¿Cómo fue la inmunogenicidad de las vacunas de ARNm frente a CoVID19 en mujeres embarazadas y lactantes?

Efectivamente, a estas alturas de la película (de terror seguramente si hubiera que elegir un género para encuadrarla…), hasta nuestras (respetadas) autoridades sanitarias han terminado por asumir que las mujeres embarazadas son un grupo de especial vulnerabilidad para sufrir CoVID19 y precisan especial protección por sus características inmunitarias de depresión parcial de su actividad. Lo indicamos hace ya tiempo en https://www.neyro.com/2020/06/07/tratamiento-de-las-complicaciones-de-covid19-durante-el-embarazo/, cuando señalábamos (hace más de un año largo) las complicaciones que las gestantes desarrollaban en este ámbito de enfermedad.

Y es que las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad por COVID-19, pero han sido excluidas de los ensayos clínicos de las vacunas frente a la CoVID19, en general y al principio por razones éticas obvias. Ya teneíamos noticias de que incluso esta circunstancia estaba cambiando y las autoridades regulatorias había iniciado el camino de la autorización de la investigación prospectiva de vacunas durante el embarazo (ver en https://www.neyro.com/2021/04/09/iniciados-ensayos-clinicos-sobre-vacunas-frente-a-covid19-en-mujeres-embarazadas/). En la imagen de abajo un recuerdo de elaboración propia sobre las cuatro principales variantes de este maldito virus con alguna de sus características espaciales más notorias.

De todas maneras y mientras no tengamos los datos concretos de las 4000 gestantes que en ocho diferentes lugares del mundo (Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Mozambique, Sudáfrica, Reino Unido y España) (ver en https://espanol.medscape.com/verarticulo/5906617?src=WNL_esmdpls_210224_mscpedit_obgy&uac=84654AT&impID=3211041&faf=1) están siguiendo esa investigación concreta,  los datos sobre la seguridad e inmunogenicidad de las vacunas en la población gestante son limitados.
Pues bien, con el fin de evaluar la inmunogenicidad de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) en mujeres embarazadas y en período de lactancia, incluso frente a las nuevas variantes de interés del SARS-CoV-2 (la llamada Delta proveniente de la India como la más peligrosa actualmente…), se llevó a cabo un estudio de cohortes prospectivo, con 103 mujeres que recibieron una vacuna desde diciembre de 2020 hasta marzo de 2021 y 28 mujeres con infección por SARS-CoV-2 confirmada desde abril de 2020 hasta marzo de 2021. La cohorte incluyó 30 mujeres embarazadas, 16 mujeres lactantes y 57 no embarazadas ni lactantes que recibieron las vacunas frente a la CoVID19 mRNA-1273 (Moderna) o BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) y 22 mujeres embarazadas y 6 no embarazadas no vacunadas con infección por SARS-CoV-2.
El estudio (la imagen corresponde a la portada) se publicó hace ya unos meses en JAMA (ver el original en https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2780202) y fue firmado por Ai-ris Y. Collier que trabaja en varios centros del este de USA, a saber: en el Department of Obstetrics and Gynecology, Beth Israel Deaconess Medical Center, Boston, Massachusetts de la Harvard Medical School, Boston, Massachusetts y en el Center for Virology and Vaccine Research, Beth Israel Deaconess Medical Center, Boston, Massachusetts. Los autores (junto a ella, otros 27 autores de diversos centros todos de Massachusetts), evaluaron las respuestas de anticuerpos de unión al dominio del receptor del SARS-CoV-2, neutralizantes y funcionales no neutralizantes de las mujeres embarazadas, lactantes y no embarazadas después de la vacunación. Las respuestas de células T específicas de la espiga (la famosa proteína S de la cubierta viral) se evaluaron mediante ensayos multiparamétricos de tinción de citocinas intracelulares e inmunospot ligado a enzimas para IFN-γ. Se determinaron las respuestas inmunitarias humorales y celulares frente a la cepa original SARS-CoV-2 USA-WA1/2020 así como frente a las variantes B.1.1.7 (la variante Alpha proveniente del Reino Unido de Gran Bretaña) y la B.1.351 (la conocida como variante Beta, originaria de Sudáfrica)
En la imagen de abajo, tomada del original comentado aquí, mostramos de manera resumida la unión al SARS-CoV-2 y respuestas de anticuerpos funcionales en suero de vacunadas y no vacunadas, embarazadas infectadas (en azul turquesa), lactantes (en amarillo),y mujeres no embarazadas (en azul oscuro).
Las participantes fueron mujeres de 18 a 45 años (66 % blancas no hispanas). Después de la segunda dosis de las vacunas, se notificó fiebre en 4 mujeres embarazadas (14 %; SD, 6 %), en 7 mujeres lactantes (44 %; SD, 12 %) y en 27 mujeres no embarazadas (52 %; SD, 7 %). Se confirmaron las respuestas de anticuerpos de unión, neutralizantes y no neutralizantes funcionales, así como las respuestas de células T CD4 y CD8, en las mujeres embarazadas, lactantes y no embarazadas después de la vacunación. También se encontraron anticuerpos de unión y neutralizantes en la sangre del cordón umbilical y en la leche materna. Hubo menos títulos de anticuerpos de unión y neutralización contra las variantes de interés B.1.1.7 y B.1.351 del SARS-CoV-2, pero las respuestas de las células T se conservaron contra estas variantes virales.

Este análisis exploratorio muestra que la recepción de una vacuna de ARNm frente a la CoVID19 fue inmunogénica en mujeres embarazadas y los anticuerpos provocados por la vacuna se transportaron a la sangre del cordón umbilical y a la leche materna (ya lo habíamos comentado en este mismo blog en https://www.neyro.com/2021/05/19/vacunacion-durante-la-lactancia-y-anticuerpos-frente-a-covid19-en-la-leche-materna/Las mujeres embarazadas y no embarazadas  que fueron vacunadas desarrollaron respuestas de anticuerpos de reacción cruzada y respuestas de células T contra las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 (sin apenas diferencias).

 
Siguen las buenas noticias en esta (ya larga) pandemia. Seguiremos informando…