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Riesgo de cáncer de mama en fumadoras

El consumo de tabaco puede aumentar hasta ocho veces la probabilidad de padecer cáncer de mama en aquellas mujeres portadoras del alelo CYP1A1 426Ile, un polimorfismo genético en una enzima del tejido mamario, según un estudio desarrollado por el Centro de Excelencia de Investigación en Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad Europea de Madrid.

La publicación, en formato póster, que ha sido premiada en el VII Seminario Internacional e Interuniversitario de Biomedicina y Derechos Humanos organizado por la Fundación Tejerina, analiza el papel del CYP1A1. Así, pone de manifiesto que, durante el desarrollo mamario en la mujer, una de las enzimas participantes en el metabolismo de los estrógenos presenta un polimorfismo genético (alelo) que, tras una exposición a agentes como los componentes del tabaco, podría influir en la aparición del cáncer de mama.

«Las mujeres portadoras del alelo CYP1A1 426Ile presentan 8 veces más probabilidad de encontrarse dentro del grupo de fumadoras con cáncer de mama que en el grupo de fumadoras sanas», explica el investigador principal del proyecto, Félix Gómez-Gallego. Añade el Dr Neyro, que el «círculo de daños por el tabaco se va ampliando cada vez más; estamos ante el primer y más potente carcinógeno de la historia de la humanidad y hay que explicarlo claramente». La medicina hoy, tiene que ser beligerante contra el empleo de una droga tan dañina, señala de nuevo el experto en Ginecología.

Por el contrario, «y aunque es preciso realizar estudios con una casuística más amplia, los resultados obtenidos muestran que la prevalencia del alelo CYP1A1 426Val es significativamente más alta en el grupo de fumadoras sanas que en el grupo de fumadoras con cáncer de mama, lo cual podría sugerir una menor predisposición al desarrollo de cáncer de mama en mujeres fumadoras portadoras de este alelo».

Asimismo, los resultados indican que la edad de diagnóstico de cáncer de mama en el grupo de fumadoras es aproximadamente siete años inferior al de mujeres no fumadoras y se sitúa por debajo de los 50, lo que sugiere que el consumo de tabaco podría influir en la aparición más temprana del cáncer, 76 tenían cáncer de mama y eran fumadoras, y 48 eran fumadoras sanas.

Aclaraciones sobre el cáncer de mama

El mayor estudio sobre la genética de los tumores de cáncer de mama confirma que estos se dividen en cuatro tipos distintos de enfermedad. El estudio confirma que hay cuatro tipos principales de tumores de mama, que son perfectamente diferentes, «confirmando las dudas que los clínicos teníamos sobre la distinta evolución de muchos cánceres de mama que siendo similares en su histología, tenían, tienen de hecho, un comportamiento muy diferente en la clínica, con respuestas completamente diferentes a la quimioterapia y con evoluciones diversas en los mismos grupos etarios», señala el experto Dr Neyro, consultor de ginecología del Hospital Universitario Cruces.

La investigación, llevada a cabo por varios equipos científicos en Estados Unidos, encontró además que la forma más letal de la enfermedad es más similar al cáncer ovárico que al de mama.

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El estudio, afirman los científicos en la revista Nature, ofrece un nuevo entendimiento sobre los mecanismos detrás de cada tipos de tumor y tendrá implicaciones importantes para el tratamiento de la enfermedad. Según los investigadores, el hallazgo revela que al tener los mismos orígenes genéticos, los tumores de mama y los ováricos podrían potencialmente ser tratados con los mismos fármacos. De hecho, en muchos casos, estamos aplicando los mismos protocolos de tratamiento quimioterápico para casos de ovario y de mama, señala de nuevo el Dr Neyro, responsable de www.neyro.com.

El equipo de expertos utilizó los datos que ha generado hasta ahora el proyecto Atlas del Genoma de Cáncer (TCGA) de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Similitud extraordinaria

Tras analizar los genomas de 825 tumores de pacientes con cáncer de mama encontraron que hay cuatro subtipos principales de la enfermedad, cada uno con su propia biología y sus propio panorama de supervivencia. Aunque se conocían estos subtipos, el estudio confirma que aún tomando en cuenta la enorme diversidad genética del cáncer de mama, estos son los cuatro tipos principales de la enfermedad. Los cuatro tipos son: HER2-enriquecido (HER2E), luminal A (LumA), luminal B (LumB) y de tipo basal.

Cuando compararon a estos cuatro tipos de tumores encontraron «marcadas similitudes genómicas» entre los tumores tipo basal (que es la forma más mortal de la enfermedad) y los tumores ováricos. Según los científicos, estos dos comparten los mismos tipos y frecuencias de mutaciones genéticas, lo cual revela que ambos tumores pueden ser atacados con los mismos medicamentos -los que inhiben el crecimiento de sus vasos sanguíneos para cortar el abastecimiento de sangre al tumor (los llamados agentes antiangiogénesis- y los mismos compuestos de quimioterapia.

Paso crucial

La investigación también llevó un análisis detallado de las mutaciones que ocurren en cada subtipo de tumor que conducen a la progresión de la enfermedad. Y el conocimiento de estas mutaciones, dicen, será un «paso crucial» en la mejora de las terapias para la enfermedad. De momento el «único problema de este tipo de estudios, muchos ya disponibles en clínica habitual, es el alto coste de las determinaciones de la base genética de cada tumos mamarios», explica nuiestro experto José Luis Neyro.

«Utilizando múltiples tecnologías diferentes, fuimos capaces de reunir el panorama más completo que se obtenido de la diversidad del cáncer de mama», asegura el doctor Charles Perou, uno de los principales autores del estudio. «Estos estudios tienen implicaciones importantes para todas las pacientes con cáncer de mama y confirman muchos de nuestros hallazgos previos». «En particular, ahora tenemos un mejor conocimiento de las causas genéticas de la forma más común de cáncer de mama» y «no los tratamientos con hormonas como falsamente se ha explicado sin sentido alguno», puntualiza el experto Dr Neyro.. «Este estudio nos ofrece ahora un marco casi completo de las causas genéticas del cáncer de mama, lo cual impactará significativamente la medicina clínica en los próximos años»

El doctor Perou agrega que «este estudio nos ofrece ahora un marco casi completo de las causas genéticas del cáncer de mama, lo cual impactará significativamente la medicina clínica en los próximos años». «Y también encontramos una increíble similitud entre los tumores tipo basal y los tumores ováricos». El científico agrega, sin embargo, que, dado que el cáncer es una enfermedad tan compleja, todavía será necesario llevar a cabo análisis más detallados para trasladar estos hallazgos a la clínica.

Incluso dentro de estos cuatro tipos principales de cáncer de mama, explican los científicos, cada tumor individual parece estar controlado por sus propios cambios genéticos. Por eso será necesario desarrollar muchos más medicamentos para poder tratar cada tumor con una medicina «hecha a la medida».

Según la Organización Mundial de la Salud cada año se encuentran unos 1,3 millón de nuevos casos de cáncer de mama. En muchos países ésta es la forma más común de cáncer en mujeres y la enfermedad mata a 450.000 mujeres cada año en el mundo.

Los hombres también pueden desarrollar la enfermedad, pero estos casos suman menos de 1% de casos de cáncer de mama.

Las posibilidades de padecer cáncer de mama aumentan con la edad

Con motivo del día contra el cáncer de mama, se reprodujo en la web mimenopausia.com esta información.

Las posibilidades de padecer cáncer de mama aumentan a medida que avanza la edad. En la actualidad, esta enfermedad afecta “a más del 10% de las mujeres a lo largo de su vida”; por ello, y para rebajar estas cifras, el Dr. José María Román Santamaría, jefe de la Unidad de Mama delHospital USP San Camilo de Madrid, recomienda realizarse una mamografía. “La mayoría de los casos aparecen en mujeres de más de 50 años”, insiste el galeno.

Y es que, para Román Santamaría, efectuar esta prueba debe ser un objetivo, ya que es “la mejor manera para detectar a tiempo un cáncer de mama”. Además, destaca que lamastografía es un cribado “sencillo y no doloroso”, y que no requiere preparación por parte del paciente.

En este sentido, el sanitario de San Camilo manifiesta que “mediante un diagnóstico precozse pueden detectar los tumores mucho antes de que den síntomas, lo que facilita el tratamiento posterior”. Así, estadísticamente se observa que la detección temprana del cáncer permite que la tasa de mortalidad se vea reducida a un ritmo de entre el 1% y el 2% anual.

Y parece ser la única manera; de hecho, según señala el experto en Ginecoogía Dr José Luis Neyro del Hospital Universitario Cruces en Bizkaia, “hasta un 95% de las mujeres con cáncer de mama no presentan ningún factor de riesgo más que la edad para padecerlo”; la mayoría de las veces, añade, es un hallazgo casual. De ahí la importancia de las mamografías.

Sin embargo, esta patología sigue constituyendo el tumor más frecuente en las mujeres y el que mayor número de muertes produce en España, llegando hasta el 20% de las mismas. Éstas se han visto afectadas por uno de los dos tipos de tumores mamarios que existen: el in situ y el invasor.

Pormenorizando en cada uno de ellos, se advierte que el primero no se disemina y extiende a otros órganos, pero “no es inofensivo porque puede volverse invasor, penetrando los vasos sanguíneos y linfáticos hasta ser metastásico letal”, asegura Román Santamaría. La biología del mismo nos es aún poco conocida como señala el experto José Luis Neyro; “aquí deben enfatizarse los esfuerzos de la investigación clínica y biológica”.

Por todo ello, el experto considera que se debe poner en valor a la Unidad de Mama, y es que con la detección temprana del tumor y los tratamientos adecuados “se puede lograr que la supervivencia a los cinco años sea del 80%. La coordinación entre los diferentes equipos es clave para una correcta recuperación”, concluye Román Santamaría.
Por enfatizarlo más aún, señala el Dr Neyro, en este momento “en España el cáncer de mama solo es responsable de un 3% de todos los fallecimientos entre las mujeres de cualquier edad y ese es un dato positivo que conviene conocer y divulgar”

Las posibilidades de padecer cáncer de mama aumentan con la edad

Las posibilidades de padecer cáncer de mama aumentan a medida que avanza la edad. En la actualidad, esta enfermedad afecta «a más del 10% de las mujeres a lo largo de su vida», manifiesta el experto. Por ello, y para rebajar estas cifras, recomienda realizarse una mamografía.según explica el jefe de la Unidad de Mama del Hospital USP San Camilo de Madrid, el Dr. José María Román Santamaría. «La mayoría de los casos aparecen en mujeres de más de 50 años», insiste el galeno.

Y es que, para Román Santamaría, efectuar esta prueba debe ser un objetivo, ya que es «la mejor manera para detectar a tiempo un cáncer de mama». Además, destaca que es un cribado «sencillo y no doloroso», y que no requiere preparación por parte del paciente.

En este sentido, el sanitario de San Camilo manifiesta que «mediante un diagnóstico precoz se pueden detectar los tumores mucho antes de que den síntomas, lo que facilita el tratamiento posterior». Así, estadísticamente se observa que la detección temprana del cáncer permite que la tasa de mortalidad se vea reducida a un ritmo de entre el 1% y el 2% anual. Y parece ser la única manera; de hecho, según señala el experto en Ginecoogía Dr José Luis Neyro del Hospital Universitario Cruces en Bizkaia, «hasta un 95% de las mujeres con cáncer de mama no presentan ningún factor de riesgo más que la edad para padecerlo»; la mayoría de las veces, añade, es un hallazgo casual. De ahí la importancia de las mamografías.

Sin embargo, esta patología sigue constituyendo el tumor más frecuente en las mujeres y el que mayor número de muertes produce en España, llegando hasta el 20% de las mismas. Éstas se han visto afectadas por uno de los dos tipos de tumores mamarios que existen: el in situ y el invasor.

Pormenorizando en cada uno de ellos, se advierte que el primero no se disemina y extiende a otros órganos, pero «no es inofensivo porque puede volverse invasor, penetrando los vasos sanguíneos y linfáticos hasta ser metastásico letal», asegura Román Santamaría. La biología del mismo nos es aún poco conocida como señala el experto José Luis Neyro; «aquí deben enfatizarse los esfuerzos de la investigación clínica y biológica».

Por todo ello, el experto considera que se debe poner en valor a la Unidad de Mama, y es que con la detección temprana del tumor y los tratamientos adecuados «se puede lograr que la supervivencia a los cinco años sea del 80%. La coordinación entre los diferentes equipos es clave para una correcta recuperación», concluye Román Santamaría.
Por enfatizarlo más aún, señala el Dr Neyro, en este momento «en España el cáncer de mama solo es responsable de un 3% de todos los fallecimientos entre las mujeres de cualquier edad y ese es un dato positivo que combiene conocer y divulgar»

La mortalidad en mujeres con cáncer de mama no siempre es por causa oncológica

La mortalidad en mujeres con cáncer de mama no siempre es por causa oncológica (Breast Cancer Res)

Las mujeres mayores con cáncer de mama tienen más probabilidades de morir de enfermedad cardiovascular y otras causas que por el tumor, según los resultados de un reciente estudio del que informa “Breast Cancer Research”.

Los investigadores analizaron datos de más de 60.000 mujeres de estadounidenses, a partir de los 66 años de edad, a quienes se realizó seguimiento durante al menos 12 años tras un diagnóstico de cáncer de mama.

Al término del período de seguimiento, casi la mitad de las mujeres seguían con vida. Las que murieron vivieron hasta una edad de 83 años como promedio, y más de dos tercios de ellas fallecieron por causas distintas del cáncer de mama. De hecho, la enfermedad cardiovascular mató a más mujeres que el cáncer de mama.

Las mujeres con más probabilidades de morir por cáncer de mama incluían a las que fueron diagnosticadas más jóvenes y a las que tenían un tumor de alto grado o de estatus de receptor de estrógeno negativo.

El patrón observado en las mujeres del estudio encaja con el patrón de las mujeres de la población general, en que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte, señalaron los investigadores.

«El cáncer es el responsable de alrededor de una cuarta parte de todas las muertes. Sin embargo, el cáncer de mama no es necesariamente una condena, y las pacientes deben cuidar su salud para reducir su riesgo de morir de enfermedad cardíaca y otras enfermedades relacionadas con la edad», señaló la autora del estudio Jennifer Patnaik, de la University of Colorado (Estados Unidos).

La Terapia con estrógenos solos (TE) reduce la incidencia de cáncer de mama

El brazo terapéutico con «estrógenos solos» del Women’s Health Initiative evidencia una menor incidencia de cáncer de mama que el grupo que recibió placebo.

Un abstract (resumen de una comunicación cioentífica a un congreso) presentado en el San Antonio Breast Cancer Symposium revela que el uso sin oposición de estrógenos conjugados (estrógenos solos) en mujeres posmenopáusicas reduce la incidencia del cáncer de mama (concretamente, la referencia bibliográfica es Ragaz J, et al. Dual estrogen effects on breast cancer: endogenous estrogen stimulates, exogenous estrogen protects. Further investigation of estrogen chemoprevention is warranted) Presentado en The 33rd Annual San Antonio Breast Cancer Symposium; Dec. 8-12, 2010; San Antonio (Texas, US), abstract number 1410.
Mientras que los estrógenos endógenos (es decir, estrógenos producidos por los ovarios y otros tejidos) tienen un conocido efecto como promotor carcinógeno, la terapia hormonal (TH) utilizando estrógenos solos (estrógenos exógenos) proporciona un efecto protector reduciendo el riesgo del cáncer de mama, de acuerdo con resultados del estudio WHI presentado en la 33ª Anual CTRC-AACR San Antonio Breast Cancer Symposium, celebrada los días 8-12 de Diciembre.

«Al contrario de lo que se pensaba, los datos muestran que para mujeres seleccionadas, la terapia hormonal con estrógenos solos no sólo es segura, sino potencialmente beneficiosa para el cáncer de mama, así como por muchos otros aspectos de la salud de la mujer”, comentó el investigador Joseph Ragaz, MD, médico oncólogo y profesor clínico de la Facultad de Medicina, School of Population and Public Health de la University of British Columbia, Vancouver, BC, Canada.

Estos datos ponen en perspectiva de los médicos y de las mujeres el papel de los estrógenos en el cáncer de mama. Los datos, que se basan en un nuevo análisis del WHI (Women’s Health Initiative), indican que existe un subgrupo de mujeres histerectomizadas, ésto es sin útero, que no tienen un mayor riesgo o incidencia de cáncer de mama durante el uso de estrógenos conjugados para los síntomas menopáusicos. Encontraron que las mujeres sin historia previa de enfermedad benigna mamaria tenían un 43% de reducción del riesgo de cáncer de mama con estrógenos (HR = 0,57; IC 95%, 0,51-0,78), las mujeres sin antecedentes familiares con un pariente de primer grado con cáncer de mama tenían una reducción del riesgo del 32% (HR = 0,68; IC 95%, 0.50-0.92) y las mujeres sin uso previo de hormonas tenían un 35% de disminución del riesgo (HR = 0,65; IC 95%, 0,46-0,92). Globalmente, las más de 10.000 participantes tuvieron una reducción del 20% en el riesgo de cáncer de mama, una reducción que se acercó a la significación estadística.

Hay mujeres que no tienen factores de riesgo de cáncer de mama y que no incrementan su riesgo de cáncer de mama por el uso de la terapia con estrógenos sin oposición. El reciente re-análisis de los datos del WHI es tranquilizador para las mujeres y los médicos ya que informa de que las mujeres con bajo riesgo de cáncer de mama no aumentan la incidencia de cáncer de mama durante el uso de terapia con solo estrógenos conjugados.

Los llamados factores de riesgo y la incidencia de cáncer de mama son importantes para decidir quién puede o no usar la terapia hormonal. Los factores de riesgo son utilizados para prescribir el uso de muchos medicamentos. La relación riesgo-beneficio para las mujeres que son candidatas para la terapia hormonal es sólo uno de ellos. Algunos factores de riesgo para el cáncer de mama son bien conocidos e incluyen un historial de cáncer de mama en un pariente de primer o segundo grado (madre o hermana, tía o abuela paterna), especialmente si existe evidencia de mutaciones BRCA-1/2, una mayor densidad mamográfica, radioterapia torácica, obesidad, consumo de alcohol e inactividad física. Los factores que reducen el riesgo de la mujer de cáncer de mama también se incluyen en la toma de decisiones; una edad temprana en el primer embarazo a término, la lactancia materna a largo plazo, el ejercicio y no tener antecedentes de enfermedad fibroquística mamaria se asocian con un riesgo reducido de cáncer de mama.

Estos hallazgos apoyan el posicionamiento de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) en que cualquier decisión sobre el uso de la terapia hormonal se base en una evaluación de los riesgos y beneficios individuales. Este web ha venido defendiendo hace ya muchos años esa posición de individualización de los riesgos en base a análisis personalizados. Estos son diferentes para cada mujer, por lo que la decisión sobre el uso de hormonas se debe tomar después de evaluar los riesgos y beneficios, y las discusiones posteriores entre una mujer y su médico.

Publicaciones previas del WHI indicaron un aumento en la incidencia de cáncer de mama en mujeres con útero intacto que utilizaron terapia E+P. De hecho, se atribuyó a la drástica caída en el uso de terapia hormonal posmenopáusica la sustancial disminución de la incidencia del cáncer de mama en algunos países (aunque no en todos). Tampoco se tuvo en cuenta en ese análisis que a muchos centenares de miles de mujeres a las que se retiró la THS por ese motivo, al tiempo se les empezó a tratar con SERM (moduladores selectivos de los recpetores de esstrógenos) como Raloxifeno (en España, Evista u Optruma), que ya se ha sdemostrado que reducen drásticamente el riesgo de sufrir cáncer de mama.

Por otro lado, otros datos indican que el uso de estrógenos solos, especialmente si se inicia en mujeres histerectomizadas menores de 60 años, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama. Esta conclusión, si bien extremadamente publicitaria, debe servir para que se intensifique la investigación en el nuevo papel de los estrógenos (exógenos, no los propios de cada mujer…)como un agente protector frente al cáncer de mama.