Archivo de la categoría: Ginecología

La edad de la primera regla de las mujeres se vincula con su riesgo cardíaco posterior

Tener la primera regla más temprano o más tarde aumenta las probabilidades de problemas, y los expertos creen que la obesidad infantil podría tener algo que ver; lo hemos preanunciado hasta la saciedad….: la obesidad es mala en sí misma (ver en http://www.neyro.com/2014/12/09/casi-500-000-nuevos-casos-de-cancer-al-ano-relacionados-a-la-obesidad/), pero no solo para la perdona que la sufre sino para la descendencia incluso, como demostramos en la noticia publicada hace unas semanas (http://www.neyro.com/2014/11/10/la-obesidad-en-el-embarazo-incrementa-el-riesgo-de-anomalias-de-rinon-y-de-las-vias-urinarias/)
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Pues bien, ahora, el momento de la menarquía (que es el nombre que los ginecólogos damos a la primera regla) de una mujer podrían vincularse con su riesgo posterior de enfermedad cardíaca, informan investigadores británicos en “Circulation”; tampoco parece bueno tenerla demasiado tarde. En un estudio con más de un millón de mujeres, las que tuvieron la primera menstruación a los diez años o antes, o a los 17 años o después, parecían tener un riesgo más elevado de enfermedades cardiacas, accidente cerebrovascular (ACV) y complicaciones por la hipertensión. Evidentemente, añade nuestro experto el Dr. Neyro, todo ello tiene que ver con el número de años que la mujer está bajo la influencia de los benéficos estrógenos que le defienden de la enfermedad cardiovascular (ver en http://www.neyro.com/2012/05/05/menopausia-personalizacion-de-las-terapias-y-tiempo-de-la-imaginacion/)

Las mujeres que tuvieron su primer período menstrual a los 10 años o antes tenían un 27% más de probabilidades de ser hospitalizadas o morir por enfermedades cardiacas, hallaron los investigadores. Las que tuvieron su primer ciclo menstrual a los 17 años o más tarde tenían un 23% más de probabilidades de ser hospitalizadas o morir por enfermedades cardiacas. Los investigadores hallaron asociaciones similares (aunque algo más flojas) para el riesgo de ACV y complicaciones por la hipertensión con unos periodos precoces o tardíos.

«Ahora comprendemos que el momento de la menarquía podría tener una influencia a largo plazo sobre la salud vascular de las mujeres», apuntó el autor del estudio, el Dr. Dexter Canoy, epidemiólogo cardiovascular de la Unidad de Epidemiología del Cáncer de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Aunque este estudio halló una asociación entre el momento de la menarquía de una mujer y el riesgo posterior de sufrir enfermedades cardiacas, no se diseñó para probar si el momento de la menstruación podría o no de alguna forma provocar posteriormente enfermedades cardiacas, ACV o complicaciones por la hipertensión.

Canoy anotó que solo un pequeño porcentaje de las mujeres tuvieron unos primeros periodos muy tempranos o muy tardíos. Pero añadió que dado que el sobrepeso y la obesidad se asocian con una menarquía a una edad temprana y que la obesidad infantil está en aumento, más mujeres de mediana edad podrían estar en un mayor riesgo de contraer enfermedades cardiacas o ACV en el futuro.

¿Qué aconseja a las mujeres? «Para las mujeres de mediana edad, probablemente valga la pena enfocarse en la prevención o el tratamiento de los factores de riesgo modificables que se asocian de forma firme con las enfermedades cardiacas, como fumar, la hipertensión y el colesterol alto», planteó. Recordemos que el tabaco produce incremento del riesgo cardiovascular con tan solo diez años de tabaquismo; luego, señala el Dr. José Luis Neyro, aparecen los riesgos oncológicos derivados de su empleo, peo lo primero es el daño vascular, que influye incluso en la edad de aparición de la menopausia (ver en http://www.neyro.com/2007/09/20/el-consumo-de-tabaco-adelanta-entre-dos-y-tres-anos-la-llegada-de-la-menopausia/)

También sugirió que las estrategias para prevenir el aumento excesivo de peso en la niñez podrían ayudar a evitar la menarquía precoz. Y evitar unos periodos más tempranos podría entonces reducir la cantidad de mujeres en riesgo de contraer enfermedades cardiacas o ACV a largo plazo, comentó. El Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles (Estados Unidos), dijo que estudios anteriores han vinculado una menarquía más temprana con un mayor riesgo de enfermedades cardiacas y ACV a una edad mayor. Pero añadió que los hallazgos no han sido consistentes.

«El motivo de esta asociación no se comprende, pero algunos estudios han sugerido que la obesidad infantil se asocia con unos periodos más precoces y además con un aumento en el riesgo de enfermedad cardíaca y ACV», planteó. Para el estudio, el equipo del Dr. Canoy recolectó datos sobre 1,2 millones de mujeres. Tenían entre 50 y 64 años de edad cuando comenzó el estudio. Apenas el 4% tuvieron la menarquía a los 10 años o antes. Un 1% reportó tener la menarquía a los 17 o después, según el estudio.

El período promedio de seguimiento fue de casi 12 años. En ese período, los investigadores hallaron que las mujeres que tuvieron su primer período a los 13 años presentaban el riesgo más bajo de contraer enfermedad cardíaca, ACV e hipertensión.

El efecto de la edad de la menstruación sobre la enfermedad cardíaca fue constante entre las mujeres de peso normal, con sobrepeso u obesas. También fue constante entre las fumadoras y las no fumadoras, e independientemente del estatus socioeconómico.

Fuentes: Circulation 2014;doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.114.010070

Steven Reinberg, Reportero de Healthday

Creación artificial de células precursoras de óvulos y espermatozoides humanos

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El embrión humano a los 6 días, visto aquí en un microscopio electrónico de barrido, es todavía pequeño y no tiene forma todavía humano o animal. En el estadio de blastocisto se trasplantaron en el útero de la madre. © Wellcome Images, Flickr, creative commons by nc nd 2.0
 
La aparición de células germinales primordiales es uno de los primeros eventos durante el desarrollo temprano de los embriones mamíferos; luego, el desarrollo ulterior irá provocando la aparición de células maduras que, en el caso de la hembra humana, se produce tan solo en un número tan exiguo como uno en cada de los aproximadamente 400 o 450 ciclos de los que disfruta la mujer en toda su vida, señala nuestro experto el Dr. José Luis Neyro.
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Ahora se ha comunicado que c Aunque esto ya se había hecho con células madre de roedores, el estudio, que se publica en la revista “Cell”, es el primero que lo consigue de manera eficiente empleando células madre humanas.

Cuando un óvulo es fertilizado por un espermatozoide (y conocemos mejor cada día cómo sucede ese fenómenos, según contamos en http://www.neyro.com/2014/05/15/descubierto-el-modo-en-el-que-el-ovulo-y-el-espermatozoide-se-reconocen-antes-de-su-encuentro/), comienza a dividirse en un grupo de células que en su conjunto se conoce como blastocisto, la etapa temprana del embrión. Dentro de esta bola de células, algunas células forman la masa celular interna, que se desarrollará en el feto, y otras crean la pared exterior, que se convierte en la placenta.

Las células de la masa celular interna se ‘reinician’ para convertirse en células madre, células que tienen el potencial de convertirse en cualquier tipo de célula en el cuerpo. Un pequeño número de estas células se transforma en células germinales primordiales (PGC), que pueden convertirse en células germinales (espermatozoides y óvulos), que en la vida más tarde pasarán la información genética a su propia descendencia.

«La creación de células germinales primordiales es uno de los primeros eventos durante el desarrollo temprano de los mamíferos», dice la Dra. Naoko Irie, autora del trabajo del ‘Wellcome Trust/Cancer Research UK Gurdon Institute’ en la Universidad de Cambridge.

Tipos de Células Madre

«Es una etapa que hemos logrado recrear utilizando células madre de ratones y ratas, pero hasta ahora pocos estudios han hecho esto empleando sistemáticamente las células madre humanas. Se han puesto de manifiesto importantes diferencias entre el desarrollo embrionario en humanos y roedores que pueden significar que los resultados en ratones y ratas no pueden extrapolarse directamente a los seres humanos», agrega.

El Prof. Surani, del Instituto Gurdon, en Reino Unido, quien dirigió la investigación, y sus colegas encontraron que un gen conocido como SOX17 es fundamental para llevar a las células madre humanas a convertirse en PGC (una etapa conocida como ‘especificación’). Esto fue una sorpresa porque el equivalente de este gen en el ratón no está involucrado en el proceso, lo que sugiere una diferencia clave entre el desarrollo del ratón y el humano. La embriología humana es absolutamente diferente a la acaecida en otras especies de mamíferos inferiores y por ello no todo lo investigado con ratones en el laboratorio, mucho más sencillo, es siempre extrapolable a nuestra especie, nos aclara el ginecólogo responsable de contenidos de www.neyro.com, José Luis Neyro, que formara parte del equipo que consiguió el nacimiento del primer bebé probeta de la sanidad pública española en el lejano 1985 (ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/)

Previamente a los hallazgos ahora comunicados por los miembros del equipo británico, se había demostrado que SOX17 participaba en guiar a las células madre para convertirse en células endodérmicas, que luego se transforman en células de pulmón, intestino y páncreas, pero ésta es la primera vez que se ha visto la especificación de PGC.

El grupo demostró que las PGC también se podrían hacer a partir de células adultas reprogramadas, como las células de la piel, lo que permitirá a las investigaciones sobre células específicas del paciente avanzar en el conocimiento de la línea germinal, la infertilidad y los tumores de células germinales humanas.

Células madre adultas

La investigación también tiene implicaciones potenciales para entender el proceso de la herencia «epigenética». Los científicos han sabido desde hace tiempo que nuestro medio ambiente, por ejemplo, la dieta o los hábitos de fumar, puede afectar a nuestros genes a través de un proceso conocido como metilación mediante el cual las moléculas se unen a nuestro ADN, actuando como reguladores de voltaje para aumentar o disminuir la actividad de los genes. Estos patrones de metilación se pueden transmitir a la descendencia.

El Prof. Surani y su equipo han demostrado que durante la etapa de especificación PGC, comienza un programa para borrar estos patrones de metilación, que actúa como un interruptor de ‘reinicio’. Sin embargo, los rastros de estos patrones pueden ser heredados, pero aún no está claro por qué esto podría ocurrir.

«Las células germinales son ‘inmortales’ en el sentido de que proporcionan un vínculo duradero entre todas las generaciones, llevando la información genética de una generación a la siguiente. El borrado completo de información epigenética asegura que la mayoría, si no todas, las mutaciones epigenéticas se eliminan, promoviendo el ‘rejuvenecimiento’ del linaje y permitiendo generaciones sin fin. Estos mecanismos son de mayor interés para entender las enfermedades relacionadas con la edad, que en parte podrían deberse a acumulación de mutaciones epigenéticas», concluye.

Continuando por estos caminos, estaremos más cerca de conseguir que la edad del sujeto sea un impedimento para renovar su capacidad fértil, si ese es el objetivo, señala José Luis Neyro. Una vez más, la investigación con células madre abre interesantes debates bioéticos para los que todavía no solo no tenemos respuesta sino apenas atisbamos las implicaciones futura sque pueden llegar a tener (ver más en http://www.neyro.com/2008/01/02/la-paciente-es-soberana-pero-no-puede-imponer-tecnicas-descabelladas/)

Referencias

 

La mala salud masculina afecta a la calidad del esperma

Entre los médicos especializados en reproducción asistida es común el conocimiento de que entre el 40 y el 45% de los casos de esterilidad se deben a factores masculinos, asociados a muy diversas alteraciones seminales generalmente. De hecho, en los últimos años, las perspectivas de tratamiento exitoso en estos casos han mejorado de manera espectacular (de hecho, nos referimos a ello en una noticia que comentamos en http://www.neyro.com/2014/09/17/la-esterilidad-masculina-tiene-ahora-nuevas-posibilidades-de-tratamiento/)
Del mismo modo, sabemos que las características cualitativas e incluso cuantitativas de los recuentos seminales están ligadas a factores personales coyunturales como la fiebre en los días anteriores a una recogida seminal con fines diagnósticos, a la ingesta de determinados fármacos y por supuesto tóxicos como alcohol o drogas, etc, etc. Ahora, un estudio publicado recientemente en ‘Fertility and Sterility’ ha señalado que el estado general de salud de un hombre puede verse reflejado en la calidad del semen que produce. Lo sabíamos de manera empírica hace muchos años, señala nuestro experto en reproducción asistida, José Luis Neyro, pionero que fue de estas Tras en España en la década de los ochenta del siglo pasado (ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/)
En la actualidad, se conoce que la obesidad y el tabaquismo son dos factores que influyen negativamente en la calidad del esperma, por ello un equipo de investigadores ha querido comprobar cuál es su relación. Hace bien poco se relacionó el sobrepeso con la mala calidad seminal, tal y como comentamos en su día en el suelto cuyo link adjuntamos en http://www.neyro.com/2013/12/27/a-mayor-peso-mas-posibilidades-de-tener-poca-cantidad-de-espermatozoides/

Para esta investigación que ahora comentamos, los expertos han calculado una puntuación de estado general de salud basado en las historias clínicas de 9.387 hombres, mucho más amplia que la muestra del anterior estudio. Todos ellos fueron evaluados para calcular su infertilidad entre los años 1994 y 2011  en Standford en California. Los especialistas utilizaron un índice de morbilidad, que se trataba de una escala que tomaba las condiciones naturales en las que vivía en ese momento cada hombre y que predecía la probabilidad de muerte en los próximos años.

A partir de ahí los investigadores comprobaron que el volumen, la concentración y la salud general de las células del esperma de los hombres estaban directamente con su salud; así, en las muestras de semen encontraron que aquellos hombres cuya salud general era peor eran más propensos a tener medidas más bajas de esperma y de calidad inferior. Concluyeron que los hombres que tenías problemas circulatorios, urinarios o con alguna enfermedad de la piel eran más propensos a tener anomalías también en el esperma. Asimismo para el estudio también se examinó la presión arterial, si tenían algún problema vascular o cualquier enfermedad del corazón para saber si estaban atados a mayores tasas de anomalías del esperma.

Michael Eisenberg, uno de los autores del estudio, ha expresado que estos resultados son una  de las razones por las que los hombres deben llevar un estilo de vida más saludable y que estén más motivados para que se realicen revisiones periódicas.  Por otro lado, Joseph Alukal, director de salud reproductiva masculina en la ‘NYU Langone Medical Center’, ha manifestado que en investigaciones anteriores se ha encontrado que alrededor de uno de cada seis hombres acude a una clínica de infertilidad por problemas para no poder tener hijos y que fundamentalmente son a consecuencia de una condición médica grave.

Una vez más se confirma, según señala el Dr. Neyro, que «la fertilidad es la guinda del pastel de la salud; si esta última está deteriorada…., la fertilidad se resiente siempre», afirma con vehemencia. 

Las relaciones sexuales multiplican el riesgo de cistitis de repetición

Las relaciones sexuales multiplican el riesgo de cistitis de repetición, según un informe del Centro de Información de la Cistitis, que contempla recomendaciones preventivas, entre ellas extremar la higiene en las relaciones sexuales, la hidratación y la toma de arándano rojo americano como medida preventiva (ya nos ocupábamos del tema hace unos meses en este mismo web en http://www.neyro.com/2014/05/22/el-arandano-rojo-americano-ayuda-a-combatir-la-cistitis/), según nos aclara nuestro experto el ginecólogo José Luis Neyro, miembro del Centro de Información de la Cistitis.

El informe revela, a partir de una encuesta entre 2.400 personas, que casi la mitad de la población vincula las infecciones urinarias con la práctica sexual, y son las mujeres de entre 20 y 40 años quienes más lo relacionan (55%). Una de cada cuatro mujeres sufre algún episodio de cistitis al año y un 7% más de uno.

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“Las mujeres sexualmente activas son las más proclives a sufrir cistitis de repetición, y es frecuente que aparezcan episodios tras el coito, lo que antes se conocía como cistitis de luna de miel”, explica el doctor Manuel Fernández Arjona, urólogo del Instituto de Medicina Sexual y miembro igualmente del Centro de Información de la Cistitis. “El coito, sobre todo si es repetido o intenso, puede provocar una inflamación de la mucosa, que vuelve la uretra más vulnerable a las infecciones”, añade.

 

En algunas mujeres el tema es particularmente frecuente en virtud de una conformación anatómica en la que la uretra está muy inminente cercana al introito vaginal, señala nuestro responsable contenidos en www.neyro.com. Por otro lado, algunas prácticas sexuales incrementan el riesgo de infección urinaria, al poner en contacto bacterias de la zona anal con la uretra, explican los expertos; el coito anal sin la debida protección exclusiva, favorece muchísimo esta contaminación.

Por ello, las mujeres sexualmente activas “deben tener especial atención a la higiene para que no haya transmisión de bacterias”, advierten los dos expertos. De hecho, la página web del Centro de Información de la Cistitis www.cistitisderepeticion.com recibe el mayor número de consultas relacionadas con el sexo los lunes, “lo que puede estar relacionado, a su vez, con el mayor número de relaciones sexuales durante los fines de semana”, se observa.

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A su vez, los episodios de cistitis pueden perjudicar las relaciones sexuales, según 8 de cada 10 encuestados por el Centro de Información de la Cistitis. “Los síntomas como el picor, el escozor o la urgencia miccional perjudican la calidad de las relaciones y ocasionan una pérdida de la libido”, asegura el doctor Fernández Arjona.

 

Medidas preventivas

Entre las medidas recomendadas para evitar la cistitis a la hora de practicar relaciones sexuales se encuentran “una adecuada higiene íntima, beber abundante agua, vaciar la vejiga antes y después del coito para facilitar la eliminación de bacterias, utilizar lubricantes, evitar los anticonceptivos (ya que alteran la mucosa vesical) y la toma de preparados farmacéuticos de arándano rojo americano”, indica este experto.

Existe una leve tendencia al incremento de métodos contraceptivos de larga duración como los DIUs que podría facilitar un descenso de infecciones urinarias toda vez que no se producen con ellos cambios hormonales en las mujeres más predispuestas. El problema es de una prevalencia tan elevada como que más de una de cada tres ,mujres lo vaya a sufrir alguna vez a lo largo de su vida (ver en http://www.neyro.com/2014/04/15/el-37-de-las-mujeres-sufre-al-menos-un-episodio-de-cistitis-durante-su-vida/)

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Las propiedades del arándano rojo americano se deben a las proantocianidinas (PACs), que “actúan sobre la pared vesical y hacen más difícil que la bacteria Escherichia coli, su principal causante, se adhiera a ella, lo que impide el desarrollo de infecciones urinarias”, señala César Valera, vocal de fitoterapia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. Por eso, comenta, el arándano rojo americano “en muchos casos se aconseja tomarlo inmediatamente después de la práctica sexual”.

 

Un estudio del Hospital General Universitario de Valencia y el Hospital Quirón publicado BMC Urology concluyó que el arándano rojo americano puede ser una opción eficaz para prevención de la cistitis postcoital, la principal causa de infecciones urinarias recurrentes. El estudio, realizado con un preparado con 240 mg de PAC, comprobó una reducción significativa de pacientes con infecciones sintomáticas después de tres y seis meses de tratamiento diario.

 

El Centro de Información de la Cistitis es una iniciativa de especialistas en urología y ginecología de toda España, en colaboración con el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) de cuyo consejo asesor forma parte el Dr. José Luis Neyro desde hace años, que pretende ser un referente en la información de la cistitis de repetición. A través de su webwww.cistitisderepeticion.com se pueden resolver dudas y ofrecer consejos sobre la prevención y el tratamiento de las infecciones urinarias frecuentes.

Fuente: Rocío Jiménez de comsalud.es

 

 

 

entrevista en Onda Cero Murcia el 21,11,14

http://www.ondacero.es/audios-online/emisoras/murcia/en-la-onda/relaciones-sexuales-multiplican-riesgo-cistitis-repeticion_2014113000816.html

Estreñimiento y embarazo: un problema menor que deteriora la calidad de vida.

El estreñimiento crónico tiene una prevalencia del 10-15% del total de la población, pero afecta mucho más al sexo femenino El estreñimiento es incluso un problema muy común en las mujeres embarazadas. Se estima que entre el 11% y el 38% de las mujeres sufren de este problema en algún momento del embarazo (1), que en general, podríamos decir que predispone al lento tránsito intestinal de forma universal; así, el ritmo de vaciamineto gástrico en la gestante està enlentecido hasta dos hores y media respecto de la mujer no gestante. Los profesionales sanitarios, definen el estreñimiento como una frecuencia menor a tres deposiciones por semana.

 

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Se trata de un cuadro en el que se reducen el número de deposiciones, asociado muchas veces al endurecimiento de las heces (que se discute si es la causa o la consecuencia del cuadro…), cuya naturaleza subjetiva hace difícil concretar las circunstancias normales del intestino. En una población sana, el rango en el número de deposiciones oscila entre 2-3 diarias y 3 semanales y con éste criterio, el estreñimiento supone dificultad en más del 25% de las ocasiones o bien insatisfacción suibjetiva en la sensación de evacuación global. Puede cursar incluso con dolor de cabeza, flatulencia, molestias abdominales, expulsión muy defectuosa de las heces, ayuda manual o digital ocasional para conseguirlo, etc.

 

De forma similar a lo que sucede en la segunda mitad del cicló menstrual, dominado por las acciones de la progesterona que enlentece la motilidad intestinal por su efecto relajante sobre las fibres musculares lisas (las del útero y también las del intestino), el estreñimiento en el embarazo probablemente se deba al aumento de la concentración de la hormona progesterona en este periodo, que provoca un tránsito intestinal más lento; también se ha descrito una reducción de los niveles de hormona motilina (hormona responsable de la estimulación de la motilidad gastrointestinal).

 

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Asimismo, existen otros factores que se asocian a la prolongación del tránsito. A medida que avanza el embarazo y el tamaño del útero aumenta, este va presionando más el recto y puede ralentizar el movimiento de las heces. Este enlentecimiento provoca un aumento de la absorción de agua a nivel intestinal (esta es prácticamente la única actividad digestiva que sucede en el colon o intestino grueso distal) y, como consecuencia, las heces son más secas y empeoran el cuadro. Otros factores que pueden influir negativamenbte en el tránsito intestinal son la toma de suplementos vitamínicos ricos en hierro (ver luego), calcio o antiácidos que pueden agravar el estreñimiento, la reducción de la actividad física, el sedentarismo pertinaz, beber pocos líquidos, no consumir suficientes alimentos que contengan fibra (que no se digiere y aumenta el volumen fecal) y el propio estrés que puede alterar los hábitos evacuatorios de la mujer gestante (para saber más sobre las necesidades de hierro en la mujer en general y sobre la anemia, puede consultarse en http://www.neyro.com/2014/10/21/necesidades-de-hierro-en-la-mujer/)

Resulta de capital interès conocer los hábitos defecatorios de la gestamnte para tratar de corregir malas costumbres cuando abordemos el manejo terapéutico de esta afección.

 

 

Manejo terapéutico del estreñimiento crónico gestacional:

 

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Es recomendable que el tratamiento del estreñimiento sea escalonado, por ello es recomendable empezar por tomar medidas generales y modificar los hábitos de vida: cuidar la alimentación y comer diariamente alimentos con alto contenido en fibra hasta alcanzar al menos unos 20-35 g al día (cereales, arroz, pan integral, legumbres, frutas y verduras frescas), aumentar la ingesta de líquidos (alrededor de 8 vasos de agua al día, zumo de frutas especialmente si es de ciruela o caldos de verdura), hacer ejercicio moderado con regularidad (caminar, nadar, bicicleta fija o yoga al menos tres veces a la semana) y llevar un correcto hábito intestinal estableciendo una rutina de horarios para ir al baño, que debiera ser todo lo fija que opermitan los horarios de la gestante. Recordemos que como todas las vísceras huecas, el recto es “enseñable”, es “educable”.

 

Se puede afrimar aquí que las vísceras huecas (estómago, vesícula biliar, vejiga urinaria, ampolla rectal….) sirven en general para transformar funciones discontinuas en continuas (por ejemplo, la nutrición o alimentación, que depende de la ingesta – discontinua -, de los procesos digestivos que no paran jamás – continua -…) o bien para modificar funciones continuas en discontinuas (así, la vejiga transforma una función continua como es la producción de orina por el riñón en discontinua como es la micción, o bien en nuestro caso, la digestión – continua – se transforma en discontinua, la defecación, gracias al recto)

 

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Si las medidas generales sobre alimentación y cambios en el hábito defecatorio descritas arriba no son eficaces, entonces se debe recurrir al tratamiento farmacológico donde los laxantes son fundamentales; pueden actuar por mecanismo osmótico o por mecanismo estimulante:

 

  1. Laxantes que incrementan el volumen del contenido intestinal. Actúan de manera similar a la fibra dietética y pueden ser de origen natural (como las semillas de Plántago ovata, las plantas gomosas y guar) o sintético (como la metilcelulosa). Tardan de 12-72 h en hacer efecto, por lo que se consideran un tratamiento a largo plazo y no son apropiados para el alivio rápido del estreñimiento. Como efectos secundarios pueden producir distensión abdominal que desaparece disminuyendo la dosis o aumentando la ingesta de líquidos.
  2. Laxantes osmóticos: Producen un aumento de la presión osmótica en el interior del tracto digestivo, favoreciendo la retención de agua y ablandando las heces. Existen tres grupos:
  3. a) Los laxantes derivados de azúcares (Lactulosa, Lactitol y Sorbitol) que originan un descenso del pH intestinal favoreciendo el peristaltismo intestinal (contracciones musculares). Los datos de su seguridad parecen insuficientes para uso rutinario.
  4. b) Macromoléculas (Polietilénglicol o PEG) sin electrolitos: funcionan extrayendo unas 100 moléculas de agua extracelular por cada molécula de PEG provocando que el agua se retenga con las heces y favoreciendo el tránsito y la eliminación fecal. Según el Protocolo de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia)(3), es considerado como el fármaco de elección para el estreñimiento crónico en las embarazadas porque no se metaboliza y, por lo tanto, no tiene efectos sobre el feto. Además, al ser sin electrolitos no hay límite de uso. En suma, solo ejerce su efecto en el interior del propio intestino de la gestante, sin alterar o modificar en absoluto sus particularidades metabólicas ni interferir en el proceso de crecimiento y desarrollo embrionario y fetal. Su ausencia de electrolitos añadidos no le presta sabor salado y lo faculta para poder ser empleado en pacientes cardiópatas o enfermos del riñón.
  5. c) Laxantes salinos. Ejercen un efecto osmótico y aumentan los movimientos intestinales. No existen evidencias de que causen toxicidad fetal, pero pueden inducir trastornos electrolíticos. Se aconseja que se administren durante tratamientos cortos y con una ingesta adecuada de líquidos.
  6. Laxantes emolientes o surfactantes. Hidratan y humedecen las heces. Se pueden indicar en casos de heces muy duras a corto plazo ya que su uso a largo plazo puede provocar alteraciones electrolíticas (2).
  7. Laxantes estimulantes. Actúan estimulando la actividad motora del colon y mediante el intercambio de agua y electrolitos. El uso prolongado podría producir alteraciones electrolíticas, por lo que se recomienda su uso a corto plazo o de manera ocasional para evitar la deshidratación o los desequilibrios electrolíticos.
  8. Enemas y lavados retrógrados. Son de uso puntual ya que producen una abundante pérdida de la flora intestinal y de líquido.



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Conclusiones a modo de resumen:

 

El estreñimiento puede no ser un problema grave, pero ciertamente afecta a la calidad de vida y es un problema extraordinariamente frecuente durante el embarazo. No existen estudios comparativos de las diferentes pautas terapéuticas en la gestación, pero la primera opción terapéutica son las medidas higiénico-dietéticas, asói como el cambio de hábitos defecatorios con adquisición de rutinas fijas en el tiempo. Cuando estas son insuficientes, pueden utilizarse laxantes, considerándose seguros los laxantes osmóticos, según el Protocolo para el Tratamiento del Estreñimiento en la Mujer Embarazada (3), presentado recientemente por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), y debiendo ser seleccionados en función de su tolerabilidad como fármacos de primera elección.
Referencias:

(1) www.infomedica.casenfleet.com/index.php/es/ginecologia-158/estrenimiento-laxante-peg-sin-electrolitos/1245-treating-constipation-during-pregnancy

(2) www.manualgastro.es/manualgastro/ctl_servlet?_f=2&id=3695

(3) Protocolo para el Tratamiento del Estreñimiento en la Mujer Embarazada de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)

 

La prematuridad es ya la primera causa de mortalidad infantil

El pasado 20 de noviembre se celebró en todo el mundo el Día Internacional del Niño; con ese motivo no es mala idea revisar cómo están las causas de mortalidad que siguen gravando este periodo de la vida y si los avances científicos y sobre todo obstétricos y/o pediátricos, han modificado el patrón de mortalidad de los niños.
Muchos autores e instituciones se han ocupado de este tipo de revisiones en las últimas semanas; «Por primera vez en la Historia, el primer asesino mundial de niños no es una enfermedad infecciosa, sino el nacimiento prematuro». Así comienza el editorial que firman en el último número de Science Translational Medicine Joy Lawn, directora del Centro del Centro March de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y Mary Kinney, especialista en comunicación de la organización Save the Children. Las autoras del artículo se hacen eco del análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la mortalidad infantil entre 2000 y 2013 en 194 países que se publicó en The Lancetel lunes día 17 de noviembre, Día Mundial de la Prematuridad.
Al tiempo, desde la ginecología y la obstetricia, seguimos peleando para conseguir realizar análisis más precisos y pruebas más sencillas para discriminar entre la población gestante aquellas mujeres con mayor riesgo de prematuridad (nos ocupamos de ello en el suelto publicado en http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/)
Muertes neonatales
El informe que ahora comentamos revela que las complicaciones directas de los nacimientos prematuros provocaron 965.000 muertes durante el periodo neonatal y otras 125.000 entre un mes y cinco años de edad. Lógicamente, las enfermedades infecciosas siguen jugando un papel muy importante, pero la lucha contra ellas parece haber dado sus frutos.
En cuanto a las causas del cambio epidemiológico, las expertas creen que se trata de una cuestión multifactorial. La prematuridad sigue creciendo en todo el mundo. En los países más ricos, la mitad de este aumento puede atribuirse al avance de la edad materna, las técnicas de reproducción asistida, las cesáreas no indicadas y el incremento de factores de riesgo materno como la obesidad. Queda por aclarar el restante 50 por ciento.
Seguramente la nutrición de la gestante tiene un papel importante y nada despreciable en la génesis de la prematuridad, máxime en un momento de la historia en que la mujer se ha incorporado al mundo laboral con independencia de sus gestaciones, cada vez más tardías y menos numerosas (léase más sobre el tema en http://www.neyro.com/2014/06/20/la-mala-alimentacion-antes-del-embarazo-aumenta-el-riesgo-de-parto-prematuro/)
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En las naciones más pobres, lógicamente, el análisis revela otros resultados no tan halagüeños: las muertes de prematuros son mucho más elevadas globalmente  y los factores de riesgo diferentes: infecciones durante la gestación y el trabajo agrícola de las embarazadas, mucho más duro y exigente físicamente, entre otros.
El reto para todo el mundo en la lucha contra el hambre, consistirá en este punto en conseguir una dieta equilibrada para toda gestante que nos permita reducir la mala influencia que la alimentación inadecuada tiene en el porvenir de los embarazos y en su duración total (según explicamos en http://www.neyro.com/2014/03/14/una-dieta-equilibrada-en-el-embarazo-podria-reducir-el-riesgo-de-parto-prematuro/)
Entre tanto, con ocasión de la conmemoración del pasado día internacional del niño, se contabilizaron 965.000 muertes durante el periodo neonatal y otras 125.000 entre un mes y cinco años de edad, provocados por nacimientos prematuros en el periodo antes aludido.