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La incidencia anual de las fracturas por osteoporosis postmenopáusica se triplicará en los próximos 50 años

Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad
La velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer.
La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.
Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.

Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.

Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedadLa velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer. La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.
Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.

El doctor neyro interviene en el programa «Saber vivir» de «La mañana de la 1»

El  viernes día 18.03.11 el doctor  Neyro intervino en el programa «Saber vivir» de «La mañana de la 1» http://www.rtve.es/television/la-manana-de-la-1/ para hablar sobre Osteoporosis Postmenopáúsica, el porqué es asunto de los ginecólogos, cómo prevenir las fracturas, etc, etc…..


La osteoporosis mata cuatro veces más que el cáncer de mama en España. Por eso es tan importante cuidar nuestros huesos y prevenir las enfermedades que los deterioran. Los expertos en salud nos dan las claves

El programa es co-presentado por la prestigiosa periodista Mariló Montero y por el afamado médico y divulgador sanitario, Dr. D. Luis Gutiérrezen la cadena de TV Televisión Española TVE – 1
para ver el video pulse AQUÍ

El Denosumab y sus aportaciones al tratamiento de la osteoporosis

El dr. neyro explica las ventajas del tratamiento con Denosumab y sus aportaciones al tratamiento de la osteoporosis

 

Denosumab (DMAB) es un anticuerpo monoclonal, el primero totalmente humano, que actúa como un potente y totalmente específico inhibidor del ligando del RANK (RANK-L)1-3. Esta unión evita la interacción del RANK-L / RANK, inhibiendo la formación, la función y la supervivencia de los osteoclastos, lo que a su vez provoca una disminución de la resorción ósea en el hueso trabecular y cortical.1 DMAB ha sido aprobado por la Unión Europea para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas con riesgo elevado de fracturas y también (aunque se sale del ámbito de la actuación ginecológica) para el tratamiento de la pérdida ósea asociada con la supresión hormonal en hombres con cáncer de próstata con riesgo elevado de fracturas.1,2 La dosis recomendada es de 60 mg administrados en una única inyección subcutánea una vez cada 6 meses en el muslo, el abdomen o la parte posterior del brazo.1.3 Actualmente, Prolia® (que es el nombre comercial de Denosumab) está pendiente de negociación de precio y reembolso en España, por parte del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

 

Actualmente, están en marcha o terminados ya hasta un total de 46 ensayos clínicos (ECs) en los que DMAB se compara con placebo o con diversas drogas ya aprobadas en el terreno de las enfermedades del metabolismo óseo como Alendronato (ALN), Teriparatida, Ácido Zoledrónico…, entre otras, en orden a comparar su eficacia y seguridad en el control y el tratamiento de la Osteoporosis (OP) postmenopáusica y su prevención, de la pérdida de masa ósea asociada a las metástasis del cáncer de próstata, del mieloma múltiple, tumores sólidos, tumores de células gigantes, de la artritis reumatoidea o la relacionada con el tratamiento con inhibidores de aromatasa en pacientes con cáncer de mama, etc, etc.4 Todo ello, condiciona que a día de hoy dispongamos ya de más de veinte mil pacientes participantes y estudiados en ECs fase III, sin tener todavía el fármaco comercializado aunque sí aprobado; probablemente, cuando esos ECs concluyan será aprobado para nuevas y diversas indicaciones clínicas ligadas a algunas de esas enfermedades.

 

Es objetivo de este trabajo revisar someramente los datos más significativos de los ECs fase III que han mostrado la eficacia y la seguridad de DMAB, así como aquellos otros más sugestivos de la eficacia comparada contra el patrón oro de la investigación en OP cual es el ALN, en tanto que es el fármaco sobre el que se tiene más experiencia acumulada (hasta diez años) en el manejo de esta enfermedad.

 

ESTUDIO FREEDOM.

 

FREEDOM es un EC fase III, internacional, aleatorizado y doble ciego, en el que se evaluó la eficacia y la seguridad de DMAB para reducir el riesgo de fractura en pacientes posmenopáusicas afectas de OP. Fueron incluidas 7.868 pacientes que se aleatorizaron para recibir 60 mg de DMAB (n = 3.902) o placebo (n = 3.906) por vía subcutánea cada 6 meses. El objetivo primario fue determinar la reducción en el número de nuevas fracturas vertebrales a los 36 meses y como objetivos secundarios: evaluar los tiempos hasta la primera fractura no vertebral y la primera fractura de cadera. Se pudieron incluir pacientes tratadas previamente con bisfosfonatos orales, siempre y cuando la duración del tratamiento fuera inferior a 3 años y la terapia se hubiera discontinuado durante 12 meses. La media de edad de los sujetos fue de 72,3 años y las medias de puntuaciones T (T-score) de la densidad mineral ósea (DMO) fueron -2,8 en la columna lumbar, -1,9 en la cadera total y -2,2 en el cuello femoral.2,3,5 El tratamiento con DMAB redujo de forma significativa el riesgo de nuevas fracturas vertebrales, de cadera y no vertebrales frente a placebo (como muestra resumidamente la figura 1).2,3,5 En un sub-estudio de 441 pacientes realizado en el mes 36, DMAB incrementó de forma significativa la DMO en un 9,2% en la columna lumbar y en un 6,0% en la cadera total en comparación con placebo (p < 0,001). Además, DMAB redujo significativamente el C-telopéptido sérico (CTX) en un 86%, 72% y 72% en los meses 1, 6 y 36, respectivamente, en comparación con placebo (p < 0,001) en los 160 pacientes incluidos en un sub-estudio de marcadores de recambio óseo.5 No hubo diferencias significativas en la incidencia global de efectos adversos entre los sujetos que recibieron DMAB y los que recibieron placebo (92,8% frente a 93,1%, respectivamente), y la aparición de efectos adversos graves o la interrupción del tratamiento del estudio por efectos adversos también fueron similares. Un 82% de las pacientes completaron el estudio y un 76% recibieron todas las inyecciones. No se observaron diferencias significativas en la incidencia global de neoplasias malignas, acontecimientos cardiovasculares e infecciones. Se notificaron casos de eccema en el 3,0% de las pacientes del grupo de DMAB frente al 1,7% del grupo placebo (P < 0,001) y de celulitis, como efecto adverso grave, en el 0,3% del grupo de DMAB frente a < 0,1% en el grupo placebo (p = 0,002). Asimismo se describieron las siguientes diferencias significativas entre DMAB y placebo: 1) caídas no asociadas con una fractura (4,5% frente a 5,7%, p = 0,02), 2) flatulencia (2,2% frente a 1,4%, p = 0,008) y 3)conmoción (< 0,1% frente a 0,3%, p = 0,004), respectivamente. En este estudio ningún sujeto desarrolló anticuerpos neutralizantes anti-DMAB y no se notificaron casos de osteonecrosis de los maxilares a los 3 años de seguimiento.5

 

Recientemente se han presentado los resultados de la primera extensión a cinco años de este estudio 6 (con el esquema terapéutico que se resume en la figura 2) que continuará hasta los diez años, con la confirmación de que la reducción de las fracturas vertebrales continúa en los años cuatro y cinco, manteniéndose un ritmo adecuado de incremento de la DMO durante todo ese tiempo; no se produjeron ni más ni diferentes efectos adversos en los años cuarto y quinto respecto de lo ya conocido con anterioridad. Obviamente, en el diseño de esta extensión se prescindió del brazo comparador de placebo, una vez que se hubo demostrado en los primeros tres años la superioridad en eficacia de DMAB respecto de placebo.

 

ESTUDIOS COMPARATIVOS CON ALENDRONATO.

 

Alendronato sódico es un bifosfonato (BF) que actúa mediante una inhibición específica de la resorción ósea mediada por los osteoclastos. Inhibe la enzima farnesil-pirofosfato-sintetasa en la vía del mevalonato. BFs en general, son análogos sintéticos del pirofosfato que se unen a la hidroxiapatita del hueso. ALN se describe químicamente como una sal monosódica trihidratada del ácido bifosfónico (4-amino-1-hidroxibutilideno).7 Evidentemente, los mecanismos de acción farmacológica de DMAB y de ALN son totalmente diferentes aunque su objetivo terapéutico sea el mismo.

 

Existen dos estudios de comparación directa entre DMAB y ALN, ambos de un año de duración, los estudios DECIDE y STAND. Dichos estudios evaluaron la densidad mineral ósea (DMO) como variable principal y no fueron diseñados para estudiar el efecto de DMAB en la reducción de facturas, en función del corto espacio de tiempo de duración prevista en ambos.

 

1. ESTUDIO DECIDE.

DECIDE (Determining Efficacy: Comparison of Initiating Denosumab versus Alendronate)  fues un estudio de asignación aleatoria, doble ciego, internacional y de no inferioridad, que tenía como objetivo evaluar la eficacia y la seguridad de iniciar un tratamiento con DMAB respecto a ALN e incluyó a 1.189 pacientes posmenopáusicas con baja DMO. Las pacientes tratadas previamente con BFs completaron un periodo de lavado de tres meses de duración previo a la aleatorización. Todas las pacientes fueron aleatorizadas a recibir 60 mg de DMAB por vía SC cada 6 meses (n = 594) y placebo por vía oral cada semana o 70 mg de ALN por vía oral una vez a la semana (n = 595) y placebo por vía SC cada seis meses. La variable principal del estudio fue evaluar el porcentaje de cambio en la densidad mineral ósea en la cadera total desde el valor basal hasta los 12 meses.8

 

DMAB incrementó significativamente la DMO en la cadera total comparado con ALN, así como en todos los otros sitios evaluados, tanto en el mes 6, el primer tiempo medido, como en el mes 12. El tratamiento con DMAB resultó en mayores incrementos en la DMO a los 12 meses comparado con ALN en todos los sitios medidos (figura 3).8

 

No se observó ninguna diferencia significativa en la incidencia global de acontecimientos adversos (AA) entre los sujetos tratados con DMAB respecto a los tratados con ALN (80,9% vs. 82,3%, respectivamente, p= 0,60). Este estudio como hemos comentado, no fue diseñado para comparar la incidencia de fracturas y las fracturas fueron notificadas como efectos adversos; En conjunto, un número similar de pacientes en ambos grupos reportaron más de una fractura durante el estudio [24 (4,0%) con DMAB; 19 (3,2%) con ALN].8

 

2. ESTUDIO STAND.

 

STAND (Study of Transitioning from AleNdronate to Denosumab) fue un estudio internacional, aleatorizado, doble ciego, con doble enmascaramiento, controlado con tratamiento activo, de grupos paralelos y de no inferioridad que incluyó a pacientes posmenopáusicas con baja DMO (entre -2,0 y -4,0), previamente tratadas con 70 mg de ALN a la semana, siendo un criterio de inclusión que las pacientes debían haber recibido tratamiento con ese fármaco como mínimo seis meses antes del inicio del estudio. Todas las pacientes fueron aleatorizadas a recibir 60 mg de DMAB (n = 253) por vía subcutánea (SC) cada 6 meses y placebo por vía oral cada semana o 70 mg de ALN por vía oral a la semana (n = 251) y placebo por vía SC cada seis meses. El objetivo principal del estudio fue evaluar el cambio en la DMO de la cadera total a los 12 meses.9

 

A los 12 meses del estudio, las pacientes que iniciaron tratamiento con DMAB experimentaron un aumento significativo de los valores de la DMO en la cadera total y en la columna lumbar respecto a las pacientes que continuaron con ALN, como muestra la figura 4. Adicionalmente, también se observaron incrementos significativos en el grupo de DMAB respecto el grupo de ALN en los valores de DMO en el cuello del fémur y en el tercio distal de radio (p ≤ 0,0121). A los seis meses de tratamiento con DMAB se observó un incremento significativo en la DMO en la columna lumbar y en todas las localizaciones esqueléticas femorales evaluadas (p < 0,05).9 No se observó ninguna diferencia estadísticamente significativa en la incidencia global de acontecimientos adversos entre el grupo tratado con DMAB respecto al grupo tratado con ALN (77,9% vs. 78,7%, respectivamente). Los efectos adversos más frecuentes fueron nasofaringitis, dolor de espalda, artralgias, dolor en las extremidades y estreñimiento. Los efectos adversos graves, incluyendo neoplasias o infecciones graves, no presentaron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos.

 

Este estudio tampoco fue diseñado para comparar el índice de facturas; sin embargo, las fracturas se notificaron como un efecto adverso en 8 pacientes del grupo con DMAB (3,2%) y 4 pacientes con ALN (1,6%).9

 

CONCLUSIONES.

 

Denosumab es un nuevo tratamiento perteneciente al novedoso grupo de las terapias biológicas y está indicado en el manejo de la Osteoporosis postmenopáusica, que constituye el primer anticuerpo monoclonal totalmente humano que actúa bloqueando de manera reversible y extraordinariamente rápida el RANK-L.

 

Ha sido probado en ECAs vs placebo, durante tres años con extensión recientemente presentada a cinco años demostrando en ese tiempo:

  • haber sido bien tolerado con un perfil de efectos adversos escasos y estables durante la extensión hasta el quinto año de forma similar a lo sucedido en los tres primeros 2,3,5,6

  • en el estudio FREEDOM demostró mantener la reducción del turnover óseo, aumentando considerablemente la DMO año tras año,

  • con una significativamente baja incidencia de nuevas fracturas vertebrales y no vertebrales. Idéntico resultado al reducir la incidencia de nuevas fracturas de cadera ya en el tercer año.

  • En los ECAs (fase II) a seis y ocho años ha demostrado un continuo incremento de DMO perfectamente homogéneo año a año y en todas las localizaciones (columna lumbar y cadera).

 

Además se ha mostrado significativamente más activo que ALN en dos diferentes ECs en el aumento de la DMO en muy diferentes localizaciones.

 

Su elevada especificidad por el RANK-L lo hace especialmente seguro y bien tolerado; no se ha descrito la formación de anticuerpos neutralizantes anti-DMAB hasta este momento. No ha mostrado influencia ninguna en la aparición de fracturas atípicas de fémur de localización sub-trocantérea ni incrementado el riesgo relativo de osteonecrosis mandibular.

 

BIBLIOGRAFÍA.

 

1.- Ficha técnica Prolia® (denosumab). Laboratorios Amgen SA. ec.europa.eu/health/documents/community…/anx_79008_es.pdf

2.- Neyro JL, Blanco S: Denosumab, resultados de las fases II y III en osteoporosis postmenopáusicas. Actas oficiales del Encuentro Nacional de Salud de la Mujer SAMEM 2009, Instituto Palacios. Madrid, febrero 2009.

 

3.- Neyro JL, Cano A, Palacios S: Regulación del metabolismo óseo a través del sistema RANK-RANKL-OPG: perfil de acción de Denosumab en el tratamiento de la osteoporosis (en prensa)

 

4.- Disponible en http://www.clinicaltrials.gov/ct2/results?term=denosumab. Última consulta 11.01.11

 

5.-  Cummings SR, San Martin J, McClung MR, et al. Denosumab for prevention of fractures in postmenopausal women with osteoporosis. N Engl J Med. 2009; 361:756-765. Disponible en: http://delivery.sheridan.com/downloads/mobile/NEJM_156148_Cummings_21470.exe.

 

6.- Papapoulos S, Bone HG, Brandi ML et al. Five Years of Denosumab exposure in women with postmenopausal Osteoporosis: results from the first two years of the FREEDOM extension study. ASBMR 2010 Annual Meeting. October 15–19, 2010. Toronto, Ontario, Canada.

 

7.- Ficha técnica Fosamax® (Alendronato). Laboratorios Merck Sharp & Dohme Ltd

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8.- Brown JP, Prince RL, Deal C, et al. Comparison of the effect of denosumab and alendronate on BMD and biochemical markers of bone turnover in postmenopausal women with low bone mass: a randomized, blinded, phase 3 trial. J Bone Miner Res. 2009; 24:153-161. Disponible en: http://delivery.sheridan.com/downloads/mobile/JBMR_152185_CP.exe.

 

9.- Kendler DL, Roux C, Benhamou CL, et al. Effects of denosumab on bone mineral density and bone turnover in postmenopausal women transitioning from alendronate therapy. J Bone Miner Res. 2010;25:72-81.Disponible en: http://delivery.sheridan.com/downloads/mobile/JBMR_162485_CP.exe.

Figura 1. Resumen de los resultados del estudio FREEDOM; se aprecia reducción (siempre significativa) a tres años del RR de fracturas vertebrales (-68%), no vertebrales (-20%) y de cadera (-40%). Igualmente, en el lado derecho se muestran las incidencias comparadas de las fracturas de esas localizaciones, respecto de lo ocurrido en el grupo de placebo.

Figura 2. Diseño del estudio de extensión de FREEDOM durante diez años, abarcando hasta los años cuatro y cinco con los resultados que se muestran en el texto, con diseño internacional, prospectivo, abierto con brazo terapéutico sin comparación para la extensión. Por razones éticas, el grupo placebo, una vez confirmados sus peores resultados hasta el año tres, fue reasignado a DMAB, al objeto de que toda la población del estudio pudiera beneficiarse de su empleo continuado (modif. de la cita 6)

 

   

Figura 3.  Cambios en la DMO a los 12 meses respecto a los valores basales, comparando DMAB vs ALN de forma aleatorizada en el estudio DECIDE (modif.. de la cita 8). En todas las localizaciones estudiadas, DMAB se mostró significativamente superior a ALN.

Figura 4.  Cambios en la DMO a los 12 meses respecto a los valores basales, tanto en la cadera total (objetivo primario) como en la columna lumbar (objetivo secundario), cuando se comparó el empleo de DMAB vs ALN en el estudio STAND (modif.. de la cita 9).

Un nuevo fármaco previene hasta 68% las fracturas vertebrales por osteoporosis

El Denosumab ha demostrado eficiencia también en las lesiones de cadera. Al tratarse de una inyección subcutánea semestral, evita además el abandono del tratamiento.

Un nuevo fármaco para el tratamiento de la osteoporisis genera gran expectativa en el campo médico a partir de estudios que revelan su efectividad en la prevención de casi un 70 por ciento de las fracturas vertebrales y un 40 por ciento de las de cadera.

El Denosumab (DMAB) es un anticuerpo monoclonal -el primero totalmente humano de toda la historia de la medicina- que actúa como un potente y totalmente específico inhibidor del ligando del RANK (RANK-L).

Esta unión evita la interacción del RANK-L / RANK, inhibiendo la formación, la función y la supervivencia de los osteoclastos, lo que a su vez provoca una disminución de la resorción ósea en el hueso trabecular y cortical. Ello genera una detención inmediata, y de duración de hasta seis meses con una sola dosis, de la pérdida de masa ósea causante de las temidas y a veces fatales fracturas osteoporóticas. Seguir leyendo Un nuevo fármaco previene hasta 68% las fracturas vertebrales por osteoporosis

Expertos en salud de la mujer presentan en Madrid los últimos fármacos para tratar la osteoporosis y la depresión

Expertos en salud de la mujer se reúnen desde este miércoles y hasta el viernes, 4 de marzo, en el XI Congreso Nacional de Salud y Medicina de la Mujer que se celebra en Madrid, donde se hablará de ‘Prolia’ (denosumab), el fármaco de Amgen para tratar la osteoporosis que llegará a las farmacias españolas en dos meses, y de ‘Valdoxan’ (agomelatina), el antidepresivo de Servier, ya disponible en España.

Así lo han explicado esta mañana en rueda de prensa el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud de la Mujer; el ginecólogo del Hospital de Cruces (Baracaldo, Vizcaya) José Luis Neyro, y la psiquiatra Marina Díaz-Marsá.

El doctor Neyro ha hablado de osteoporosis, un problema que afecta a unos dos millones de mujeres en el mundo, sin que muchas de ellas lo sepan, y que es causa de fracturas en entre el 35 y el 40 por ciento de las mujeres mayores de 50 años.

Según este ginecólogo, a pesar de que las fracturas osteoporóticas provocan cuatro veces más muertes que el cáncer de mama, más del 60 por ciento de las pacientes en riesgo abandonan su tratamiento en el primer año.

«Denosumab abre una nueva vía para tratar la osteoporosis, pues actúa bloqueando el mecanismo que hace perder masa ósea con la administración de dos inyecciones anuales que la mujer se puede administrar, mejorando la adherencia», señala.

Más de cinco años de ensayos con este nuevo fármaco, aprobado ya para su comercialización en Europa y Estados unidos, han demostrado que logra reducir en un 68 por ciento las fracturas vertebrales y un 40 por ciento las de cadera.

«Los resultados de denosumab, un anticuerpo monoclonal que actúa como inhibidor de ligando del RANK (RANK-L), demuestran es el tratamiento más eficaz de la osteoporosis», apunta Neyra, quien atribuye a ‘Prolia’ un buen perfil de seguridad.

Las pacientes que pueden beneficiarse de ‘Prolia’ son aquellas con osteoporosis diagnosticada –a través de una densitometría o porque ha sufrido una fractura– con alto riesgo de fractura y aquellas mujeres que lleven entre ocho y 10 años de tratamiento y necesiten cambiar de tratamiento por algún motivo.

MEJORAR EL ÁNIMO, SENTIRSE ACTIVO

Por su parte, la doctora Díaz-Marsá ha hablado sobre depresión, una enfermedad que afecta el doble a las mujeres que a los hombres, con una prevalencia para ellas situada entre el 10 y el 25 por ciento y para ellos entre el 5 y el 10 por ciento.

También es mayor en las mujeres la probabilidad acumulada de sufrir una depresión antes de los 80 años, de casi un 50 por ciento frente al 26 por ciento de los hombres. No en vano, el cerebro masculino tiene un 52 por ciento más de serotonina que el femenino, por lo que la medicación debe ser distinta por sexos.

Esta psiquiatra ha destacado los beneficios de agomelatina, un fármaco ya disponible en las farmacias españolas desde hace un año y medio que, además de actuar sobre los neurotransmisores, ayuda a mantener o mejorar los ritmos circadianos, aumentando los niveles de serotonina, dopamina y noradrenalina.

Así no sólo mejora el estado de ánimo desde la primera semana de tratamiento –algo que lo diferencia del resto de antidepresivos–, también mejora la alerta diurna, restituyendo «la capacidad de estar activo» al paciente. Ocho de cada 10 pacientes que toman agomelatina siguen sin recaídas a los 10 meses de tratamiento.

Pueden beneficiarse de este nuevo fármaco las mujeres que han sufrido un primer episodio de depresión y aquellas que estén en tratamiento, pero quieran cambiar de fármaco para evitar la disfunción sexual, un problema que se evita con ‘Valdoxan’.

El doctor Neyro participa en el 11º Encuentro Nacional de Salud de la Mujer

La salud de la mujer será el eje protagonista a debatir durante los días 2 al 4 de marzo de 2011 en el «XI Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer» (11º SAMEM) que se va a celebrar en el Palacio de Congresos de Madrid, organizado por el Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer. Este evento científico reunirá de nuevo a los especialistas más destacados en todas las áreas de la salud relacionadas con la mujer.

La contracepción de emergencia, las nuevas aportaciones de los antidepresivos, la salud de la mujer en la menopausia, los nuevos tratamientos en cáncer de mama, las enfermedades óseas y articulares más prevalentes en la población femenina y la importancia de la hidratación o la alimentación saludable serán algunos de los temas más relevantes que se abordarán en el programa científico del 11º SAMEM.

El doctor José Luis  Neyro participa con la ponencia quelleva por título POTENCIAL CLÍNICO DE LA INHIBICIÓN DEL RANK-L EN ENFERMEDADES METABÓLICAS ÓSEAS y coordina la mesa sobre  Innovaciones Terapéuticas en Osteporosis.

SAMEM 2011_PROGRAMA

Ponencia SAMEM 2011