Comunicado oficial de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) en referencia al posible riesgo trombótico de la Anticoncepción de Urgencia con levonorgestrel

Concepto: La anticoncepción de urgencia consiste en la utilización de un fármaco,
mecanismo o dispositivo, con el fin de prevenir el embarazo tras una relación coital
desprotegida.
Con este propósito se han utilizado diferentes métodos en los últimos años. Los dos
más frecuentes, de origen hormonal, han sido la pauta combinada de Yuzpe
(estrógenos + progestágenos) y la pauta con sólo gestágenos (levonorgestrel) en
dosis única (ASG). Recientemente se ha comercializado el acetato de ulipristal
(modulador selectivo de los receptores de progesterona) con esta misma finalidad.
La posible trombogenicidad de estas pautas hormonales es una de las cuestiones que
más preocupan a las usuarias y a los profesionales sanitarios implicados en su
cuidado, especialmente ante la posible administración reiterada de las mismas en
cortos períodos de tiempo.
Recientemente la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios) ha emitido un informe evaluando la anticoncepción de urgencia son
levonorgestrel (Norlevo-1500 µg®, Postinor-1500µg®). En dicho informe se recoge
literalmente que “…no puede descartarse el riesgo de tromboembolismo venoso en
mujeres que hicieran un uso no recomendado (repetido y frecuente) de los
preparados de anticoncepción de urgencia”. Dicho informe recoge, sin embargo,
que en los estudios pivotales para su comercialización no se comunicó ningún
evento trombótico entre los efectos adversos en la valoración de seguridad.
Desde el punto de vista epidemiológico, se han realizado pocos estudios para
valorar una posible trombogenicidad de la anticoncepción habitual con “sólo
gestágenos”. Una revisión sistemática muy reciente (1) que revisó 4 estudios casoscontrol
y 1 estudio de cohortes no encontró un aumento significativo del riesgo
trombótico (odds ratio 1’45, con IC-95% de 0’92-2’26). Los autores indican que
podría existir una tendencia significativa, pero también interferencia de factores de
confusión.
La anticoncepción hormonal de urgencia disponible en España, basada en el uso de
levonorgestrel (ASG), aporta dosis bastante inferiores a las empleadas en las pautas
continuas. No se han publicado estudios epidemiológicos valorando su riesgo
trombótico, pero no se han comunicado en los estudios pivotales dichos eventos.
Además, un estudio de laboratorio recientemente publicado (2) que valora cambios
de parámetros bioquímicos y hemostáticos (SHBG, inducción de resistencia a la
proteína-C activada) implicados en la trombogenicidad de los estrógenos y de los
anticonceptivos hormonales combinados, no los detecta con ASG-urgente. Aunque
son pocos casos, son datos concordantes con los hallazgos epidemiológicos de no
mayor incidencia de trombosis.
La Organización Mundial de la Salud, en la 3ª edición de sus recomendaciones
sobre “Criterios médicos de elegibilidad para el uso de anticonceptivos”, de 2009(3),
sigue considerando a los anticonceptivos “sólo gestágenos” (ASG) dentro de la
“categoría-2” (es decir, que los beneficios superan a los riesgos) para mujeres con
estados de trombofilia, antecedentes personales trombóticos fuera de la fase aguda
o, incluso, en la fase aguda de la trombosis si reciben anticoagulantes, todo ello por
su buen perfil de seguridad respecto al no aumento de riesgo trombótico.
Estos métodos tienen una alta eficacia anticonceptiva cuando se utilizan en las
primeras horas post-coito, con lo que se evitan embarazos no deseados. Teniendo en
cuenta que el propio embarazo es una situación de riesgo trombótico (estado de
hipercoagulabilidad adquirido, con un aumento del riesgo relativo de 6 veces
respecto a controles, odds ratio de 6, más relevante que la anticoncepción hormonal
combinada habitual, no urgente, cuyo odds ratio es de 3-4), la prevención de un
embarazo no deseado tendría una incidencia beneficiosa indirecta en la prevención
de dicha situación de riesgo trombótico.
Ante todas estas consideraciones y en respuesta al informe de evaluación emitido
por la AEMPS del Ministerio de Sanidad y Política Social, ambas Sociedades
manifiestan que:
1) Las pautas de anticoncepción hormonal de urgencia disponibles en España,
basadas en “sólo gestágenos” (levonorgestrel), son eficaces y seguras.
2) La anticoncepción hormonal de urgencia con “sólo gestágenos” (Norlevo®,
Postinor®) no ha demostrado en estudios epidemiológicos un aumento del
riesgo trombótico. En estudios de laboratorio preliminares no provocan
cambios en los parámetros de la hemostasia sugestivos de provocar un estado
de hipercoagulabilidad, ni siquiera con su uso reiterado. Estos son datos
concordantes con los hallazgos epidemiológicos de no mayor incidencia de
trombosis.
3) El uso de anticonceptivos “sólo gestágenos” es el habitual (como método
continuado) en mujeres con trombofilia hereditaria o con antecedentes
personales de enfermedad tromboembólica por su perfil de seguridad. La
OMS los recomienda con una “categoría-2” (los beneficios superan a los
riesgos) en estos casos.
4) No obstante, la anticoncepción de urgencia no se recomienda, bajo ningún
concepto, como método anticonceptivo habitual, sino puntualmente en casos
de urgencia tras un coito desprotegido.
Referencias bibliográficas:
1. Bergendal A, Odlind V, Persson I, Kieler H. Limited knowledge on progestogen-only contaception and risk of venous
thromboembolism. Acta Obst Gynecol 2009; 88: 261-6.
2. van Rooijen M, Silveira A, Thomassen S, Hansson LO, Rosing J, Hamsten A, et al. Rapid activation of haemostasis after
hormonal emergency contraception. Thromb Haemost 2007; 97: 15-20.
3. Criterios medicos de elegibilidad para el uso de métodos anticonceptivos 2009.
http://www.who.int/reproductivehealth/publications/en/

Los sofocos de menopausia pueden durar una década o más

Los sofocos que son comunes durante y después de la menopausia pueden durar un promedio de más de 10 años, más de dos veces el periodo asumido hasta ahora, según un estudio de Estados Unidos.

La investigación, publicada por «Obstetrics and Gynecology», también halló que las mujeres que comienzan a tener sofocos antes de la menopausia o en las primeras fases de ésta los tendrán durante más tiempo, de media, que las mujeres que no tienen sus primeros sofocos hasta más tarde.

«Los sofocos son muy comunes, son molestos y preocupan a gran número de mujeres, y están empezando antes» de lo que se pensaba, dijo Ellen Freeman, en la Universidad del Colegio de Medicina de Pensilvania y autora principal del estudio.

Freeman y sus colegas siguieron a un grupo de unas 400 mujeres en sus 30 y 40, en una investigación iniciada en 1995. En los 13 años siguientes, los científicos entrevistaron a las mujeres más o menos cada año, y les preguntaron cuestiones sobre su salud, incluidos síntomas menopáusicos.

Solo 55 mujeres no tuvieron ningún sofoco durante el estudio. Otras 90 dijeron que solo tenían sofocos suaves mientras que el resto – 259 mujeres – informaron de sofocos entre moderados e intensos en al menos una de las entrevistas.

Para las mujeres con sofocos fuertes, estos síntomas duraron una media de 11 años y medio. Los calores entre moderados e intensos se prolongaron unos 10 años de media.

Pero duraban incluso más en las mujeres que tuvieron sus primeros sofocos cuando eran más jóvenes y antes del inicio de la menopausia. Las mujeres negras y las de peso normal también dijeron que padecían sofocos entre moderados y fuertes en mayor medida que las mujeres blancas y obesas.

Los investigadores dijeron que no sabían por qué había tanta variación en el momento en el que las mujeres tenían sus primeros sofocos en relación con la menopausia en este estudio. Pero una cosa estaba clara: pueden durar mucho tiempo.

«La presunción es que (los sofocos) pueden durar alrededor de 4-5 años», dijo Rebecca Thurston, que ha estudiado los síntomas de la menopausia en la Universidad de Pittsburgh y no participó en el último estudio.

Los hallazgos ponen sobre la mesa el tema de cuáles son los mejores tratamientos para los sofocos, dado que estos tratamientos pueden durar años.

Destacando que algunas mujeres encuentran sus propias formas de combatir estos síntomas, Thurston añadió: «Necesitamos tratamientos más seguros y efectivos para que las mujeres los puedan utilizar a largo plazo».

Qué es la incontinencia urinaria y cómo tratarla

Muchas mujeres en menopausia ven afectada su calidad de vida por la incontinencia urinaria sin hacer una consulta médica. Sin embargo es fácil de estudiar y de fácil tratamiento con excelentes resultados. Así lo explica el Dr.  José Luis Neyro – especialista en el tema y todo lo relacionado con el climaterio. Explica también que si los médicos incluyeran una simple pregunta en su interrogatorio, se facilitaría la llegada a un diagnóstico y al tratamiento correspondiente.

La Incontinencia Urinaria IO es un problema más habitual de lo que podemos imaginar y sobre el que existen todavía muchos tabúes.

El doctor José Luis Neyro ha tenido la amabilidad de contestarnos a unas preguntas sobre este tema y sobre el que se muestra así de rotundo:

“La incontinencia urinaria en la mujer no mata pero puede llegar a deteriorar  gravemente la calidad de vida de la mujer.”

Doctor ¿qué es la incontinencia urinaria y cual es su  origen?

Es un síntoma que aqueja a algunas personas en su mayoría mujeres, que consiste en la perdida involuntaria de orina. Existen varios tipos:

1º la incontinencia urinaria de esfuerzo (IOE) que es la que se produce con esfuerzos tales como la tos, el estornudo, la risa, la carrera, levantar pesos.

2º la incontinencia urinaria de urgencia (IOU) que sucede cuando el/la paciente tiene deseos irrefrenables de orinar pero…,”no llega al cuarto o de baño” y pierde involuntariamente la orina.

Aún hay una forma mixta en la que se combinan ambas sintomatologías y en la que el abordaje terapéutico debe ser doble, lógicamente.

¿Hay muchas consultas al respecto?

Muchas, pero muchísimas menos de las que debieran ser porque entre el 40 y 60 % de las mujeres afectas no lo consultan jamás con sus médicos, ni con los ginecólogos ni con sus médicos de cabecera.

Desde su percepción ¿siente que es un tema en el que todavía hay mucho pudor a la hora de realizar la consulta?

Ya lo creo, pero es un pudor malentendido porque es algo muy sencillo de estudiar, muy fácil de tratar y que tiene unos resultados en el corto, medio y largo plazo excelentes.

Todo ello debería estimular a las mujeres con este trastorno a consultarlo mas bien pronto que tarde, ya que muchas mujeres restringen sus actividades sociales , limitan sus actividades deportivas, reducen las asistencia a conciertos y/o a actos públicos solo porque se siente húmedas (mojadas literalmente) más habitualmente de lo que sería necesario, cuando hay muchas soluciones.

¿Qué aconseja a las mujeres que sufren de incontinencia?

Lo primero que lo consulten con su médico ya mismo y ya él se encargará de dirigirla hacia el ginecólogo. Desde nuestra especialidad, estamos en condiciones de historiar a la mujer, estudiar su sintomatología, proveer las exploraciones clínicas y complementarias que se precisen para llegar a un diagnóstico preciso y poder así, en segundo lugar realizar el tratamiento más adecuado a cada situación.

A veces, este tratamiento será médico con unas sencillas pastillas, otras requerirá rehabilitar el suelo pelviano y entrenarlo y en ocasiones una sencilla intervención quirúrgica de tan solo diez o quince minutos sin ingreso hospitalario ni clínico pueden ayudar a mejorar el cuadro de forma definitiva.

¿Pueden hacer los ginecólogos algo por esas mujeres?

Sí y es muy sencillo. Estar concienciados con el problema, atenderlo  De manera rotunda y para siempre, incorporar una pregunta más al interrogatorio que hacen a sus pacientes en sus consultas y es ésta: “¿pierde usted orina alguna vez de manera involuntaria?”

Sólo con esto, ya podemos iniciar un diálogo alrededor del tema, descubrir el trastorno e iniciar el estudio completo para, encauzando el tratamiento, mejorar la calidad de vida de las pacientes que está muy deteriorada cuando hay pérdidas involuntarias de orina.

¿Es cierto que las deportistas de élite suelen padecerla más a menudo y por qué?

Efectivamente es un síntoma muy frecuente en algunas de ellas porque están acostumbradas a hacer fuerza abdominal, a contraer de manera explosiva y mantenida la prensa abdominal, pero descuidan el fortalecimiento del suelo pélvico. Con el paso de los años, la maternidad incluida, puede deteriorar un suelo no bien tratado y aparecer la temida incontinencia urinaria.

En estos casos, y en los de incontinencia urinaria de esfuerzo en general, la rehabilitación del suelo pelviano tiene un papel preponderante y una eficacia contrastada científicamente.

¿Existe en los hombres?

Sí, pero casi siempre esta ligada a cirugías previas o tratamientos muy agresivos como el cáncer de próstata, el de vejiga o grandes traumatismo de la pelvis.

Antiguamente también a la cirugía de la hipertrofia benigna de próstata.

¿Que le aconseja a estos pacientes?

Que planifiquen bien sus tratamientos junto con su urólogo para tratar de evitar este trastorno después de los tratamientos que serán necesarios para erradicar sus enfermedades neoplásicas.

La información completa es básica antes de iniciar cualquier tratamiento y más en aquellos casos en lo que esa terapia puede provocar secuelas graves o incómodas para la vida posterior.

¿Cuál es la diferencia con la de las mujeres?

Hay una que es básica: que la de las mujeres se puede presentar entre los 45 y los 55 años para empezar e incluso comenzar antes, tras los partos y la de los hombres es mucho más tardía coincidiendo con esas enfermedades que señalábamos.

Además, en la mujer puede y suele estar ligada a los embarazos y partos y sobre todo a aquellos mal cuidados, poco preparados, sin gimnasia ni preparación para el parto o que han sido muy traumáticos o con bebés muy grandes. Ahí, los partos instrumentales (con ventosa o fórceps) pueden tener un papel desencadenante muy importante.

De ahí la importancia que los ginecólogos damos a la gimnasia de recuperación del suelo pelviano que diseñó un colega austriaco, el Dr. Kegel, después de los partos.
Dr. Jose Luis Neyro
Especialista en Obstetricia y Ginecología.
Magíster interuniversitario en Bioética
Delegado para el País Vasco de la Sociedad Española de Investigaciones Óseas y Metabolismo Mineral (SEIOMM)
Miembro de la International Menopause Society (IMS)
http://www.neyro.com

Cada día 2.500 jóvenes y adolescentes contraen el VIH en todo el mundo

Unos 2.500 jóvenes contraen diariamente el VIH, según un informe mundial que acaba de darse a conocer. Pese a que la tasa general de prevalencia en los jóvenes ha disminuido levemente, las mujeres jóvenes y las adolescentes aún corren un riesgo desproporcionadamente alto de infección debido a su vulnerabilidad biológica, a la disparidad social y a la exclusión.

El informe Oportunidades en tiempos de crisis: evitar el VIH/SIDA desde la primera adolescencia hasta el comienzo de la edad adulta presenta, por primera vez, datos sobre la infección por VIH/sida entre los jóvenes y hace hincapié en los riesgos que corren los adolescentes durante su transición a la edad adulta. El informe, que es una publicación conjunta de UNICEF, ONUSIDA, la UNESCO, UNFPA, la OIT, la OMS y el Banco Mundial, explica cuáles son los factores que aumentan el riesgo de infección y se refiere a las oportunidades de fortalecer los servicios de prevención y desalentar las prácticas sociales perjudiciales.

«Para muchas personas jóvenes, la infección por VIH/sida es el resultado de la negligencia, la exclusión y las violaciones que tienen lugar con el conocimiento de las familias, las comunidades y los dirigentes sociales y políticos», ha dicho Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF. «En este informe se exhorta a los líderes de todos los niveles a que creen una cadena de prevención que mantenga a los adolescentes y jóvenes informados, protegidos y saludables. UNICEF mantiene un firme compromiso con esta causa. Debemos proteger a quienes viven la segunda década de sus vidas, de manera que el VIH no descarrile el paso de la infancia a la edad adulta, que es una travesía particularmente arriesgada en el caso de las niñas y mujeres jóvenes».

De 15 a 24 años

Según el informe, el 41% de los nuevos afectados mayores de 15 años en 2009, fueron personas de entre 15 y 24 años. Unos cinco millones de jóvenes de esas edades vivían con VIH/sida en el mundo en 2009. En el sector de la población de entre 10 y 19 años de edad, según los nuevos datos, hay unos dos millones de adolescentes que viven con VIH/sida. En su mayoría, se trata de personas que viven en África subsahariana y son mujeres. Muy pocas de ellas están al tanto de que han contraído el virus. A nivel mundial, más de un 60% de las personas jóvenes que viven con VIH/SIDA son mujeres. Esa tasa llega al 72% en el caso de África subsahariana.

«El éxito logrado con respecto al aumento del acceso a los medicamentos antirretrovirales significa que más personas jóvenes con VIH/SIDA tienen tasas más altas de supervivencia, pero muchas de ellas no están al tanto de su infección», apunta Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud. «La OMS está comprometida a ayudar a aumentar el acceso de los adolescentes a las pruebas del VIH/SIDA y a los servicios de orientación psicológica, así como a garantizar que los servicios de salud den respuesta a sus necesidades en materia de prevención, tratamiento, atención y apoyo».

«Como el informe indica, son demasiadas las adolescentes que se quedan embarazadas cuando aún no están preparadas para ello y tienen hijos siendo aún niñas», ha señalado Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo de UNFPA.

Algunos comportamientos de alto riesgo, como la iniciación sexual precoz, el embarazo adolescente y el consumo de drogas, constituyen claros síntomas de que algo no funciona en los entornos de los adolescentes, y estos síntomas pueden guardar relación con la violencia, la explotación, el abuso o el abandono. Pero los sistemas de protección social que tienen en cuenta los aspectos relacionados con el VIH/SIDA pueden brindar ayuda financiera a las familias vulnerables, aumentar el grado de acceso a los servicios sociales y de salud, y garantizar la prestación de servicios a los jóvenes marginados.

«El mundo necesita, de manera urgente, nuevas estrategias de prevención del VIH/SIDA», afirma Mahmoud Mohieldin, Director General del Banco Mundial. «Por cada dos personas que obtienen tratamiento contra el VIH que amenaza sus vidas, otras cinco se infectan con el VIH, lo que coloca en situaciones imposibles a muchos países pobres y a las comunidades que los integran. Las estrategias de prevención que se han implementado hasta ahora han tenido éxitos limitados, por lo que debemos buscar enfoques nuevos y originales para revertir el

Los sofocos en la menopausia, el tratamiento hormonal

El tratamiento de los sofocos consiste siempre en administración de hormonas sexuales femeninas exactamente las mismas que fabrica el ovario lo que sucede es que la dosis y el tipo de producto y la vía de administración pueden ser distintos para cada mujer.

Las hormonas son siempre las mismas se llaman estrógenos y se pueden administrar por vía oral en pastillas y desde ese punto de vista hay estrógenos
naturales y estrógenos sintéticos. Los parches sin embargo son sólo estrógenos naturales por tanto digamos que los estrógenos sintéticos solón existen por vía oral.

Los ginecólogos tratamos de darla dosis más pequeña posible para quitarle a usted o su amiga a cualquier mujer de su edad se evite lasincómodas las terribles sofocaciones
incluso el sudor nocturno el insomnio y la irritabilidad y toda la sintomatología de la que hemos hablado.

Los tres pilares básicos son que la mujer admita el tratamiento porque lo necesita y está de acuerdo con el médico que las hormonas sean lo más naturales posibles y que la dosis administrada sea la más baja posible.

La obesidad de la madre amenaza la vida del hijo

El 38% de las mujeres europeas tiene sobrepeso u obesidad, una situación que no sólo afecta a su salud sino que puede tener graves consecuencias para su descendencia. Un trabajo señala que el exceso de peso de la madre durante los primeros meses de embarazo aumenta el riesgo de muerte del bebé antes de nacer y durante el primer año de vida.

«Este estudio ha detectado que el riesgo de muerte fetal e infantil era entre dos y tres veces superior para las madres que eran obesas al inicio del embarazo frente a aquéllas que tenían un índice de masa corporal (IMC) recomendado», señalan los autores en las páginas de la revista ‘Human Reproduction‘.

Esta conclusión surge del análisis de los datos obtenidos durante tres años en la región norte de Inglaterra. En ese periodo, se registraron algo más de 42.000 embarazos de los que 30.000 cumplían con los requisitos para formar parte del estudio.

Los autores, procedentes de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), comprobaron que este riesgo de muerte fetal e infantil aumentaba cuando el IMC de la madre superaba los 23 kg/m2. A partir de ese umbral, por cada unidad que crecía el IMC, la mortalidad se incrementaba un 6%-7%. Por encima de 30 kg/m2, cuando se considera obesidad, el riesgo se triplicaba.

Más problemas hipertensivos

Según el trabajo, una de las razones que podría explicar este aumento de la mortalidad es que las mujeres obesas sufrían con más frecuencia preeclampsia, un trastorno caracterizado por el aumento de la tensión arterial y la presencia de proteínas en la orina, que puede causar la muerte del niño y de la madre.

Estudios previos han observado que la obesidad de la madre también se relaciona con una mayor tasa de malformaciones congénitas, diabetes y partos por cesárea, factores que pueden condicionar la salud y supervivencia de los niños.

Esta situación «no sólo se da cuando la madre llega al embarazo con un exceso de peso, también cuando gana demasiados kilos durante éste«, asegura José Luis Neyro, ginecólogo del Hospital de las Cruces (Bilbao). «Por encima de 15 kg, aumenta el riesgo de que aparezcan problemas que pueden tener consecuencias sobre la salud del feto».

Controlar el peso para prevenir

«La clave está en que las mujeres deben recibir ayuda para alcanzar un peso saludable antes de quedarse embarazadas o después de que el bebé nazca», ha señalado Ruth Bell, principal autora del trabajo. «Nuestra investigación muestra que esto le dará al niño el mejor comienzo posible en la vida».

Para ello, «es muy importante la visita preconcepcional, en donde se pueden vigilar temas como el sobrepeso», señala Neyro. «Si las mujeres tienen posibilidades de planificar sus embarazos, deberían esperar a estar en un peso normal para concebir», añade.

«Dada la creciente prevalencia de la obesidad entre las mujeres embarazadas, se puede predecir un aumento de las tasas de abortos espontáneos, muertes fetales y mortalidad infantil», advierten los autores. «Las mujeres deben ser advertidas de los riesgos de afrontar una gestación con un IMC alto y deben recibir apoyo para controlarlo», concluyen.

GINECOLOGÍA Y DIVULGACIÓN MÉDICA