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¿De verdad los chicos son «fofisanos» y las mujeres «fondonas» a partir de «esos años»?

A vueltas con la dieta, con los kilos de más, con el flotador que trata de instalarse de manera casi definitiva en nuestra cintura a partir de unos años…..; el asunto es de una importancia terrible toda vez que ganar esos kilos a base de grasa abdominal incrmenta nuestro riesgo cardiovascular; lo contábamos en http://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/
Ahora, de nuevo, pero orientado a una combinación con aspectos casi de manera importante estéticos; por qué en los chicos se habla de la «curva de la felicidad» y en las mujeres se habla de que «se está poniendo fondona»?, puro machismo también en temas de salud?
Lo mejor para bajar tripa: ¿dieta o ejercicio?”, “¿qué es una persona “fofisana”?, ¿cómo se reducen «cartucheras» de una forma natural? Nos responden a esas y otras preguntas un par de expertos: el Dr. José Manuel García Almeida, Jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirón Málaga y Endocrino del Hosp. Virgen de la Victoria, Málaga y el  Dr. José Luis Neyro, Consultor del servicio de Ginecología del Hospital Universitario Cruces conjuntamente con la especialista en nutrición y dietética, la Dra Ana Bellón, Especialista en Medicina Familiar del Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
Lo abordan en el programa de La Mañana de La1 en TVE1 en la sección «Saber vivir» que presenta la encantadora Mariló Montero; ¿quieres verlo? Pulsa sobre la imagen…..

El test de Apgar también puede predecir la salud materna

El test de Apgar es un examen clínico que se realiza desde hace muchos años de manera sistemática en todo el mundo desarrollado a cada recién nacido después del parto, en donde el pediatra, el neonatólogo, la matrona certificada o la enfermera asistente realiza una prueba en la que se valoran 5 parámetros para obtener una primera valoración simple (macroscópica), y clínica sobre el estado general del neonato después del parto. El test lleva el nombre por Virginia Apgar, anestesióloga, especializada en obstetricia que lo publicó ya en 1853 y que puede verse en  Apgar V. A Proposal for a New Method of Evaluation of the Newborn Infant. Cur Res Anesthesia and Analgesia. 1953;32(4):260-7.

El recién nacido es evaluado de acuerdo a cinco parámetros fisioanatómicos simples, que son los referidos abajo (cada uno de ellos puede tener 9, 1 o 2 puntos, por lo que la puntuación máxima -en positivo- es 10 y la más baja – en negativo, el niño está muerto…, sería 0):

  • Tono muscular.
  • Esfuerzo respiratorio.
  • Frecuencia cardíaca.
  • Reflejos.
  • Color de la piel.
Una puntuación baja en el test de Apgar se asocia a una mayor probabilidad de ingreso de la madre en la UCI, según un trabajo que ha evaluado más de 600.000 nacimientos.

El test de Apgar que se realiza a los recién nacidos también puede predecir si la madre va a precisar cuidados intensivos, según un estudio que se publica en JAMA Pediatrics y que puede encontrarse en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26524079 .

La salud materna y la del neonato están íntimamente ligadas a lo largo del embarazo y del parto, pero ninguna de las herramientas que actualmente se emplean para pronosticar la morbilidad materna tiene en cuenta la salud de su hijo. Hasta ahora, ciertamente, nos aclara el Dr. Neyro, la salud de ambos protagonistas del parto no se han relacionado con un solo test diagnóstico.

Un equipo dirigido por Joel Ray, del Hospital St.Michael, en Toronto (Canadá), ha examinado los archivos médicos de más de 600.000 nacimientos en la provincia de Ontario entre 2006 y 2012. El análisis reveló una fuerte correlación estadística entre la puntuación del test de Apgar y la admisión de la madre en la UCI tras el parto.

Entre las madres cuyos bebés habían alcanzado una puntuación alta en la prueba a los cinco minutos del nacimiento, sólo 1,7 de cada 1.000 fueron ingresadas en la UCI. La cifra ascendía a 12,3 por 1.000 cuando el resultado se situaba en un rango intermedio y a 18,2 si se trataba de una puntuación baja.

De esta manera, las madres cuyos bebés presentaron un Apgar bajo tenían un riesgo nueve veces mayor de acabar en cuidados intensivos, incluso teniendo en cuenta (ajustando estadísticamente) su edad, el número de partos anteriores, la situación económica y la existencia de enfermedades crónicas.

En las madres que requirieron ventilación mecánica en la UCI (unidad de cuidados intensivos), los investigadores apreciaron un riesgo 18 veces superior de que su hijo hubiese tenido una puntuación baja en el test de Apgar.

«Nuestro estudio muestra que este sistema predictivo universal proporciona una nueva y prometedora aplicación materna», ha declarado Ray. «Como mínimo, confirma que, incluso tras el nacimiento, la salud del neonato y de la madre permanecen íntimamente vinculadas».

Identificados los genes que determinan la menopausia

Un estudio internacional de genetistas ha identificado cuarenta nuevas regiones genómicas que reparan el ADN de la menopausia y condicionan con esas reparaciones la edad de aparición de aquélla.

Un estudio internacional de casi 70.000 mujeres ha identificado más de cuarenta regiones del genoma humano involucradas en la regulación de la edad en la que una mujer alcanzará la menopausia, según un estudio liderado por científicos de las universidades de Cambrigde y Exeter, en Reino Unido, y que en España ha coordinado Javier Benítez, jefe del Grupo de Genética Humana del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y del CIBER de Enfermedades Raras, junto a Anna González Neira, también del CNIO. El estudio original puede descargarse en este link adjunto en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3288642/

La investigación ha evidenciado que dos terceras partes de esas regiones contienen genes que actúan para mantener el ADN saludable, mediante la reparación de los pequeños daños que pueden acumularse con la edad. También ha encontrado la primera evidencia genética que relaciona el momento de la menopausia y el cáncer de mama, lo que corrobora conclusiones anteriores de evidencias observacionales (temas relacionados en nuestra noticia previa dehttp://www.neyro.com/2014/06/09/la-lactancia-natural-y-los-anticonceptivos-orales-pueden-reducir-el-riesgo-de-cancer-de-ovario-en-mujeres-con-mutaciones-del-gen-brca/)

Los datos, publicados en Nature Genetics, sugieren que las células reproductivas, los ovocitos de los ovarios femeninos en los que se repara el ADN dañado, sobreviven de forma más larga y eficiente. Esto da lugar a una edad más tardía de la menopausia, que marca el final de la vida reproductiva.
Para Anna Murray, genetista de la Universidad de Exeter, y John Perry, de la de Cambridge, autores de la investigación, «muchas mujeres retrasan la maternidad y algunas tienen dificultades para conseguir un embarazo porque la fertilidad empieza a disminuir unos 10 años antes de la menopausia (ver más alrededor de estos temas en http://www.neyro.com/2015/04/29/podemos-predecir-el-exito-en-las-tecnicas-de-reproduccion-asistida/). Nuestras investigaciones despejan dudas sobre cómo sucede el envejecimiento reproductivo, para el que, por otra parte, esperamos desarrollar nuevos tratamientos para evitar la menopausia precoz.

Asimismo, el estudio es el primero que confirma, con datos genéticos, la relación entre una menopausia precoz y la reducción de riesgo de cáncer de mama. Los investigadores predicen que por cada año que se mantiene la regla, sin menopausia, el riesgo de desarrollo de cáncer de mama puede aumentar hasta un 6 por ciento, por una mayor exposición al efecto de los estrógenos. Sabíamos, señala el Dr. Neyro, por nuestro estudios epidemiológicos, que menstruar más de 35 años seguidos es por sí solo un factor de riesgo para cáncer de mama (ver en http://www.neyro.com/2011/02/09/cancer-de-mama-factores-de-riesgo-y-como-evitarlos/), precisamente por la exposición continuada a sus propias hormonas esteroideas.

Nuevas confirmaciones de la efectividad clínica de vacunarse frente a VPH

Hace ya tiempo, los programas de vacunación más extensos del mundo, los australianos sin duda, nos confirmaron que incluso veinte años antes de lo previsto la vacunación masiva frente a Virus del Papiloma Humano – VPH resultaba de una elevadísima efectividad clínica para evitar las lesiones precancerosas provocadas por la infección V^H (y lo comentamos in extenso en http://www.neyro.com/2015/08/07/programas-de-vacunacion-frente-al-vph-en-australia-logran-disminuir-los-casos-de-lesiones-cervicales-de-alto-grado/)

Y es que los cambios anormales en el cuello uterino que pueden conducir a cáncer son menos frecuentes en las mujeres jóvenes desde la introducción de las vacunas del virus del papiloma humano (VPH), según aporta un nuevo estudio. «Las disminución de las lesiones de alto grado es muy probablemente debida a una combinación de disminución de la proyección y la recepción de vacuna contra el HPV en esta población de mujeres jóvenes,» según palabras del principal investigador de este estudio Susan Hariri, de los Centros para Control y Prevención de Atlanta, Georgia.

“Hay evidencia creciente del impacto poblacional de las vacunas VPH, y además otros estudios de seguimiento han encontrado disminución en la prevalencia de VPH y verrugas genitales después de la introducción de la vacuna» pero los cambios en las recomendaciones de cribado probablemente también condujeron a la menor detección de lesiones, comentó la Dra. Hariri. El ginecólogo José Luis Neyro señala la enorme cantidad de nuevos casos de verrugas genitales que se diagnostican cada año en España, más de 56.000, que podrían evitarse práctivcamente al cien por cien con vacunaciones masivas (ver en http://www.neyro.com/2015/07/22/cada-ano-se-diagnostican-en-espana-mas-de-56-400-nuevos-casos-de-pacientes-con-verrugas-genitales/)

Las lesiones cervicales de alto grado no causan síntomas, pero puede progresar a cáncer invasivo si no se tratan durante muchos años. Más de la mitad de estas lesiones son causada por cepas de HPV que pueden prevenirse con las dos vacunas disponibles contra el HPV desde 2006: Gardasil y Cervarix. Hace ya tiempo incluso, añade nuestro experto José Luis Neyro, que se demostró en términos de fármacoeconmía que la vacuna frente a VPH es coste-efectiva incluso en la lucha contra el cáncer oro-faríngeo. (léase en http://www.neyro.com/2015/05/06/la-vacuna-frente-a-vph-en-varones-es-una-estrategia-costo-efectiva-frente-al-cancer-orofaringeo/)

Todos los niños y niñas de 11 o 12 años de edad niños y niñas deben recibir la vacuna contra el VPH, según los Centros para el Control de la enfermedad y Prevención. En España la administración sanitaria está despreciando la posibilidad de vacunar a los chicos y son los varones los vectores de transmisión de VPH a través de su relaciones sexuales, señala el Dr. Neyro (ver en http://www.neyro.com/2015/01/15/una-vacuna-del-vph-sin-distinguir-sexo-atajaria-los-tumores-asociados/)

Para este nuevo estudio (publicado en este 2015; puede verse en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26291379) que ahora comentamos, los investigadores utilizaron datos de cuatro estados de Estados Unidos recogidos entre 2008 y 2012, pretendiendo rastrear los efectos de la vacunación de HPV. Durante este tiempo, fueron diagnosticados 9.119 casos de lesiones de alto grado de cáncer cervical entre mujeres de 18 a 39 años de edad. En California, entre los 18 a 20 años, el número de lesiones disminuyó drásticamente durante el período de cuatro años, de 94 de cada 100.000 mujeres en 2008 a cinco por 100.000 mujeres en el 2012. En Connecticut, la tasa por 100.000 mujeres de 18 a 20 años cayó de 450 a 57. También disminuyó la tasa para mujeres de edad entre 21 y 29 en Connecticut y Nueva York, pero menos drásticamente. No disminuyeron para las edades de 30 a 39.

Debido a los cambios en las recomendaciones, el cribado del cáncer cervical también declinó durante este período, particularmente entre las mujeres más jóvenes, de 18 a 20 años, ya que las guías ahora recomiendan que el cribado del cáncer cervical comience a los 21 años de edad.

«La justificación para el cambio de recomendaciones para iniciar el cribado a los 21 años se basa en pruebas sólidas de que algunas anormalidades cervicales asociadas a HPV pueden resolverse sin la intervención médica, sobre todo en mujeres jóvenes menores de 21 años,» según refiere Hariri. «También, el cáncer cervical es raro en mujeres jóvenes de menos de 21 años de edad y en general se tardan años para que las lesiones de alto grado lleguen a ser suficientemente graves como para considerarse cáncer.» No cribar a las mujeres jóvenes ayuda a evitar tratamientos innecesarios en aquellas cuyas lesiones precancerosas probablemente habría sanado por su propia cuenta, dijo; ello ahorra muchos millones de euros que podrían destinarse a mejorar los programas de vacunación (en los varones), señala el ginecólogo José Luis Neyro. “Además la disminución de las lesiones también se debe a la vacunación VPH», destaca la Dra. Hariri.

En palabras del Dr. Allan Covens de la Universidad de Toronto “No creo poder encontrar muchos profesionales médicos que crean que la vacunación es algo malo. La dificultad está en cómo se mide el éxito, y particularmente en Canadá y los Estados Unidos donde no disponemos de ningún registro de vacunas”.

Los datos australianos, mejores que los datos de América del norte, indican que la vacuna reduce las lesiones «Es demasiado pronto para saber qué está causando la disminución en lesiones cervicales de alto grado y si la tendencia continuará”, dijo Hariri. «Continuaremos controlando y analizando los datos de los próximos años para interpretar los resultados con mayor precisión».

Nuestros propios hábitos pueden causar el 40% de nuestros cánceres

En 1900 en Estados Unidos, según las  estadísticas, existían tres casos de muerte de cáncer por cada 100 habitantes. En la actualidad hay cuatro de cada diez,  tal y como señala la prensa francesa, aunque nos han llegado a decir que en España  la cifra es uno de cada tres, destaca el Dr.Santiago de la Rosa, presidente de la Comisión de Médicos Naturistas del Icomem, Ilustre Colegio de Médicos de Madrid.
El cáncer es uno de nuestros más fieles compañeros de viaje en una vida que alargamos entre todos, señala nuestro experto José Luis Neyro, por lo que siendo como es fruto de la degeneración celular, es perfectamente comprensible que aumente su prevalencia conforme se incrementa la esperanza de vida media en todo el mundo (léase el post de http://www.neyro.com/2015/01/16/envejecemos-todos-la-esperanza-de-vida-mundial-ha-aumentado-seis-anos-desde-1990/) De todas maneras, debemos dejar de habla del envejecimiento como un problema cuando es un logro de la sociedad del bienestar, en la que hemos vencido el reto de las enfermedades infecciosas y de las plagas; asumamos los nuevos retos con la gallardía de pelear contra la degenerativas.
Pero la verdadera realidad es que la sociedad de 1900 nada tenía que ver con la que hoy en día tenemos, afortunadamente mucho mejor comunicada, mucho más segura en todos los aspectos, pero también más contaminada por todos lados, tierra, mar y aire.  Y el progreso tiene siempre un  precio que tenemos que pagar desgraciadamente, tal y como pasó anteriormente con la revolución industrial. Con el paso de los años, el envejecimiento y el deterioro celular, el organismo nos avisa de que nuestro cuerpo no aguanta tan bien los hábitos de la vida que llevamos. A veces tenemos la suerte de dar marcha atrás y llegar a tiempo, pero casi siempre nos pilla desprevenidos  y a consecuencia de un síntoma o por una revisión de rutina, recibimos el susto de nuestra vida.

Antiguamente, no existían alimentos industrializados y/o procesados y con tantos conservantes, la leche de hoy en día es desnatada, sin lactosa y la de hace un siglo formaba nata, las margarinas no existían, las frutas duran más porque se refrigeran para que no se estropeen, no existían tantos alimentos con engordantes para los animales, con cortisonas y antibióticos. No existía tanto plástico como ahora, ni tanto coche, motos y camiones eliminando tanta gasolina, ni gasoil a la atmósfera produciendo tanto CO2 con la debida alteración de la capa de ozono, protector de la atmósfera para los rayos ultravioletas, como otras muchas sustancias. Y sobre todo, la población no fumaba como ahora. En resumen, no había progreso: en esa época de primeros de hace un siglo se morían 200 o 250 niños nacidos de cada 1000 u ahora son apenas 5.8 o 6 de cada 1000, señala el experto José Luis Neyro.

El agua no llegaba como ahora por el grifo a las casas y con la composición que tiene; las epidemias eran la constante en aquellas épocas. Hoy en día tomamos el agua mineral cuando despreciamos la segura agua del grifo; por no decir nada de las bebidas azucaradas y su relación con diferentes trastornos de la salud (tal y como explicamos en http://www.neyro.com/2015/02/23/ingesta-de-alimentos-azucarados-y-riesgo-de-cancer-ginecologico/) . Los vestidos de la antigüedad no eran tan sintéticos, eran más naturales. Todo era como vemos más natural,  con sus luces y con sus sombras ciertamente, más equilibrado con lo que nos daba la naturaleza. Hemos pasado a crear con la química y con el petróleo todo aquello que hace más de un siglo éramos incapaces de pensar que existiría.

Comparemos nuestro organismo con un coche. Cuando vamos al concesionario,  si no vamos con la idea de qué vehículo comprar, nos venderán el que nos sea más asequible. Pero el coche estará nuevo, las ruedas nuevas, el motor limpio y la gasolina será de 95 octanos. Nos explicarán que posiblemente podamos estar unos 10.000 km sin pasar por el taller a cambiar el aceite y que los primeros 1.500 kms no le pasemos de más de 110 km/h y obedeceremos. Pero cuando nos dicen que una vez al año debemos de pasar por el dentista, oftalmólogo, hacernos una analítica de sangre y orina, hacer deporte con frecuencia y comer lo más equilibrado y natural que podamos, ¿lo cumplimos como cuando compramos un coche?.

Pues desgraciadamente, no hacemos caso a Hipócrates que nos dijo que “tu alimentos sea tu medicina”, lo escuchamos infinidad de veces, pero no le damos la importancia que tiene. Ciertamente, continúa el Dr. Neyro, «somos lo que comemos y más aún en el riesgo cardiovascular» (léase el suelto que colocamos sobre el tema en http://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/)

Porque realmente somos lo que comemos, bebemos, respiramos, pensamos y hoy en días lo que nos rodea. Ya que hace más de 114 años no teníamos tantos frecuencias de tipo telefonía móvil, wifi, gps, wimax, ondas de radio, tv, radares, parabólicas, etc…  Podríamos decir que no existe un lugar en la Tierra ya en el que no exista una de estas radiaciones. Luego de todo lo comentado hasta ahora se desprende que tenemos que cambiar nuestros hábitos de vida, para no padecer o tener tantos tumores como el propio envejecimiento será posible que nos cause. Porque si llegamos tarde será peor para el enfermo y su familia, condenados a vivir un suplicio de años de lucha.
A partir de ahora deberíamos ser más conscientes y tomarnos la vida de forma más natural, ya que constantemente estamos jugándonos nuestra existencia corriendo más riesgos que hace cien años, como podemos ver por las estadísticas. La vida cambia, también nuestros hábitos: comamos, bebamos bien, hagamos deporte para desintoxicarnos y movamos nuestro cuerpo, todo ello nos ayudará a mantener el cáncer alejado de nosotros. Este debería ser el lema mental para cada nuevo año que empieza.

Las técnicas de reproducción asistida no influyen en el tiempo de gestación ni en el peso de los bebés.

Hace más de 40 años que se consiguió el primer nacimiento de un humano (una niña en este caso) concebido mediante fecundación extracorpórea (ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/). Desde que comenzaron a generalizarse las llamadas Técnicas de Reproducción Asistida (TRAs) se argumentaba no con mucha razón ni evidencia científica que el resultado de las mismas terminaba en embarazos prematuros y en bebés pequeños y con más problemas que los concebidos con métodos naturales; no es cierto¡¡¡¡
Ya sea la procedencia de los embriones en fresco o a través de la congelación, ahora se ha verificado lo contrario de forma fehaciente. Los bebés nacidos a través de TRAs no tienen un menor tiempo de gestación ni un menor peso que los niños nacidos de parejas que no han requerido una intervención de este tipo, según un estudio recién terminado y que puede leerse directamente en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26363384.

La investigación, por otro lado también presentada en el 71º Congreso de la American Society for Reproductive Medicine (ASRM), celebrado en Baltimore en el mes de octubre de 2015, ha demostrado que, cuando se comparan casos de hermanos nacidos a través de la donación de óvulos, no hay ninguna diferencia en la duración de la gestación o la talla entre los fetos obtenidos tras el reemplazo de embriones frescos o congelados.

La directora de IVI Roma y autora principal del estudio, la Dra. Daniela Galliano, ha afirmado que a través de este estudio se ha conseguido «saber que realmente la procedencia de los embriones, ya sea en fresco o a través de la congelación, no influye en absoluto en la salud, la duración de la gestación ni el peso al nacer de los bebés». Esto es muy importante poder confirmarlo con datos estadísticos, señala el experto en reproducción José Luis Neyro, toda vez que solo en nuestro país acontecen cada año más de 86.000 nacimientos fruto de estas técnicas (ver en http://www.neyro.com/2014/07/24/eficacia-del-60-en-la-fecundacion-in-vitro-en-espana/)

Galiano también ha señalado que se controlaron los factores fenotípicos, clínicos y de laboratorio que pudieran influir en esta relación, pero tampoco se encontró que ninguno de ellos fuera «determinante». Para realizar esta investigación se contó con una muestra de 360 mujeres embarazadas a través de un tratamiento de donación de ovocitos que previamente habían dado a luz al menos a dos bebés en diferentes gestaciones y, de ellos, uno debía proceder de un embrión congelado y otro haber sido transferido en fresco….., muestra muy singular y de muy difícil categorización, señala nuestro experto.

Aclarado este punto al parecer de forma exitosa, destaca JL Neyro, sigue permaneciendo como gran batalla a conseguir la reducción de la todavía alta tasa de gestaciones múltiples, como gran complicación de las TRAs en todo el mundo (leer en http://www.neyro.com/2014/11/14/la-gestacion-multiple-como-complicacion-de-la-reproduccion-asistida/).