Podemos diagnosticar el 98% de los casos de anomalías cromosómicas durante el embarazo

El número de fetos que presentan algún tipo de anomalía cromosómica, entre las que se encuentra el síndrome de Down, ha aumentado en los últimos años, dados los mayores avances en los diagnósticos, así como la cada vez más avanzada edad de nuestras gestantes, el incrementado deseo de saber sobre cada feto por parte de sus padres y el descenso continuado de las gestaciones en todo el occidente, particularmente en nuestro país, señala el Dr. Neyro.
La capacidad de detección y diagnóstico de casos de anomalías cromosómicas en el feto durante el embarazo ha aumentado del 30% a más del 98% en las últimas décadas como resultado de los nuevos avances tecnológicos y estudios médicos que existen en la Medicina Materno Fetal. Nos ocupamos de ello en una reciente nota que al respecto publicamos en este mismo blog hace ya unos meses; (ver en http://www.neyro.com/2013/02/10/se-acerca-un-nuevo-avance-en-diagnostico-prenatal-prueba-no-invasiva-de-identificacion-de-anomalias-cromosomicas/)

 
Así se puso de manifiesto durante la ‘I Jornada de Actualización en Medicina Materno Fetal’, organizada en el Iberostar Grand Hotel Mencey por la Unidad de Medicina Fetal del Grupo Hospiten y que contó con la participación de más de cien profesionales sanitarios de todo el archipiélago canario. El especialista en Obstetricia y Ginecología del Grupo Hospiten y coordinador de la Jornada, Walter Plasencia Acevedo, aseguró que las técnicas que existen hoy día «permiten identificar desde el primer trimestre de gestación muchas anomalías o posibles complicaciones que pueden surgir durante el embarazo tanto en la madre como en el feto y establecer en muchos casos un tratamiento eficaz de forma precoz».
Durante la primera ponencia sobre ‘Screening de anomalías cromosómicas. Actualización en estudios de ADN fetal en sangre materna’, el Dr. Walter Plasencia hizo un repaso de los nuevos estudios ecográficos y analíticos que han permitido dar un salto cualitativo en la detección de anomalías cromosómicas y ofrecer a los padres una información más detallada del estado del feto. Según explicó, el número de fetos que presentan algún tipo de anomalía cromosómica, entre las que se encuentra el síndrome de Down, ha aumentado en los últimos años debido a la relación directa que existe con la edad de la mujer embarazada, que se ha incrementado considerablemente.
A través de los estudios del ADN fetal en sangre materna, los profesionales médicos han conseguido complementar el diagnóstico de estas anomalías, apoyándose en el material genético del feto para ofrecer un asesoramiento más preciso. Lo importante, añade el Dr. Plasencia, es que gracias a las nuevas técnicas «podemos ofrecer estudios más detallados con un diagnóstico mucho más preciso y asesorar a los futuros padres acerca del tratamiento más adecuado que, en algunos casos, pueden ser intervenciones prenatales que pueden salvar la vida del feto y mejorar su calidad de vida en el futuro».


Otra de las novedades que se abordaron durante la Jornada está relacionada con el uso de la resonancia magnética nuclear como herramienta que contribuye a mejorar la capacidad diagnóstica de la ecografía, en especial en algunas malformaciones asociadas al sistema nervioso central. Somos capaces incluso de anticipar cuándo una gestación tiene riesgo de prematuridad en un momento en el que la gestante trabaja a veces duras y largas jornadas anteponiendo a veces el propio trabajo al cuidado que requiere un embarazo, nos aclara el Dr. Neyro (ver en http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/)

Por otra parte, y en relación con las complicaciones que pueden detectarse en la madre, la Jornada abordó las nuevas técnicas que existen para predecir el grupo de mujeres embarazadas en las que existe mayor riesgo de hipertensión o preeclampsia y aplicar un tratamiento adecuado para evitar su aparición.

 
En la actualidad, el 1% de mujeres embarazadas desarrolla un estado hipertensivo grave que puede afectar tanto a la salud de la madre como del feto, causando problemas de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, desde el primer trimestre del embarazo es posible detectar si existe riesgo de padecer esta enfermedad y aplicar algunas terapias antes de que derive en consecuencias graves. Igualmente, relata José Luis Neyro, la diabetes gestacional está trabando nuestras estadísticas pues una de cada diez gestantes tienen ya esa condición y las cifras tienden a aumentar, en virtud de la inadecuada dieta de una parte importante de nuestra población. (léase en http://www.neyro.com/2014/07/03/la-diabetes-gestacional-afecta-a-una-de-cada-10-mujeres-embarazadas/)

La cesárea podría aumentar las probabilidades de un embarazo fallido posterior.

Una cesárea podría poner a las mujeres en un riesgo ligeramente superior de embarazos ectópicos y mortinatos en embarazos futuros, según halla un estudio reciente, publicado en “PLoS Medicine”. Pero el riesgo de una de esas complicaciones sigue siendo muy bajo, apuntaron los investigadores. Lo que es seguro, apostilla el Dr. José Luis Neyro es que nuestras investigaciones revelan que solo el 45% de las mujeres paren vía vaginal tras haber sufrido una cesárea anterior. El modo de parir condiciona seriamente la forma del futuro obstétrico-ginecológico de las mujeres; nada es gratuito, señala.
Los investigadores analizaron datos de casi 833,000 madres primerizas en Dinamarca. Aquellas cuyos bebés nacieron por cesárea tenían un riesgo un 14% más alto de mortinatos en su próximo embarazo que las que tuvieron un parto vaginal. Un mortinato se describe como la muerte de un feto de más de 20 semanas de gestación. Esto equivale a un aumento del 0.03% en el riesgo absoluto. Eso significa que por cada 3.000 cesáreas habría un mortinato adicional en embarazos futuros, explicaron los investigadores.

También hallaron que las mujeres que se sometían a una cesárea tenían un 9% más de probabilidades de tener un embarazo ectópico en el futuro que las que habían tenido un parto vaginal. Eso es un aumento del 0.1% en el riesgo absoluto, lo que equivale a que por cada 1.000 cesáreas habría un embarazo ectópico adicional en los embarazos futuros. En un embarazo ectópico, el embrión recién creado crece en las trompas de Falopio o en otras ubicaciones fuera del útero. Generalmente resulta en la pérdida del feto y puede ser letal para la madre, según en qué lugar del mundo se de la circunstancia y el tipo de asistencia sanitaria que en él se disponga, señala el titular de este web, el conocido ginecólogo José Luis Neyro..

Practicarse una cesárea para un primer bebé no aumentó el riesgo de aborto espontáneo en los embarazos futuros de una mujer, según los investigadores del Colegio Universitario de Cork, en Irlanda, y de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. Un aborto involuntario por lo general se describe como la pérdida espontánea de un feto antes de las 20 semanas de embarazo.
«Los hallazgos del estudio actual son particularmente importantes para las madres embarazadas, y para los profesionales de la atención sanitaria, ya que las tasas de cesáreas están aumentando de forma significativa en todo el mundo», señaló la autora del estudio, Louise Kenny. Es muy extraño encontrar lugares o maternidades en las que se baje del famoso 15% que la OMS señala como máximo ideal teórico, refiere el Dr. Neyro; nosotros estamos en un exiguo 11% y con las mismas cifras de mortalidad perinatal que los mejores centros del mundo; tenemos los mejores resultados de España por supuesto y de muchos lugares de Europa también.
No nos engañemos (señala el Dr. Neyro a modo de conclusiones): lleva más trabajo y más vigilancia perinatal; a los ginecólogos nos resulta más cómodo hacer una cesárea en 20-25 minutos que atender un parto y acompañar a la madre durante 6, 10 o 20 horas que puede durar un parto por vía vaginal. «pero la que gana es la madre, la beneficiada es la mujer y su propio futuro y ello para nosotros es sagrado»

Acné, un problema nunca grave pero muy molesto

 

El acné vulgar, el acné juvenil, no suele ser infrecuente entre adolescentes pero sus efectos pueden extenderse más allá de las lesiones físicas, ya que las implicaciones psicológicas y sociales asociadas pueden ser igualmente problemáticas; incluso, a menudo, puede esconder problemas hormonales de diversa etiología. Para su control existen varias opciones terapéuticas en la actualidad; no obstante, hay que alinear el tratamiento apropiado para conseguir los mejores resultados en el largo plazo.

El seguimiento por los profesionales implicados (paradigmáticamente, ginecólogos para descartar y controlar en su caso los problemas hormonales relacionados y dermatólogos, por las lógicas implicaciones cutáneas) es muy importante; igualmente, la necesidad de conseguir la educación y la motivación de la paciente afecta.

Los diagnósticos diferenciales más comunes son la rosácea, la foliculitis, la dermatitis de la boca y la dermatitis seborreica, pero ninguno de ellos cursa con la aparición de “espinillas”. Pues bien,

  • la rosácea suele aparecer en edades posteriores con lesiones inflamatorias como el eritema confinado en la cara central;
  • la foliculitis puede ser debida al uso prolongado de antibióticos apareciendo como pústulas apelotonadas, usualmente en la nariz o el área de la barba,
  • la dermatitis oral generalmente aparece con lesiones simétricas de pústulas y pápulas en la barbilla o pliegues naso-labiales y
  • la dermatitis seborreica provoca un eritema y escalas grasientas en los pliegues naso-labiales y el aspecto ceroso del cuero cabelludo.

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La comprensión de los factores patógenos del acné y los planes terapéuticos precisos siempre serán fundamentales para conseguir los resultados esperados en cada caso concreto.

 

Múltiples aspectos como la correcta comunicación del adolescente con los padres, la educación, así como conseguir que el/la afectado/a no sufra ningún problema de tipo emocional, son parte de los componentes claves para que el tratamiento sea resolutivo.

 

 

El acné puede, de hecho, ser un buen pretexto para llevar a la hija adolescente al ginecólogo que, además de estudiarlo y tratarlo, mediará con la chica de cara a incluirla en protocolos de prevención del cáncer, de educación para la prevención del embarazo no deseado y de las ITSs (infecciones de transmisión sexual) o iniciar la vacunación frente al virus del papiloma humano (puede leerse más sobre el tema en http://www.neyro.com/2013/12/13/fuerte-reduccion-del-riesgo-de-verrugas-genitales-tras-la-vacunacion-contra-el-virus-del-papiloma-humano/.

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Consulte con su ginecólogo¡¡¡

El acné vulgar, el acné juvenil, no suele ser infrecuente entre adolescentes pero sus efectos pueden extenderse más allá de las lesiones físicas, ya que las implicaciones psicológicas y sociales asociadas pueden ser igualmente problemáticas; incluso, a menudo, puede esconder problemas hormonales de diversa etiología. Para su control existen varias opciones terapéuticas en la actualidad; no obstante, hay que alinear el tratamiento apropiado para conseguir los mejores resultados en el largo plazo.

 

El seguimiento por los profesionales implicados (paradigmáticamente, ginecólogos para descartar y controlar en su caso los problemas hormonales relacionados y dermatólogos, por las lógicas implicaciones cutáneas) es muy importante; igualmente, la necesidad de conseguir la educación y la motivación de la paciente afecta.

Los diagnósticos diferenciales más comunes son la rosácea, la foliculitis, la dermatitis de la boca y la dermatitis seborreica, pero ninguno de ellos cursa con la aparición de “espinillas”. Pues bien,

  • la rosácea suele aparecer en edades posteriores con lesiones inflamatorias como el eritema confinado en la cara central;
  • la foliculitis puede ser debida al uso prolongado de antibióticos apareciendo como pústulas apelotonadas, usualmente en la nariz o el área de la barba,
  • la dermatitis oral generalmente aparece con lesiones simétricas de pústulas y pápulas en la barbilla o pliegues naso-labiales y
  • la dermatitis seborreica provoca un eritema y escalas grasientas en los pliegues naso-labiales y el aspecto ceroso del cuero cabelludo.
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La comprensión de los factores patógenos del acné y los planes terapéuticos precisos siempre serán fundamentales para conseguir los resultados esperados en cada caso concreto.

 

Múltiples aspectos como la correcta comunicación del adolescente con los padres, la educación, así como conseguir que el/la afectado/a no sufra ningún problema de tipo emocional, son parte de los componentes claves para que el tratamiento sea resolutivo.

 

 

El acné puede, de hecho, ser un buen pretexto para llevar a la hija adolescente al ginecólogo que, además de estudiarlo y tratarlo, mediará con la chica de cara a incluirla en protocolos de prevención del cáncer, de educación para la prevención del embarazo no deseado y de las ITSs (infecciones de transmisión sexual) o iniciar la vacunación frente al virus del papiloma humano (puede leerse más sobre el tema en http://www.neyro.com/2013/12/13/fuerte-reduccion-del-riesgo-de-verrugas-genitales-tras-la-vacunacion-contra-el-virus-del-papiloma-humano/.

 

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Medicamentos con el mismo principio activo no tienen necesariamente equivalencia terapéutica

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, impartió una conferencia sobre las Alternativas Terapéuticas Equivalentes en el marco de la Jornada ‘Los equivalentes terapéuticos: ¿nueva barrera para el acceso a la innovación?’. El encuentro tenía como objetivo debatir uno de los principales asuntos de interés sanitario en estas fechas en Andalucía, como es la convocatoria de un nuevo acuerdo marco de homologación para la selección de principios activos para determinadas indicaciones, que fue anunciado en mayo por el Sistema Andaluz de Salud y que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) de Andalucía suspendió cautelarmente el pasado 16 de junio.

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DIU liberador de levonorgestrel para la recidiva de síntomas en mujeres operadas de endometriosis

La endometriosis consiste en la presencia de tejido endometrial extrauterino, en cualquier lugar del organismo además de en el interior del útero. Su localización habitual es intra-pélvica, aunque puede localizarse en otros lugares. La localización cutánea es poco frecuente y la forma más habitual aparece sobre cicatrices de intervenciones ginecológicas u obstétricas, aunque puede aparecer de forma espontánea, sobre todo en la zona umbilical o inguinal, y puede confundirse con hernias no reductibles o granulomas. Nos ocupamos largo y tendido del asunto (señala José Luis Neyro), cuando la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia le encargó al titular de este web José Luis Neyro dirigir un grupo de expertos de toda España que diseñaran una revisión completa sobre esta maldita enfermedad femenina en exclusiva como es la endometriosis, que sigue estando perfectamente vigente aún hoy.
Existe en este mismo web un muy limitado resumen de todo lo publicado en este tema de la endometriosis en un pdf que fabricamos hace ya un tiempo y que puede leerse en la sección «artículos», en el link  http://www.neyro.com/pdf/endometriosis.pdf Con la revisión señalada, muchos ginecólogos se han formado en España en estos temas de endometriosis.

Así, siguiendo ese artículo y de acuerdo con un estudio publicado en Cochrane, existen diversas opciones para tratar la endometriosis, entre ellas, quirúrgicas, médicas, como la supresión ovárica, o una combinación de estas estrategias. El tratamiento quirúrgico de la endometriosis tiene como objetivo resecar todas las zonas visibles de endometriosis. El experto ginecólogo José Luis Neyro, señalaba en un curso internacional en México DF en 2011 que «en la endometriosis hay que ser lo más agresivo posible con la enfermedad, muy conservador con el órgano sobre el que asiente y muy respetuoso con la paciente afecta (pues puede no ser la última vez que deba ser operada)»

El propósito del tratamiento médico es inhibir el crecimiento de implantes endometriósicos mediante la inducción de un estado hipoestrogénico. También se ha recomendado el tratamiento con un dispositivo intrauterino liberador de hormona, con el empleo de levonorgestrel (DIU-LNG). Este DIU especial tiene muchos usos y grandes ventajas su utilización, algunas de las cuales hemos señalado en este web; véase en http://www.neyro.com/2014/06/17/el-diu-mirena-puede-tratar-la-hiperplasia-endometrial-con-exito/)

El propósito de este estudio fue determinar si la inserción postoperatoria de un DIU-LNG en las mujeres con endometriosis mejora el dolor y disminuye la recidiva de síntomas en comparación con ningún tratamiento postoperatorio, la inserción postoperatoria de un placebo o el tratamiento postoperatorio.

Los investigadores efectuaron una búsqueda en las siguientes bases de datos desde el inicio hasta junio de 2012: Registro Especializado de Estudios Controlados del Grupo de Trastornos Menstruales y Subfecundidad Cochrane, Registro Central Cochrane de Estudios Controlados (CENTRAL), MEDLINE, PsycINFO, CINAHL y la Plataforma de Registro Internacional de Estudios Clínicos de la Organización Mundial de la Salud (WHO). Asimismo, se llevó a cabo una búsqueda en EMBASE desde 2010 hasta junio de 2012. También se efectuó una búsqueda en las listas bibliográficas de publicaciones, artículos de revisión, resúmenes de congresos científicos y de estudios incluidos relevantes.

Se incluyeron los estudios si comparaban a las mujeres que recibían tratamiento quirúrgico por endometriosis con la conservación del útero y luego se aleatorizaban en los primeros tres meses transcurridos hasta la inserción del DIU-LNG en comparación con ningún tratamiento postoperatorio, placebo (DIU inerte) u otro tratamiento. La laparoscopia diagnóstica por sí sola no se consideró un tratamiento adecuado.

Dos autores de la revisión de manera independiente seleccionaron estudios para inclusión y extrajeron datos para permitir un análisis por intención de tratar (en inglés, ITT). Para los datos dicotómicos, el cociente de riesgos (RR) y el intervalo de confianza (IC) del 95% se calcularon utilizando el método de efectos aleatorios de Mantel-Haenszel. Para los datos continuos, se calculó la diferencia media (DM) y el intervalo de confianza del 95% utilizando el método de efectos aleatorios de varianza inversa.

Se incluyeron tres estudios aleatorizados controlados. En dos estudios, hubo una reducción estadísticamente significativa en la recidiva de menstruaciones dolorosas en el grupo con DIU-LNG en comparación con la conducta expectante (RR: 0,22; IC del 95%: 0,08 a 0,60; 95 mujeres, I2 = 0%, fuerza probatoria moderada). La proporción de mujeres que estuvieron satisfechas con su tratamiento también fue más alta en el grupo con DIU-LNG pero no alcanzó la significación estadística (RR: 1,21; IC del 95%: 0,80 a 1,82; 95 mujeres, I2 = 0%).

El número de mujeres que comunicó un cambio en la menstruación fue significativamente más alto en el grupo con DIU-LNG (RR: 37,80; IC del 95%: 5,40 a 264,60; 95 mujeres, I2 = 0%) pero el número de mujeres que no concluyó el tratamiento asignado no fue diferente entre los grupos (RR: 0,66; IC del 95%: 0,08 a 5,25; I2 = 43%).

En un estudio, las mujeres que recibieron DIU-LNG notaron calificaciones de dolor más bajas en comparación con las que recibieron agonistas de hormona liberadora de gonadotrofinas (DM: -0,16; IC del 95%: -2,02 a 1,70; 40 mujeres) pero esto no alcanzó la significación estadística. Esto confirma lo que nosotros habíamos pronosticado y anunciado incluso en programas radiofónicos y de televisión cuando atribuíamos estas propiedades a Mirena hace ya unos años (ver en http://www.neyro.com/2010/02/09/1217/) En resumen, dejar sin tratamiento a pacientes con endometriosis sabidas las evidencias científicas, señala nuestro experto el Dr. Neyro, podría ser considerado sino delictivo, al menos sí equivocado.

Referencias

Parra PA et al, Endometriosis primaria de pared abdominal, una enfermedad que debe ser considerada en el diagnóstico diferencial de las tumoraciones de la pared abdominal. Cirugía Española, Volume 79, Issue 1, Pages 64-66

Abou Setta AM et al, Use of a levonorgestrel-releasing intrauterine device (LNG-IUD) for recurrence of symptoms in women who have had surgery for endometriosis. Cochrane, enero 2013

No hay un vínculo entre los fármacos para tratar la esterilidad y el cáncer

Las mujeres que han tomado fármacos para tratar la esterilidad no tienen que preocuparse por el riesgo de cáncer relacionado con hormonas, dijeron investigadores ayer en Múnich durante el congreso ESHRE anual. Un estudio importante ha revelado «escasa evidencia» de algún vínculo entre los medicamentos que toman las mujeres para estimular la fecundidad y los riesgos de cáncer de mama, ovario y útero. Los tres tipos de cáncer pueden ser causados por desequilibrios hormonales y las mujeres que buscan ayuda médica para embarazarse pueden recibir tratamientos hormonales prescritos para estimular la fecundidad.

El último estudio fue realizado durante 30 años, incluyó a más de 12.000 mujeres, y se dio a conocer en el Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) en Munich, Alemania, celebrado como cada año, nos informa el Dr. Neyro, en los primeros días de este mes de julio 2014. Los investigadores descubrieron dos casos en los cuales los tratamientos se podrían vincular al cáncer, aunque el incremento del riesgo también podría haberse relacionado con la clase específica de esterilidad de las mujeres.

Uno fue un grupo de mujeres que tomó gonadotrofinas − las cuales se suelen utilizar hoy día − que resultaron ineficaces. El segundo grupo correspondió a mujeres que tomaron citrato de clomifeno 12 veces o más y tuvieron un incremento en el riesgo de cáncer de mama.
Hace ya muchos años, señala nuestro experto el Dr. José Luis Neyro pionero en España de las técnicas de reproducción asistida (ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/), nuestro propio grupo realizó un estudio de investigación que demostró matemáticamente que la probabilidad de embarazo entre mujeres que empleaban Clomifeno como inductor de la ovulación más allá de seis meses seguidos era prácticamente despreciable en términos estadísticos; no tiene caso, por lo tanto, mantener ese tratamiento hasta los doce meses que se señalan en el estudio que comentamos.
El investigador Dr. Humberto Scoccia, de la Universidad de Illinois en Chicago, Estados Unidos, dijo que los hallazgos «en general tranquilizaban» pero advertían sobre «interrogantes no resueltas». Dijo: «Pese a la plausibilidad biológica, los resultados de estudios de fármacos para la fecundidad y de neoplasias malignas de la mama y ginecológicas presentan una situación variable, pues algunos muestran incrementos en el riesgo, otros disminuciones y otros más no muestran ninguna relación importante».
«Sin embargo, la mayor parte de estos estudios tenían números pequeños de pacientes con periodos de seguimiento relativamente breves, y en ellos no se efectuó el ajuste con respecto a otros indicadores de cáncer, incluidas las indicaciones para la utilización de fármacos, como anovulación o endometriosis, que de manera independiente podrían afectar al riesgo de cáncer. Muchas preguntas permanecieron sin respuesta».
Estos resultados, aclara el Dr. Neyro, son coherentes con los hallazgos del seguimiento que los colegas israelíes dirigidos por el Dr. Bruno Lunenfeld hacen de todas las pacientes que en su país han tomado al menos un ciclo de gonadotrofinas desde el inicio de su empleo en medicina de la reproducción en los años sesenta para inducir su ovulación y que, hace ya más de veinte años, señalaban una ausencia de relación entre el empleo de estos fármacos y la aparición de un incremento del riesgo de cáncer de ovario.

Un segundo estudio en el Congreso advierte sobre un mayor riesgo de trastorno psiquiátrico en los niños nacidos después de tratamiento para la fecundidad. Los hallazgos provienen de un estudio de unos 2,4 millones de niños de Dinamarca nacidos entre 1969 y 2006. Alrededor de 124.000 nacieron de mujeres con problemas con la fecundidad.

Los niños nacidos pese a problemas de fecundidad tuvieron un incremento de 33% en el riesgo de presentar un trastorno psiquiátrico.

El investigador, Dr. Allan Jensen, de la Universidad de Copenhague, dijo: «En general se considera que la esterilidad fundamental desempeña un papel más importante en los efectos adversos sobre la desendencia que los procedimientos de tratamiento. Se sabe, por ejemplo, que los trastornos psiquiátricos en cierto grado tienen un componente genético». Muchos interrogantes todavía en estos temas de fertilidad pero poco a poco vamos desvelando los entresijos más ocultos hasta ahora (ver en http://www.neyro.com/2014/05/15/descubierto-el-modo-en-el-que-el-ovulo-y-el-espermatozoide-se-reconocen-antes-de-su-encuentro/)

GINECOLOGÍA Y DIVULGACIÓN MÉDICA