Riesgos fundamentales de la poliquistosis ovárica, más allá del futuro reproductivo.

Es sin lugar a dudas, la endocrinopatía más prevalente entre mujeres en edad fértil y siendo este una web dedicada a la salud de la mujer casi en exclusiva, parecería un poco extraño que apenas le hayamos dedicado espacio y artículos. Fue uno pero muy importante el que inauguró esa temática (ver en el enlace https://www.neyro.com/2014/11/17/el-abordaje-del-sindrome-de-ovario-poliquistico-varia-segun-la-necesidad-de-la-paciente-y-el-signo-dominante/) y queríamos en este momento subsanar la circunstancia.

Y es que el síndrome de ovario poliquístico (SOPQ) es un trastorno endocrino realmente frecuente, aunque quizás no tanto como se diagnostica a diario. Se caracteriza por la presencia de ovarios con múltiples quistecillosoligomenorrea o amenorrea por oligoovulación o anovulación crónica, con-por hiperandrogenismo y problemas  de fertilidad consecutivos a ambas circunstancias. Puede cursar también con sobrepeso u obesidad (y de hecho suele comenzar su andadura de esa forma en la pubertad y primeros años de la adolescencia, tras la menarquia o primera regla…), y con posterioridad a todo el trastorno pueden añadirse diabetes e hipertensión arterial, que son tres factores de riesgo cardiovascular, por lo que SOPQ podría asociarse a un aumento de episodios cardiovasculares.

Debido a que algunos síntomas son específicos de las pacientes en edad fértil, las manifestaciones clínicas de SOPQ varían a lo largo de la vida de la mujer y, en consecuencia, el riesgo cardiovascular podría variar. De hecho, no todas las mujeres afectas de SOPQ tienen obligadamente diabetes como consecuencia de su resistencia periférica a la Insulina, que algunas no tienen en absoluto; en otras solo predomina la anovulación por hiperandrogenismo… Por estos motivos, se ha investigado la evolución del riesgo cardiovascular (RCV) en las pacientes con SOPQ, así como la posible aparición de enfermedad cardiovascular con el paso del tiempo, que es su riesgo fundamental, sin lugar a dudas.

Los resultados del estudio se han publicado online en el mes de agosto 2020 en el European Journal of Preventive Cardiology, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología. El hallazgo principal es que el riesgo cardiovascular asociado al SOPQ es mayor en las mujeres menores de 49 años (cuando han pasado un par o acaso casi tres décadas desde que el trastorno se inicia, señala JL Neyro, en la etapa perimenárquica, alrededor de la primera regla…).

El estudio (cuyo original puede verse en https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/2047487320939674) se realizó en una cohorte nacional de mujeres en tratamiento de fertilidad entre 1994 y 2015 en Dinamarca (como señala el título original; véanse también, no solo la primera página del artículo sino la portada de la revista). Tras excluir a las mujeres con enfermedad cardiovascular previa, la cohorte estuvo compuesta por más de 60.000 mujeres. Se identificó a 6149 (10,2%) como pacientes con SOPQ. Después de casi 9 años de seguimiento, 2925 mujeres (4,8%) habían presentado una enfermedad cardiovascular. Como podría sospecharse, en las mujeres con SOPQ la enfermedad cardiovascular fue más frecuente (6,3%) que en las mujeres sin SOPQ (4,7%).
En comparación con las mujeres sin SOPQ, el riesgo cardiovascular en las mujeres con SOPQ fue un 19% mayor. Por edades, el mayor riesgo cardiovascular correspondió a las mujeres entre 30 y 49 años. Los resultados fueron menos concluyentes en las menores de 30 años, quizá porque el número de mujeres era insuficiente. En cambio, en las mujeres mayores de 50 años el riesgo cardiovascular no era mayor que en la población general. Reproducimos ahora la gráfica fundamental del estudio con su original descripción justo debajo (nótese la importancia del trabajo que incluyó una base de datos de casi 120.000 mujeres)

La Dra. Clare Oliver-Williams de la  Cardiovascular Epidemiology Unit, University of Cambridge, UK  es una de las autoras y primer firmante del estudio. Con respecto al aumento del riesgo en las mujeres con SOPQ menores de 50 años, se explica que puede deberse a la mayor incidencia de obesidad, hipertensión y diabetes en estas mujeres. Por otra parte, y tal como habían sugerido estudios previos, las diferencias en el RCV se reducen con la edad. Sin embargo, la Dra. Oliver-Williams ha advertido que no es una disminución real del riesgo, sino que a medida que las mujeres sin SOPQ envejecen, aumentan de peso y desarrollan hipertensión y diabetes, de manera que «en un sentido negativo, se igualan a sus coetáneas con SOPQ».

En sus comentarios durante la presentación del estudio, la Dra. Oliver-Williams ha lanzado un mensaje de ánimo a las mujeres con SOPQ. Además de enfrentarse a problemas de fertilidad, las mujeres pueden sufrir ansiedad y depresión provocadas por los efectos físicos del síndrome y la presión social. Pero «lleva tiempo llegar a quererse y un paso indispensable es conseguir el apoyo de otras personas», dijo refiriéndose a los grupos de apoyo del SOPQ. En España, se cuenta por ejemplo con la Asociación Española de Ovario Poliquístico.

En cuanto a la salud cardiovascular en las mujeres con SOPQ, se ha señalado siempre que el tratamiento debe iniciarse cuanto más pronto mejor, dado que el trastorno se «recicla solo» con el paso de los meses y los años. Además, señala el Dr Neyro, debe comenzar siempre por normalizar el peso con mejora de la nutrición y adecuación de la dieta; incorporar el ejercicio físico es fundamental en cualquier condición dietética. Imposible separar RCV de dieta y ejercicio (ver en https://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/)

Por su parte, la Dra. Oliver-Williams ha afirmado que «conocimiento es poder» y que si las mujeres con SOPQ son conscientes de todos estos riesgos, pueden hacer algo al respecto. Hay muchas maneras de mantener la salud cardiovascular, «como comer más frutas y verduras y hacer más ejercicio», coincidiendo con las apreciaciones del ginecólogo experto en reproducción, José Luis Neyro. La doctora destacó el papel de los grupos de apoyo en la salud cardiovascular de las mujeres con SOPQ.

En la conclusión del estudio, las autoras resaltan que es necesario investigar la asociación del SOPQ y la enfermedad cardiovascular y su variabilidad en el tiempo en la población general. Son muchas las mujeres afectadas por este cuadro; dediquemos el tiempo y el esfuerzo clínico necesario para su identificación temprana que supondrá poder hacer mejor prevención de ese incrementado RCV a largo plazo.