Francia recomienda a las mujeres que llevan implantes mamarios de PIP que se los quiten

El Gobierno francés ha recomendado el viernes 23.12.11 a las mujeres que llevan implantes mamarios de silicona fabricados por la empresa Poly Implant Prothèse (PIP) que se los quiten, aunque ha aclarado que lo hace «con carácter preventivo y no urgente».

Según el comunicado difundido por el Ministerio de Sanidad, el Instituto Nacional del Cáncer ha concluido que no hay «un riesgo mayor de cáncer» para las mujeres que llevan estas prótesis. Sin embargo, sí ha descubierto otros riesgos, como la posible «rotura» de los implantes y la «irritación» que puede provocar el gel, que podría causar «reacciones inflamatorias» y dificultar por ello la retirada de las prótesis.

Por estos motivos, el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, aconseja «con carácter preventivo y no urgente» a las mujeres que llevan implantes de PIP que se sometan a una operación para retirárselos. En Francia hay unas 30.000 mujeres que los llevan y se estima que en todo mundo son entre 300.000 y 400.000.

Fundada en 1991, la empresa Poly Implant Prothèse, que ya no existe, tenía su sede en el sur de Francia y durante un tiempo fue considerada el tercer mayor fabricante de implantes del mundo, con una producción de unos 100.000 al año. De éstos, el 80% se exportaban al extranjero.

Al parecer, PIP empleaba una silicona para uso industrial que se utiliza en todo tipo de dispositivos, desde ordenadores a artículos de cocina, y que es diez veces más barata que la destinada a fines médicos. A principios de 2010, su producto fue retirado del mercado
Nosotros nunca utilizamos estos implantes, precisamente por su conocida entre los profesionales baja calidad .

Una felicitación de Navidad solidaria

En el primer mundo, si te duele algo hay pastillas para mitigar casi cualquier dolor. Pero… ¿qué pasa si lo que te duele es el dolor ajeno, el dolor de los que no tienen pastillas para curar su sufrimiento?

¿No es genial, que nosotros que tenemos pastillas de casi todo, podamos tomarnos una para calmar el dolor de los que no tienen?

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Las mujeres españolas, entre las menos obesas de Europa; los hombres, entre los más obesos

Los hombres españoles están entre los que más problemas de obesidad presentan en la Unión Europea, de acuerdo con los datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), que sitúa a los españoles en el séptimo puesto de un ranking de obesidad, por detrás de Malta, Reino Unido, Hungría, República Checa, Grecia y Polonia.

En el caso de las mujeres, el resultado es inverso, ya que las féminas españolas se colocan entre las menos obesas de los países de la Unión Europea. Las españolas ocupan el puesto 14, con un porcentaje del 14,4%. Además, dentro de España el porcentaje de hombres obesos también supera la cifra femenina (17% frente al 14,4%).

De los países estudiados, Reino Unido y Malta son los que mayor población obesa registran. En el caso de las mujeres, el 23,9 de las británicas y el 21,1 de las maltesas sufren obesidad, mientras que los hombres presentan, respectivamente, el 22,1% y el 24,7%.

Eurostat también apunta que la proporción de personas con problemas de obesidad aumenta según el tramo de edad que se estudia, pero tiende a disminuir cuanto mayor es el nivel educativo.
El asunto tiene su importancia, toda vez que obesidad es un factor de riesgo para la enfermedad cardio-vascular; este grupo de trastornos es la causa de mortalidad del 56% de las mujeres españolas, señala el Dr. José Luis Neyro, director y coordinador del que será 9º curso de formación continuada en menopausia y climaterio que celebrará la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia – AEEM, en Bilbao, el próximo mes de marzo de 2012. En dicho curso se abordará el problema de la obesidad en la mujer climatérica y su posible relación con el declinar de las hormonas ováricas o con el envejecimiento, sin más.
Señala el Dr. Neyro, que tras la menopausia y como consecuencia del cese de la actividad de los ovarios, el hipoestronismo consecutivo provoca no un incremento del peso, sino una redistribución de la grasa coprporal hacia un reprto más andrógino. Sin abandonar los depósitos alrededor de las caderas, tradicionales en los años de actividad normal de los ovarios, las mujeres en estos años sufren un depósito más troncular, más hacia el abdomen, incrmentando así su perímetro abdominal que es «per se» otro factor de riesgo cardiovascular.
Incrementar el ejercicio físico y atender a la ingesta calórica son unas de las claves del éxito para mantener el peso en estos importantes años de la vida de la mujer, según comenta el Dr Neyro.

La menopausia merma la calidad de vida de siete de cada diez mujeres españolas

La Sociedad Internacional de Menopausia dedicó el Día Mundial de la Menopausia, que se celebró el pasado 18 de octubre a este síntoma vasomotor bajo el lema  ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No los sufras en silencio’.
Los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres. Siete de cada diez mujeres españolas ven alterada su calidad de vida por los sofocos, síntoma menopáusico que se manifiesta como una repentina sensación de calor y ansiedad localizada en el cuello y la cara, y que suele ir acompañado de sudoración y palpitaciones.
La Sociedad Internacional de Menopausia (International Menopause Society) ha dedicado este año el Día Mundial de la Menopausia a este síntoma vasomotor bajo el lema ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio’.
Según el doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), “durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos,el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel. En general, los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente 4 años”.
El presidente de la AEEM explica que “el trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración ysíntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexualy las relaciones de pareja”. De hecho, continúa el Dr. Sánchez, “algunas mujeres todavíaviven la menopausia como una enfermedad. Por tanto, es conveniente que los especialistastengamos en cuenta que la mujer debe continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, demanera que la menopausia se convierta en una etapa más de su vida, y no en un periodo detransición con más inconvenientes que ventajas”.
El insomnio, más común en aquellas mujeres que padecen sofocos severos, es una de las principales preocupaciones de la mujer en la menopausia. Según el presidente de la AEEM,“aunque el insomnio no se puede atribuir a una sola causa, los sofocos son un factor de riesgo añadido”. El Dr. Neyro, por su parte, coordinador y director de los cursos AEEM de Bilbao de formación continuada en menopausia y climaterio desde hace más de ocho años,  afirmó que el insomnio puede llegar a confundirse en este grupo de pacientes junta a otros síntomas neurovegetativos con patologías psicológicas y emocionales que llevan a que muchas mujeres sean inadecuadamente tratadas en estas fases de sus vidas con un exceso de psicofármacos.
Del mismo modo, otros factores, como la irritabilidad, la depresión y la ansiedad, sintomatología climatérica frecuente, también pueden favorecer la aparición del insomnio, es decir, de la dificultad que experimenta una persona para conciliar el sueño o, una vez conciliado, permanecer dormido.
Hacia una nueva menopausia
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España la esperanza de vida de las mujeres es de 82,9 años (un poco más en las de la comunidad autónoma del País Vasco en que llega a los 84 años), y se prevé que, en 2020, se sitúe en 85,1 años. A este respecto, el doctor Rafael Sánchez comenta que, “la actitud de la mujer es más positiva que hace unos años y es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento que afectan a su calidad de vida. Sólo así, y en paralelo a la medicina preventiva y al establecimiento de programas específicos de salud dirigidos a la mujer, podemos conseguir mejorar su calidad de vida”.
En este sentido, se ha  asegurado que “la mujer es, por tanto, más protagonista que nunca de su bienestar y está cada vez más interesada en el concepto global de salud. Esta modificación, junto con la evolución sociocultural de la mujer y los avances científicos, deben conllevar un cambio en la perspectiva desde la que los profesionales encargados de la salud de la mujer ofrecemos una atención sanitaria a este sector de la población”.
Con esas intenciones, en el objetivo de incrementar la formación de los médicos vascos alrededor de las cuestiones que afectan a la endocrinología del climaterio es que se plantea el Dr. Neyro (autor del manuscrito Repercusión de la menopausia en la calidad de vida,  que se publicó en la Rev Iberoam Contracep y Menop 2008; 10(3))
la realización de la que será DM la novena edición de su curso anual y que se celbrará en un incomparable marco, durante el próximo mes de marzo de 2012. desde este web informaremos puntualmente de su programa y de todos los detalles de su organización.

La Sociedad Internacional de Menopausia dedicó el Día Mundial de la Menopausia, que se celebró el pasado 18 de octubre a este síntoma vasomotor bajo el lema  ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No los sufras en silencio’.
Los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres. Siete de cada diez mujeres españolas ven alterada su calidad de vida por los sofocos, síntoma menopáusico que se manifiesta como una repentina sensación de calor y ansiedad localizada en el cuello y la cara, y que suele ir acompañado de sudoración y palpitaciones.
La Sociedad Internacional de Menopausia (International Menopause Society) ha dedicado este año el Día Mundial de la Menopausia a este síntoma vasomotor bajo el lema ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio’.
Según el doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), “durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos,el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel. En general, los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente 4 años”.
El presidente de la AEEM explica que “el trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración ysíntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexualy las relaciones de pareja”. De hecho, continúa el Dr. Sánchez, “algunas mujeres todavíaviven la menopausia como una enfermedad. Por tanto, es conveniente que los especialistastengamos en cuenta que la mujer debe continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, demanera que la menopausia se convierta en una etapa más de su vida, y no en un periodo detransición con más inconvenientes que ventajas”.
El insomnio, más común en aquellas mujeres que padecen sofocos severos, es una de las principales preocupaciones de la mujer en la menopausia. Según el presidente de la AEEM,“aunque el insomnio no se puede atribuir a una sola causa, los sofocos son un factor de riesgo añadido”. El Dr. Neyro, por su parte, coordinador y director de los cursos AEEM de Bilbao de formación continuada en menopausia y climaterio desde hace más de ocho años,  afirmó que el insomnio puede llegar a confundirse en este grupo de pacientes junta a otros síntomas neurovegetativos con patologías psicológicas y emocionales que llevan a que muchas mujeres sean inadecuadamente tratadas en estas fases de sus vidas con un exceso de psicofármacos.Del mismo modo, otros factores, como la irritabilidad, la depresión y la ansiedad, sintomatología climatérica frecuente, también pueden favorecer la aparición del insomnio, es decir, de la dificultad que experimenta una persona para conciliar el sueño o, una vez conciliado, permanecer dormido.
Hacia una nueva menopausia
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España la esperanza de vida de las mujeres es de 82,9 años (un poco más en las de la comunidad autónoma del País Vasco en que llega a los 84 años), y se prevé que, en 2020, se sitúe en 85,1 años. A este respecto, el doctor Rafael Sánchez comenta que, “la actitud de la mujer es más positiva que hace unos años y es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento que afectan a su calidad de vida. Sólo así, y en paralelo a la medicina preventiva y al establecimiento de programas específicos de salud dirigidos a la mujer, podemos conseguir mejorar su calidad de vida”.
En este sentido, se ha  asegurado que “la mujer es, por tanto, más protagonista que nunca de su bienestar y está cada vez más interesada en el concepto global de salud. Esta modificación, junto con la evolución sociocultural de la mujer y los avances científicos, deben conllevar un cambio en la perspectiva desde la que los profesionales encargados de la salud de la mujer ofrecemos una atención sanitaria a este sector de la población”. Con esas intenciones, en el objetivo de incrementar la formación de los médicos vascos alrededor de las cuestiones que afectan a la endocrinología del climaterio es que se plantea el Dr. Neyro (autor del manuscrito Repercusión de la menopausia en la calidad de vida,  que se publicó en la Rev Iberoam Contracep y Menop 2008; 10(3))la realización de la que será DM la novena edición de su curso anual y que se celbrará en un incomparable marco, durante el próximo mes de marzo de 2012. desde este web informaremos puntualmente de su programa y de todos los detalles de su organización.

El virus del papiloma humano (VPH), responsable del cáncer de cuello de útero, está asociado con un mayor riesgo cardiovascular en algunas mujeres, según un estudio publicado este lunes en Estados Unidos

Este vínculo se observó en las mujeres que no tienen otros factores que predisponen a la enfermedad cardiovascular o un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, según investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas.
El estudio, basado en el análisis de datos médicos de cerca de 2 500 mujeres, aparece publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology fechada el 1 de noviembre.
“Casi el 20% de las mujeres con enfermedades cardiovasculares no presentan otros factores de riesgo, lo que indica que otras causas no tradicionales podrían provocar (estas enfermedades) y el VPH parece ser una de ellas”, dijo Ken Fujise, director del Departamento de Cardiología de la universidad.
“Ese vínculo -si se confirma- podría tener importantes implicaciones clínicas, ya que la vacuna contra el VPH también podría prevenir la enfermedad cardiovascular”, primera causa de muerte entre las mujeres, señaló.
“Los médicos también deben vigilar a las mujeres con cáncer de útero causado por una infección de VPH para prevenir el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular”, agregó el cardiólogo.
Estos investigadores creen que el VPH puede aumentar el riesgo cardiovascular mediante la desactivación del gen p53, que desempeña un papel clave en la prevención de la arterosclerosis. El VPH también desactiva el gen pRb, importante en la regulación de la proliferación de células que forman el tumor canceroso.
“Si el papel de este mecanismo biológico se confirma, podría desarrollarse una molécula para evitar la desactivación del gen p53 y de ese modo reducir el riesgo cardiovascular en mujeres ya infectadas con el VPH”, dijo Fujise.
Los investigadores recomiendan realizar un estudio clínico para determinar si la vacunación contra el VPH reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres

La incidencia anual de las fracturas por osteoporosis postmenopáusica se triplicará en los próximos 50 años

Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad
La velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer.
La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.
Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.

Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.

Se estima que los costes económicos producidos sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedadLa velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres tras la menopausia es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico frente a la osteoporosis entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado y seguro a largo plazo para cada mujer. La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, a la vez que silenciosa por la carencia de síntomas, y que sólo da la cara cuando se produce una fractura. Sólo en España dos millones y medio de mujeres la padecen ya que junto a la edad, la menopausia es otro factor desencadenante y/ o acelerador de esta patología. “Un dato que serevelan aún más importante si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años a causa del envejecimiento de la población”, explica el doctor Rafael Sánchez , presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y del Comité Organizador de las VI Jornadas Nacionales de Osteoporosis de la AEEM que desde seis al ocho de octubre se han celebrado en Madrid conjuntamente con la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral, la cual celebró su IX Congreso y que ha sido presidido por el líder nacional, Dr Santiago Palacios, presidente de la SIBOMM hasta ese momento durante los últimos años.Dicho encuentro multidisciplinar reúne a más de 300 expertos de Iberoamérica y España entre los que se encuentran, entre otros, ginecólogos, médicos de familia, reumatólogos, médicos internistas, rehabilitadotes, endocrinólogos o radiólogos. Todos ellos intercambiaron ideas y experiencias acerca del cuidado de la masa ósea y, en concreto, harán especial hincapié en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis. El Dr José Luis Neyro, del Hospital Universitario de Cruces, investigador en temas de osteoporosis, ha presentado su ponencia oficial sobre el «Manejo terapáutico de la baja masa ósea», proponiendo tratamiento activo framacológico para cada mujer en esas condiciones y con factores de riesgo para fracturarse.
Dicha patología produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el presidente de la AEEM, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Osteoporosis, enfermedad de género
La osteoporosis es una enfermedad de género, ya que afecta principalmente a las mujeres. En concreto, esta patología es más prevalente entre los 50 y 65 años, ya que con la llegada de la menopausia tiene lugar una mayor pérdida de masa ósea en la mujer. De hecho, tras este periodo, la velocidad de pérdida de masa ósea habitual en las mujeres es de entre 1 y 2,5% de la masa ósea cada año. Así, una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Sánchez, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. A este respecto, el doctor señala que, “su prevención debe comenzar antes de que llegue la menopausia. Aunque, hay que insistir también en la detección de los factores de riesgo que predisponen a la osteoporosis como parámetro fundamental a la hora de prevenir o iniciar un tratamiento inmediato de la enfermedad que evite nuevas fracturas que lleven a la mujer a un estado de dependencia”. Por ejemplo, ser mujer, tener un peso inferior a 56 kilogramos, el hecho de estar recibiendo tratamiento con corticoides, litio, antiepilépticos o anticoagulantes, así como registrar un fallo ovárico prematuro son algunos de los factores más significativos que indicarán, en última instancia, si la paciente tiene o no riesgo de fractura.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante una dieta rica en calcio y vitamina D. “Además, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea, lo que se denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según este experto, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el citado doctor.
Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”. “Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su pequeño coste y la presencia de aparatos en muchos centros (consulte en Giencología Gran Vía 81, en el teléfono 944 274 858 de Bilbao), está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales, sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, la AEEM está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como Ginecología, Reumatología, Endocrinología, Atención Primaria, Enfermería, etc. y surgió hace casi 20 años de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
El hecho de que el estudio del climaterio sea multidisciplinar conlleva que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia siga planteando la potenciación de sus grupos de trabajo, así como la creación de otros nuevos, y la colaboración con sociedades científicas de otras especialidades. El Dr Neyro, miembro de AEEM desde casi su fundación, es integrante de dos de esos grupos de trabajo de AEEM, tales como el de Osteoporosis y el de Comunicación, por su conocida inclinación a la tarea de divulgación científica desde hace muchos años.