonces jefe de Obstetricia y Ginecología de Cruces, Francisco Rodríguez Escudero -fallecido en 2005-, reconocía en declaraciones a la prensa local que todo el equipo se encontraba expectante. «Menos mal que hemos programado la cesárea para las once de la mañana porque si no, creo que no hubiéramos podido trabajar en todo el día».

«En la cesárea estábamos todos. Yo no decidí nada, pero supongo que hubo tiros para ver quién la hacía -fue el doctor Gabriel Aranguren-. Todos queríamos ponerle la mano encima a aquel útero. Fue muy emocionante», recuerda Neyro.

Este periódico se puso en contacto varias veces con los protagonistas de aquel hito histórico, que aún residen en Barakaldo, para contar con su testimonio, pero la familia rechazó hablar del asunto. «Hace mucho tiempo de eso», se disculpó Lucía.

Lucía fue la primera mujer en quedarse embarazada mediante esta técnica en un hospital público en España -el primer bebé probeta nació el 12 de julio de 1984 en el Instituto Dexeus de Barcelona- , pero el equipo médico de la Unidad de Reproducción Humana de Cruces ya trabajaba entonces en otros 15 casos. Tras nacer José Ángel, la dirección de Cruces invitó a champán a todo el equipo de reproducción humana para celebrar un acontecimiento histórico que Astorqui calificó de «alta medicina». A la vista de lo novedoso de la técnica, ¿eran reticentes las mujeres a someterse a la fecundación artificial? Neyro lo niega con rotundidad. «Ayudaban muchos los medios de comunicación. José Angel Portuondo era un magnífico comunicador y estaba frecuentemente en los medios porque era un pionero».

Y es que el hecho de que una paciente viera a su ginecólogo en el periódico servía para darle un plus de credibilidad. «Si le decías que se tenía que operar, se tiraba al quirófano de cabeza. Ahora los primeros diez minutos de la consulta son para explicarle que no eres el enemigo, que estás para ayudarle», asegura Neyro. El problema, según este médico bilbaíno, es que ella «no te ha elegido y llega con una cita previa que le han dado cinco meses antes».

El Dr. Neyro recomienda los moduladores selectivos de los receptores de estrógenos contra los síntomas de la menopausia

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Los moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERMs, siglas en inglés), entre las que se encuentra el fitoSERM DT56a, logran mejorar los síntomas de la menopausia y la osteoporosis mientras protegen la mama y el endometrio, ha destacado el ginecólogo del Hospital de Cruces de Bilbao José Luis Neyro, durante el XI Congreso de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

«Los SERMs son considerados un tratamiento ideal ya que poseen los efectos positivos similares al estrógeno sobre el hueso, el corazón y los vasos y carecen de efectos estrogénicos sobre otros tejidos como la mama y el útero, evitando complicaciones», ha manifestado este experto, quien explicó que estas sustancias pueden activar o bloquear los receptores estrogénicos, dependiendo del tejido en el que se encuentre el receptor.

«En otras palabras –ha indicado– podría decirse que DT56a actúa como un novedoso SERM. Sus acciones se ven confirmadas por sus mecanismos de acción sobre el tejido óseo cuando compite allí con los estrógenos o con los SERMs clásicos (como raloxifeno)».

El DT56a ya está comercializado en más de 12 países en todo el mundo desde el año 2000 y según este médico, «ha demostrado eficacia clínica, disminuyendo sintomatología y elevando la densidad mineral ósea, pero comportándose igual que los estrógenos a nivel de histopatología».

También en el marco del XI Congreso de la AEEM se han revisado los del estudio Mujer Menopáusica de España (MUMENESP), donde destaca que un 80 por ciento de las mujeres padecen sofocos durante los primeros años de menopausia y que 1 de cada 4 continúa padeciéndolos más allá de los 60. Alteraciones del sueño, irritabilidad y nerviosismo son, por este orden, los síntomas que más afectan a este colectivo

El NUEVO Test de Riesgo de Osteoporosis de Un Minuto

19 preguntas sencillas para ayudarlo a comprender el estado de su salud ósea

HAGA EL TEST DE OSTEOPOROSIS PULSANDO AQUÍ
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una menor
densidad y calidad ósea, que conduce a debilidad del esqueleto
y riesgo aumentado de fractura, especialmente, de columna,
muñeca, cadera, pelvis y hombro. La osteoporosis y las fracturas
asociadas son una causa importante de mortalidad y morbilidad.
La osteoporosis, la epidemia silenciosa, es un problema mundial.
Cada año, se producen, en el mundo, cerca de 1,6 millones de
fracturas de cadera. Para el año 2050, esta cifra podría alcanzar
entre 4,5 millones1 y 6,3 millones2.
En las mujeres mayores de 45 años, la osteoporosis representa
más días de internación que muchas otras enfermedades, entre
ellas, diabetes, infarto de miocardio3.
Se estima que solo una de cada tres fracturas de vértebra recibe
atención médica4.
Las mujeres que presentan una fractura de vértebra tienen un
riesgo importante de sufrir fracturas adicionales durante el año
siguiente5.
¿Es usted una de las tres mujeres, y uno de los cinco hombres
del mundo que se verán afectados por la osteoporosis?
La osteoporosis debilita los huesos y produce fracturas que
pueden provocar serias incapacidades.
Realice este NUEVO Test de Riesgo de Osteoporosis de un
minuto, y descubra si presenta riesgos.

GINECOLOGÍA Y DIVULGACIÓN MÉDICA