Los primeros días del Recién Nacido II, la fisiología del bebé

El bebé que la madre y el padre ven en la sala de partos, con la cabeza a veces deformada por el paso del canal del parto, la piel arrugada, cubierto de una sustancia blanquecina (vernix), las manos y los pies azulados, dista bastante de la imagen del niño sonrosado y regordete que los padres tenían en mente.  Su aspecto cambiará en poco tiempo.  Al nacer el niño puede estar tranquilo o llorar continuamente agitando brazos y piernas.  La piel está azulada o pálida, en pocos minutos adquirirá un color sonrosado.  Algunos tienen la piel como floja y arrugada y otros, sin embargo,  tienen aspecto «rellenito».  Pueden tener escaso cabello o por le contrario presentar una melena espesa y abundante.

•    CABEZA Y FONTANELA.  La cabeza parece grande con respecto al cuerpo, pero aún mucho menos de lo que proporcionalmente era respecto al cuerpo al inicio de la gestación; entonces llegaba a ser como la mitad de grande del total del cuerpo. Estas proporciones tienden a modificarse con el paso del tiempo.
La forma de la cabeza depende de la posición intrauterina y del tipo de parto.  Suele ser ovalada, terminando en punta, debido a la presión que ha sufrido al pasar el canal del parto.  Los huesos de la cabeza son muy maleables y no están soldados entre si para facilitar el paso de la cabeza a través de la pelvis materna.  En pocos días la cabeza recobrará su forma redondeada.  En la parte superior de la cabeza hay un espacio blando en forma de rombo, es la FONTANELA, que se cerrará hacia el primer año de vida.  Notará que puede moverse cuando el niño respira.  No tenga de miedo de tocarla, hay una resistente membrana debajo de la piel que la protege.
Puede notar también una hinchazón en los tejidos del cuero cabelludo, debida también al parto.  Se llama “caput succedaneum” y que desaparecerá en pocos días.  En algunos bebés se puede tocar un pequeño bulto en uno de los huesos parietales.  Se llama “cefalohematoma”.  Es consecuencia también del parto y no requiere tratamiento, desapareciendo en los primeros meses de vida.

•    EXTREMIDADES. 
Las extremidades del bebé parecen cortas con relación al tronco ya que el punto medio del cuerpo se halla a la altura del ombligo, mientras que en el adulto está en el pubis.  Las piernas están encorvadas y los pies vueltos hacia dentro, debido a la postura fetal.  En el recién nacido en presentación de nalgas, las piernas se dirigen hacia arriba, debido también a la postura fetal; en este caso, los pediatras le indicarán el tipo de pañal, normalmente doble, que deberá llevar su hijo durante los .  Todas estas posturas desaparecerán durante el primer mes de vida.

•    ABDOMEN. 
A causa de que la musculatura abdominal se desarrolla algunos meses después del nacimiento, el abdomen es globuloso durante el periodo de lactancia, dándole al niño aspecto de “buda” en relación con su peso al nacer.

•    LA PIEL. Inicialmente su piel está cubierta de un unto cremoso blanquecino que se llama “vernix caseosa”; tiene función protectora y lubricante de la piel.  No conviene quitarla salvo en los sitios en que se acumula, como son los pliegues cutáneos (axilas, ingles y en los genitales).  En los hombros y en el dorso del tórax puede observarse un vello fino llamado lanugo que desaparecerá en unas semanas.
La piel es sonrosada aunque con frecuencia puede tener los pies y las manos azulados debido al frío.

–    MARCAS Y MANCHAS EN LA PIEL.
  Si se fija usted en la piel del cuerpo y de la cara, puede observar algunas manchas color rosado oscuro y ampollas pequeñas y de color blanquecino.  Con el tiempo, todas ellas desaparecerán.
Las más frecuentes son:
•    Manchas rojizas que aparecen entre un 30% y un 50% de los bebés, más frecuentemente entre las cejas, en la nariz, en los párpados y en la nuca.  Se hacen más visibles con el llanto y con el frío, aunque con el tiempo desaparecerán.
Las manchas de la nuca permanecen, pero habitualmente son tapadas por el pelo y no se aprecian.
•    En la parte baja de la espalda y de las nalgas puede observarse una mancha color oscuro; se llama mancha mongólica, no tiene ninguna relación con el mongolismo y se llama así porque es más común en las razas asiáticas.  Son más frecuentes en los bebés de piel morena. También palidecerá con el tiempo.

•    Otro tipo de marcas son las que aparecen en la nariz, en la barbilla y a veces en la frente.  Son pequeñas ampollas de color rojo y blanquecino.  Se llama el “milium” del recién nacido y se quitará espontáneamente.

•    El eritema tóxico.  Es quizá la erupción más típica y llamativa del recién nacido.  Se caracteriza por unos puntitos amarillentos elevados sobre un fondo rojo (recuerdan a una picadura de insecto).  En ocasiones confluyen dando lugar a áreas más extensas.  Aparece en el 50% de los recién nacidos en los tres primeros días de vida.  Se observa fundamentalmente en cara, tronco y extremidades. Se desconoce su causa. Es normal, no requiere tratamiento alguno y desaparece en pocos días.