Tener (varios) hijos puede enlentecer el proceso de envejecimiento natural

En diferentes momentos hemos recogido en este blog dos tendencias de las últimas décadas que se están empezando a cronificar en la sociedad que nos ha tocado vivir: la primera….que las mujeres se acercan a su propia maternidad con cada vez más tardanza demorando el su primer hijo bastante más allá de los treinta años (léase en http://www.neyro.com/2015/06/17/espanolas-e-italianas-las-madres-primerizas-de-mayor-edad-en-toda-europa/)
Por otro lado, y al tiempo, la sociedad entera envejece de manera gradual y generalizada, exponiendo al cuerpo social a retos muy diferentes de asistencia sanitaria y cobijo social muy diferentes a los tenidos apenas hace tres o cuatro décadas (como expusimos en http://www.neyro.com/2015/01/16/envejecemos-todos-la-esperanza-de-vida-mundial-ha-aumentado-seis-anos-desde-1990/)
Ahora, curiosamente, se atisban datos científicos que apoyan la idea de que las mujeres que dan a luz más niños presentan unos telómeros más largos, que son las regiones de ADN intranuclear, en cada célula, cuya longitud es indicativo del envejecimiento celular.

Un estudio realizado por investigadores de la Simon Fraser University en Burnaby, Canadá, sugiere que el número de niños que tiene una mujer puede influir en la velocidad a la que su cuerpo envejece, según los resultados que publica la revista «PLoS ONE» y que está disponible al 100% en su link http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0146424.

En concreto, el trabajo mostró que las mujeres que dan a luz más niños presentan unos telómeros más largos, regiones de ADN localizadas en los extremos de los cromosomas cuya longitud es indicativo del envejecimiento celular, lo que se asocia a una mayor longevidad.

Fig 1. Change in number of surviving children and telomere length.

En su investigación, los autores analizaron el número de hijos que habían tenido un total de 75 mujeres de dos poblados indígenas de Guatemala, y midieron la longitud de sus telómeros mediante muestras salivales e hisopos bucales en dos ocasiones, con trece años de diferencia, que puede parecer un tiempo corto para hablar de longevidad, señala el Dr. Neyro, pero tiene de interés y validez científica, el carácter longitudinal del estudio con ese seguimiento tan prolongado..

Según ha explicado uno de los autores, el Prof. Pablo Nepomnaschy, los hallazgos contradicen las teorías evolutivas actuales que apuntan que un mayor número de crías aceleraría el ritmo del envejecimiento biológico; otra leyenda urbana que cae, como cuando conocimos, señala el Dr. Neyro, ginecólogo experto en estas áreas, que los embarazos defienden del cáncer de mama (como contamos en http://www.neyro.com/2014/06/03/el-embarazo-protege-contra-el-cancer-de-mama-nuevas-pistas-reveladoras-del-mecanismo/).

«Una ralentización en el acortamiento de los telómeros observado en las participantes en el estudio que tienen más hijos, sin embargo, puede atribuirse al aumento de los niveles de estrógeno, una hormona producida durante el embarazo», ha apuntado este experto, que también dirige el Laboratorio de Salud Materno-Infantil en la Simon Fraser University, ya que esta hormona es un «potente antioxidante que protege a las células contra esta disminución».

Otra ventaja más conocida en positivo de los incomprensiblemente denostados estrógenos cuyas funciones se revelan cada día más y más positivas en la vida de las mujeres, señala el responsable de contenidos de http://www.neyro.com, José Luis Neyro (léase en http://www.neyro.com/2011/02/12/la-terapia-con-estrogenos-solos-te-reduce-la-incidencia-de-cancer-de-mama/).

Por otro lado, los autores del estudio ahora comentado, consideran que el entorno social de los participantes también pudo influir en sus esfuerzos reproductivos y en el ritmo del envejecimiento, ya que «eran de poblaciones rurales en las que las madres tienen más apoyo social de sus familiares y amigos», lo que permite «aumentar la cantidad de energía metabólica destinada al mantenimiento de los tejidos y ralentizar el envejecimiento».

Todo debe ser considerado en cualquier caso, en unos tiempos en los que asistimos como decíamos al principio a un acercamiento cada vez más tardío de las mujeres a su maternidad y consecuentemente a un incremento de la edad de las participantes en los programas de reproducción asistida (ver en http://www.neyro.com/2015/01/26/aumenta-la-edad-media-de-las-pacientes-en-la-reproduccion-asistida/).