Tratando de evitar al inicio del embarazo las complicaciones del tercer trimestre

Que a estas alturas de la película trate este humilde escribidor de divulgación científica la idea de que la clave de casi todo lo concerniente a la salud descansa en dos patas gruesas cuales son la investigación científica de una mano y la prevención por el otro lado, resultaría innecesario y además, ocioso a todas luces. Tiene el lector la muestra si apenas clicka en nuestro buscador, justo a la izquierda y a media altura el término prevención y le llevará nada menos que a 34 páginas distintas de esta web con entre cuatro y cinco noticias distintas sobre el tema, nada menos (si no lo cree, clicke en https://www.neyro.com/?s=prevenci%C3%B3n).

Pues bien, una vez más hablaremos de prevención, pero esta vez relacionado con la gestación. Solemos decir que la mayoría de los problemas del tercer trimestre, los más serios, los que comprometen el desarrollo o incluso la salud de la criatura se gestan (nunca mejor dicho) al principio del embarazo; incluso algunos de ellos durante la propia implantación embrionaria (pero hoy dejaremos al margen estos últimos aspectos.).
Trataremos hoy de responder al interrogante del título; ¿realmente podemos hacer prevención primaria por ejemplo de la preeclampsia que se desarrolla en el tercer trimestre, con alguna acción en el primero? Es la cuestión. El lector interesado puede profundizar en la preeclampsia entrando en  https://www.neyro.com/2013/09/27/los-cientificos-intentan-predecir-el-riesgo-de-preeclampsia/
Desde hace unos años, en todo el mundo, los colegas ginecólogos que se ocupan sobre manera de los trastornos hipertensivos de la gestación tratan de evitar la preeclampsia desde el inicio. Ahora, un estudio muy serio lo revisa (se ha publicado en BJOG. 2021 Jan; 128(2): 149-156, con el título original «Implementation of routine first trimester combined screening for pre‐eclampsia: a clinical effectiveness study». En este estudio retrospectivo firmado por  Guy GP y sus colaboradores (ver el original en https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/1471-0528.16361), se evaluó la efectividad clínica de un programa combinado de cribado de preeclampsia en el primer trimestre en un entorno de atención médica pública (hospital terciario de Londres) desde enero de 2017 hasta marzo de 2019. Abajo la cubierta de la revista citada.
Para el inmenso estudio se incluyeron nada menos que 7.720 mujeres cribadas para detectar preeclampsia de acuerdo con la guía basada en el riesgo del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) y otras 4.841 mediante el algoritmo de la Fetal Medical Foundation (FMF), que combinó factores de riesgo maternos, presión arterial, PAPP-A  (la proteína Placentaria A) y índices Doppler de resistencia de la arteria uterina en el primer trimestre.
El riesgo alto se definió mediante los criterios NICE en la cohorte previa a la intervención (que se hizo mediante la administración de aspirina a la dosis de 75 mg cada noche antes de acostarse) o un riesgo ≥1:50 para la preeclampsia prematura según el algoritmo FMF en la cohorte posterior a la intervención (en cuyo momento pasó a emplearse aspirina a 150 mg cada noche).
El programa de cribado FMF dio como resultado una reducción significativa en la tasa de detección positiva (16,1 vs 8,2%; odds ratio 0,50; IC 95% 0,41–0,53) con un aumento simultáneo en el uso de aspirina en mujeres clasificadas como de alto riesgo de preeclampsia (28,9 vs 99,0%; OR 241,6; IC 95% 89,6-652,0). El gráfico justo abajo muestra la proporción de mujeres que desarrollan preeclampsia en épocas gestacionales (expresadas por semanas) en las cohortes examinadas por NICE y FMF (cohorte NICE: barras negras y línea negra discontinua, cohorte FMF: barras grises y línea gris punteada).
Los índices de detección mejoraron uniformemente para el algoritmo FMF con el análisis de características operativas del receptor (ROC) que demuestran una excelente discriminación para la preeclampsia prematura (área bajo la curva [AUC] = 0,846, IC 95% 0,778-0,915; p<,001). El análisis de series tiempo interrumpido mostró que el programa cribado FMF se asoció con una reducción significativa del efecto relativo a 21 meses del 80% (p=»0,017)» y 89% para la preeclampsia prematura temprana, respectivamente.
El siguiente gráfico muestra el cambio en el porcentaje de nacimientos complicados por preeclampsia prematura (<37 semanas) en épocas de un trimestre de año antes (cribado por NICE) y después de la implementación del programa de detección de FMF con referencia a los elementos generales de una serie de tiempo interrumpido (ITS) análisis (pre-pendiente: líneas punteadas; cambio de nivel: líneas punteadas; post-pendiente: líneas continuas). En gris oscuro: nacimientos con detección exclusiva NICE; en blancos: nacimientos que contienen pruebas de detección NICE y FMF; y finalmente, en gris claro: nacimientos con detección exclusiva de FMF; Retraso de 10 semanas: período de pre-viabilidad (14-24 semanas de gestación) de los primeros embarazos evaluados con FMF.

Efectivamente, sirve lo que venimos haciendo…. y los resultados lo avalan de largo. Esto es, el cribado combinado de preeclampsia durante el primer trimestre es factible y eficaz en entornos de asistencia sanitaria pública. Este enfoque resulta en una reducción del riesgo a la mitad, la duplicación de la detección de preeclampsia, el cumplimiento casi total del uso de aspirina y una reducción significativa en la prevalencia de preeclampsia prematura. Todo buenas noticias. Seguiremos informando….