Un fármaco para tratar la osteoporosis muestra perspectivas favorables en la investigación de la diabetes

Científicos estadounidenses han descubierto que un fármaco que se suele utilizar para tratar la osteoporosis en seres humanos también estimula la producción de células que controlan el equilibrio de la insulina en ratones diabéticos. Aunque se ha demostrado que estos compuestos tienen este efecto, el fármaco (Denosumab) ya está aprobado por la FDA y podría desplazarse más rápidamente a estudios clínicos, como un tratamiento de la diabetes. La investigación es publicada en Cell Metabolism.

No es infrecuente que los fármacos empleados en el tratamiento de la osteoporosis (OP) postmenopáusica, por las características precisas de la fisiopatología de esta enfermedad, se asocien a otras enfermedades e incluso que combinaciones con ellos mejoren la calidad de vida de las pacientes afectas por otros problemas, como el síndrome climatérico (como puede verse en nuestro blog en http://www.neyro.com/2014/11/06/nueva-esperanza-de-tratamiento-combinado-de-la-menopausia-mas-seguro-y-versatil/)

Se sabe de antiguo, que la diabetes es un problema de salud importante en todo el mundo, que surge debido a una deficiencia de células beta del páncreas productoras de insulina. En la diabetes de tipo 1, las células beta mueren por un ataque mal dirigido por el sistema inmunitario del organismo; en la diabetes de tipo 2, el organismo se vuelve resistente a la insulina y las células beta tratan de compensar produciendo más de esta hormona, la cual se puede agotar. Por consiguiente, una meta primaria para combatir la diabetes es descubrir formas de incrementar las células beta funcionales; sin embargo, las células beta son muy resistentes a la división y la regeneración.

Al abordar esta dificultad, los investigadores han descubierto un vínculo entre una vía relacionada con los huesos, bien conocida, y la proliferación de las células beta pancreáticas. «Nuestro estudio identifica un freno molecular que inhibe la replicación de la célula beta del ratón y humano», dice la autora principal, Rupangi Vasavada, del Instituto de Diabetes, Obesidad y Metabolismo en la Escuela de Medicina Icahn, en Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. «Demuestra que dos proteínas, incluido un fármaco para la osteoporosis, autorizado por la FDA, pueden superar y liberar este freno e inducir a la proliferación de células beta en roedores y humanos».

Vasavada y sus colaboradores, incluida la primera autora del estudio, Nagesha Kondegowda, hicieron estos descubrimientos al estudiar los efectos de hormonas lactógenas, las cuales son producidas por la glándula hipófisis, estimulan la lactación en las mujeres y se sabe que intensifican la sobrevida y el crecimiento de la célula beta del páncreas. Cuando analizaron las proteínas que son reguladas por lactógenos en las células beta, las investigadoras identificaron una proteína relacionada con los huesos, como es la osteoprotegerina (OPG, la proteína que protege a los huesos); es la responsable, nos aclara el Dr. José Luis Neyro, de detener la formación de los osteoclastos a nivel óseo para impedir que la resorción ósea continúe sin freno y degrade los huesos de manera definitiva (que es precisamente lo que sucede en la OP postmenopáusica).

Resulta interesante que una búsqueda de la bibliografía médica reveló que la OPG es expresada en altas concentraciones en diversos trastornos y estados, como el embarazo y la obesidad, que favorecen la expansión de la célula beta. Estos hallazgos parecen indicar que la OPG puede intervenir directamente en el crecimiento de la célula beta.

La OPG se une a un par de proteína y receptor que afecta al recambio óseo, la lactación y otros procesos diversos. Vasavada y su equipo descubrieron que un par también inhibe la replicación de la célula beta y que la OPG y Denosumab, que es un anticuerpo monoclonal que hace el mismo efecto que OPG (ver en http://www.neyro.com/2011/03/11/el-denosumab-y-sus-aportaciones-al-tratamiento-de-la-osteoporosis/), contrarrestan este efecto para estimular la proliferación de la célula beta. «Los hallazgos indican que existe un potencial para reorientar este fármaco para la osteoporosis y utilizarlo en el tratamiento de la diabetes», dice.

Vasavada explorará luego cómo Denosumab y la OPG modulan el crecimiento y la función de la célula beta. También le interesa realizar estudios clínicos en pacientes con diabetes que se están tratando simultáneamente por osteoporosis con denosumab y otros fármacos. Un estudio realizado en 2013 en mujeres posmenopáusicas que tomaban denosumab no reveló ningún efecto sobre el metabolismo de la glucosa para las que recibían el fármaco, pero se necesitaron más pruebas, ya que los participantes no eran diabéticos.

No es la primera vez, señala finalmente el ginecólogo José Luis Neyro, representante para el País Vasco de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Investigaciones Óseas y metabolismo Mineral (SEIOMM) (ver enhttp://www.seiomm.org/contenido/representante-de-las-comunidades-autonomas/1355), que un fármaco que se emplea para la Osteoporosis se vincula con beneficios a otros niveles. Así, se han vinculado los potenciales efectos de un SERM (modulador selectivo de los receptores de estrógenos) en la protección contra los cánceres ginecológicos (ver en http://www.neyro.com/2015/01/21/farmacos-contra-la-osteoporosis-evitan-tambien-canceres-ginecologicos/)

Referencias:

Kondegowda et al. Osteoprotegerin and Denosumab Stimulate Human Beta Cell Proliferation through Inhibition of the Receptor Activator of NF-κB Ligand (RANKL) Pathway. Cell Metabolism, June 2015 DOI: 10.1016/j.cmet.2015.05.021

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=neyro+bilbao+ando+or+luis+Neyro.José Luis Neyro 1, Jesús Cancelo M, Palacios S. Inhibition of RANK-L in the pathophysiology of osteoporosis. Clinical evidences of its use. Ginecol Obstet Mex.2013 Mar;81(3):146-57.