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Pruebas genéticas en niños y adolescentes: el derecho a no saber

La disponibilidad de las pruebas genéticas es ahora mucho mayor que hace unos años, pero la American Society of Human Genetics (ASHG) subraya que su uso en niños resulta cuestionable desde un punto de vista ético. Efectivamente, señala el Magíster en Bioética, Dr. José Luis Neyro, existe el «derecho a no saber» y esto es excepcionalmente paradigmático en el que la ley reconoce como «menor no maduro»; no existe la garantía de que ese niño deseara saber con anticipación los pormenores de sus (futuros) riesgos genéticos, cuando todavía no tiene consciencia de daño, de beneficio, de riesgos de slaud en suma.
Por esta razón, se han publicado unas nuevas pautas para las pruebas genéticas en niños y adolescentes en el “American Journal of Human Genetics”. Se puede acceder al artículo a través de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26140447, concretamente en el pdf que se adjunta aquí: http://www.cell.com/ajhg/pdf/S0002-9297(15)00236-0.pdf El largo articulo es una revisión y continuación de la guía que a tal efecto publicó la citada HSHG en 1995, cuando estos tests y diversas pruebas ad hoc estaban todavía mucho menos desarrolladas.

Los bioéticos están de acuerdo en que merece hacerse las pruebas genéticas casi siempre cuando sus resultados podrían producir un impacto inmediato sobre las decisiones sanitarias; por ejemplo: si se busca la causa de una enfermedad grave o si un niño corre riesgo inminente de aparición de una enfermedad, como el cáncer infantil. Tenemos en este sentido muy claro, señala nuestro experto el Dr. Neyro, lo que se ha definido como un biomarcador que no es otra cosa que una característica que se mide y evalúa como un indicador de procesos biológicos normales o patológicos, o respuestas farmacológicas a una intervención terapéutica objetivamente (según el National Institute of Health, Biomarkers DefinitionsWorking Group. 2001)

Es más complicado hablar de las pruebas de predicción a la búsqueda de signos genéticos de trastornos sanitarios que suelen surgir durante la época adulta. Faltan muchos años para llegar a esa edad si estamos tratando del status actual de los niños, sin capacidad de decidir todavía sobre sus propias vidas. Hace unas pocas semanas, de manera indirecta, hablamos en este mismo web de los problemas derivados de una asistencia no orientada en y hacia el objetivo del beneficio a ultranza del paciente muy por encima de la salvaguarda de la responsabilidad profesional del sanitario, tan en boga en estas últimas dos décadas (ver en http://www.neyro.com/2015/04/22/la-medicina-de-defensa-juridica-una-nueva-forma-de-asistencia/)
La asociación no recomienda realizar tales pruebas. Debe permitirse al niño que decida por sí mismo si quiere estar informado del posible aumento del riesgo y esta decisión no refleja necesariamente los deseos de sus padres. Además, los resultados podrían afectar a la relación entre el niño y sus padres, aunque la prueba no puede predecir el futuro con certeza. Por estas (y otras) razones, la ley española habla del menor maduro (para casi todas las cuestiones entre los 12 y los 16 años) en cuyos años el sujeto debe ser oído en todo lo concerniente a su propia salud.
El problema es distinto para los adolescentes. Deberían hablar con un profesional sanitario en quien confíen, sin sus padres, para obtener una evaluación objetiva de los beneficios y riesgos de realizar la prueba. En una situación ideal, el adolescente y sus padres tomarían una decisión final juntos.
De forma similar, la asociación desaconseja la secuenciación del genoma completo (SGC). Entre los posibles problemas se encuentra el «saber demasiado demasiado pronto»; por ejemplo: un riesgo imprevisto de otra enfermedad de inicio adulto. Esto puede tener implicaciones indeseadas, no solo para el paciente, sino también para sus padres y hermanos, o incluso para familiares menos cercanos. Ejemplo paradigmático podría ser la identificación de BrCa1 y Br Ca2 en sujetos menores de esos 12 años, por ejemplo.
Como resultado, la ASHG recomienda que solo se hagan las pruebas de los genes que se prevé que provoquen problemas de salud de preocupación inmediata. El resto, en el momento actual, debería analizarse en función más de los intereses económico-comerciales de quien realiza las pruebas y las interpreta que de los reales intereses clínicos de los sujetos sometidos a todas ellas, señala de nuevo el Magíster en Bioética y ginecólogo, José Luis Neyro.

Deporte, sexo y gestación; ¿actividades contraindicadas o posibilidades reales de combinarlos?

Una de las dudas más habituales durante la gestación es conocer si el embarazo contraindica o prohíbe el deporte. Ya, bien, deporte…., bien, pero ¿y el sexo?, ¿se pueden mantener relaciones sexuales durante el embarazo? Son algunas de las preguntas más frecuentes en la consulta del ginecólogo cuando se inicia el embarazo.
La natación se ha demostrado siempre como una actividad física que aporta elasticidad y buena preparación física; pero durante el embarazo ¿está permitido nadar? Cualquier deporte, efectivamente parece lógico considerarlo, no debe practicarse durante la gestación; analicemos cada caso, cada mujer, cada deporte por separado…… Existen algunas características de algunos deportes que nos orientan sobre cómo abordar la actividad física durante la gestación.
Qué sucede cuando una gestante sufre un golpe de calor durante los días de la canícula? Se necesitan saber cuatro cosas pero muy constantes para ayudar a nuestra querida futura mamá….
De todo ello han charlado en tertulia la presentadora de Objetivo Bizkaia en tele7, la periodista Susana Porras y el director de contenidos de Http://www.neyro.com, José Luis Neyro, en su colaboración semanal en este programa, abordando incluso la práctica de sexo durante el periodo de embarazo.
Pocas cosas más seguras y stressantes para la mujer que espera un hijo que conocer las circunstancias en las que la actividad sexual puede o no puede ejercerse durante la gestación.

 

El entorno pre-concepcional de la madre puede afectar al riesgo de enfermedad de su hijo

Existen muchas circunstancias maternas que influirán de forma importante en el desarrollo y la vida futura incluso del nuevo ser; conocíamos datos sobre la obesidad (ver en nuestro suelto http://www.neyro.com/2011/04/06/la-obesidad-de-la-madre-amenaza-la-vida-del-hijo/)
También teníamos datos incontrovertibles de hasta qué punto el alcohol ingerido durante la gestación era capaz de producir la génesis de un grave y definitivo síndrome alcohólico fetal, del que ya informamos en la noticia hace ya unos meses en http://www.neyro.com/2015/05/01/consumir-alcohol-durante-la-gestacion-provoca-secuelas-irreversibles-en-los-ninos/. Es más, también contamos hace poco que el consumo de alcohol durante el embarazo, puede causar desde la muerte fetal hasta un severo déficit intelectual (léase más en el suelto http://www.neyro.com/2015/05/04/el-sindrome-alcoholico-fetal-es-un-problema-bastante-frecuente-y-poco-reconocido/)

Ahora un nuevo análisis de datos relevantes obtenidos en clínica  nos dicen que la nutrición materna es el conductor más probable para que ese entorno de la madre antes de la concepción pueda afectar al riesgo de enfermedad de su hijo.Efectivamente, algunos científicos han demostrado por primera vez que el entorno de una madre alrededor del momento de la concepción podría cambiar de forma permanente la función de un gen que influye en la inmunidad y el riesgo de cáncer en el niño. La dieta es probable que desempeñe un papel en este proceso, según los resultados de este estudio publicado en “Genome Biology”.

Éste es el último descubrimiento de una colaboración internacional liderada por investigadores del Medical Research Council Unit (MRC), con sede en Gambia, África Occidental, y el Grupo Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, en Reino Unido, junto con un equipo del Baylor College of Medicine en Houston, Texas, Estados Unidos.

Estudios previos realizados por los investigadores demostraron que el ADN de un niño puede resultar afectado por la dieta de la madre antes del embarazo, pero ahora han dado con un gen llamado VTRNA2-1 como particularmente sensible a estos cambios. VTRNA2-1 es un gen supresor tumoral que también afecta a la forma en la que el cuerpo responde a las infecciones virales.

Está bien establecido que pequeñas diferencias en el ADN que conforma nuestros genes pueden afectar a nuestro riesgo de tener una serie de enfermedades. Aunque los genes de un niño se heredan directamente de sus padres, cómo se expresan estos genes se controla mediante modificaciones epigenéticas en el ADN. Las modificaciones epigenéticas más comúnmente estudiadas son marcas químicas (metilación) colocadas en el ADN de los genes que pueden impedir que el mensaje se lea. Es importante destacar que estas marcas pueden verse influidas por el entorno de un individuo.

Consultado el ginecólogo José Luis Neyro, responsable de contenidos de www.neyro.com, señala que «no necesitamos recordar en este punto hasta qué nivel de importancia epigenética pueden adquirir determinados hábitos maternos cuando se ha demostrado que hasta una de cada trece gestantes ingiere alcohol de forma habitual durante sus gestaciones», con el evidente peligro ya comentado que ello supone para el feto en desarrollo (lo contábamos con crudeza en la noticia publicada en http://www.neyro.com/2012/07/27/una-de-cada-13-mujeres-embarazadas-consume-alcohol/)

Mediante la búsqueda de genes que tienen patrones muy similares de metilación en todos los tejidos, se puede inferir que las marcas se establecen en los primeros días de la vida, antes de que el embrión comience a dividirse en los tejidos especializados que conforman el bebé en desarrollo (cuando todavía la madre ignora completamente si está o no gestante….). Estos llamados ‘epialelos metaestables’ proporcionan así un dispositivo idóneo para estudiar la influencia del ambiente muy temprano del embrión en su epigenoma. Como la metilación requiere un conjunto definido de nutrientes, la nutrición de la madre antes y durante el embarazo puede afectar al ‘ajuste’ de estas etiquetas, con consecuencias potencialmente permanentes para la función genética de su hijo.

Los datos de Gambia provienen de un «experimento de la naturaleza» único en el que la dependencia de la población de los alimentos cultivados propios y un clima marcadamente estacional imponen grandes diferencias en la dieta y otros factores ambientales entre estaciones lluviosas y secas. Los investigadores reclutaron a 120 mujeres embarazadas que concibieron en el pico de la temporada de lluvias o seca y midieron las concentraciones de nutrientes en la sangre. Más tarde se analizaron muestras de sangre y del folículo piloso de sus bebés entre los 2 y 8 meses.

El autor principal, el bioinformático Matt Silver, del Grupo MRC Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, señala: «Mediante el estudio de los bebés concebidos de madres que comen dietas muy diferentes en las estaciones seca y lluviosa en zonas rurales de Gambia podíamos realizar una experimento natural. Nuestros resultados muestran que las marcas de metilación que regulan cómo se expresa VTRNA2-1 se ven influenciadas por la temporada en la que son concebidos los bebés. La nutrición materna es el conductor más probable».

Los equipos de Londres-Gambia y Houston tomaron dos enfoques complementarios e independientes para descubrir nuevos epialelos metaestables en el genoma humano. Sorprendentemente, todos se centraron en el mismo: el gen VTRNA2-1.

«Hay alrededor de 20.000 genes en el genoma humano (aunque otros autores han señalado un total de 33.000, señala nuestro experto, el Dr. Neyro, consultor de Ginecología del Hospital Universitario Cruces). Por lo tanto, para nuestros dos grupos, tomando diferentes enfoques, identificar este mismo gen como el máximo epialelo es igual que excavar en dos lados diferentes de un pajar gigantesco y encontrar exactamente la misma aguja», subraya el profesor asociado Rob Waterland, de Baylor, quien dirigió la rama estadounidense del estudio.

La evidencia anterior sobre el gen VTRNA2-1 sugiere que los cambios epigenéticos observados podrían afectar a la capacidad de un individuo para luchar contra las infecciones virales (como la gripe), pero recíprocamente alterar su actividad supresora de tumores y, posiblemente, ofrecer protección contra ciertos tipos de cáncer (hasta ahora se ha mostrado para la leucemia mieloide aguda y los cánceres de pulmón y de esófago).

El autor del estudio, el Prof. Andrew Prentice, que lidera el tema de la nutrición de la Unidad MRC, en Gambia, y el Grupo MRC Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, señala: «Creemos que ésta es la primera evidencia concreta de que la dieta de una madre antes del embarazo puede afectar al riesgo de la enfermedad de su hijo por la reescritura de una pequeña porción de su epigenoma. Como este gen juega un papel clave en el control de la respuesta a las infecciones virales y ofreciendo protección contra ciertos tipos de cáncer, las implicaciones potenciales son enormes».

«Nuestro próximo paso es seguir a los niños de Gambia para probar exactamente cómo las diferencias en el gen epigenético VTRNA2-1 afectan a la expresión génica y la salud de toda la vida. Esto podría ayudar a arrojar luz sobre cuestiones de larga duración como por qué las tasas de mortalidad debido a la infección son más altas en los nacidos en Gambia en la época de lluvias», concluye.

Finalmente, señala el Dr. Neyro en su particular corolario, estas investigaciones y otras muchas señalan la importancia creciente que debe tener la llamada «visita pre-concepcional» que nos permitiría en la clínica «preparar el embarazo», aunque somos conscientes de que no todas las mujeres aprecian la importancia de mantener las visitas periódicas a sus ginecólogos, según señalamos en la noticia publicada en http://www.neyro.com/2015/06/10/no-todas-las-mujeres-son-conscientes-de-la-importancia-de-sus-revisiones-ginecologicas/

Al tiempo, nuestras respetadas autoridades sanitarias siguen sin reconocer la importancia de tal visita y permanece sin incluir en el recientemente publicado catálogo de prestaciones sanitarias del Sistema Sanitario Nacional según reza el BOE del pasado 06.11.2014 (ver en http://www.boe.es/boe/dias/2014/11/06/pdfs/BOE-A-2014-11444.pdf), a pesar de todas las recomendaciones en este sentido incluso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

¿Existen embarazos de bajo riesgo?, ¿son todos ya de alto riesgo?

Hasta hace unos años se hablaba del concepto de embarazos de alto riesgo, con una concepción que ahora suena algo periclitada porque las circunstancias han cambiado mucho tanto en lo social, en lo médico, en lo puramente científico, o incluso en lo puramente demográfico por supuesto.
Envejecemos más y cada vez más personas lo hacen; no hay duda de ello (ver en http://www.neyro.com/2015/01/16/envejecemos-todos-la-esperanza-de-vida-mundial-ha-aumentado-seis-anos-desde-1990/ ) a un ritmo de un mes más por cada año cronológico, pero además, las mujeres cada año que pasa se quedan menos veces embarazadas….(tal y como expresamos en http://www.neyro.com/2014/03/26/la-tasa-de-natalidad-en-espana-se-situa-a-la-cola-de-la-union-europea/), de tal suerte que los embarazos, en general, van adquiriendo cada vez «más valor» por ser cada vez menos numerosos al menos en nuestro primer mundo.
Así, las condiciones de cada gestación se han ido modificando en estas ultimas décadas…..y también las condiciones de la asistencia a los mismos; hoy hemos incorporado, entre otras características, el cuidado del tiroides en todas las mujeres, como si fueran a tener problemas a ese nivel o seguramente para que no los tengan. Nos ocupamos de este asunto concreto en  http://www.neyro.com/2012/07/13/la-importancia-del-control-del-hipotiroidismo-en-el-embarazo/
Ahora, de entrada, muchos embarazos los controlamos a medias los ginecólogos con los endocrinólogos, los cardiópatas o los nefrólogos,. pongo por caso, según sea la patología que la mujer gestante presente de antemano.
de todos estos asuntos debatieron el Dr. Neyro y la popular periodista Susana Porras en su semanal intervención en el magazine Objetivo Bizkaia de la cadena Tele7.

¿Quieres saber qué es una gestación de alto riesgo?, ¿te interesa conocer cómo es ese tipo de controles que la cardiópata o nefrópata necesita?, ¿deseas saber de qué es consecuencia directa la salud o la enfermedad de un determinado embarazo?…. Lo explicamos con detalle en el programa de esta semana.

 

Cortar el cordón umbilical en el parto:¿un gesto baladí?

Durante siglos, nadie se había cuestionado cómo se cortaba el cordón umbilical una vez nacido el feto y, menos aún, cuándo había que hacerlo. Incluso algunos hacen partícipe al padre o al familiar presente en la ceremonia del nacimiento facilitando que sea él mismo (o ella) el que corte el cordón umbilical que aún permanece unido a la placenta una vez nacido el bebé…. Pero el asunto no parece ser baladí.
De hecho, retrasar el pinzamiento del cordón umbilical (que se hacía para ayudar a prevenir la deficiencia de hierro en la infancia posterior) se asocia ahora con mejores puntuaciones en la motricidad fina y las habilidades sociales de los niños a los 4 años, sobre todo en los varones, aunque no se asoció con ningún efecto sobre el coeficiente intelectual o la conducta general en comparación con los niños cuyos cordones estaban atados segundos después del parto, según un artículo publicado recientemente en la edición digital de ‘JAMA Pediatrics’. El artículo puede verse en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26010418

La deficiencia de hierro es un problema de salud mundial entre los niños en edad preescolar asociado con alteraciones del neurodesarrollo que pueden afectar a las habilidades cognitivas, motoras y conductuales. Retrasar el pinzamiento del cordón umbilical hasta dos o tres minutos después del parto permite que la sangre fetal que queda en la circulación placentaria se transfiera al recién nacido (incluso algunos sanitarios exprimen el cordón hacia la criatura antes de proceder a su definitivo ponzamiento). Este proceso se ha asociado con un mejor nivel de hierro en los niños entre los 4 y 6 meses de edad.

Hay una escasez de conocimiento sobre los efectos a largo plazo y falta de evidencia de que no hay daño, lo que hace que los legisladores sean reticentes a dictar recomendaciones claras sobre el retraso en el pinzamiento del cordón en recién nacidos a término, según con el fondo de estudio.

El doctor Ola Andersson, de la Universidad de Uppsala, Suecia, como primer firmante del artículo y sus coautores realizaron un seguimiento de un ensayo clínico en un hospital sueco en Uppsala y Umeä, para evaluar los efectos a largo plazo del retraso en el pinzamiento del cordón umbilical en el desarrollo neurológico en los niños a los 4 años. Los autores evaluaron a 263 niños (alrededor del 69 por ciento de la población de estudio original) basándose en tests de inteligencia, así como el desarrollo y el comportamiento usando otras evaluaciones y cuestionarios.

El pinzamiento del cordón umbilical tardío (141 niños en este estudio de seguimiento) fue de tres minutos o más después del parto y el pinzamiento del cordón temprano (122 niños) fue de menos o igual a 10 segundos después del alumbramiento; los niños en cada grupo fueron elegidos aleatoriamente, destaca el ginecólogo José Luis Neyro, lo que hace aún más representativos los resultados del estudio prospectivo. Los autores no encontraron diferencias entre los dos grupos para el coeficiente intelectual (CI) a escala completa, según con los resultados del estudio.

Sin embargo, la proporción de niños con un agarre del lápiz inmaduro fue menor en el grupo de pinzamiento del cordón retrasado y ese grupo tenían puntuaciones más altas en las evaluaciones de habilidades de motricidad fina personal y habilidad social. No hubo diferencias entre los grupos para las niñas en ninguna de las evaluaciones, pero los niños en los que se había retrasado el pinzamiento del cordón obtenían mayores puntuaciones medias en varias tareas que implican la función motora fina y en campos sociales.

«Retrasar el pinzamiento del cordón durante tres minutos después del parto resultó en un desarrollo neurológico y comportamiento general similar entre los niños de 4 años de edad, en comparación con un pinzamiento temprano. Sin embargo, se encontró una puntuación más alta para el comportamiento prosocial informado por los progenitores, así como social y la motricidad fina desarrollado a los 4 años, sobre todo en los niños», resumen los autores.

Concluyen que retrasar el pinzamiento del cordón en comparación con hacerlo tempranamente mejoró las puntuaciones en la motricidad fina y dominios sociales a los 4 años de edad, sobre todo en los niños, lo que indica que la optimización del tiempo de ese pinzamiento puede afectar el desarrollo neurológico en una población de bajo riesgo de los niños nacidos en un país con altos ingresos, como es Suecia.»Los niños participantes constituyen un grupo de niños de bajo riesgo nacidos en un país de altos ingresos (insisten los autores) con una baja prevalencia de deficiencia de hierro. Sin embargo, no se encontraron diferencias entre los grupos, lo que indica que son positivos, y en ningún caso perjudiciales, los efectos de retraso en el pinzamiento del cordón. Investigaciones futuras deberían involucrar a grupos grandes para asegurarlo de manera suficiente para sacar conclusiones claras sobre el desarrollo», concluye el estudio, o incluso entre poblaciones de países con ingresos y organizaciones sociales diferentes, señala el experto Dr. Neyro.

 

La incompatibilidad Rh materno-fetal, un problema del pasado

Hasta las películas del cine de Holliwood nos ha mostrado repetidas veces que las personas que se iban a casar, además de «sacar la licencia de matrimonio» necesitaban «hacerse el grupo sanguíneo». En un tiempo afortunadamente ya pasado, la famosa Incompatibilidad Rh materno-fetal mataba muchos fetos, cercenaba muchos embarazos y trababa muchas maternidades por las secuelas de sensibilización de las mujeres afectas.

Y es que durante el embarazo, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre a través de la placenta…..y ahí pueden empezar los problemas.

Si la madre es Rh negativo, si sus glóbulos rojos no tiene el antígeno RH (de Rhesus, como el macaco en cuya sangre se describió este factor) su sistema inmunitario trata a las células fetales Rh positivas como si fuesen una sustancia extraña y crea anticuerpos contra dichas células sanguíneas fetales. Estos anticuerpos anti-Rh pueden pasar de nuevo a través de la placenta hacia el feto y destruir los glóbulos rojos circulantes de éste.

Cuando los glóbulos rojos se descomponen, se libera la hemoglobina de su interior y al ser esta metabolizada por el hígado fetal, se produce bilirrubina como producto de degradación metabólica de esa hemoglobina. Cuando la bilirrubina aumenta por encima de un determinado dintel, hace que el bebé se ponga amarillo (ictericia). El nivel de bilirrubina en el torrente sanguíneo del bebé puede variar desde leve hasta altamente peligroso, hasta provocar incluso grave e irreversible retraso mental..

Debido a que toma tiempo para que la madre desarrolle anticuerpos, con frecuencia, el primer bebé no se ve afectado, a menos que la madre haya tenido embarazos interrumpidos o abortos espontáneos anteriormente que sensibilizaron su sistema inmunitario. Sin embargo, todos los hijos que ella tenga después de esto que también sean Rh positivos pueden resultar afectados.

La incompatibilidad Rh se presenta sólo cuando la madre es Rh negativo y el bebé es Rh positivo. Gracias al uso de inmunoglobulinas especiales, llamadas RhoGAM, este problema se ha vuelto infrecuente en los lugares que brindan acceso a buenos cuidados prenatales….., que son todos en nuestro país afortunadamente.

Pueden seguirse estos pormenores y otros cuidados de la gestación en el programa semanal del Dr. Neyro en el seno del magazine Objetivo Bizkaia que dirige y presenta la prestigiaos y encantadora periodista Susana Porras y que está a su disposición en el link de Tele7 en