Nuevos tratamientos se consolidan firmes y seguros contra la vaginosis bacteriana.

Uno de los temas preferidos por cualquier blog que como este se dedique en cuerpo y alma, con esfuerzo y continuidad a la salud de la mujer deben ser las incómodas vaginitis. Todas las mujeres las han sufrido alguna vez en su vida y no siempre en relación con el verano y el calor ambiental (ver en https://www.neyro.com/2016/12/26/las-infecciones-urinarias-y-vaginitis-son-solo-para-el-verano/) No son exactamente lo mismo porque aunque la vaginosis bacteriana (VB) es la infección vaginal más frecuente está normalmente causada por el crecimiento excesivo de patógenos vaginales anaeróbicos como Gardnerella spp y no por los lásicamente considerados como los reyes de las vaginitis (los famosos «hongos»).

La VB se ha asociado en su fisiopatología con la aparición de densas biopelículas de especies múltiples en la mucosa vaginal, que suponen una mayor complejidad para el tratamiento. No es una broma este asunto de las vaginitis y las vaginosis cuando se han llegado a relacionar con alteraciones de la propia fertilidad Lo comentamos en https://www.neyro.com/2021/04/26/relaciones-entre-la-infertilidad-y-las-vaginitis-a-veces-minusvaloradas/)

Pues bien, actualmente, los fármacos prescritos con más frecuencia para la VB son dos antibióticos muy potentes, como son metronidazol y clindamicina, sin embargo, pueden surgir dificultades como la aparición de resistencia antimicrobianas y la incapacidad para erradicar las biopelículas vaginales, que a menudo conducen al fracaso del tratamiento y a la recurrencia de la VB. Ya se ha informado del aislamiento de microorganismos vaginales resistentes a clindamicina; por lo tanto, se requieren tratamientos alternativos.

El empleo de probióticos después de estos tratamientos a veces tan agresivos no debe despreciarse para reequilibrar una microbiota vaginal alterada en su equilibrio y estabilidad (como ya comentamos en su día en https://www.neyro.com/2017/07/27/salud-vaginal-durante-el-verano-de-prebioticos-y-probioticos/). Pero por encima de esos tratamientos antibióticos que decíamos, ahora el Cloruro de Decualinio (siglas en inglés, DQC, es una sal de amonio cuaternario con actividad antimicrobiana) se ha utilizado principalmente como antiséptico en el contexto clínico. DQC tiene además algunas propiedades antiinflamatorias y se ha demostrado activo contra una amplia gama de patógenos vaginales, incluidas las células planctónicas de Gardnerella spp.

En este estudio que ahora comentamos (que se tituló oficialmente «Dequalinium Chloride Effectively Disrupts Bacterial Vaginosis (BV) Gardnerella spp. Biofilms» y fue publicado en https://www.mdpi.com/2076-0817/10/3/261), los autores examinaron la actividad de DQC en la erradicación de las biopelículas de Gardnerella spp. Se evaluaron sus efectos sobre la biomasa y la actividad metabólica de la biopelícula de Gardnerella spp. in vitro mediante un ensayo de placa de microtitulación. También se utilizaron las técnicas de visualización de microscopía electrónica de barrido y microscopía de barrido láser confocal.

Los autores del estudio (todos portugueses y que pertenecían a CICS-UBI—Health Sciences Research Center, University of Beira Interior, 6200-506 Covilhã, Portugal) explicaron que sus resultados mostraban que DQC es particularmente eficaz contra la biopelícula de las cepas de Gardnerella spp. y es capaz de reducir el metabolismo y/o la biomasa de estas cepas en al menos un 50 % (concentración eficiente, EC50) a una concentración de 8,11 µg/ml, y en un 80 % a una concentración de 25,64 µg/ml. Las cepas diferentes a Gardnerella spp. mostraron mayor biomasa y CE50 metabólica; no obstante, DQC siguió siendo eficaz contra ellas (la imagen es del original del manuscrito publicado en marzo de este 2021).

En la clínica habitual, el producto demuestra mucha seguridad con muy bajo nivel de efectos secundarios (relata el Dr. Neyro). Además, este efecto de DQC sobre las biopelículas de Gardnerella spp. cuenta con la ventaja añadida de que se espera una baja aparición de resistencias debido a sus múltiples modos de acción. Además, el rango de concentraciones que mostraron eficacia contra las biopelículas de Gardnerella spp. (25,64 µg/ml) es menor que la concentración del fármaco que se prescribe habitualmente (10 mg/día) como comprimido vaginal (impecable incluso durante el embarazo). Por tanto, estos resultados corroboran que el tratamiento con DQC puede destruir las biopelículas de Gardnerella spp. in vivo.Los experimentos además mostraron una reducción visible en la arquitectura de la biopelícula, con una clara pérdida de células, evidenciada por las grandes porciones de biopelícula desprendidas en comparación con el control positivo. Se ha planteado que, a esta concentración, DQC se une a la membrana citoplasmática y probablemente se difunde al interior de las células, provocando su muerte y el desprendimiento de la estructura de la biopelícula.

Por lo tanto, los resultados indican que el DQC, aparte de su actividad antimicrobiana, es particularmente eficaz contra las biopelículas de Gardnerella spp., reduciendo su biomasa y metabolismo, en concentraciones por debajo de 256 µg/ ml. A diferencia de la clindamicina, no se espera que el DQC induzca la aparición de resistencias en los microorganismos.

En la imagen, el protagonista de nuestra noticia en su fórmula bioquímica. Seguiremos informando.