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Bajar de peso antes de la gestación reduce el riesgo de muerte del lactante

Sabíamos hace tiempo que el tipo de dieta que sigue la gestante está en íntima relación con la evolución del embarazo e incluso con su resultado en términos de duración y presencia de prematuridad, por ejemplo (léase enhttp://www.neyro.com/2014/03/14/una-dieta-equilibrada-en-el-embarazo-podria-reducir-el-riesgo-de-parto-prematuro/)

Ahora, además, conocemos con evidencia científica que lograr un peso saludable antes del embarazo y tener un peso corporal adecuado durante el mismo reduce significativamente el riesgo, incluso, de que el lactante muera en su primer año de vida, según una nueva investigación realizada por la Escuela de Posgrado de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. El estudio original puede leerse en http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/oby.21335/abstract)

Los hallazgos, como señalamos publicados en la revista Obesity, resaltan la necesidad de un enfoque exhaustivo en la reducción de la obesidad en mujeres en edad de procrear, que comprende la asesoría en torno al peso corporal antes de la concepción y durante el embarazo. La investigación fue financiada por el National Institutes of Health (NIH). No existe una dieta ideal para todos los embarazos como señalamos anteriormente en http://www.neyro.com/2015/07/10/existe-una-dieta-ideal-para-todo-el-embarazo/, pero mantener el peso en los estándares de normalidad debe ser un objetivo y máxime en edad fértil, señala José Luis Neyro de www.neyro.com.

«Una de cada tres mujeres comienzan el embarazo con un peso no saludable, y más de la mitad de las mujeres aumentan demasiado o disminuyen muy poco el peso durante el embarazo», dijo la autora principal Lisa Bodnar, PhD, M.P.H., R.D., profesora asociada en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. «Aunque se necesita más investigación, tenemos la esperanza de que este estudio se pueda utilizar para iniciar un diálogo entre médicos y mujeres sobre la importancia de no sólo lograr un peso corporal saludable durante el embarazo, sino también disminuir el peso excesivo antes de la gestación, como una posible forma de mejorar la sobrevida del lactante».

Cada año, aproximadamente 24.000 lactantes mueren en el primer año de vida en Estados Unidos. La tasa estadounidense de 6,1 muertes por 1000 nacidos vivos, ocupa el vigesimosexto lugar en el mundo, pese a una disminución del 20 por ciento en la tasa de mortalidad del lactante en Estados Unidos entre 1990 y 2010. En España, la tasa de mortalidad infantil se mantiene en 3,1 defunciones por cada mil nacidos, similar a la de 2011, señala José Luis Neyro (era del 4.2 en el año 2002; desde entonces el descenso es más complicado, pero continúa….).

Solo África (sobre todo central y subsahariana) y el sur y sudeste de Asia se mantienen por encima de 40 muertes por 1000 nacidos vivos; el resto del mundo, Europa por supuesto, está entera por debajo de los 20 casos, según datos estadísticos referidos a 2012, destaca nuestro experto ginecólogo. «Actualmente, las malformaciones congénitas siguen siendo la primera causa de muerte infantil», continúa.

La Dra. Bodnar y sus colaboradores examinaron registros de más de 1,2 millones de nacimientos que ocurrieron entre 2003 y 2011 en Pensilvania, incluidos 5530 fallecimientos de lactantes. Las muertes de lactantes se definieron como la muerte de un lactante antes de su primer año de edad.

Para el estudio que ahora comentamos, se clasificó a las madres bajo las categorías de peso subnormal, peso normal, preobesidad u obesidad, la cual se dividió en tres grados, con base en su índice de masa corporal antes del embarazo -una medida de peso con relación a la estatura-. En cada grupo de peso, los investigadores también analizaron la repercusión de la mortalidad del lactante cuando las mujeres durante el embarazo de aumentaron peso significativamente más o menos que las directrices establecidas por el Instituto de Medicina de Estados Unidos, las cuales, por ejemplo, recomiendan un aumento de peso de 11 a 16 kg para las mujeres con peso normal y de 5 a 10 kg para las mujeres obesas.

En todas las categorías de peso corporal, excepto en las personas más obesas, subir de peso menos o mucho más que lo recomendado incrementó el riesgo de muerte del lactante. Sin embargo, aun cuando las mujeres obesas obtuvieron un peso óptimo durante el embarazo, el riesgo de muerte del lactante todavía fue de aproximadamente el doble que el de las mujeres que comenzaron el embarazo con un peso normal. El sobrepeso y la obesidad, así considerados, tiene más relevancia en la mujer por su responsabilidad social de la descendencia, evidentemente (ver más sobre el tema en http://www.neyro.com/2015/12/08/de-verdad-los-chicos-son-fofisanos-y-las-mujeres-fondonas-a-partir-de-esos-anos/)

«La obesidad y la mortalidad del lactante son hoy en día uno de los problemas de salud pública más críticos», dijo la coautora, Dra. Katherine Himes, profesora asistente del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Pittsburgh. «Nuestro estudio resalta la importancia de analizar la reducción de peso con las mujeres obesas antes del embarazo pues bajar de peso durante la gestación puede aumentar el riesgo de que muera su lactante.

Esperamos que esta información apoye a los médicos, entre ellos, obstetras, médicos de familia y médicos de atención primaria, a explicar las ventajas de la reducción de peso antes de la concepción a todas las mujeres obesas en edad de procrear, continua la coautora del estudio que comentamos. Y es que nos preparamos para ser taxista o médica, para diseñar automóviles o para limpiar el ante de las tapicerías…., pero no para ser madre, como destaca nuestro experto el Dr. Neyro. /(leer más de este tema en http://www.neyro.com/2015/08/24/nos-preparamos-para-casi-todo-menos-para-la-maternidad/).

Referencias: Lisa M. Bodnar et al, Maternal obesity and gestational weight gain are risk factors for infant death. Obesity, 2015; DOI: 10.1002/oby.21335

Reducir en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural con ingesta pre-concepcional de ácido fólico

La importancia de la visita pre-concepcional desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, se torna fundamental en estos asuntos de la prevención de los defectos del tubo neural, como adelantamos enhttp://www.neyro.com/2013/11/21/dia-mundial-de-la-espina-bifida/.

El consumo de ácido fólico antes de la concepción y durante las etapas iniciales del embarazo puede reducir hasta en un 70% el riesgo de desarrollar defectos del tubo neural (DTN), según se ha puesto de manifiesto en el ‘Workshop Actualización en los Defectos del Tubo Neural (DTN), desde el diagnóstico prenatal hasta la prevención’.

Sin embargo, un alto porcentaje de mujeres desconoce la importancia de ingerir ácido fólico para el adecuado desarrollo del bebé. «La evidencia científica actual pone de manifiesto la acción protectora del ácido fólico, sobre todo cuando se toma de forma preconcepcional, desde al menos dos o tres meses antes de la gestación, ya que los defectos del tubo neural se producen muy precozmente en la embriogénesis en las primeras cinco o seis semanas desde que comienza la ausencia de la regla», ha comentado el especialista del servicio de Ginecología del Hospital Regional Universitario de Málaga, Isidoro Narbona Arias.

Y es que, tal y como ha recordado, el déficit de ácido fólico puede provocar distintas malformaciones en el bebé a nivel cerebral (anencefalia o ausencia del cerebro, incompatible con la vida) y a nivel de la columna vertebral, como la espina bífida, uno de los defectos congénitos más frecuentes que ocurren cuando una o más vértebras no se cierran correctamente. Es fundamental evitar algunas de estas malformaciones que tiene una fácil prevención, señala el ginecólogo, José Luis Neyro, que se ocupó de estos temas en su blog hace ya meses en http://www.neyro.com/2014/08/05/reducir-la-presentacion-de-malformaciones-del-tubo-neural-mediante-la-prueba-del-folato/.

«El déficit de ácido fólico interviene principalmente como factor de riesgo de desarrollar un defecto del tubo neural (DTN), aunque existen otros defectos cuya aparición se ha asociado también este déficit, como es el labio leporino, pero cuya asociación no está tan establecida como la de los DTN», ha añadido la especialista.

A pesar de los efectos positivos del ácido fólico, tomar estos suplementos no siempre reduce el riesgo de los defectos en el tubo neural del bebé. En este sentido, según se ha puesto de manifiesto en el encuentro, cerca del 50% de las mujeres tienen una mutación en el gen de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR), el cual dificulta la absorción del ácido fólico y, por tanto, se asocia a la pérdida de su efecto beneficioso.

Ahora bien, aunque la mayoría de las mujeres desconoce si posee esta mutación, existen soluciones para asegurar las cantidades de ácido fólico necesarias para el buen desarrollo fetal. «Existen diferentes motivos por los que la toma del ácido fólico puede llegar a no proteger de los defectos del tubo neural, ya que esta sustancia tiene que sufrir una serie de pasos hasta llegar a su forma activa que pueden ser interrumpidos evitando producir su función preventiva», ha apostillado Narbona Arias.

Uno de esos motivos es la presencia de polimorfismo de una de las enzimas que intervienen en el metabolismo del ácido fólico: la MTHFR, presente en un porcentaje alto de la población y que hace que la función de dicha enzima disminuya hasta el 70% en los casos con genotipo TT de la mutación 677C-T de la enzima MTHFR.

En este sentido, tal y como ha puntualizado el experto, con la toma de la forma activa de los folatos se podría garantizar que, tanto por la absorción como por el metabolismo, tengamos disponible la forma activa del ácido fólico. Ello redunda en beneficios, no solo sobre el tubo neural, sino sobre el desarrollo del propio embarazo, destaca JL Neyro a través de la noticia de su web en http://www.neyro.com/2014/12/11/tomar-acido-folico-pre-concepcional-reduce-la-tasa-de-ninos-de-bajo-peso/

La OMS corrige su tasa ideal de cesáreas y sugiere un 19% del total de nacidos vivos.

La cesárea, hacer nacer los bebés a través de una incisión en el abdomen de sus madres, es la operación más comúnmente realizada en el mundo. Las tasas de parto por cesárea varían ampliamente de un país a otro, desde tan sólo un 2% a más del 50% de los nacidos vivos. Una nueva investigación revela que la tasa óptima de cesáreas podría ser del 19% en el ámbito nacional para salvar las vidas de las madres y los bebés.

La Organización Mundial de la Salud recomendaba hasta ahora a los países que no excedieran de entre un 10 y un 15% (de 10 a 15 cesáreas por cada 100 nacidos vivos) para resultados maternos y neonatales óptimos. Sin embargo, una nueva investigación que examina la relación entre las tasas de cesáreas y la mortalidad materna y neonatal en 194 países concluye que a medida que las tasas de cesárea en el ámbito nacional aumentan hasta el 19%, las tasas de mortalidad materna y neonatal caen.

El estudio científico está disponible en el link http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2473490 y está firmado por George Molina y sus colaboradores del MGH-Massachusetts General Hospital de Boston y de la universidad de Stanford en California.

Sin embargo, elevar las tasas de ejecución de cesárea por encima del 19% no mostró una mejora adicional en las tasas de mortalidad materna y neonatal, tal y como revelan los autores de esta investigación, cuyos resultados se muestran en el artículo mencionado y publicado en «Journal of the American Medical Association» (JAMA).

Investigadores de Ariadne Labs, un centro conjunto del Brigham and Women’s Hospital y la Harvard T.H. Chan School of Public Health, y la Stanford University School of Medicine, en Estados Unidos, se reunieron y correlacionaron las tasas de cesárea nacional con las tasas de mortalidad materna y neonatal en un solo año (2012) para todos los 194 países miembros de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Emplearon modelos matemáticos para determinar las tasas de cesáreas en los países donde faltaban datos y para tener en cuenta otros factores que contribuyen, como el gasto en salud. Según sus autores, se trata del primer estudio que ofrece un análisis exhaustivo de las tasas de cesárea para todos los países de la OMS en un solo año y que tiene un enfoque que evita el sesgo causado por el uso de datos de diferentes años, ya que las tasas de cesáreas y mortalidad cambian con el tiempo.

«A nivel nacional, nuestros hallazgos sugieren que hay muchos países donde no se llevan a cabo suficientes cesáreas, lo que significa que hay falta de acceso a la atención obstétrica de emergencia segura y oportuna, y por el contrario, hay muchos países donde es probable que se hagan más cesáreas de las necesarias para obtener beneficios para la salud –dice Alex Haynes, investigador principal del estudio y director asociado del Programa de Cirugía Segura Ariadne Labs–. Esto sugiere a nivel de política que los puntos de referencia para las tasas de cesáreas de todo el mundo, referidos a todo un país, deben ser reexaminados y podrían ser más altos de lo que se pensaba».

El Dr. Thomas Weiser, coautor del estudio y profesor asistente de Cirugía en la Stanford University School of Medicine, considera que la investigación presenta un argumento de peso para mejorar la capacidad quirúrgica en los países donde el acceso a la asistencia es limitada. De este modo, los países desarrollarán sistemas de salud más fuertes y más resistentes en su conjunto, según este experto.

«Todas las cosas que hay que hacer para aumentar la capacidad quirúrgica, como la capacitación del personal y la mejora de las cadenas de suministro que proporcionan agua limpia y ambientes estériles, todo ello contribuye al fortalecimiento general de los sistemas de atención de salud», subraya Weiser.

«Es importante reconocer que nuestros hallazgos no se refieren a pacientes individuales o instalaciones individuales», detalla el coautor del estudio, George Molina, investigador en Ariadne Labs. «Por el contrario, nuestro trabajo puede proporcionar a los países y los políticos algunas orientaciones sobre la asignación de recursos y los objetivos particulares si están tratando de mejorar los sistemas de atención de salud». Y es que estos temas tiene diferentes abordajes cuando se observan con casos particulares (ver en http://www.neyro.com/2014/07/15/la-cesarea-podria-aumentar-las-probabilidades-de-un-embarazo-fallido-posterior/)

En otra investigación sobre las cesáreas que se publica también en ‘JAMA’, Mairead Black, de la University of Aberdeen, en Reino Unido, y sus colegas examinaron la relación entre el parto por cesárea planificada y problemas de salud en la descendencia o la muerte en la infancia. Se puede acceder a este artículo en http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2473493

La cesárea planificada comprende una proporción significativa de los nacimientos a nivel mundial y estudios observacionales han demostrado que los hijos nacidos por cesárea tienen un mayor riesgo de problemas de salud en la infancia, pero no han podido ajustar algunos factores clave. Además, el riesgo de muerte después del período neonatal todavía no se ha informado en el caso de los niños que nacen por cesárea planificada.

Este estudio incluyó datos de 321.287 primogénitos nacidos en Escocia entre 1993 y 2007, con seguimiento hasta febrero de 2015. Los autores de este análisis compararon a los hijos nacidos por cesárea planeada en un primer embarazo con niños nacidos por cesárea no programada y con la descendencia nacida por vía vaginal.

Los autores encontraron que, en comparación con los nacidos por cesárea sin programar (17%), los nacidos por cesárea planificada (3,8%) no eran significativamente diferentes en cuanto a los riesgos examinados en el estudio, como el asma que requiere ingreso hospitalario, la prescripción del inhalador de salbutamol a la edad de 5 años, la obesidad a la edad de 5 años, la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer o la muerte, pero estaban en mayor riesgo de diabetes tipo 1 (0,66% frente al 0,44%).

En comparación con los niños nacidos por vía vaginal (79%), los nacidos por cesárea planificada estaban en mayor riesgo de ingreso de asma que requiere hospitalización (3,73% frente al 3,41%), la prescripción del inhalador de salbutamol a la edad de 5 años (10,3% versus 9,6%) e incluso la muerte (0,40% frente al 0,32%). No hubo diferencias significativas en el riesgo de obesidad a la edad de 5 años, la enfermedad inflamatoria intestinal, la diabetes tipo 1 o el cáncer. En nuestro web comentamos en su día estos aspectos referidos a otro estudio similar (en http://www.neyro.com/2014/10/01/evidencias-cientificas-demuestran-que-el-parto-natural-es-mucho-mas-seguro-que-la-cesarea/)

Hace ya tiempo que señalábamos en este mismo web (ver en http://www.neyro.com/2015/07/03/parto-vaginal-o-cesarea-la-historia-de-un-falso-dilema/) que el dilema entre parto vaginal y cesárea a nivel individual es un falso dilema en el que pueden primar razones diferentes que la salud de la madre o del niño y que pueden estar influenciadas incluso por la comodidad de madre y de ginecólogo, el miedo a la demandas judiciales, el temor al dolor y otros factores finalmente condicionantes no siempre bien relacionados con los objetivos finales de la asistencia prestada.

Internet es el medio de información sobre temas de salud para el 75% de los adolescentes

Que los adolescentes cambian a la misma velocidad que lo hace nuestra sociedad ni es nuevo ni debiera sorprendernos en absoluto (véase en http://www.neyro.com/2011/09/01/los-adolescentes-maduran-sexualmente-mas-pronto-en-la-actualidad/); que nuestros planteamientos previos para con ellos y sus actitudes no pueden ser las mismas de siempre, no parece de todas maneras ser asumido por todos los responsables.

Ahora, una vez más, un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) sobre el uso que los adolescentes dan a Internet, y sobre cómo cubre su necesidad de información y ayuda en cuanto a la salud entre los más jóvenes, muestra que tres de cada cuatro adolescentes utilizan Internet para informarse sobre temas de salud de todo tipo.

Las conclusiones del estudio muestran que mayoritariamente se busca la información en buscadores generales como Google o Wikipedia. Las chicas buscan más información sobre salud que los chicos y lo hacen especialmente sobre aspectos de la apariencia física, enfermedades y salud mental. Ello está en línea de lo que ya se había demostrado, señala José Luis Neyro, de que un 39% de pacientes españoles consulta sus síntomas por internet antes de ir al médico y hasta un 49% lo hace después de salir de la consulta del facultativo.

El estudio también concluye que a mayor edad, más aumenta la búsqueda de información sobre salud. Por otra parte, el 84% de los adolescentes perciben que su salud es buena o muy buena. Las chicas y los adolescentes mayores perciben su salud peor que la de los chicos y de los más jóvenes.

Asimismo, a la hora de pedir ayuda prefieren hacerlo frente a frente -sobre todo a los amigos y padres-, a pesar de que alrededor del 30% utiliza Internet para buscar información o para compartir sus problemas en las redes sociales. Por lo tanto, parece que los adolescentes usan Internet mayoritariamente para buscar información sobre salud, pero cuando tienen un problema acuden a las fuentes informales que tienen a su alcance, como los amigos y los padres, en detrimento de profesionales como los profesores y los psicólogos.

Por todo esto, según las autoras del estudio, «es necesario, en primer lugar, dotar a los adolescentes de recursos para aprender a buscar información de calidad en la red y que estos recursos sean útiles, específicos y sensibles a las características y preferencias de los adolescentes». No podemos seguir con las mismas ofertas de toda la vida porque el adolescente de este siglo, es diferente del de hace escasos veinte años, señala en experto en redes Dr. José Luis Neyro (leer en http://www.neyro.com/2014/11/19/la-educacion-y-los-anticonceptivos-gratuitos-reducen-la-tasa-de-embarazos-adolescentes/)

El estudio que ahora comentamos, realizado por el grupo de investigación PSINET del IN3 (Internet Interdisciplinary Institute) de la UOC, se ha realizado mediante una encuesta anónima de 43 preguntas agrupadas en cuatro áreas (demografía, uso de internet y redes sociales, percepción de salud y necesidad de ayuda), que han respondido 2.784 estudiantes de entre doce y dieciocho años de trece institutos de secundaria catalanes.

¿Se hereda la obesidad por línea paterna? El semen lleva información sobre el peso del padre

Las células de esperma de hombres delgados y obesos poseen diferentes marcas epigenéticas, que destacan en las regiones de genes asociados con el control del apetito.

Un estudio publicado en «Cell Metabolism» (en realidad se publica en el primer número de 2016) revela que el peso de un hombre afecta a la información hereditaria contenida en su esperma. Las células del semen de hombres delgados y obesos poseen diferentes marcas epigenéticas, que destacan en las regiones de genes asociados con el control del apetito. Las comparaciones, que incluyeron a 13 hombres delgados y 10 hombres obesos, ofrecen una explicación biológica de porqué los hijos de padres obesos están a su vez más predispuestos a la obesidad.

Ya conocíamos que la mala salud de los hombres influye negativamente en la mala calidad de su semen y de hecho, nos ocupamos en este mismo web de contarlo en http://www.neyro.com/2015/04/07/las-alteraciones-seminales-son-cada-vez-mas-frecuentes/, pero ahora sabemos que la información sobre aspectos de esa mala salud, pueden transmitirse a la descendencia.

En la siguiente fase del estudio que ahora comentamos, los investigadores analizaron a 6 hombres sometidos a cirugía bariátrica (de pérdida de peso, mediante diversas acciones sobre estómago e intestino delgado) para ver cómo afectó a su esperma, con un promedio de 5.000 cambios estructurales en el ADN de células de esperma observados desde el momento antes de la cirugía, inmediatamente después y un año más tarde.

Aún queda mucho por aprender acerca de lo que significan estas diferencias y sus efectos sobre la descendencia, pero es una evidencia temprana de que el esperma lleva información sobre la salud de un hombre….., en una época en la que, no lo olvidemos, cada vez es más frecuente que los varones tengan mala calidad espermática (ver en http://www.neyro.com/2014/12/23/la-mala-salud-masculina-afecta-a-la-calidad-del-esperma/)

«Nuestra investigación podría llevar a cambiar el comportamiento, sobre todo el comportamiento pre-concepción del padre», dice el autor principal, Romain Barrès, profesor asociado en la Universidad de Copenhague, Dinamarca. «Es bien sabido que cuando una mujer está embarazada, debe cuidar de sí misma –no beber alcohol, mantenerse alejado de los contaminantes, etcétera–, pero si la implicación de nuestro estudio es verdad, entonces también deben dirigirse recomendaciones hacia los hombres».

Barrès se inspiró en un estudio de 2005 que mostró que la disponibilidad de alimentos para las personas que viven en un pequeño pueblo sueco durante la hambruna se correlacionó con el riesgo de sus nietos de desarrollar enfermedades cardiometabólicas. El estrés nutricional de los abuelos probablemente se transmite a través de las marcas epigenéticas, que pueden ser añadidos químicos en las proteínas que envuelven el ADN, grupos metilo que cambian la estructura del ADN una vez conectados o moléculas llamadas ARN pequeños.

Las marcas epigenéticas pueden controlar cómo se expresan los genes y esto también se ha demostrado que afecta a la salud de la descendencia en los insectos y roedores. En su estudio, Barrès y sus colegas compararon las marcas epigenéticas específicas en el esperma de hombres delgados y obesos (los hombres eran el foco porque el esperma es mucho más fácil de obtener que los óvulos).

Aunque no se observaron diferencias en las proteínas que envuelven el ADN, había variaciones entre los pequeños ARNs de los participantes (para los que la función aún no está determinada), así como la metilación de genes asociados con el desarrollo del cerebro y el apetito. La siguiente pregunta era si estas diferencias son subproductos de la obesidad o del estilo de vida, centrando la atención en cómo la cirugía bariátrica afecta a la epigenética del esperma y el descubrimiento de que el peso es el factor principal.

Hay razones evolutivas probables de porqué la información sobre el peso de un padre sería valiosa para la descendencia. La teoría de Barrès es que en tiempos de abundancia es una manera instintiva de animar a los niños a comer más y crecer más grandes. «Es sólo recientemente que la obesidad no es una ventaja -dice–. Sólo hace décadas, la capacidad de almacenar energía era una ventaja para resistir las infecciones y las hambrunas».

Hoy sabemos desde hace años, que el sobrepeso y la obesidad no son signo de salud sino expresión del incremento del riesgo de muchas enfremedades; en el terreno reproductivo, también entre varones, el sobrepeso incluso dificulta la fecundidad (leer más en nuestro web en  http://www.neyro.com/2013/12/27/a-mayor-peso-mas-posibilidades-de-tener-poca-cantidad-de-espermatozoides/ )

Importante reducción de la mortalidad materna ligada al parto, en todo el mundo

Las muertes maternas en el mundo se han reducido desde las 532.000 en 1990 a una estimación de 303.000 en 2015, según el informe Tendencias en Mortalidad Materna: 1990 a 2015 – Estimaciones de la OMS, Unicef (Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia), Unfpa (United Nations Population Fund), el Banco Mundial, y la División de Población de Naciones Unidos, que se publica en The Lancet (disponible en http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(15)00838-7/fulltext).
Se trata del último informe de una serie que ha analizado datos de 171 países sobre un total de 183; se verificó el progreso en la consecución de los Objetivos del Milenio. Esto se traduce en un ratio de mortalidad materna global estimado en 216 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, en comparación con las 385 por 100.000 nacimientos registradas en 1990. Esto significa que, entre todos, hemos conseguido una reducción en tan solo 25 años del 43.9% del total, destaca el ginecólogo José Luis Neyro.

«Los Objetivos del Milenio pusieron en marcha esfuerzos sin precedentes para reducir la mortalidad materna. En los últimos 25 años el riesgo de la mujer de fallecer por causas relacionadas con el embarazo se ha reducido casi a la mitad. Es un gran progreso aunque no es suficiente. Sabemos que podemos acabar de forma virtual con estas muertes para 2030 y a ese trabajo nos encomendamos», ha explicado Flavia Bustreo, directora general del clúster sobre Salud de la familia, mujeres y adolescentes de la OMS.

Alcanzar ese objetivo requerirá grandes esfuerzos, según Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). «Muchos países con altas tasas de mortalidad materna realizarán pequeños progresos o incluso se quedarán atrás si durante los próximos 15 años no mejoramos el número de matronas disponibles y sus habilidades, y de otros profesionales de la salud», ha explicado Osotimehin.
Pese a las mejoras, sólo nueve países -Bután, Cabo Verde, Camboya, Irán, Laos, Maldivas, Mongolia, Ruanda y Timor Oriental- consiguieron reducir el ratio de mortalidad materna en un 75 por ciento, como instaban los Objetivos del Milenio. «Tal y como hemos visto con todos los temas de salud de los Objetivos del Milenio, es necesario fortalecer los sistemas sanitarios al tiempo que se presta atención a otros problemas.
Educar a las mujeres y a las niñas, sobre todo a las más marginadas, es la clave para su supervivencia y la de sus hijos. La educación les dota de conocimiento para enfrentarse a las prácticas tradicionales que les ponen en peligro», ha dicho Geeta Rao Gupta, director ejecutivo adjunto de Unicef. Se ha demostrado un muy notable incremento de la mortalidad de madres adolescentes cuando se compara con la madres de otras edades (como se demostró en esta publicación enhttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25102848?log$=activity)
La gran mejora se ha realizado en el este de Asia, donde la tasa ha bajado de 95 a 27 por cada 100.000 nacimientos, mientras que en las regiones desarrolladas la mortalidad materna ha bajado del 48 por ciento al 23-12 por cada 100.000 nacimientos. A finales de este año, en torno al 99 por ciento de las muertes maternas se producirán en los países en vías de desarrollo, donde el África subsahariana registrará 2 de cada 3 muertes (el 66 por ciento). No obstante, esto representará una mejora, ya que en esa zona de África se ha observado casi un 45 por ciento de descenso: de los 987 fallecimientos en 1990 a los 546 por cada 100.000 nacimientos.

La Estrategia Global para la Salud de Mujeres, Niños y Adolescentes, presentada por la ONU en septiembre de 2015 (objetivos 2015 a 203), quiere reducir las muertes maternas a menos de 70 por cada 100.000 nacimientos en el mundo. Esta meta requerirá más que triplicar el ritmo de progreso obtenido hasta ahora.
Uno de los objetivos intermedios en esa estrategia pasa por demorar la maternidad a las mejores edades, más allá de los veinte años de edad materna y evitar consecuentemente los embarazos en adolescentes, señala el experto JL Neyro; de todo ello nos hemos ocupado en este blog en http://www.neyro.com/2011/09/01/los-adolescentes-maduran-sexualmente-mas-pronto-en-la-actualidad/ y también cuando contamos algunas de las medidas más eficaces en este sentido (ver en http://www.neyro.com/2014/11/19/la-educacion-y-los-anticonceptivos-gratuitos-reducen-la-tasa-de-embarazos-adolescentes/)
Las nuevas directrices para el periodo 2015 – 2030 quieren reforzar el liderazgo de cada país movilizando los recursos nacionales e internacionales para mejorar la salud de la mujer, de los niños y los adolescentes. Para ello será importante potenciar los sistemas de salud para que tengan capacidad de realizar una asistencia de calidad: la mortalidad materna se reduce a medida que se incrementa la capacidad técnica y profesional del personal que asiste a la madre.
Asimismo, según la estrategia, hay que prestar atención especial durante las crisis humanitarias y en situaciones frágiles, ya que la mortalidad materna suele aumentar en esos contextos.