¿Podemos mejorar las características del cáncer de endometrio antes de su definitiva operación quirúrgica?

Un amigo del responsable de contenidos de este web, se reconocerá si lee estas líneas, decía de algún artículo científico con muy bajo número de sujetos investigados, pero realizado con muy buena metodología que el estudio era «muy interesante, pero muy poco importante» y era verdad. Enseñaba mucho, pero con cautela para no generalizar los hallazgos en función, precisamente, del escaso número de personas que habían sido investigadas durante su realización.

Y es que el modelo se repite una y otra vez: la investigación científica (recordémoslo) depende en un 80% de la poderosa industria farmacéutica multinacional (no solo en cáncer sino en otras materias también…), y tan solo un 20% residual, pero creciente…, depende hoy de organismos realmente independientes. Vamos seguramente por el buen camino pero hay que profundizar en él.
Viene todo esto a colación de que si ha habido una molécula oficialmente vilipendiada y despreciada por la «oficialidad» de la ginecología, esta ha sido el Acetato de Medroxiprogesterona (MPA, por sus siglas abreviadas en inglés), sobre todo por su activa participación en el estudio más citado sobre el climaterio femenino en los últimos veinte años, cual ha sido en famoso WHI (Women’s Health Iniciative). Más de una vez nos hemos ocupado de él en este mismo blog.
Y sin embarga, MPA como casi todo esta vida y mucho más en biología ni es bueno del todo ni malo como para despreciar. Todo depende del target que empleemos, todo varía con la selección adecuada del paciente a tratar y con los cuidados necesarios; seguramente, la enorme experiencia acumulada nos ha enseñado que MPA no es la mejor opción en el manejo de mujeres durante el climaterio en lo que a terapia hormonal se refiere. Pero…
Por otro lado sin embargo, algo que hace muy bien MPA es atrofiar el endometrio; de ahí que su empleo en anticoncepción tenga una larguísima trayectoria muy exitosa por cierto y en un grupo muy amplio de mujeres de muy diferentes edades. Así, esta indudable capacidad de atrofia endometrial podría ser usada con otros fines muy distintos. Por ejemplo, en la mejora de los resultados del tratamiento del adeno-carcinoma de endometrio nada menos.
Sabemos hace tiempo que en mujeres con cáncer endometrial, largos tiempos de espera hasta la cirugía (que es el tratamiento princeps), se asocian con peores resultados. Comentamos ahora un estudio aleatorizado y doble ciego (que el lector interesado puede encontrar en su publicación original cuya portada mostramos abajo y presente en https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0002937818306112) se trató de determinar si una inyección preoperatoria de acetato de medroxiprogesterona en depósito (400 mg), frente a una inyección placebo, reduce la celularidad glandular del tumor en mujeres en lista de espera de histerectomía por una neoplasia intraepitelial o un cáncer endometrial tipo I.
Se reclutaron 76 pacientes (esta es la razón por la que este comentario comenzaba por distinguir entre los estudios muy interesantes, pero seguramente muy poco importantes…, todavía), 38 de las cuales recibieron la inyección de acetato de medroxiprogesterona (MPA) y 38 recibieron solo un placebo. Las pacientes del primer grupo mostraron un mayor descenso en la celularidad glandular del tumor (cambio medio –64 [–31,8%] vs –14 [–5,5%] células por cuarto de campo de alta potencia; p=0,002). Este efecto fue más pronunciado en mujeres que esperaron 3 o más semanas hasta la cirugía. Otros marcadores histológicos e inmunohistoquímicos de diferenciación y proliferación celular fueron más evidentes en el grupo que recibió acetato de medroxiprogesterona que en el grupo de placebo. No hubo diferencias en la calidad de vida entre los grupos hasta la operación.

Por lo tanto, podríamos concluir y no es poco tratándose del tema que nos ocupa que la administración de acetato de medroxiprogesterona (muy empleada en casos de este tipo de cáncer como demuestra la tabla resumen adjunta), administrada en depósito antes de la cirugía para el cáncer endometrial tipo I tuvo un mayor efecto sobre el tumor que la administración de placebo, con un buen perfil de tolerabilidad. Esta estrategia puede servir como terapia puente hasta la cirugía cuando existen largos tiempos de espera. El artículo original (titulado gráficamente «While women await surgery for type I endometrial cancer, depot medroxyprogesterone acetate reduces tumor glandular cellularity» y realizado en el este de los USA), abre una nueva puerta a la esperanza de mejora de las condiciones de un cáncer de la mujer madura si no muy frecuente, sí muy restador de buena calidad de vida.

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La ciencia funciona siempre así; primero un grupo de pioneros tiene una idea (habitualmente original, a veces incluso buena, en otras ocasiones excepcional…), consiguen poco después reunir todas las condiciones para ponerla en marcha de manera experimental como es en este caso… Si las cosas apuntan hacia la hipótesis de trabajo, vendrán tiempos mejores en los que el mismo grupo inicial (u otro) retome el asunto para iniciar un gran estudio prospectivo, aleatorizado, multicéntrico y transnacional para demostrar que el procedimiento no solo funciona con grandes números (ahora sí…), sino que se obtienen beneficios evidentes para las pacientes investigadas y además como en este caso, con muy bajo coste adicional.
Bienvenido sea ese futuro, que espero poder contarles acaso en un par de años¡¡¡¡