Las mujeres españolas, entre las menos obesas de Europa; los hombres, entre los más obesos

Los hombres españoles están entre los que más problemas de obesidad presentan en la Unión Europea, de acuerdo con los datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), que sitúa a los españoles en el séptimo puesto de un ranking de obesidad, por detrás de Malta, Reino Unido, Hungría, República Checa, Grecia y Polonia.

En el caso de las mujeres, el resultado es inverso, ya que las féminas españolas se colocan entre las menos obesas de los países de la Unión Europea. Las españolas ocupan el puesto 14, con un porcentaje del 14,4%. Además, dentro de España el porcentaje de hombres obesos también supera la cifra femenina (17% frente al 14,4%).

De los países estudiados, Reino Unido y Malta son los que mayor población obesa registran. En el caso de las mujeres, el 23,9 de las británicas y el 21,1 de las maltesas sufren obesidad, mientras que los hombres presentan, respectivamente, el 22,1% y el 24,7%.

Eurostat también apunta que la proporción de personas con problemas de obesidad aumenta según el tramo de edad que se estudia, pero tiende a disminuir cuanto mayor es el nivel educativo.
El asunto tiene su importancia, toda vez que obesidad es un factor de riesgo para la enfermedad cardio-vascular; este grupo de trastornos es la causa de mortalidad del 56% de las mujeres españolas, señala el Dr. José Luis Neyro, director y coordinador del que será 9º curso de formación continuada en menopausia y climaterio que celebrará la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia – AEEM, en Bilbao, el próximo mes de marzo de 2012. En dicho curso se abordará el problema de la obesidad en la mujer climatérica y su posible relación con el declinar de las hormonas ováricas o con el envejecimiento, sin más.
Señala el Dr. Neyro, que tras la menopausia y como consecuencia del cese de la actividad de los ovarios, el hipoestronismo consecutivo provoca no un incremento del peso, sino una redistribución de la grasa coprporal hacia un reprto más andrógino. Sin abandonar los depósitos alrededor de las caderas, tradicionales en los años de actividad normal de los ovarios, las mujeres en estos años sufren un depósito más troncular, más hacia el abdomen, incrmentando así su perímetro abdominal que es «per se» otro factor de riesgo cardiovascular.
Incrementar el ejercicio físico y atender a la ingesta calórica son unas de las claves del éxito para mantener el peso en estos importantes años de la vida de la mujer, según comenta el Dr Neyro.

La menopausia merma la calidad de vida de siete de cada diez mujeres españolas

La Sociedad Internacional de Menopausia dedicó el Día Mundial de la Menopausia, que se celebró el pasado 18 de octubre a este síntoma vasomotor bajo el lema  ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No los sufras en silencio’.
Los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres. Siete de cada diez mujeres españolas ven alterada su calidad de vida por los sofocos, síntoma menopáusico que se manifiesta como una repentina sensación de calor y ansiedad localizada en el cuello y la cara, y que suele ir acompañado de sudoración y palpitaciones.
La Sociedad Internacional de Menopausia (International Menopause Society) ha dedicado este año el Día Mundial de la Menopausia a este síntoma vasomotor bajo el lema ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio’.
Según el doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), “durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos,el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel. En general, los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente 4 años”.
El presidente de la AEEM explica que “el trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración ysíntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexualy las relaciones de pareja”. De hecho, continúa el Dr. Sánchez, “algunas mujeres todavíaviven la menopausia como una enfermedad. Por tanto, es conveniente que los especialistastengamos en cuenta que la mujer debe continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, demanera que la menopausia se convierta en una etapa más de su vida, y no en un periodo detransición con más inconvenientes que ventajas”.
El insomnio, más común en aquellas mujeres que padecen sofocos severos, es una de las principales preocupaciones de la mujer en la menopausia. Según el presidente de la AEEM,“aunque el insomnio no se puede atribuir a una sola causa, los sofocos son un factor de riesgo añadido”. El Dr. Neyro, por su parte, coordinador y director de los cursos AEEM de Bilbao de formación continuada en menopausia y climaterio desde hace más de ocho años,  afirmó que el insomnio puede llegar a confundirse en este grupo de pacientes junta a otros síntomas neurovegetativos con patologías psicológicas y emocionales que llevan a que muchas mujeres sean inadecuadamente tratadas en estas fases de sus vidas con un exceso de psicofármacos.
Del mismo modo, otros factores, como la irritabilidad, la depresión y la ansiedad, sintomatología climatérica frecuente, también pueden favorecer la aparición del insomnio, es decir, de la dificultad que experimenta una persona para conciliar el sueño o, una vez conciliado, permanecer dormido.
Hacia una nueva menopausia
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España la esperanza de vida de las mujeres es de 82,9 años (un poco más en las de la comunidad autónoma del País Vasco en que llega a los 84 años), y se prevé que, en 2020, se sitúe en 85,1 años. A este respecto, el doctor Rafael Sánchez comenta que, “la actitud de la mujer es más positiva que hace unos años y es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento que afectan a su calidad de vida. Sólo así, y en paralelo a la medicina preventiva y al establecimiento de programas específicos de salud dirigidos a la mujer, podemos conseguir mejorar su calidad de vida”.
En este sentido, se ha  asegurado que “la mujer es, por tanto, más protagonista que nunca de su bienestar y está cada vez más interesada en el concepto global de salud. Esta modificación, junto con la evolución sociocultural de la mujer y los avances científicos, deben conllevar un cambio en la perspectiva desde la que los profesionales encargados de la salud de la mujer ofrecemos una atención sanitaria a este sector de la población”.
Con esas intenciones, en el objetivo de incrementar la formación de los médicos vascos alrededor de las cuestiones que afectan a la endocrinología del climaterio es que se plantea el Dr. Neyro (autor del manuscrito Repercusión de la menopausia en la calidad de vida,  que se publicó en la Rev Iberoam Contracep y Menop 2008; 10(3))
la realización de la que será DM la novena edición de su curso anual y que se celbrará en un incomparable marco, durante el próximo mes de marzo de 2012. desde este web informaremos puntualmente de su programa y de todos los detalles de su organización.

La Sociedad Internacional de Menopausia dedicó el Día Mundial de la Menopausia, que se celebró el pasado 18 de octubre a este síntoma vasomotor bajo el lema  ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No los sufras en silencio’.
Los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres. Siete de cada diez mujeres españolas ven alterada su calidad de vida por los sofocos, síntoma menopáusico que se manifiesta como una repentina sensación de calor y ansiedad localizada en el cuello y la cara, y que suele ir acompañado de sudoración y palpitaciones.
La Sociedad Internacional de Menopausia (International Menopause Society) ha dedicado este año el Día Mundial de la Menopausia a este síntoma vasomotor bajo el lema ‘¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio’.
Según el doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), “durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos,el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel. En general, los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente 4 años”.
El presidente de la AEEM explica que “el trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración ysíntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexualy las relaciones de pareja”. De hecho, continúa el Dr. Sánchez, “algunas mujeres todavíaviven la menopausia como una enfermedad. Por tanto, es conveniente que los especialistastengamos en cuenta que la mujer debe continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, demanera que la menopausia se convierta en una etapa más de su vida, y no en un periodo detransición con más inconvenientes que ventajas”.
El insomnio, más común en aquellas mujeres que padecen sofocos severos, es una de las principales preocupaciones de la mujer en la menopausia. Según el presidente de la AEEM,“aunque el insomnio no se puede atribuir a una sola causa, los sofocos son un factor de riesgo añadido”. El Dr. Neyro, por su parte, coordinador y director de los cursos AEEM de Bilbao de formación continuada en menopausia y climaterio desde hace más de ocho años,  afirmó que el insomnio puede llegar a confundirse en este grupo de pacientes junta a otros síntomas neurovegetativos con patologías psicológicas y emocionales que llevan a que muchas mujeres sean inadecuadamente tratadas en estas fases de sus vidas con un exceso de psicofármacos.Del mismo modo, otros factores, como la irritabilidad, la depresión y la ansiedad, sintomatología climatérica frecuente, también pueden favorecer la aparición del insomnio, es decir, de la dificultad que experimenta una persona para conciliar el sueño o, una vez conciliado, permanecer dormido.
Hacia una nueva menopausia
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España la esperanza de vida de las mujeres es de 82,9 años (un poco más en las de la comunidad autónoma del País Vasco en que llega a los 84 años), y se prevé que, en 2020, se sitúe en 85,1 años. A este respecto, el doctor Rafael Sánchez comenta que, “la actitud de la mujer es más positiva que hace unos años y es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento que afectan a su calidad de vida. Sólo así, y en paralelo a la medicina preventiva y al establecimiento de programas específicos de salud dirigidos a la mujer, podemos conseguir mejorar su calidad de vida”.
En este sentido, se ha  asegurado que “la mujer es, por tanto, más protagonista que nunca de su bienestar y está cada vez más interesada en el concepto global de salud. Esta modificación, junto con la evolución sociocultural de la mujer y los avances científicos, deben conllevar un cambio en la perspectiva desde la que los profesionales encargados de la salud de la mujer ofrecemos una atención sanitaria a este sector de la población”. Con esas intenciones, en el objetivo de incrementar la formación de los médicos vascos alrededor de las cuestiones que afectan a la endocrinología del climaterio es que se plantea el Dr. Neyro (autor del manuscrito Repercusión de la menopausia en la calidad de vida,  que se publicó en la Rev Iberoam Contracep y Menop 2008; 10(3))la realización de la que será DM la novena edición de su curso anual y que se celbrará en un incomparable marco, durante el próximo mes de marzo de 2012. desde este web informaremos puntualmente de su programa y de todos los detalles de su organización.

El virus del papiloma humano (VPH), responsable del cáncer de cuello de útero, está asociado con un mayor riesgo cardiovascular en algunas mujeres, según un estudio publicado este lunes en Estados Unidos

Este vínculo se observó en las mujeres que no tienen otros factores que predisponen a la enfermedad cardiovascular o un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, según investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Texas.
El estudio, basado en el análisis de datos médicos de cerca de 2 500 mujeres, aparece publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology fechada el 1 de noviembre.
“Casi el 20% de las mujeres con enfermedades cardiovasculares no presentan otros factores de riesgo, lo que indica que otras causas no tradicionales podrían provocar (estas enfermedades) y el VPH parece ser una de ellas”, dijo Ken Fujise, director del Departamento de Cardiología de la universidad.
“Ese vínculo -si se confirma- podría tener importantes implicaciones clínicas, ya que la vacuna contra el VPH también podría prevenir la enfermedad cardiovascular”, primera causa de muerte entre las mujeres, señaló.
“Los médicos también deben vigilar a las mujeres con cáncer de útero causado por una infección de VPH para prevenir el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular”, agregó el cardiólogo.
Estos investigadores creen que el VPH puede aumentar el riesgo cardiovascular mediante la desactivación del gen p53, que desempeña un papel clave en la prevención de la arterosclerosis. El VPH también desactiva el gen pRb, importante en la regulación de la proliferación de células que forman el tumor canceroso.
“Si el papel de este mecanismo biológico se confirma, podría desarrollarse una molécula para evitar la desactivación del gen p53 y de ese modo reducir el riesgo cardiovascular en mujeres ya infectadas con el VPH”, dijo Fujise.
Los investigadores recomiendan realizar un estudio clínico para determinar si la vacunación contra el VPH reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres