Abrumador aumento de la frecuencia de obesidad y cáncer de endometrio durante un período de 44 años.

La habían llamado la verdadera epidemia del siglo XXI, pero claro, antes de llegar este recién pasado 2020 y el ya casi familiar CoronaVirus nuevo… En realidad hablábamos de la obesidad que esa sí que se extiende cada día incluso de manera transversal entre los países más pobres o en vías de desarrollo (que nunca les llega…), entre los niños, en las gestantes…, en fin. Nos habíamos ocupado del asunto en relación con las repercusiones futuras que la obesidad podría tener en su descendencia (ver en https://www.neyro.com/2019/07/22/la-obesidad-durante-el-embarazo-se-asocia-con-un-riesgo-futuro-35-veces-mayor-de-diabetes-en-el-nino/)

Pero titular dejaba traslucir nuestra preocupación por lo que ese exceso de peso podría tener en el medio y largo plazo en asuntos puramente relacionados con la propia salud de la mujer efectada.Así, ahora, unos investifgadores se maracaron como objetivo en un estudio llamar la atención sobre el aumento de la frecuencia de cáncer de endometrio (CE) en las últimas décadas y su asociación con el sobrepeso y la obesidad en una institución de alta especialización. ¿Están realmente relacionados la obesidad y el cáncer de endometrio?

Algo apuntamos en ese sentido en relación con dietas con mucho contenido en azúcares sencillos y refinados (ver en https://www.neyro.com/2015/02/23/ingesta-de-alimentos-azucarados-y-riesgo-de-cancer-ginecologico/). Ahora, en este nuevo estudio, se trató de ver retrospectivamente a las pacientes con CE atendidas en el Servicio de Oncología (OS) Hospital General de México (GHM), en los años 2000 a 2017, obteniendo información relacionada con algunos factores de riesgo y su clasificación.

El artículo original se tituló «Obesity and Endometrial Cancer: Increase in Frequency over a Period of 44 Years» y lo firmaron entre otros Alfonso Torres Lobaton, Rosalva Barra Martinez y Elisa Paola Jimenez Arroyo, todos de la Oncology Unit, del General Hospital of Mexico, Mexico City, Mexico. Se puede acceder al original en http://www.sciencepublishinggroup.com/journal/paperinfo?journalid=255&doi=10.11648/j.jgo.20200806.12; en la imagen la carátula del mismo.
El acierto fundamental de estos colegas mexicanos fue cuando los datos los compararon con un estudio anterior de los años 1966-1993. Del registro de 1.045 CE tratados durante el tiempo estudiado de 44 años, 785 correspondieron al período 2000-2017 y 260 al informe anterior, lo que significó un incremento del 200% para esta enfermedad. De los cánceres ginecológicos, las cifras de CE aumentaron del 17,9% en 2010-2011 al 29,4% en 2016-2017 (p = 0,0001).

Y es que el sobrepeso y la obesidad estaban en 572/785 (72,8%) de la serie actual frente a 120/260 (46,1%) de la serie anterior (p <0,05). Se encontró un incremento de 19% a 28% en mujeres menores de 48 años al comparar los períodos 2000-2009 vs. 2010-2017 (p = 0.011); 119/389 clasificados como estadio I, (30,5%) tenían factores de riesgo de recidiva tumoral y 378/898 (42,0%) tenían neoplasias malignas avanzadas. Un aumento del CE reportado en esta serie y su asociación con el sobrepeso y la obesidad, puede poner de relieve el problema de salud pública que representa esta asociación en México (las gráficas y tablas pertenecen al estudio comentado).

Efectivamente, la obesidad es (otra) que ya amenazaba desde el mismo comienzo del siglo XX (México es probablemente el paradigma de países en desarrollo con un gravísmo problema de obasidad, sin duda alguna), pero con la salvedad de que, en esta oportunidad, es más significativa si cabe la responsabilidad individual. Una parte de la responsabilidad, es ciertro, se puede depositar en los alimentos ultraprocesados (ver en https://www.neyro.com/2018/04/23/estan-realmente-relacionados-los-alimentos-ultraprocesados-y-el-riesgo-elevado-de-desarrollar-cancer/), pero más allá de su fabricación, su consumo depende de cada uno de nosotros.
Probablemente nuestras (respetadas) autoridades sanitarias pueden hacer mucho más de lo que realmente hacen para ayudar a resolver este problema (ver en https://www.neyro.com/2016/03/02/subir-los-impuestos-como-estrategia-para-luchar-contra-la-obesidad/) por más que algunas consecuencias tengamos que esperar hasta 44 años como en el estudio que ahora comentamos, para comprobarlas en datos estadísticos abrumadores ciertamente.