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La cirugía, último recurso en la endometriosis

Antes de decantarse por el abordaje quirúrgico, hay que agotar el tratamiento médico. La recomendación, aplicada al manejo de la endometriosis, viene de la mano de cirujanos especializados en esta frecuente enfermedad. «Cuanta más cirugía hacemos, más conscientes somos de la importancia de apurar la terapia médica», asegura Alicia Hernández, jefe de Sección del Servicio de Ginecología del Hospital La Paz (Madrid). El Dr. Neyro, creador y responsable de la primera Unidad de Cirugía Endoscópica de todo el norte de España es de la misma opinión. Durante mucho años hemos venido realizando complejas cirugías endoscópicas (en el aludido Hospital Universitario Cruces de Bilbao), pero la cirugía debe ser el remedio final de una enfermedad de evolución mal controlada, afirma con rotundidad.
La cirugía realizada por equipos experimentados y multidisciplinares obtiene resultados excelentes; no obstante, Hernández apunta que es una técnica difícil, equiparable a la oncológica y, lo más importante, que existen alternativas médicas eficaces. «De las pacientes que acuden a las consultas especializadas, son susceptibles de la intervención menos de la mitad», respalda Pere Barri Soldevila, jefe de la Unidad de Endometriosis, en Salud de la Mujer Dexeus (Barcelona), y subraya el cambio de mentalidad que se está produciendo en este campo.

Hay que recordar, señala el Dr. Neyro, coordinador del equipo que diseñó y redactó el documento de consenso en Endometriosis de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), que muchas cirugías sobre los ovarios pueden condicionar una merma del potencial reproductivo de una mujer que en muchos casos siquiera se ha planteado todavía su maternidad. Así lo planteábamos en nuestro web hace unas semanas cuando constatábamos el incremento constante en la edad de las mujeres que acceden a técnicas de reproducción asistida (léase en http://www.neyro.com/2015/01/26/aumenta-la-edad-media-de-las-pacientes-en-la-reproduccion-asistida/)

El tratamiento médico en la endometriosis con todas sus variantes, desplaza al abordaje quirúrgico del trastorno que se reserva para los casos graves. «Podemos ofrecer un abanico terapéutico, pero la decisión que prevalece es la de la paciente, según su situación personal, los síntomas, su deseo de maternidad… Es una patología en la que, especialmente, prima el consenso con el enfermo», recuerda Barri, quien ha participado en un curso de actualización sobre endometriosis de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), coordinado desde el Servicio de Ginecología que dirige Javier de Santiago en el Hospital La Paz.

La pueden padecer hasta un 5 a 10% de las mujeres en edad fértil y se asocia a un gran número de síntomas. Hasta el 40% de ellas padece algún problema de fertilidad. Pese a su elevada prevalencia -afecta a un 15 por ciento de la población femenina en edad fértil-, la etiopatogenia de la endometriosis es aún una desconocida.

«La vemos cuando la lesión ya está establecida, pero ignoramos qué factores la impulsan», dice Hernández. Las pesquisas en los factores de crecimiento del endotelio vascular no han cuajado en la clínica, y ahora se indaga en la influencia de posibles alteraciones inmunológicas y genéticas. No obstante, son investigaciones preliminares de las que no se ha extraído una diana sobre la que actuar. De ahí que los tratamientos consistan, en un primer escalón, en la modulación hormonal, y en una segunda fase, en el manejo del dolor.
Nuestro experto el Dr. Neyro aboga por un abordaje personalizado de cada caso: es preciso, señala, elaborar un plan de gestión individualizado para cada mujer afecta de endometriosis. El pasado mes de marzo, en el transcurso del Congreso internacional de la XV Jornada Médica Bienal del hospital Gineco 4 del Instituto del Seguro Social Mexicano en México DF, el Dr. Neyro fue invitado a explicar una ponencia sobre el tema en la que dictaba la “necesidad de un plan de gestión personalizada en la endometriosis, toda vez que se trata de una enfermedad crónica de largo recorrido y que cada paciente es un mundo de circunstancias diferentes respecto a la enfermedad”.

Abordamos este asunto en un largo suelto de este mismo web que puede seguirse en http://www.neyro.com/2015/04/09/la-endometriosis-afecta-a-mas-de-un-millon-de-mujeres-espanolas/ Allá se señala que tampoco hay marcadores biológicos realmente útiles en clínica diaria, y a eso se une que el síntoma común, la dismenorrea (el dolor menstrual), resulta un tanto inespecífico y dificulta el diagnóstico. De media, se puede  retrasar unos siete u ocho años, declara Barri Soldevila. La anamnesis y la exploración exhaustivas constituyen la base de la detección.

Sobre la supuesta asociación con mayor riesgo de cáncer de ovario, Hernández recuerda que no está demostrada: «Se ha dicho que en el uno por ciento de los casos de endometriosis ovárica aparece ese riesgo, pero es probable que el foco maligno existiera desde un principio y pasara desapercibido. Por eso, los endometriomas grandes, mayores de 6 ó 7 centímetros deben estudiarse con atención» y valorar meticulosamente la opción quirúrgica de los casos de mayor riesgo, destaca el experto José Luis Neyro..

Medicamentos con el mismo principio activo no tienen necesariamente equivalencia terapéutica

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, impartió una conferencia sobre las Alternativas Terapéuticas Equivalentes en el marco de la Jornada ‘Los equivalentes terapéuticos: ¿nueva barrera para el acceso a la innovación?’. El encuentro tenía como objetivo debatir uno de los principales asuntos de interés sanitario en estas fechas en Andalucía, como es la convocatoria de un nuevo acuerdo marco de homologación para la selección de principios activos para determinadas indicaciones, que fue anunciado en mayo por el Sistema Andaluz de Salud y que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) de Andalucía suspendió cautelarmente el pasado 16 de junio.

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La diabetes gestacional afecta a una de cada 10 mujeres embarazadas

Hasta una de cada 10 mujeres embarazadas en Estados Unidos presenta diabetes gestacional (DG), según estima un nuevo estudio oficial publicado en Preventing Chronic Disease. El Dr. Neyro nos aclara que la diabetes y su forma gestacional, son enfermedades del primer mundo, del desarrollo donde la dieta es excesiva y la obesidad casi una pandemia en estos lugares; definitivamente somo lo que comemos (lo decíamos hace unos meses enhttp://www.neyro.com/2014/01/19/somos-lo-que-comemos-y-mas-en-el-riesgo-cardiovascular/)

Carla DeSisto, miembro de investigación en epidemiología de Centers for Disease Control and Prevention, y sus colaboradores utilizaron el cuestionario del Sistema de Vigilancia de Evaluación del Riesgo del Embarazo así como los registros de certificados de nacimiento estatales para comparar las tasas de diabetes gestacional de 2007 a 2008 con las de 2009 a 2010. No identificaron ninguna diferencia significativa en la prevalencia de la diabetes gestacional durante estos años. Los datos de este estudio indican que la prevalencia de la diabetes gestacional es entre 4,6 y 9,2% de todos los embarazos.

 Se determinó que la frecuencia varía según región geográfica: Wyoming y Utah tuvieron las tasas más bajas de diabetes gestacional, en tanto que la Ciudad de Nueva York y Rhode Island tuvieron las más altas; zonas más desarrolladas y más ricas, más DG…, apunta el Dr. Neyro. Los autores del estudio dicen que gran parte de las diferencias entre los estados al parecer están relacionadas con los grados de obesidad.

 «Nuestros resultados indican que la prevalencia de la diabetes gestacional es alta en Estados Unidos», dijo DeSisto a HealthDay. «Otros investigadores han informado que la diabetes gestacional ha estado aumentando constantemente conforme se ha incrementado la frecuencia de obesidad», añadió. «La prevención de la obesidad es un componente clave de una buena atención a las mujeres y de la prevención de la diabetes. Por otra parte, el mantener un peso corporal saludable durante todos los años procreativos beneficia a las mujeres y mejora la salud en cualquier embarazo futuro».

La dieta es tan importante antes como durante el embarazo; de hecho, señala nuestro experto el Dr. Neyro, una dieta inadecuada puede incluso relacionarse con el acortamiento de la gestación, otra de las más graves complicaciones de los embarazos en nuestro mundo desarrollado  (ver en http://www.neyro.com/2014/06/20/la-mala-alimentacion-antes-del-embarazo-aumenta-el-riesgo-de-parto-prematuro/)
En el mundo entero se desarrollan estrategias para prevenir de forma más segura y certera los nacimientos prematuros. Lo anunciamos en este suelto hace un tiempo http://www.neyro.com/2014/05/20/un-nuevo-analisis-de-sangre-podria-prever-los-nacimientos-prematuros/

El embarazo protege contra el cáncer de mama; nuevas pistas reveladoras del mecanismo

Científicos del Fox Chase Cancer Center, en Filadelfia, Estados Unidos, han descubierto nuevas pistas sobre cómo el embarazo reduce el riesgo de las mujeres de desarrollar cáncer de mama. Con una mirada detallada al material genético de las mujeres que habían dado a luz y las que no, estos expertos, cuyas conclusiones se han presentado en la reunión anual de la American Association for Cancer Research, observaron diferencias en los elementos relacionados con procesos clave que, cuando funcionan mal, pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer.
Hasta ahora, describe el titular de este web el Dr. Neyro, «sabíamos por el seguimiento epidemiológico de grandes grupos de mujeres afectas de cáncer de mama, que el embarazo era un factor protector»; ahora, concluye, «parecen empezar a llegarnos evidencias de los mecanismos biológicos que hacen posible esa protección». Para saber más en estos temas, pueden leer en http://www.neyro.com/2012/11/25/aclarados-algunos-puntos-sobre-el-cancer-de-mama-y-sus-variantes/.
Lo perfecto sería que los científicos tuvieran algún día la capacidad de imitar los cambios señalados en las mujeres que no han estado embarazadas para reducir su riesgo de desarrollar cáncer, señala la autora del estudio, Julia Santucci-Pereira, investigadora asociada en el Laboratorio de Investigación del Cáncer de Mama en el Fox Chase. «Estamos tratando de entender cómo ayuda el proceso natural del parto a prevenir el cáncer -explica–. Si lo entendemos, podremos tratar de imitar este proceso de alguna manera, especialmente en las mujeres que están en alto riesgo de desarrollar la enfermedad».
En el trabajo, Santucci-Pereira y sus colegas utilizaron sofisticada tecnología de secuenciación de ácidos nucleicos para comparar la actividad genética de muestras de tejido libres de cáncer de mama de más de 100 mujeres, 30 de las cuales eran premenopáusicas que nunca habían dado a luz. Los expertos vieron diferencias en la expresión de genes que se asocian con el proceso bajo el cual las células se convierten en especializadas, conocido como diferenciación.
Según Santucci-Pereira, no fue una sorpresa, ya que los problemas en la diferenciación pueden hacer que las células se vuelvan cancerosas. Además, esta experta y sus colegas vieron diferencias claras entre las madres y no madres en la expresión de genes relacionados con el desarrollo de la anatomía del seno, algo que, a juicio de esta experta, también tiene sentido, ya que este proceso debe estar bien regulado para evitar el cáncer.

En otro estudio presentado durante la misma sesión de este foro científico, Santucci-Pereira y su equipo identifican cambios genéticos adicionales que pueden ayudar a explicar cómo el embarazo protege contra el cáncer de mama; el hallazgo epidemiológico nos era conocido y se repite siempre que lo hemos estudiado, describe nuestro experto el ginecólogo Dr. J.L. Neyro, titular de este web (ver también  http://www.neyro.com/2014/02/02/el-consumo-de-tomates-puede-proteger-del-cancer-de-mama-a-mujeres-posmenopausicas/).  Examinando a diez mujeres en la menopausia, encontraron que las madres y no madres muestran diferencias en cómo se modificaron sus genes, específicamente al resultar afectados por grupos químicos, los cuales influyen en la forma en la que los genes son utilizados por el cuerpo. Aquí, de nuevo, hallaron diferencias en los procesos asociados con el desarrollo de la anatomía del seno.

«Aunque esta investigación aporta más información para entender por qué el embarazo protege al cuerpo contra el cáncer, cómo sucede sigue siendo un rompecabezas», reconoce Santucci -Pereira, quien señala como una posibilidad al hecho de que la hormona producida durante el embarazo, la gonadotropina coriónica humana (HCG), induce estos cambios.

De hecho, la investigación anterior en animales y células humanas ha encontrado que la adición de HCG puede producir otros cambios genéticos ligados a la diferenciación y el desarrollo, añade otro autor del estudio, José Russo, que dirige el Laboratorio de Investigación de Cáncer de Mama en el Fox Chase. «Estamos tratando de imitar el embarazo sin hacer que las mujeres se queden embarazadas», agrega Santucci-Pereira.

Finalmente, en otro estudio que presentará también Santucci-Pereira y otros científicos del Fox Chase se analizaron profundamente las diferencias en los tramos de material genético apodados «no codificantes», es decir que no contienen instrucciones para hacer proteínas. Se trata de regiones que los científicos pensaban que eran «inútiles», pero ahora resulta que interactúan con otras partes del genoma y mejoran su función, por lo que el siguiente paso es tratar de entender qué hacen estas regiones no codificantes, incluyendo su papel en el cáncer.
En este último análisis, Santucci-Pereira y sus colegas identificaron 42 diferencias en las regiones no codificantes entre ocho mujeres que habían sido madres y ocho que no habían tenido descendencia. Es posible, dice la investigadora líder, que estas regiones no codificantes trabajen con los genes identificados en los otros dos análisis para inducir cambios en los procesos de diferenciación y desarrollo, protegiendo así a las mujeres que han dado a luz.

Al igual que con la otra investigación, el objetivo es encontrar formas que imiten a estos efectos en las no madres, tal vez mediante la administración de compuestos que se dirigen a regiones no codificantes que experimenten la misma protección contra el cáncer de mama, dice Santucci -Pereira. «Hay maneras, molecularmente, de orientar las regiones no codificantes –añade esta experta–. Estamos tratando de encontrar la forma de que funcionen». Hasta entonces, la vida sana desprovista de tóxicos nos puede ayudar mucho en el empeño (ver en http://www.neyro.com/2014/03/05/nueva-evidencia-de-que-el-tabaquismo-aumenta-el-riesgo-de-cancer-de-mama/)

Las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a padecer cistitis

Una entrevista de  Rocío Jiménez de www.ComSalud.es

“Las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a padecer cistitis

El embarazo es una situación inmunosupresora, por lo que durante este estado tienden a disminuir las defensas orgánicas de las mujeres y son más frecuentes las infecciones urinarias, como la cistitis, reconoce el doctor José LuisNeyro, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Cruces de Bilbao. Este ginecólogo analiza la incidencia de la cistitis en las mujeres embarazadas y los factores que influyen en la afección de esta patología. Las infecciones urinarias son hasta siete veces más frecuentes entre las mujeres que entre los varones, según el doctor Neyro.

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-embarazadas-primeras-candidatas-cistitis/)

Pinchando en los siguiente enlaces se puede ampliar información sobre la cistitis en las mujeres embarazadas:

¿Cómo afecta la cistitis a las mujeres embarazadas?

(en http://cistitisderepeticion.com/afecta-cistitis-mujeres-embarazadas/)

Por lo general, hay que considerar que el embarazo es una situación inmunosupresora. Tiende a disminuir las defensas orgánicas de cualquier mujer embarazada, en general e incluso entre mujeres sanas. Ésta es la principal razón, aunque no la única, de que las infecciones urinarias sean muy frecuentes durante el embarazo. Hasta siete veces más frecuentes que entre los varones. Esto se debe a varias circunstancias:

  • La uretra de la mujer es mucho más corta que la del varón.
  • La salida del meato uretral, es decir, el extremo final de la uretra, está en la inmediata proximidad de zonas del cuerpo que tienen muy fácil la contaminación como son la vagina y el recto.
  • La uretra de las mujeres es recta, no tiene angulaciones como la masculina, lo que dificulta la llegada de gérmenes.
  • Las mujeres tampoco disponen de líquido prostático, en contraposición a las vesículas seminales, que tienen cierto poder bacteriostático, es decir, contienen sustancias que son capaces de detener el camino de las bacterias, y bactericida.

Si a estas cuatro características añadimos la presencia de sangre menstrual cada mes, donde pueden crecer todo tipo de gérmenes, y que es un magnífico caldo de cultivo para el crecimiento bacteriano, esto es lo que explica que las mujeres tengan muchas más infecciones urinarias que los varones. Además, si a eso se añade la situación de inmunodepresión que sucede durante el embarazo, tenemos la circunstancia ideal como para que los ginecólogos sepamos que las mujeres embarazadas son las primeras candidatas a la cistitis.

¿Por qué las mujeres embarazadas están dentro de los grupos de riesgo de la cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-embarazadas-grupos-riesgo-cistitis/)

Fundamentalmente por el propio embarazo en sí mismo, que es capaz de producir determinadas sustancias, todavía no bien conocidas, que modulan y disminuyen la respuesta del sistema inmune de la mujer.

Esta situación tan peculiar que nos permite seguir perpetuando la especie sucede gracias a que el sistema inmune de la madre se hace tolerante con el embarazo y tiene una respuesta disminuida. Por eso cualquier mujer embarazada tiene un alto riesgo para cualquier tipo de infección, y la más frecuente de todas ellas es la infección urinaria, seguida a corta distancia de la infección respiratoria.

¿Es más frecuente en unas mujeres que en otras el hecho de sufrir infección urinaria durante el embarazo, o en general no hay distinción?

(en http://cistitisderepeticion.com/mujeres-infeccion-urinaria-embarazo/)

No, ciertamente es más frecuente en unas que en otras. La prevalencia es muy elevada, hasta el extremo de que los ginecólogos nos hemos planteado, y lo hacemos desde hace muchos años, someter a todas las embarazadas durante el primer trimestre a un urocultivo para determinar si hay gérmenes o no en la orina. Otra de las medidas que tomamos es tratar con antibióticos todas las apariciones de gérmenes en la orina, de la forma que nosotros denominamos bacteriuria asintomática, es decir, hay bacterias en la orina que no producen sintomatología.

La bacteriuria asintomática debe ser tratada siempre con antibióticos durante el embarazo, en cualquier trimestre, y sobremanera en aquellas mujeres que tengan una especial circunstancia de incremento del riesgo. Por ejemplo, las que tienden a tener más infecciones urinarias incluso fuera del embarazo, aquellas que tienen alguna malformación genital o urinaria que predispone a tener más fácilmente infecciones urinarias, o las que por cuestiones de enfermedad están inmunodeprimidas. Por ser mujeres y estar embarazadas tienen un alto riesgo de padecer la enfermedad, pero todavía más por tener estas circunstancias que especialmente las predispone a las infecciones.

Durante el embarazo, ¿cuándo son más frecuentes los episodios de cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/embarazo-frecuencia-cistitis/)

Fundamentalmente durante el primer trimestre y al final del embarazo. De hecho las medidas llevadas a cabo por los ginecólogos están orientadas a superar la cistitis en estos períodos. Durante el primer trimestre testamos sistemáticamente a toda la población gestante mediante un cultivo de la orina de forma rutinaria, aunque no le ocurra nada a la madre. Además, analizamos la presencia de bacterias en el sedimento urinario en cada uno de los análisis de orina que practicamos a lo largo de diferentes plazos del embarazo, y si existen volvemos a tratar con antibióticos.

¿Qué síntomas suelen ser los más frecuentes en las mujeres con cistitis?

(en http://cistitisderepeticion.com/sintomas-frecuentes-mujeres-cistitis/)

Son siempre los mismos que en cualquier infección urinaria. Normalmente tienen que ver con lo que nosotros llamamos el síndrome cistítico, lo que comúnmente se conoce como cistitis. Esta enfermedad consiste en una sensación urente de quemazón cuando la orina es expulsada por la uretra, de tal manera que las mujeres describen estas sensaciones como irritación, dolor o sensación de incomodidad cuando se está orinando.

También se acompaña de manera muy frecuente de un síntoma que llamamos polaquiuria, es decir, que la persona afectada orina muchas veces pero en una cantidad muy reducida. De forma ocasional se produce poliuria, con lo que al final del día se orina más cantidad de lo habitual, aunque sea pequeñas veces. Además es común la nocturia, de tal forma que la paciente se tiene que levantar por la noche a orinar porque no aguanta la sensación de deseo imperioso de miccionar, incluso puede hacerle despertar del sueño.

La cistitis también puede provocar que la paciente sienta que se queda con ganas después de orinar, haciendo esfuerzos incoercibles para seguir orinando una vez concluido. Este síntoma produce una sensación que las pacientes describen como terriblemente incómoda.

Por lo general, la infección urinaria baja, digamos de la vejiga, no suele producir fiebre ni síntomas generales, como por ejemplo cansancio o escalofríos. Si suceden estos estados hay que pensar que la infección urinaria está muy avanzada y es posible que se esté complicando con la pielonefritis aguda, una afección mucho más seria, que sucede cuando el proceso infeccioso ha trascendido desde la vejiga hasta el riñón. Una pielonefritis durante el embarazo es una complicación seria y un problema importante que necesita de un tratamiento antibiótico intravenoso y por tanto precisa ingreso hospitalario, pero afortunadamente son casos reducidos.

¿Qué se puede hacer para prevenir las infecciones urinarias durante el embarazo?

(en http://cistitisderepeticion.com/prevenir-infecciones-urinarias-embarazo/)

Lo primero y fundamental sería tener una actividad constante por parte de los riñones.

La vejiga es un órgano hueco que sirve, como todos los de este tipo, para transformar funciones continuas en discontinuas y a la inversa, transforma la función continua de la producción de orina por parte de los riñones, en discontinua.

Por lo tanto, hay que tener una vejiga sin remanente para prevenir las infecciones urinarias. Este órgano tiene que vaciarse del todo y con una cierta frecuencia. Hay que ir al baño pero no más de tres veces por la mañana y un par de veces por la tarde, y cada vez que se vaya no hay que tener ninguna prisa. Hay que vaciar completamente la vejiga, porque mantener orinas residuales, es decir, pequeñas cantidades de orina que no se han terminado de eliminar en la micción anterior, puede suponer un riesgo para la contaminación bacteriana.

De esta forma, hay que tener el riñón siempre activo bebiendo la suficiente cantidad de agua. También hay que acudir al cuarto de baño cuando tengamos la suficiente necesidad como para destinar un minuto y medio a vaciar la vejiga.

Una buena medida de prevención que los ginecólogos recomendamos a las mujeres es orinar antes y después del coito, ya que es una de las actividades que más puede facilitar la contaminación de la uretra. La posible infección por el arrastre de los gérmenes desde la vagina hasta la vejiga a través de la uretra queda eliminada por el acto de la micción, por el lavado que supone vaciar la vejiga.

Por otro lado existe una vieja leyenda urbana, que de alguna manera tiene un cierto fundamento, como es la de tomar alguna sustancia natural antiinfecciosa que favorezca por lo menos la eliminación de las bacterias. Una buena práctica de prevención es ingerir vitamina C a través de zumos de naranja o kiwis, aunque en realidad el pimiento verde es el alimento que contiene mayor cantidad de esta vitamina.

En el caso de los tratamientos, ¿cuál es el mejor para las embarazadas?

(en http://cistitisderepeticion.com/?p=2460&preview=true)

Cada embarazada debe ser tratada de una manera concreta por su ginecólogo en la consulta médica teniendo en cuenta sus hallazgos. Los expertos siempre recomiendan el antibiótico menos peligroso, aquel del que tengamos evidencia de que no produzca teratogenia ni sea dañino para el feto, y al mismo tiempo se pueda administrar en cualquier momento del embarazo. Estas medidas limitan, ya que no todos los antibióticos pueden ser administrados en cualquier momento del embarazo.

Además de los tratamientos antibióticos, la asistencia médica con probióticos a la mujer embarazada tiene una mayor aceptación últimamente. Estos microorganismos vivos, administrados en la dosis adecuada y por la vía requerida, son capaces de facilitar algún aspecto de la salud de las personas. La presencia de probióticos en la flora de la vagina, también conocida como la microbiota vaginal, permite un equilibrio de la zona que facilita la ausencia de infecciones vaginales. Los efectos de los antibióticos deben ser recompuestos y reemplazados con tratamientos de probióticos, y que la vagina no se convierta en un foco de infección para la uretra.

Además de los antibióticos y probióticos, tenemos una serie de sustancias que son específicas para erradicar algunas bacterias, como las proantocianidinas. Estos componentes los encontramos contenidos en varios alimentos, como en el caso del arándano rojo americano. Posibilitan limitar, disminuir o anular la actividad del antígeno flagelar H, responsable de que la bacteria Escherichia Coli, muy dañina para la vejiga, permanezca adherida en la mucosa de la vagina durante días, semanas o meses. De esta forma la infección urinaria tiende a residuar porque no termina de eliminar la E. Coli localizada en la vejiga.

Las sustancias contenidas en el arándano rojo americano pueden lograr que esta acción del antígeno flagelar H quede anulada y así evitar la existencia de nuevas infecciones urinarias.

Descubierto el modo en el que el óvulo y el espermatozoide se reconocen antes de su encuentro

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Investigadores británicos han hallado una proteína en la superficie de los óvulos que tiene un papel fundamental en la fusión entre el óvulo y el espermatozoide. La identificación de «Juno» puede ayudar a desarrollar nuevos anticonceptivos o a mejorar los tratamientos de fertilidad. El estudio se ha publicado en la revista Nature, de gran impacto por el elevado número de sus recitaciones en otras publicaciones (nos aclara el titular de este web, Dr. Neyro).

Investigadores japoneses ya habían identificado una proteína análoga en la superficie de los espermatozoides en 2005, que llamaron Izumo, en honor a un santuario japonés dedicado al matrimonio. La proteína homóloga de Izumo en el óvulo no se conocía. En experimentos con células, los investigadores observaron que Izumo se une únicamente a la proteína llamada Juno. Realmente, estos hallazgos nos ponen más cerca de conseguir, señala el Dr. Neyro pionero de las técnicas de reproducción en nuestro país – ver en http://www.neyro.com/2010/07/05/el-primer-bebe-probeta-vasco-cumple-25-anos/ , el sueño dorado de los que nos dedicamos hace tiempo a la reproducción asistida: una mejor selección de los gametos a emplear para tratar de mejorar las tasas de embarazo de cada intento.

Nuevos experimentos mostraron que los óvulos solo se fusionan con espermatozoides si portan la proteína Juno en su superficie. Las hembras de ratón cuyos óvulos no tenían la proteína Juno no eran fértiles, al igual que los ratones machos que no portaban la proteína Izumo. Según los investigadores, Juno está presente en todos los genomas secuenciados de mamíferos; el secreto, continua José Luis Neyro, está en poder identificar esa presencia de forma clínicamente aplicable.

«Al identificar las moléculas presentes en todos los espermatozoides y óvulos, que deben unirse para que se produzca la concepción, hemos dado solución a un misterio biológico que llevaba mucho tiempo sin resolver», explica Gavin Wright, director del estudio. Este descubrimiento puede contribuir a la mejora de los tratamientos de fertilidad y a la creación de nuevos anticonceptivos.

La interacción entre estas dos proteínas es muy débil, señalan los investigadores. Aproximadamente 40 minutos tras la fertilización inicial, la proteína llamada Juno es prácticamente indetectable en el óvulo. Quizás este sea el modo en el que el óvulo asegura que solo lo fertilice un espermatozoide, explicaron los investigadores; de hecho, tras la ventana de fertilización que llamamos en clínica, señala el Dr. Neyro, la polispermia /(penetración de más de un espermio en el ovocito) es la norma y ello lleva indefectiblemente al aborto. Nuestro gran reto sigue siendo mejorar la efectividad clínica de cada uno de nuestros intentos de reproducción (ver en http://www.neyro.com/2012/11/19/cada-ano-nacen-en-espana-mas-de-15-000-ninos-por-medio-de-tecnicas-de-reproduccion-asistida/)