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El test de Apgar también puede predecir la salud materna

El test de Apgar es un examen clínico que se realiza desde hace muchos años de manera sistemática en todo el mundo desarrollado a cada recién nacido después del parto, en donde el pediatra, el neonatólogo, la matrona certificada o la enfermera asistente realiza una prueba en la que se valoran 5 parámetros para obtener una primera valoración simple (macroscópica), y clínica sobre el estado general del neonato después del parto. El test lleva el nombre por Virginia Apgar, anestesióloga, especializada en obstetricia que lo publicó ya en 1853 y que puede verse en  Apgar V. A Proposal for a New Method of Evaluation of the Newborn Infant. Cur Res Anesthesia and Analgesia. 1953;32(4):260-7.

El recién nacido es evaluado de acuerdo a cinco parámetros fisioanatómicos simples, que son los referidos abajo (cada uno de ellos puede tener 9, 1 o 2 puntos, por lo que la puntuación máxima -en positivo- es 10 y la más baja – en negativo, el niño está muerto…, sería 0):

  • Tono muscular.
  • Esfuerzo respiratorio.
  • Frecuencia cardíaca.
  • Reflejos.
  • Color de la piel.
Una puntuación baja en el test de Apgar se asocia a una mayor probabilidad de ingreso de la madre en la UCI, según un trabajo que ha evaluado más de 600.000 nacimientos.

El test de Apgar que se realiza a los recién nacidos también puede predecir si la madre va a precisar cuidados intensivos, según un estudio que se publica en JAMA Pediatrics y que puede encontrarse en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26524079 .

La salud materna y la del neonato están íntimamente ligadas a lo largo del embarazo y del parto, pero ninguna de las herramientas que actualmente se emplean para pronosticar la morbilidad materna tiene en cuenta la salud de su hijo. Hasta ahora, ciertamente, nos aclara el Dr. Neyro, la salud de ambos protagonistas del parto no se han relacionado con un solo test diagnóstico.

Un equipo dirigido por Joel Ray, del Hospital St.Michael, en Toronto (Canadá), ha examinado los archivos médicos de más de 600.000 nacimientos en la provincia de Ontario entre 2006 y 2012. El análisis reveló una fuerte correlación estadística entre la puntuación del test de Apgar y la admisión de la madre en la UCI tras el parto.

Entre las madres cuyos bebés habían alcanzado una puntuación alta en la prueba a los cinco minutos del nacimiento, sólo 1,7 de cada 1.000 fueron ingresadas en la UCI. La cifra ascendía a 12,3 por 1.000 cuando el resultado se situaba en un rango intermedio y a 18,2 si se trataba de una puntuación baja.

De esta manera, las madres cuyos bebés presentaron un Apgar bajo tenían un riesgo nueve veces mayor de acabar en cuidados intensivos, incluso teniendo en cuenta (ajustando estadísticamente) su edad, el número de partos anteriores, la situación económica y la existencia de enfermedades crónicas.

En las madres que requirieron ventilación mecánica en la UCI (unidad de cuidados intensivos), los investigadores apreciaron un riesgo 18 veces superior de que su hijo hubiese tenido una puntuación baja en el test de Apgar.

«Nuestro estudio muestra que este sistema predictivo universal proporciona una nueva y prometedora aplicación materna», ha declarado Ray. «Como mínimo, confirma que, incluso tras el nacimiento, la salud del neonato y de la madre permanecen íntimamente vinculadas».

¿Existe una dieta ideal para todo el embarazo?

Lo que se debe comer, lo que no se debe comer, lo que se puede comer, lo que no se puede comer, lo que es conveniente ingerir, lo que no se nos puede ni ocurrir…..; son muchas las dudas que alrededor de la dieta se le plantean a la gestante en cuanto sabe que su embarazo es un hecho.
¿Existe una dieta ideal? ¿existen algunos alimentos realmente prohibidos?, ¿es cierto que los embutidos son malos amigos de la gestante?, ¿me podré comer un tratar de atún o un steak tartar que se hace con carne cruda?

Y ya puestos, ¿Cuánto calcio deberé tomar cada día?, ¿es preciso cocinar de alguna manera los alimentos en la gestación?
De todas estas interrogantes se ocupa el programa de salud del magazine Objetivo Bizkaia del pasado martes 16.06.2015, que presenta la encantadora periodista Susana Porras, en amistosa charlata de media tarde con el Dr. Neyro, colaborador del programa y profesor del Máster Internacional de Climaterio y Menopausia (ver en http://www.neyro.com/2009/03/16/master-en-climaterio-y-menopausia/ )

Las náuseas matutinas pueden acompañarse de problemas de desarrollo neurológico en los neonatos

En el embarazo, ya desde el principio, algunas mujeres (otras no…) manifiestan intensas náuseas matutinas que, una vez más, han provocado el desarrollo de determinados mitos y leyendas: «eso es que el embarazo va bien», «es mucho mejor aguantarlas sin más», «no debes tomar nada porque el cuerpo es sabio y conoce lo que le sobra»….. Pobres gestantes…..
No todas las mujeres las sufren por igual pues al parecer dependen de la susceptibilidad individual del centro nervioso que controla el vómito por la hormona corio-gonadotrofina, propia de la gestación o de determinados déficits nutricionales. De hecho, la clínica de la gestación, la sintomatología, es muy diversa de una mujeres a otras: puede conllevar una ausencia completa de toda sintomatología anormal, hasta una terrible pérdida de calidad de vida por un estreñimiento pertinaz, típico de este tiempo gestacional (ver en http://www.neyro.com/2014/12/12/estrenimiento-y-embarazo-un-problema-menor-que-deteriora-la-calidad-de-vida/) o un estado nauseoso continuo del que ahora nos ocupamos.

En este orden de cosas, las náuseas matutinas muy intensas no solo son muy desagradables para una futura madre, sino que también pueden dar lugar incluso a trastornos del desarrollo neurológico en el bebé. Así lo sugiere un estudio estadounidense publicado recientemente en el “European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology”. Cuando las náuseas son muy intensas y se acompañan de vómitos continuos hasta con pérdida de peso de la madre, hablamos de Hiperémesis gravídica (HG), nos aclara el Dr. Neyro, ginecólogo con una experiencia de más de treinta años y responsable de contenidos de http://www.neyro.com.
Ahora, unos científicos de la Universidad de California, Los Ángeles, compararon 312 niños nacidos entre 2007 y 2011 de 203 madres con hiperémesis gravídica (HG) con 169 niños nacidos de 89 madres sin HG. Los vómitos excesivos durante el embarazo habían sido tan violentos entre las participantes que habían perdido al menos 2,5 kilogramos y estaban tan deshidratadas que necesitaron líquidos intravenosos. El cuadro puede llegar a ser grave, señala José Luis Neyro y la pérdida de peso con/sin deshidratación materna, señala el punto a partir del cual la mujer debe ser ingresada en clínica sin dilación.

Pues bien, de estas madres con este trastorno, los niños nacidos de madres con HG, tenían un riesgo 3,28 veces mayor de trastornos en su desarrollo neurológico. Los trastornos identificados incluían trastornos de la atención y diversas alteraciones sensoriales, así como retrasos en el aprendizaje, en el habla y en el lenguaje. Puede verse en el resumen publicado del artículo en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Fejzo%2C+hiperemesis+and+EJOG%2C+2015

Sin embargo, no se encontró ninguna asociación con los medicamentos prescritos para las náuseas matutinas. Según la autora principal, Marlena Fejzo, esto sugiere que la deficiencia de nutrientes durante la etapa inicial del embarazo puede ser la culpable de los trastornos del desarrollo. “Por ello se debería aclarar con urgencia si el riesgo de retrasos en el desarrollo disminuye cuando las mujeres con síntomas precoces de náuseas matutinas muy intensas reciben un tratamiento agresivo, lo que incluye vitaminas y suplementos nutricionales”, afirmó Fejzo.

De hecho, concluye el artículo, las mujeres con HG corren un riesgo significativamente mayor de tener un niño con retraso del desarrollo neurológico. Los tratamientos antieméticos comunes no estaban vinculados con retraso del desarrollo neurológico, pero los primeros síntomas sí pueden desempeñar un papel. Hay una necesidad urgente de abordar si el tratamiento agresivo que incluye la administración de suplementos de vitaminas y nutrientes en las mujeres con los primeros síntomas de náuseas del embarazo disminuye el riesgo de retraso del desarrollo neurológico.
Entre tanto se dilucida esta cuestión, los ginecólogos deberemos afanarnos (concluye el Dr. Neyro, de http://wwwneyro.com) por tratar tempranamente a nuestras pacientes y ello enfatiza aún más la necesidad de anticipar la primera consulta a las seis o siete semanas desde el inicio de la última regla. Así estaremos en disposición de evitar con los tratamientos más precoces, otros déficits habituales de la mujeres durante sus embarazos (léase sobre el tema en http://www.neyro.com/2014/10/21/necesidades-de-hierro-en-la-mujer/).

 

Las doulas carecen de cualquier capacitación científica

En los últimos meses se ha venido comentando en toda España la existencia de las llamadas «doulas» y sus funciones de asistencia (?) a mujeres embarazadas. Sin ninguna preparación científica, sin ninguna capacitación profesional, se pretende supuestamente ocupar el lugar que tradicionalmente ha venido desarrollando la matrona en la asistencia psico-emocional y físico de la gestante y la parturienta.

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Las comparaciones son sencillamente imposibles: la matrona tiene una formación universitaria en su Diplomatura de Enfermería (tres o cuatro años en las escuelas universitarias de enfermería de las diferentes universidades que ofrecen esta diplomatura); tras ello, pasada una oposición nacional selectiva, la / el enfermera / o debe formarse durante otros dos años más, en una clínica u hospital acreditado como Especialista enfermera en Obstetricia y Ginecología. A partir de ahí, es matrona.

La doula…., no tiene formación…., ninguna¡¡¡. Sencillo. Se le supone buena voluntad pero, dicen las matronas…., su función a veces interfiere con su profesional asistencia a la gestante y a la parturienta y puede incluso llegar a poner en peligro la vida del feto, acaso incluso de la madre, con sus decisiones no basadas en conocimientos de los que carece.

 

El Dr. Neyro debate sobre este interesante tema con Susana Porras directora y presentadora de Objetivo Bizkaia en Tele7.

Podemos diagnosticar el 98% de los casos de anomalías cromosómicas durante el embarazo

El número de fetos que presentan algún tipo de anomalía cromosómica, entre las que se encuentra el síndrome de Down, ha aumentado en los últimos años, dados los mayores avances en los diagnósticos, así como la cada vez más avanzada edad de nuestras gestantes, el incrementado deseo de saber sobre cada feto por parte de sus padres y el descenso continuado de las gestaciones en todo el occidente, particularmente en nuestro país, señala el Dr. Neyro.
La capacidad de detección y diagnóstico de casos de anomalías cromosómicas en el feto durante el embarazo ha aumentado del 30% a más del 98% en las últimas décadas como resultado de los nuevos avances tecnológicos y estudios médicos que existen en la Medicina Materno Fetal. Nos ocupamos de ello en una reciente nota que al respecto publicamos en este mismo blog hace ya unos meses; (ver en http://www.neyro.com/2013/02/10/se-acerca-un-nuevo-avance-en-diagnostico-prenatal-prueba-no-invasiva-de-identificacion-de-anomalias-cromosomicas/)

 
Así se puso de manifiesto durante la ‘I Jornada de Actualización en Medicina Materno Fetal’, organizada en el Iberostar Grand Hotel Mencey por la Unidad de Medicina Fetal del Grupo Hospiten y que contó con la participación de más de cien profesionales sanitarios de todo el archipiélago canario. El especialista en Obstetricia y Ginecología del Grupo Hospiten y coordinador de la Jornada, Walter Plasencia Acevedo, aseguró que las técnicas que existen hoy día «permiten identificar desde el primer trimestre de gestación muchas anomalías o posibles complicaciones que pueden surgir durante el embarazo tanto en la madre como en el feto y establecer en muchos casos un tratamiento eficaz de forma precoz».
Durante la primera ponencia sobre ‘Screening de anomalías cromosómicas. Actualización en estudios de ADN fetal en sangre materna’, el Dr. Walter Plasencia hizo un repaso de los nuevos estudios ecográficos y analíticos que han permitido dar un salto cualitativo en la detección de anomalías cromosómicas y ofrecer a los padres una información más detallada del estado del feto. Según explicó, el número de fetos que presentan algún tipo de anomalía cromosómica, entre las que se encuentra el síndrome de Down, ha aumentado en los últimos años debido a la relación directa que existe con la edad de la mujer embarazada, que se ha incrementado considerablemente.
A través de los estudios del ADN fetal en sangre materna, los profesionales médicos han conseguido complementar el diagnóstico de estas anomalías, apoyándose en el material genético del feto para ofrecer un asesoramiento más preciso. Lo importante, añade el Dr. Plasencia, es que gracias a las nuevas técnicas «podemos ofrecer estudios más detallados con un diagnóstico mucho más preciso y asesorar a los futuros padres acerca del tratamiento más adecuado que, en algunos casos, pueden ser intervenciones prenatales que pueden salvar la vida del feto y mejorar su calidad de vida en el futuro».


Otra de las novedades que se abordaron durante la Jornada está relacionada con el uso de la resonancia magnética nuclear como herramienta que contribuye a mejorar la capacidad diagnóstica de la ecografía, en especial en algunas malformaciones asociadas al sistema nervioso central. Somos capaces incluso de anticipar cuándo una gestación tiene riesgo de prematuridad en un momento en el que la gestante trabaja a veces duras y largas jornadas anteponiendo a veces el propio trabajo al cuidado que requiere un embarazo, nos aclara el Dr. Neyro (ver en http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/)

Por otra parte, y en relación con las complicaciones que pueden detectarse en la madre, la Jornada abordó las nuevas técnicas que existen para predecir el grupo de mujeres embarazadas en las que existe mayor riesgo de hipertensión o preeclampsia y aplicar un tratamiento adecuado para evitar su aparición.

 
En la actualidad, el 1% de mujeres embarazadas desarrolla un estado hipertensivo grave que puede afectar tanto a la salud de la madre como del feto, causando problemas de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, desde el primer trimestre del embarazo es posible detectar si existe riesgo de padecer esta enfermedad y aplicar algunas terapias antes de que derive en consecuencias graves. Igualmente, relata José Luis Neyro, la diabetes gestacional está trabando nuestras estadísticas pues una de cada diez gestantes tienen ya esa condición y las cifras tienden a aumentar, en virtud de la inadecuada dieta de una parte importante de nuestra población. (léase en http://www.neyro.com/2014/07/03/la-diabetes-gestacional-afecta-a-una-de-cada-10-mujeres-embarazadas/)

Día Mundial de la Espina bífida.

El 21 de noviembre se celebra en todo el mundo el día Internacional de la Espina Bífida. Esta es una malformación congénita del tubo neural, que se caracteriza porque uno o varios arcos vertebrales posteriores no se han fusionado correctamente durante la gestación y la médula espinal queda sin protección ósea a ese nivel.
La principal causa de la espina bífida es la deficiencia de ácido fólico en la madre durante los meses previos al embarazo y en los tres meses siguientes….
Por ello, sabedores de estos hechos, los ginecólogos recomendamos en la llamada «visita pre-concepcional» a las mujres que desean ser mamás, señala el Dr. Neyro, el consumo de alimentos que contengan ácido fólico (y vitaminas del grupo B en general…) y suplementar la dieta con ácido fólico en forma medicamentosa entre cuatro a seis semanas antes de la concepción. esa sencilla medida, señala el Dr. Neyro, reduce extraordinariamente el riesgo de padecer defectos del tubo neural, en general.

A veces, si nada da el resultado apetecido…., se forma también un mileomeningocele, que es un defecto de nacimiento en el que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran antes del nacimiento. Esta afección es un tipo de espina bífida.

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Causas

Normalmente, durante el primer mes de un embarazo, los dos lados de la columna vertebral (espinazo) se unen para cubrir la médula espinal, los nervios raquídeos y las meninges (los tejidos que cubren la médula espinal). La espina bífida se refiere a cualquier defecto congénito que involucra cierre incompleto de la columna vertebral.

El mielomeningocele es el tipo más común de espina bífida. Es una anomalía del tubo neural en la cual los huesos de la columna no se forman completamente, lo que da como resultado un conducto raquídeo incompleto. Esto hace que la médula espinal y las meninges (los tejidos que recubren la médula espinal) protruyan de la espalda del niño.

El mielomeningocele puede afectar hasta 1 de cada 800 bebés.

El resto de espina bífida son en su mayor parte:

  • Espina bífida oculta, una afección en la cual los huesos de la columna no se cierran, pero la médula espinal y las meninges permanecen en su lugar y la piel generalmente cubre el defecto.
  • Meningocele, una afección en donde el tejido que cubre la médula espinal protruye a través del defecto de la columna, pero la médula espinal permanece en su lugar.

También se pueden presentar otros trastornos congénitos o defectos de nacimiento en un niño con mielomeningocele. La hidrocefalia puede afectar hasta el 90% de los niños con mielomeningocele. Igualmente, se pueden observar otros trastornos de la médula espinal o del sistema musculoesquelético, incluyendo siringomielia y dislocación de la cadera.

La causa del mielomeningocele es desconocida. Sin embargo, se cree que los bajos niveles de ácido fólico en el organismo de una mujer antes y durante el comienzo del embarazo juegan un papel en este tipo de defecto congénito. La vitamina ácido fólico (o folato) es importante para el desarrollo del cerebro y la médula espinal.

De igual manera, si un niño nace con mielomeningocele, los futuros niños de esa familia corren un riesgo más alto que el resto de la población general. Sin embargo, en muchos casos, no hay conexión con la familia.

Algunos han planteado la teoría de que un virus puede jugar un papel, debido a que hay una tasa mayor de esta afección en niños que nacen a comienzos del invierno. Las investigaciones también señalan posibles factores ambientales como la radiación.

Síntomas

Un recién nacido puede presentar un saco que sobresale de la mitad a la parte baja de la espalda. El médico no puede ver a través del saco cuando proyecta una luz por detrás. Los síntomas abarcan:

  • Pérdida del control de esfínteres
  • Falta de sensibilidad parcial o total
  • Parálisis total o parcial de las piernas
  • Debilidad en las caderas, las piernas o los pies de un recién nacido

Otros síntomas pueden abarcar:

  • Pies o piernas anormales, como pie zambo
  • Acumulación de líquido dentro del cráneo (hidrocefalia)
  • Pelo en la parte posterior de la pelvis llamada área sacra
  • Depresión del área sacra

Pruebas y exámenes

La evaluación prenatal puede ayudar a diagnosticar esta afección. Durante el segundo trimestre o más modernamente al final del primero, según señala nuestro expereto el Dr Neyro, las mujeres embarazadas pueden hacerse un examen de sangre llamado prueba de detección cuádruple.

Este examen averigua el reisgo de padecer  mielomeningocele, síndrome de Down y otras enfermedades congénitas en el bebé. La mayoría de las mujeres que llevan en su vientre un bebé con espina bífida tendrán niveles más altos de lo normal de una proteína llamada alfafetoproteína (AFP) materna.

Si la prueba de detección cuádruple es positiva, se necesitan exámenes adicionales para confirmar el diagnóstico. Dichos exámenes pueden ser:

  • Ecografía del embarazo
  • Amniocentesis

El mielomeningocele se puede observar después de que el niño nace. Una evaluación neurológica puede mostrar que tiene pérdida de las funciones relacionadas con los nervios por debajo del defecto. Por ejemplo, el hecho de observar cómo responde el bebé a los pinchazos para verificar su sensibilidad, nos aclara nuestro ginecólogo particular, José Luis Neyro, en diversos lugares puede revelar dónde puede percibir las sensaciones.

Los exámenes realizados en el bebé después del nacimiento pueden comprender radiografías, ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética del área de la columna.

Tratamiento

Se puede recomendar la asesoría genética. En algunos casos, cuando se detecta un defecto severo a principios del embarazo, se puede considerar la posibilidad de aborto terapéutico.

Después de nacer, generalmente se recomienda una cirugía para reparar el defecto a temprana edad. Antes de la cirugía, el niño tiene que ser tratado con cuidado para reducir los daños a la médula espinal expuesta. Esto puede incluir un cuidado y posicionamiento especiales, dispositivos de protección y modificaciones en los métodos de alimentar, manipular y bañar al bebé.

Los niños que también tienen hidrocefalia pueden necesitar que se les coloque una derivación ventriculoperitoneal. Esto ayudará a drenar el líquido adicional.

Los antibióticos se pueden utilizar para tratar o prevenir infecciones como meningitis o infecciones urinarias.

La mayoría de los niños requerirá tratamiento de por vida para problemas que resulten del daño a la médula espinal y los nervios raquídeos. Esto incluye:

  • Una suave presión hacia abajo sobre la vejiga puede ayudar a drenar este órgano. En los casos severos, se pueden necesitar sondas de drenaje, llamadas catéteres. Una dieta alta en fibra y los programas de entrenamiento para evacuar pueden mejorar el funcionamiento intestinal.
  • Es posible que se necesite la terapia ortopédica o la fisioterapia para tratar los síntomas musculoesqueléticos. Igualmente, se pueden necesitar dispositivos ortopédicos para los problemas musculares y articulares.
  • Las pérdidas neurológicas se tratan de acuerdo con el tipo y severidad de la pérdida funcional.

Los exámenes de control generalmente continúan a lo largo de toda la vida del niño. Éstos se hacen para verificar su nivel de desarrollo y tratar cualquier problema intelectual, neurológico o físico.

Las enfermeras domiciliarias, los servicios sociales, los grupos de apoyo y las agencias locales pueden brindar apoyo emocional y asistencia con el cuidado de un niño con mielomeningocele que tenga problemas o limitaciones significativas.

El mensaje final es claro: «más vale prevenir» porque como señala el Dr. Neyro…..»prevenir es vivir seguro»